Tendencias en la protección de la I+D+i en Europa (primera parte)

En dos ediciones anteriores de esta serie (¿Estamos protegiendo adecuadamente la I+D+i? (primera parte) y ¿Estamos protegiendo adecuadamente la I+D+i? (segunda parte)) se han presentado datos sobre la protección de la I+D+i en España a través de las distintas figuras de Propiedad Industrial durante los primeros años del siglo XXI. Cabe preguntarse qué ocurre en otras naciones de nuestro entorno europeo. Para ello, seguidamente se ofrecen una serie de datos obtenidos de diversas fuentes oficiales para intentar analizar cuál es la situación de la I+D+i en Europa y su protección mediante la Propiedad Industrial (PI). En este caso los principales parámetros que se estudian son los relacionados con inversión en I+D+i, el personal dedicado a la investigación, y el número de solicitudes de patentes nacionales; no se emplearán indicadores relativos a otros tipos de modalidad de PI (como modelos de utilidad en los países en que esta figura existe, diseños, o marcas).

La figura 1 muestra la posición relativa de varios países en actividades de I+D; dichos datos proceden de UNESCO. En el eje de abscisas de dicha figura se aprecia la inversión en I+D en función del PIB nacional, mientras que en el eje de ordenadas se ve el número de investigadores por millón de habitantes. La información de UNESCO otorga a España 2.642 investigadores por millón de habitantes, con una inversión en I+D del 1,2 % de nuestro PIB. La figura 1 permite comparar la situación de España con otros países de nuestro entorno cultural y político, así como en una referencia más global.

Figura 1 – Comparativa de la inversión en I+D en función del PIB nacional, y el número de investigadores por millón de habitantes entre varios países (fuente: http://uis.unesco.org/apps/visualisations/research-and-development-spending/).

La figura 1 pretende ilustrar la situación española en I+D de una forma global con otros países. Sin embargo, el objeto principal de este estudio es centrar la atención en el entorno europeo y ver qué situación tiene España en el contexto geográfico, cultural y político que le corresponde. Por eso, en la tabla 1 se han aportado datos de la inversión media en I+D de varios países de la Unión Europea, expresado en euros por habitante. Los datos que se recogen son del periodo 2011 a 2015 para Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, y Suecia; también se incluyen valores medios de los 28 países de la Unión Europea.

Tabla 1 – Inversión media en I+D en varios países de la Unión Europea, expresada en euros por habitante, durante el periodo 2011 a 2015 (fuente: datos tomados de la página web de Eurostat http://ec.europa.eu/eurostat/web/science-technology-innovation/data/main-tables).

La figura 2 ilustra algunos datos recogidos en la tabla 1 para determinados países con altas cotas de inversión en I+D por habitante; también se ha posicionado el lugar que ocupa España para comparar la referencia de nuestro país con los líderes europeos en inversión en I+D por habitante.

Figura 2 – Inversión media en I+D en ciertos países de la UE durante el periodo 2011 a 2015, expresada en euros por habitante (fuente: representación gráfica de ciertos datos de la tabla 1).

Del análisis de la tabla 1 y la figura 2 se observa que la posición absoluta de España se encuentra entre la de Portugal (que cuenta con una población que puede suponerse es alrededor de un cuarto de la española –aunque los datos de población se dan la tabla 3–) y la de Italia (que cuenta con una población que puede suponerse es sobre un 30% mayor que la española). España se encuentra muy alejada de los líderes europeos en inversión en I+D por habitante (que son claramente los países nórdicos, especialmente Suecia, Dinamarca y Finlandia) y también alejada de la media europea, que puede visualizarse en la figura 3. Dicha figura muestra otros países con inversión en I+D en un entorno similar al ámbito español.

Figura 3 – Inversión media en I+D en ciertos países de la UE y media en la UE durante el periodo 2011 a 2015, expresada en euros por habitante (fuente: representación gráfica de ciertos datos de la tabla 1).

Otros datos relevantes se refieren no sólo a la inversión que se hace en I+D, sino también a los efectivos humanos que se disponen a tal efecto. La tabla 2 muestra la evolución que ha tenido el personal investigador en varios países de la Unión Europea en el periodo 2011 a 2015, y la figura 3 ilustra la evolución que ha habido en dicho personal en Alemania, Francia, Reino Unido, España y Suecia.

Tabla 2 – Personal dedicado a I+D en diversos países de la Unión Europea, durante el periodo 2011 a 2015 (fuente: datos tomados de la página web de Eurostat según su URL http://ec.europa.eu/eurostat/web/science-technology-innovation/data/main-tables). * El valor del número de investigadores en España es distinto al que proporciona el INE para los años 2014 y 2015 (210.104 y 214.227 investigadores, respectivamente).

¿Qué puede concluirse de los datos que se presentan en la tabla 2? Básicamente que hay tres tendencias: países en los que la población investigadora aumenta en el periodo considerado (Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, y Suecia), países en los que la población investigadora disminuye (Finlandia), y otros países que se mantienen en un margen que podría considerarse relativamente constante (Dinamarca, España, y Portugal, aunque en el primer caso se da un ligero crecimiento, y en los otros dos una leve reducción). Se hace notar que los datos españoles de 2014 y 2015 no coinciden con los valores proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística, y que se usaron en el primer artículo anterior de esta serie (¿Estamos protegiendo adecuadamente la I+D+i? (primera parte)).

Figura 4 – Personal investigador en ciertos países de la UE y media en la UE durante el periodo 2011 a 2015 (fuente: representación gráfica de ciertos datos de la tabla 2).

Sin embargo, los datos de inversión media en I+D que se han dado en la tabla 1, así como los del personal investigador que aparecen en la tabla 2, por sí solos, no muestran de una forma global cuáles son los resultados que se obtienen de la actividad investigadora, sino que es una forma de presentar los “activos” que se dedican a la I+D en Europa. ¿Cómo es posible analizar la distribución del esfuerzo investigador en cada país? Para ello se sugiere emplear nuevos datos, como los que se presentan en la tabla 3.

La tabla 3 presenta diversos datos de quince países de la Unión Europea relativos al año 2015. Por columnas, de izquierda a derecha se encuentran las siguientes referencias. Además del país, se ofrecen sus datos de población para el año referido (columna (A)), el personal investigador (columna (B)), porcentaje del Producto Interior Bruto que se dedica a la I+D por habitante (columna (C)), e inversión en I+D por habitante (columna (D)). Estos datos provienen de la página web de Eurostat.

Además, la tabla 3 contiene otros datos que no proceden directamente de fuentes oficiales, sino que resultan de combinar algunos de ellos. La columna que ha sido denominada (E) procede de dividir los datos de la columna (B) entre valores de la columna (A) y multiplicarlos por 106; con ello se obtiene una relación de investigadores que hay en cada país por cada millón de habitantes. Es evidente que este cociente da una idea del “peso” que tienen los investigadores en cada país respecto del total de su población. La columna (F) resulta de dividir los datos de la columna (B), número de investigadores, entre la (D), inversión en I+D por cada habitante; los datos de la columna F indican, en cada país, cuántos investigadores deben repartirse cada euro que se dedica a la I+D por habitante.

Observando los datos de la columna (B) se comprueba que España tiene, relativamente, un elevado número de investigadores. No obstante, estos datos muestran una ligera recesión durante el periodo 2011 a 2015 en el personal dedicado a la I+D en nuestro país, como se refleja en la tabla 2 y la figura 3. Cuando este dato se compara junto con el porcentaje del PIB que se dedica a la I+D, las conclusiones varían.

Tabla 3 – Evolución de ciertos parámetros en distintos países de la Unión Europea en 2015. De izquierda a derecha se presentan los siguientes datos: país; número de habitantes; número de investigadores; porcentaje del Producto Interior Bruto dedicado a la I+D por habitante; euros invertidos en la I+D por habitante;  número de investigadores por millón de habitantes; y número de investigadores por euros invertidos en la I+D y habitante (fuente: para las columnas (A), (B), (C), y (D), datos tomados de la página web de Eurostat según sus URLs http://ec.europa.eu/eurostat/web/population-demography-migration-projections/population-data/main-tables y http://ec.europa.eu/eurostat/web/science-technology-innovation/data/main-tables. Los valores de las columnas (E) y (F) se han obtenido de dividir otras columnas de la tabla). * Todos los datos de Francia se refieren a 2014, por no disponer información sobre el número de investigadores en 2015. ** El valor del número de investigadores en España no es el mismo que proporciona el INE (214.227).

 

La columna (C) de la tabla 3 muestra que los países que aportan un mayor porcentaje de su PIB a la I+D son los que, evidentemente, disponen de mayores recursos económicos para la I+D por habitante (datos de la columna (D)); dichos países tienen porcentajes del PIB dedicado a la investigación en torno al 3% (Alemania, Austria, Dinamarca, Finlandia, Suecia). Estos países, en 2015, invirtieron en I+D más de mil euros por habitante; dicha cantidad contrasta con la aportada por otros países para su investigación, como Polonia (113,6 € en I+D por habitante), Grecia (156,9 € en I+D por habitante), Portugal (215,4 € en I+D por habitante), o España (283,6 € en I+D por habitante).

Los países que más invierten en I+D por habitante, también tienen las tasas más altas de investigadores por habitante, en el entorno de los ocho mil investigadores por millón de habitantes, e incluso valores mayores (como el caso de Dinamarca). Si se comparan los datos del reparto de la inversión en I+D por investigador y país (columna (F) de la tabla 3), también se observa que en general los países que más invierten en I+D consiguen que los investigadores tengan más recursos o, dicho de otro modo, que los recursos económicos deban repartirse entre menos investigadores; esta idea se da en los datos de la columna (F) de la tabla 3. Cada euro de la I+D que se invierte por habitante en Dinamarca debe repartirse entre 42 investigadores, o entre 45 en Finlandia, 52 en Irlanda, y 56 en Suecia. En España cada euro en I+D debe repartirse entre 708 investigadores, valor muy parecido al de Italia (711). Llama la atención el caso de Alemania, que cada euro de I+D se reparte entre 586 investigadores; datos parecidos presentan Francia (574) y Reino Unido (616).

Ahora cabría preguntarse cuáles son las tasas de protección de esta investigación, en forma de solicitudes de patente, en cada uno de los países considerados. Este estudio será objeto de un próximo análisis que aparecerá próximamente en este blog, cerrando así esta serie de artículos titulados ¿Estamos protegiendo adecuadamente la I+D+i? y Tendencias de la Protección de la I+D+i en Europa.

 

R. Rubén Amengual Matas

 

 

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