Exposición: con los ojos abiertos. Cien años de fotografía Leica

Con los ojos bien abiertos. Cien años de fotografía Leica

A Oskar Barnack le debemos el modelo de cámara contemporánea, ese artilugio que durante cien años ha sido herramienta de fotoperiodistas y creadores hasta convertirse en fetiche de los coleccionistas. La exposición se abre con un apunte biográfico sobre el creador de la cámara, y una línea del tiempo que explica el desarrollo durante un siglo.

Se muestran los distintos modelos de aparatos y su evolución, desde las míticos de los años veinte y treinta, que fueron usados en la Guerra Civil Española con película de rollo de 36 disparos, hasta el modelo M que salió a mediados del 2012.

Se divide la muestra en siete espacios con nombre propio. El primero  dedicado a la Nueva Visión, con autores como Wolff, Starkowki, Gutchow o Heidesberg. Nos detenemos con interés ante Fightball, tejado en la ciudad de Othar Rubert, perfecta obra en cuanto a la composición. El segundo apartado se dedica al Fotoperiodismo, con imágenes desde 1925 y Cartier Bresson como protagonista entre muchos otros, más las míticas Muerte de un miliciano de Robert Capa, y el conocido retrato del Che por Alberto Korda. Este espacio está plagado de imágenes de guerra y otras que fueron portada en la revista Live. La Fotografía Subjetiva es el siguiente bloque, arte de los años cincuenta caracterizado por las panorámicas y la luz atmosférica, con Otto Steinert al frente. La Fotografía Humanista recoge la fotografía francesa de posguerra, con André Kertesz, Cartier Bresson y Doisneau. Son los años del impacto de la exposición y libro The Family of man. La Fotografía de Moda hace honor a la cámara Leica porque los modelos salieron  a la calle y el grano de los negativos, al contrario de lo que se pensaba, embelleció las escenas. Para la Nueva Foto en Color hay también hueco, tomando como punto de partida las películas Kodachrome (1935) y Agfacolor (1936), que  marcaron un cambio en la manera de mirar al surgir una nueva estética. Y en el último apartado un título global: Fotografía de Autor, la de los creadores, es decir la excusa para seleccionar fotos específicas. No dejen de contemplar los desnudos de Araki. Antes del punto final, escogemos una imagen de Leica para la historia: Calle de Pekín de Marc Riboud (1984), enmarcando desde un interior seis fragmentos de un mismo espacio y tiempo como seis momentos de la vida. En tres de ellos hay gente, en el resto naturaleza muerta. Dos de los protagonistas miran al objetivo y se preguntan por qué alguien les enfoca (grandiosa esta fotografía).

Esta exposición viene a demostrar que la herramienta es importante, aunque nunca será lo fundamental. Nos quedamos con la mirada, y obviamente con el lenguaje universal de la fotografía.  Pasen y vean, porque sin quererlo tenderán a elegir “su foto”, y entonces lo comprenderán

 

Con los ojos bien abierto. Cien años de fotografía Leica

Fundación Telefónica

C/Fuencarral 3 Madrid

11 de mayo a 10 de septiembre

 

Calle de Pekín de Marc Riboud
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