Las medusas son una fuente de disgustos y de sorpresas. En el blog hemos escrito sobre las medusas varias veces. Unas por su llegada a las costas en verano y los consiguientes disgutos para los que quieren disfrutar de unos días de playa. Otra veces por sus diferentes características biológicas interesantes, algunas de las cuales llevaron a que un investigador recibiera el Nobel por su trabajo con ellas e incluso por su aspecto «monstruoso». Toca ahora hablar, como si no hubiera suficientes en la playa, de la creación de medusas artificiales.


El investigador Kit Parker estaba visitando un acuario cuando vio el movimiento de una medusa y le recordó al de un corazón. Se propuso el reto de «construir» un ser vivo. No quería modificar una célula, sino «construir un ser».

En el siguiente video nos lo  explica

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=2spbFpzyiJ0[/youtube]

Su objetivo era comprender como funciona la musculatura del corazón humano, para ello Kit Parker construyó una medusa artificial. Su  «Medusoide» —mezcla de medusa y androide—, replica tan bien los movimientos de su equivalente vivo, que se atreve a calificarla de «criatura sintética».

«El secreto estaba en construir un material que fuese capaz de replicar los movimientos de la medusa al aplicarle una corriente eléctrica. Hicieron crecer una lámina de células de la musculatura del corazón de una rata, que se contraen ante un estímulo eléctrico, y las combinaron con una capa de polímero de silicona, que le permite volver a su estado original cuando cesa la corriente. » Cuando se le aplica un campo eléctrico a la estructura, ésta se contrae rápidamente, comprimiendo el medusoide e imitando el impulso de las medusas vivas. Incluso crea una corriente que atraería comida a donde debería estar la boca.

«El medusoide sólo es el primer paso, y los investigadores ya planean hacer otra. Esta vez, con células de corazón humano. Su intención es establecer un modelo en el que probar medicamentos cardiacos y su respuesta muscular. También proponen desarrollar nuevos modelos que puedan girar y desplazarse en un sentido determinado, o incluso incorporarle un «cerebro» que sepa dirigirlos de manera autónoma —hacia una fuente de luz, o de comida—. Sólo le quedará reproducirse para ser una auténtica criatura sintética.»


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3 comentarios

  1. […] tan eficaz es su flexibilidad.Esto se confirmó cuando al construir la medusa robot, de la que ya hablamos en el blog, los modelos flexibles eran más veloces que los rígidos.No solo las medusas disfrutan de la magia […]

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