Nuevo coronavirus, Arabia Saudí

Un nuevo coronavirus ha sido identificado en 2 pacientes con enfermedad respiratoria severa y fallo renal. El primero era un ciudadano saudí de 60 años que fue atendido en el hospital de Jeddah, donde murió  en el mes de julio pasado. El segundo caso es un hombre de 49 años procedente de Qatar, con historia reciente de viajes a Arabia Saudí, que tras presentarse con síntomas el 3 de septiembre pasado fue ingresado en una unidad de cuidados intensivos por una neumonía grave con fallo renal en un hospital de Doha el 7 de septiembre, y que  4 días después fue trasladado urgentemente desde Doha  a Londres  para recibir tratamiento en una unidad de cuidados críticos. Las pruebas de laboratorio han identificado en muestras de ambos pacientes un coronavirus previamente no descrito, con una similitud parcial (aun no se dispone de la secuencia completa de su genoma) entre ellos del 99.5%, lo que se considera suficiente prueba de la identidad de ambas cepas, que pertenecen a un nuevo tipo de coronavirus hasta ahora desconocido. El virus ha recibido tentativamente el nombre de «London1_novel CoV 2012» siguiendo la nomenclatura habitual para las cepas de este tipo de virus, donde se suele incluir información sobre el lugar y fecha de aislamiento y naturaleza del virus («novel CoV» indica que es un nuevo coronavirus, es decir, suficientemente distinto de los coronavirus conocidos hasta ahora).

Los coronavirus constituyen una familia de virus que incluyen patógenos habituales en el hombre y los animales. Son frecuentes causantes de diferentes formas de enfermedad del tracto respiratorio en el hombre, pero también los hay que infectan a otras especies de mamíferos como cerdos, gatos, perros, ratones, etc. Igualmente existen coronavirus de aves, aunque se considera que la mayor variedad de coronavirus se encuentra en los murciélagos. Claro que los murciélagos tienen una diversidad de especies tremenda: se conocen 1100 especies distintas de murciélagos, lo que representa el 20% del total de especies de mamíferos descritas hasta el momento. Con esa variedad no es extraño que exista una variedad igualmente importante de especies víricas asociadas a estos quirópteros. Sin embargo, hay algo más, algo «especial» en la relación que establecen muchos murciélagos con determinadas familias de virus, una de las cuales es la de los coronavirus. Espero poder desarrollar algún día este interesante punto en el blog, pero hoy toca hablar de los coronavirus emergentes.

Quizá el coronavirus más conocido, o al menos el más «mediático» es el «virus SARS» (SARS corresponde a las iniciales en inglés de «Sindrome Respiratorio Agudo y Grave«). que a menudo se cita como ejemplo de virus emergente. Fue identificado por primera vez en el Sureste Asiático (China) en 2002, aunque fue en 2003 cuando alcanzó notoriedad. Su rápida capacidad de expansión (se extendió por 12 países de 3 continentes en apenas unas semanas), junto con la gravedad de la enfermedad que causaba (mortal en el 10% de los casos), motivó una alerta sanitaria sin precedentes, pues se le consideró una amenaza sanitaria de primer orden. Se alcanzó el máximo de casos declarados en primavera de 2003, descendiendo en verano hasta prácticamente desaparecer. Por supuesto que la acción rápida y coordinada de las autoridades sanitarias a nivel mundial pudo contener la expansión, pero aún llama la atención la forma en que el virus SARS se esfumó tan rápido como apareció, aunque esto no debe sorprender a los lectores de este blog, pues ya hemos señalado en anteriores posts que los virus están continuamente fluyendo, evolucionando, surgiendo y desapareciendo. En total se declararon unos 8000 casos de SARS, de los cuales  aproximadamente 800 fueron mortales.

El nuevo coronavirus hallado en pacientes de Arabia Saudi y Qatar es muy distinto del virus SARS. Estudios filogenéticos preliminares los sitúan cerca de algunos coronavirus de murciélagos, como se puede ver en la siguiente figura:

La figura muestra la posición del nuevo coronavirus «London1_novel CoV 2012» (en rojo) en el arbol de los Coronavirus. Nótese que pertenece a un linaje (2c) distinto que el del virus SARS (2b). El análisis se basa en alineamientos de un segmento de la polimerasa vírica nsp12.
Elaborada por la HPA Health Protection Agency del Reino Unido (disponible en: http://www.hpa.org.uk/Topics/InfectiousDiseases/InfectionsAZ/RespiratoryViruses/NovelCoronavirus/respPartialgeneticsequenceofnovelcoronavirus/)

El que el nuevo coronavirus tenga similitudes con algunos coronavirus de murcielagos no es en absoluto extraño, ya que, como hemos dicho antes, esta familia de virus tiene una relación muy singular con estos mamíferos voladores. El virus SARS también parece tener un parentesco muy cercano con ciertos coronavirus de un tipo de murcielagos conocidos como «murciélagos de herradura» (horseshoe bats), pertenecientes al género Rhinolophidae. De hecho, se cree que cada uno de los coronavirus que afectan a distintas especies de mamíferos y aves, proceden en último término de los diferentes coronavirus de murciélagos, que serían el reservorio de una especie de «pool de coronavirus ancestrales». La forma cómo han podido llegar a infectar al hombre y a otros animales es una historia que aún está por contar.

Algunos se preguntarán ¿pueden dos casos clínicos como estos desencadenar una alerta sanitaria como la que tuvo lugar cuando emergió el virus SARS? Pues yo diría que va a depender de lo que ocurra en los próximos días: Si no se diagnostican más casos (se están estudiando un buen número de casos compatibles clínicamente en estos momentos en diversas regiones del Planeta, pero especialmente en Oriente Medio) presumiblemente se quedará en una anécdota. Otra cosa será si se confirman más casos. Habrá que esperar.

 

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7 comentarios

  1. […] y la “extraña” relación que mantienen con los virus. Sobre ello escribí en un post anterior lo siguiente: Los murciélagos tienen una diversidad de especies tremenda: se conocen 1100 especies […]

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