Esta semana centrada en la lectura, en este blog hemos intentado ofrecer una visión del mundo editorial, en los días previos; la lectura como elemento cultural y humanístico, con el Premio Cervantes y, con posterioridad, la importancia que tiene el buen funcionamiento de la biblioteca, con la recomendación de un artículo que muestra las pautas para conseguir más lectores, a pesar de la crisis. Hoy nos hacemos eco de las últimas recomendaciones de la Plataforma contra el Préstamo de Pago que «propone a todos los bibliotecarios que no faciliten el trabajo a la entidad privada de gestión que recoge fondos públicos y, después de quedarse con un buen mordisco, reparte lo que queda, caprichosamente, entre algunos autores». Miren la imagen de la derecha de este blog. Nosotros también  estamos en contra de este tipo de pagos.

Javier Pérez Iglesias, en nombre de la Plataforma contra el Préstamo de Pago, nos hizo llegar estos días una serie de recomendaciones que nosotros ampliamos a nuestros lectores. Las bibliotecas están para dar servicio a la sociedad, no para hacer negocio. La cultura es el bien más grande que tiene el ser humano. No nos confundamos.

«Recomendaciones para el Día del Libro:

1. Las bibliotecas son los organismos que, con su trabajo diario, mejor defienden los derechos de los autores. Cuidan sus obras, animan a su lectura y pagan los derechos de autor al adquirirlas
2. No es justo que cientos de trabajadores públicos (los bibliotecarios) dediquen una parte de su jornada laboral a proporcionar unos datos que benefician, sobre todo, a una entidad privada de gestión
3. En este momento de crisis, en los que ya se han reducido los presupuestos de adquisiciones de algunas bibliotecas españolas, es inadmisible cargarles un nuevo concepto de gasto (¿quizá esa reducción está causada precisamente por el canon?)
Si la entidad de gestión quiere cobrar el canon bibliotecario, que al menos tenga la molestia de recoger ella misma los datos.  
 
La Plataforma contra el Préstamo de Pago vuelve a pedir al Ministerio de Cultura, ahora dirigido por una nueva persona, que encabece un proceso de conversaciones con otros ministerios europeos tendentes a conseguir la derogación de la directiva del préstamo de pago. Porque todos sabemos que es una directiva basada en una mentira: que los préstamos bibliotecarios reducen la venta de libros.

Y mientras se trabaja en la derogación de la directiva, si es inevitable cumplirla durante el período intermedio, le pedimos al Ministerio que gestione directamente el canon desde una oficina estatal, para que no se siga dando la inmensa paradoja de que el sector privado –la entidad de derechos de gestión que todos conocemos- esté gravando con un impuesto al sector público».  

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