Las claves de la batalla presupuestaria de la Unión Europea

Los jefes de Estado y de gobierno de la UE no fueron capaces de llegar a un acuerdo durante el Consejo Europeo celebrado en Bruselas los días 16 y 17 de junio, acerca del marco presupuestario para el período 2007-2013.

Pero, ¿por qué los Estados miembros no han logrado llegar a un acuerdo? Y ¿qué importancia tiene?

La aprobación en plazo de las perspectivas financieras es de vital importancia para que programas plurianuales como el Séptimo Programa Marco IDT o el nuevo Programa Marco de Competitividad e Innovación puedan ser adoptados.

Se tarda entre12 y 18 meses en preparar los fundamentos jurídicos para programas plurianuales como los de investigación, educación, cohesión, ayuda al desarrollo, etc. Si queremos que estos programas comiencen en enero de 2007, debería alcanzarse un acuerdo político acerca de los techos del marco financiero al menos año y medio antes de la fecha en la que dichos programas deben entrar en vigor. De no ser así, los programas que terminan en diciembre de 2006, como el Sexto Programa Marco IDT, se paralizarían, y se produciría un retraso significativo en la financiación. Al no contar con un marco jurídico para los programas, sólo se ejecutarían los llamados gastos obligatorios, principalmente el apoyo a los agricultores.

Técnicamente, en caso de falta de acuerdo final, podría extenderse dos o tres años el marco financiero actual, a condición de que el Acuerdo interinstitucional de 1999 entre el Parlamento, el Consejo y la Comisión continúe en vigor. Éste establece que si no se llega a un acuerdo sobre un nuevo marco financiero después de 2006, el techo actual de los compromisos se aplicaría en 2007 y más allá, ajustado por los criterios ligados al índice de crecimiento medio durante el período previo, pero excluyendo cualquier ajuste relacionado con la ampliación.

Sin embargo, en la práctica esto parece difícilmente realizable. No solamente habría que ampliar todos los fundamentos jurídicos actuales de los programas comunitarios de financiación, sino que tendríamos que financiar una Unión de 27 Estados miembros sobre la base de un marco financiero diseñado para 15, y solamente extendido en parte para 25. Algo que parece imposible.

Se trata de un marco financiero a medio plazo, que establece los límites máximos presupuestarios para las grandes categorías de gastos de la Unión para un período de siete años, con el fin de garantizar una evolución controlada de los gastos. que define los límites anuales de gastos. Estas grandes orientaciones presupuestarias plurianuales son adoptadas conjuntamente por la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE.

Uno de los motivos más conocidos, por el que los jefes de Estado y de gobierno de la UE no llegaron a un acuerdo el mes pasado respecto a las futuras perspectivas financieras de la UE, fue la negativa de Blair a renunciar al famoso «cheque británico», por el que la UE devuelve cada año al Reino Unido una parte del dinero que el país aporta al presupuesto comunitario. Blair afirma que es improcedente reducir el cheque británico sin reducir radicalmente la financiación de la PAC, que recibe alrededor del 45% de los fondos comunitarios. Por otro lado, Francia se niega a reducir las subvenciones agrícolas. Además, el resto de los países contribuyentes netos consideran que su aportación es excesiva, y piden que se recorte.

La UE devuelve cada año al Reino Unido una parte del dinero que éste aporta al presupuesto comunitario. Dicha cantidad se llama informalmente «cheque británico». Margaret Thatcher negoció en 1984 esta devolución, debido a que, por entonces, la Política Agraria Común (PAC) absorvía tres cuartas partes del presupuesto comunitario, y el Reino Unido apenas recibía fondos por este concepto.

Los mayores contribuyentes netos al presupuesto comunitario son Alemania, Holanda, Reino Unido, Francia, Italia y Suecia. Entre los países que reciben más de lo que aportan al presupuesto se encuentran España, Irlanda, Grecia y Portugal.

La aprobación en plazo de las perspectivas financieras es de vital importancia para que programas plurianuales como el Séptimo Programa Marco IDT o el nuevo Programa Marco de Competitividad e Innovación puedan ser adoptados.

Ahora le toca a Gran Bretaña intentar elaborar una fórmula que satisfaga a todos los Estados miembros e intentar llegar a un acuerdo acerca de la futura financiación de las políticas comunitarias. Para ello planteará un debate acerca de la revisión general de la estructura y las prioridades del presupuesto comunitario, así como una posible reforma de la Política Agrícola Común (PAC). El objetivo de dichas reformas sería centrar el gasto europeo en políticas que contribuyan al aumento de la competitividad y la creación de empleo en Europa, como la investigación y las nuevas tecnologías, y reducir la financiación de sectores tradicionales, como la agricultura.

Visto así, la no-aprobación de las perspectivas financieras bajo Presidencia luxemburguesa podría acabar siendo incluso beneficiosa para políticas como la I+D o la Sociedad de la Información, ya que la propuesta de compromiso presentada por Juncker en el pasado Consejo de junio reducía considerablemente los fondos destinados a estas áreas.

El Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, con sede en Bruselas, ha publicado el documento «¿ADIÓS A LOS FONDOS? CLAVES PARA ENTENDER LA POSICIÓN DE ESPAÑA A LA HORA DE NEGOCIAR EL PRESUPUESTO DE LA UE PARA 2007-2013«, cuya lectura os recomiendo. Podéis encontrarlo en http://www.realinstitutoelcano.org/documentos/204.asp.