Curiosidades de la vida en el mar y los océanos

La vida en los océanos se desarrolla en todo tipo de condiciones que para el ser humano son realmente adversas. Y no solo me refiero a los fondos submarinos. Además cada día nos sorprendemos con la capacidad de adaptación de los distintas especies marinas a esta variedad de condiciones Por ejemplo, recientemente a Agencia Espacial Estadounidense (NASA) ha detectado la existencia de dos seres vivos a casi 200 metros bajo la capa de hielo de la Antártida, en plena oscuridad, un descubrimiento que altera las teorías sobre las condiciones en las que se puede desarrollar la vida.

Lepidepecreus longicorne (Familia Lysianassidae)

La Agencia Espacial asegura haber hallado un lisianido, un anfípodo de la familia Lysianassidae, una familia de crustáceos malacostráceos del orden de los anfípodos de unos 8 centímetros de tamaño. Además, encontró lo que parecía ser el tentáculo de una medusa, de unos 30 centímetros.

Tipos representativos de Anfípodos. 1. Familia Acanthonotozomatidae. 2 Familia Caprellidae. 3. S.O. Hyperiidea— Familia Platyscelidae. 4. Familia Cyamidae. 5. Familia Corophiidae. 6. Familia Lysianassidae. 7. Familia Lysianassidae. 8. S.O. Hyperiidea— Familia Vibiliidae.

Un equipo de la NASA introdujo una pequeña cámara de vídeo a través de la gruesa capa de hielo, y la hizo descender en la profundidad marina, donde reina la oscuridad. A unos 190 metros, se detectó y se fotografió al crustáceo.

Por otra parte, un tiburón blanco ha descendido a la profundidad de 1.200 metros, récord para la especie. El hecho ha tenido lugar en aguas del sur de Nueva Zelanda. El ejemplar, apodado «Shack», mide casi 5 metros de largo. El escualo forma parte de un grupo de 25 animales a los que se han implantado chips electrónicos para controlar sus movimientos. El dispositivo recoge la localización exacta, la profundidad y temperatura del agua donde se encuentra el tiburón y transmite los datos vía satélite a los científicos.«Shack» se sumergió en varias ocasiones a más de mil metros de profundidad y una vez hasta los 1.200 metros, la inmersión más profunda registrada hasta la fecha para el mayor depredador marino. Esta especie de tiburón, bastante común en Nueva Zelanda, es capaz de realizar largos viajes migratorios a mucha profundidad, llegando a recorrer hasta 150 kilómetros diarios en aguas con temperaturas de entre 3 y 27 grados centígrados. De esta forma, apenas tarda tres semanas en llegar a la vecina Australia. La distancia más larga recorrida por uno de los ejemplares vigilados fue de 3.300 kilómetros.

En España los científicos del Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC que en 2006 consiguieron criar por primera vez en cautividad ejemplares de Hippocampus guttulatus intentarán revelar su secreto mediante unos sensores que irán colgados al cuello de estos curiosos peces marinos y que desvelarán su posición en todo momento. La razón de esta investigación es concoer que es lo que sucede cuando llega el invierno. En ese momento, los caballitos de mar abandonan sus entornos habituales en las rías gallegas y se dirigen hacia destinos todavía ignorados por el hombre.

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