El futuro de las patentes en Europa

Hola de nuevo,

Soy Aitana, y vuelvo a escribir porque hace unos días tuve la ocasión de asistir a una audiencia pública organizada por la Comisión Europea sobre el futuro de la política de patentes en Europa que resultó muy interesante. El objetivo principal de esta reunión era analizar los resultados de una Consulta pública sobre el tema, lanzada por la Comisión el 16 de enero de 2006, y debatir con los distintos grupos de interés sobre los problemas que surgen a la hora de crear una patente comunitaria.

La Patente Comunitaria es un título único de propiedad industrial que surtirá efecto en todo el territorio de la Unión Europea, a diferencia de la patente europea existente en la actualidad, que se tramita por la Oficina Europea de Patentes pero que da lugar a varias patentes nacionales, cada una con sus efectos limitados al territorio de un país. El avance que supone la Patente Comunitaria es evidente, ya que permitirá obtener un título con efectos en toda la unión Europea reduciendo los costes de registro.

En la actualidad, el coste de registrar una patente en Europa oscila entre 37.000 y 57.000 Euros, mientras que en EEUU es de 10.000 Euros. Una reducción de costes fomentaría la innovación, y haría de Europa un lugar realmente competitivo a nivel de innovación.

Dos son los puntos que suscitan un mayor debate entre las partes interesadas: los idiomas a utilizar para la patente comunitaria y el sistema jurisdiccional.

• Régimen lingüístico de la Patente Comunitaria: El régimen propuesto inicialmente, tramitar la solicitud en uno de los idiomas de trabajo de la Oficina Europea de Patentes (Inglés, francés o alemán) y traducir después las reivindicaciones, es rechazado por una gran mayoría de los participantes en la consulta. Hay dos posturas extremas en lo que respecta al régimen lingüístico: aquellos que prefieren un sistema de lengua única (el inglés) que permitiría rapidez y reducir los costes de la concesión de la patente, y aquellos que abogan por el muntilingüismo (traducir la patente a todas las lenguas de la UE), argumentando el derecho de acceso a la información de todos los ciudadanos de la UE en su propia lengua. La industria no se pronuncia sobre cual es el mejor sistema de los dos pero se inclina por un sistema unitario, con un precio abordable y competitivo.

• En cuanto al Sistema Jurisdiccional para la Patente Comunitaria las partes interesadas proponen una primera instancia nacional, cercana a los ciudadanos, con posibilidad de una segunda instancia ante una Jurisdicción Central comunitaria especializada en propiedad industrial. En todo caso los jueces de ambas instancias deberían ser especialistas y técnicos formados en el derecho de patentes para garantizar una respuesta unitaria. Otra propuesta es la creación de un sistema alternativo de resolución de Conflictos como el que utiliza la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI).

Los debates seguirán adelante ya que queda mucho camino por recorrer, pero sería deseable alcanzar una solución en breve, ya que es necesario que Europa se ponga al mismo nivel que EEUU y Japón en lo que respecta a las patentes si quiere alcanzar los objetivos de la Estrategia de Lisboa.