Tras la fiesta del libro, quedan las bibliotecas para seguir leyendo
Juan C. Marcos Recio
1. No dejar de ser “proactivos” y seguir organizando programas, diseminando materiales y creando servicios para ser visibles y bien apreciados por los usuarios. Es más difícil recortar lo que gusta.
2. Hablar con los usuarios para saber qué servicios prefieren, qué demandan y qué esperan de la biblioteca.
3. Estar al tanto del entorno y comprender la situación de los que toman las decisiones económicas; mantener buenas relaciones con “los de arriba” para evitar que nos pille el toro.
4. Refutar los tópicos anti-biblioteca constantemente, ya sabéis cosas del tipo, “bah! todo está en Internet”, la biblioteca ya no interesa”, etc. etc. Y aclarar las cosas siempre, no dejar que esos tópicos y malentendidos dañen la imagen y la reputación del servicio.
5. Mantenerse vigilantes ante posibles cambios de uso del espacio bibliotecario, se refiere a que la biblioteca puede ser un espacio goloso para que las autoridades locales decidan cambiarlo de uso y utilizarlo para otras cosas; recomienda evaluar si hay zonas infra-utilizadas y darles un nuevo uso bibliotecario.
6. No desatender las distintas emociones que despiertan los recortes en el personal bibliotecario
7. No mentir sobre posibles despidos
8. Mantener al personal ocupado al máximo, evitar el relajo y los tiempos muertos y conseguir que el personal rinda de manera eficiente
9. Mantener la perspectiva a largo plazo y hacer planes, no dejarse comer por la rutina del trabajo cotidiano y las prisas habituales y diseñar buenos servicios para el futuro.
10. No olvidarse de repasar el presupuesto una y mil veces, buscando siempre nuevas formas de ahorro y de mejora de la asignación de fondos; re-negociar los precios, pues los proveedores también están en un mal momento; buscar siempre patrocinios.
11. Asegurarse de que los recortes sean equitativos y que no afecten solo a una parte del personal, así se consigue que no haya privilegios y desigualdades y puede mantenerse el espíritu de equipo en los malos tiempos.
12. Mantener la cabeza fría y preguntarnos si realmente estamos dando un buen servicio y si lo estamos haciendo bien
13. No desanimarse, a pesar de todo tirar p’alante con buen humor y hacer las cosas lo mejor posible con los recursos que nos queden y avanzar mirando al futuro.
Referencia Bibliográfica:
Library Journal. “SURVIVOR: THE LIBRARY EDITION. Director-to-director guidance on how to cope with more budget shortfalls.” (Curzon, Susan Carol. Library Journal, 4/1/2009, Vol. 134 Issue 6, p22-24, 3p, 1 color).
Leer artículo en:
http://www.libraryjournal.com/article/CA6645870.html