Texto: JMSV

Doscientos años se cumplen del nacimiento de Larra (1809-2009) y la Biblioteca Nacional lo conmemora con la exposición comisariada por Leonardo Romero Tobar. El periodista romántico que se quitó la vida el 13 de febrero de 1837, cuando estaba a punto de cumplir los 28 años de edad, dejó un sorprendente legado cultural, una obra en cuya relectura vemos una y otra vez la España de entonces, pero también la de ahora, y creo que la de siempre.

La esencia de aquel hombre diminuto, cuya camisa ensangrentada preside las salas de la exposición, y que fue recreado por Buero Vallejo en La Detonación, con un sensacional Juan Diego en el papel de Larra, impregna los objetos seleccionados: libros, grabados, óleos…

En la noticia del suicidio que publicó el diario El Español hay dos palabras entre exclamaciones: “¡Pobre poeta!”, y se añade: “…En la memoria de todo hombre no se acabará jamás el recuerdo de un infeliz”.

Infeliz y poeta. Dos cicatrices en el alma.

Pasen y vean… disfruten. Y cuando vuelvan a casa relean alguno de sus Artículos de costumbres y comprobarán que el gran poeta, dramaturgo, novelista y ensayista era un visionario.

 

BIBLIOTECA NACIONAL

Hasta el 14 de febrero del 2010

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