Mientras la cultura científica se hace algo más presente día a día en nuestras vidas laborales y personales, mal parece haber comenzado el año para la investigación: desde el Ministerio de Economía y Competitividad se nos informa de un recorte de 600 millones de euros en investigación. Mientras tanto, y todavía con el recuerdo reciente del drástico recorte en personal del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia, diferentes iniciativas encaminadas a llamar la atención social y administrativa trascienden más allá de nuestras fronteras. Por una parte, una investigadora del Centro citado anteriormente puede volver a su poyata, al menos durante unos meses, gracias a una colecta particular de la madre de un joven diabético –en la línea, lejana, del crowdfunding...-. Mientras tanto, una iniciativa audaz y valiente, recogida incluso en un editorial de Nature Newblogs, solicita habilitar una casilla extra en la declaración de la Renta para que la “voluntad popular” proporcione, al menos, parte del dinero que este país necesita inyectar en investigación, al estilo de la casilla para obras sociales o iglesia católica...
Pero hay más...
¿Quién dijo aquello de... “decíamos ayer”? Pues, en el caso que nos ocupa, decíamos la semana pasada que la revista Science publicaba, como todos los años, lo que sus mejores científicos consultados consideraban que habían sido los 10 principales hitos del año pasado. A destacar los nuevos tratamientos combinados contra el Sida, el estudio de más de 700 nuevos exoplanetas, los posibles cruces “de una noche de verano” entre nuestros antepasados y sus primos neandertales y, por ejemplo, la relación entre senescencia celular y el envejecimiento...
Sin embargo, además de Science, otras revistas hicieron sus análisis personales –con consulta de científicos incluida- sobre las mejores investigaciones del 2011. Y si no, yo mismo, personalmente, puedo atreverme a hablar de hitos científicos, ¡faltaría más!
Como todos los años, la prestigiosa revista de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, Science, publica lo que, según los expertos, constituyen los mejores hitos científicos del ya caduco 2011. Un año más, las investigaciones destacadas tocan todos los palos, desde los confines más recónditos del universo hasta los profundos misterios de la célula. A lo largo del presente largo, intenso –pero espero que no aburrido- post se enumerarán, sucintamente, los 10 estudios destacados por la prestigiosa revista...
Hace unos días pude participar en un debate sobre cultura científica –científicos vs periodistas, el eterno dilema... que no es tal- en la Universidad de Extremadura, mi patria chica. Allí, entre crítica a la poca visibilidad de la ciencia y al poco reconocimiento de la labor de los divulgadores, entré en contacto con Alfonso Jiménez, catedrático de genética y apasionado bloguero quien, amablemente, me ha enviado el texto que adjunto a continuación, y que no tiene desperdicio, sobre el siempre boyante negocio de la ya citada homeopatía: una molécula de nada y ya tenemos producto para abastecer a la población mundial durante eones...
El conocido como bosón de Higgs es una partícula elemental, predicha teóricamente por Peter Higgs, entre otros, en 1964, que podría aclarar el concepto de masa del universo. Seguramente todo esto le deje un poco... frío, y tendría que decirle que dicha partícula ha sido presentada como “la partícula de Dios” y que detrás de ella se encuentra el experimento más complejo y caro de la historia para, al menos, llamar su atención y de paso justificar la presencia de la noticia –que todavía no lo es- en la portada de todos los medios de comunicación...
El ácaro Tetranychus urticae –también conocido como araña roja-, puede alimentarse con más de 1000 tipos distintos de plantas –incluyendo también a más de 150 cultivos económicamente importantes-, siendo considerado como una de las principales plagas agrícolas mundiales...
El pasado 23 de noviembre falleció la bióloga norteamericana Lynn Margulis. Además de ser una de las científicas más importantes del pasado siglo, fue una gran divulgadora, una mujer revolucionaria en su pensamiento y crítica en su actitud intelectual. Su aportación más importante fue la teoría de la simbiosis seriada...
Aprovechando mi encuentro con Bernardo Herradón en RNE y a lo largo de la tertulia coordinada por Manuel Seara, se ha mencionado un proyecto de divulgación científica novedoso, apasionante –por el esfuerzo, entre otras cosas, ímprobo de sus autores y editores- y elegante –incluyendo el diseño y presentación en la Web- que el que les escribe –como representante del CBMSO- no debería –y no lo hará- dejar pasar de largo: The Journal of Feelsynapsis.
A lo largo de mis casi 30 años de docente universitario he insistido en el concepto de que los microorganismos que forman parte de nuestra microbiota intestinal normal son protectores de nuestra salud. En principio, nada parecía contradecir este hecho... hasta ahora...
Siempre hemos considerado a la denominada microbiota o flora intestinal como un conjunto de bacterias amigas con funciones beneficiosas como podría ser la protección frente a microorganismos patógenos. Sin embargo, dos estudios publicados en Science y comentados por Rachel David en Nature Reviews Microbiology plantean algunas objeciones a tanta “bondad” bacteriana.
La leucemia linfoblástica aguda T, o T-ALL, es un tipo de tumor hematológico agresivo que afecta principalmente a niños y que se origina durante el desarrollo de los linfocitos T (un tipo de glóbulos blancos de la sangre). Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista internacional Nature Genetics, fruto de la colaboración de investigadores de Estados Unidos, Brasil y diversos países de Europa, incluido España, describe una nueva mutación implicada en la generación de la T-ALL, e identifica el mecanismo molecular que determina el crecimiento celular descontrolado en esta leucemia. El estudio, en el que ha participado el grupo dirigido por la María Luisa Toribio, Profesora de Investigación del CSIC en el Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” de Madrid, tiene evidentes implicaciones clínicas, y constituye un gran avance para el diseño de nuevas terapias de mayor eficiencia para el tratamiento de este tipo de leucemias...