PATENTES: OCUPACIÓN, COLABORACIÓN Y DEPURACIÓN

Hace ya tiempo que en este blog comenzamos a buscar patentes que se vieron involucradas en acontecimientos históricos. Por ejemplo, ya dedicamos una entrada a la patente del estraperlo, que en cierto modo se encontró detrás de la llegada del Frente Popular al gobierno de la República Española en 1936, (sobre las patentes y la Guerra Civil, el nº 52 de la revista MARCHAMOS de la OEPM ofrece un artículo) y también el año pasado, otra entrada trataba de una empresa creada por las SS durante la Segunda Guerra Mundial para explotar patentes.

En esta ocasión, leyendo el libro “Les patrons sous l’occupation” (Renaud de Rochebrune, Jean-Claude Hazera- Odile Jacob Historire) hemos descubierto una historia sobre una patente relacionada con la ocupación alemana de Francia durante la Segunda Guerra Mundial.

Portada del libro “Les patrons sous l’occupation” 

La Francia ocupada durante el período 1940-1942. Fuente: wikipedia

 

El principal protagonista de la historia es el ingeniero civil y empresario Pierre Louis Brice. Era un ingeniero brillante, profesor de “L’École Central”, especializado en el hormigón armado y muy relacionado con Eugéne Freyssinet (inventor del hormigón pretensado y de la vibración del hormigón durante su vertido para mejorar la compactación, así como titular de numerosas patentes). La patente clave en relación con el hormigón pretensado fue la de número FR680547. En la primera mitad del siglo XX la utilización del hormigón para la construcción de estructuras defensivas en Francia fue enorme, como por ejemplo el llamado “muro del Atlántico” y la “Línea Maginot”, que a la postre no fueron nada eficaces.

Reivindicación independiente y figuras de la patente FR680547 de Eugéne Freyssinet sobre el pretensado del hormigón

Eugéne Freyssinet con su uniforme de ingeniero de L’École Central 

Figuras de la patente US1349826, sobre un método de moldeo de un barco de hormigón armado

Cuando comenzó la guerra y Francia fue invadida por Alemania, Brice ocupaba la dirección de la empresa de obras públicas Sainrapt et Brice. Tras la ocupación y como ocurrió con la mayoría de las empresas francesas en el campo de la ingeniería civil, comenzaron a trabajar con los ocupantes alemanes, principalmente en la construcción del llamado muro del Atlántico, conjunto de construcciones fortificadas que se extendía a lo largo de la costa Atlántica para defenderse de un desembarco aliado y bajo la supervisión de la organización Todt. En ese sentido, Brice y su empresa no se alejaban de lo realizado por otras empresas francesas del sector, colaboradoras económicas con la ocupación alemana, cooperación a la cual no era fácil escapar. Sin embargo, fueron una invención y la correspondiente patente, las que le hicieron destacar como colaboracionista o “collabo” económico y desencadenaron un escándalo político en los primeros años de la cuarta República Francesa tras la liberación.

La invención en cuestión fue la llamada “paroi hydraulique/pared hidráulica” o “réservoir en beton armé destiné a contenir certains liquides tels que les hydrocarbures/ depósito de hormigón destinado a contener ciertos líquidos tales como hidrocarburos”. Su invención, que consistía en hacer circular agua por una instalación de canales que recubrían las paredes interiores de un depósito de hormigón, permitía el almacenamiento en contenedores de hormigón de los hidrocarburos, haciendo posible que todo el acero disponible se empleara en armamento.

El error de Brice fue su empeño en obtener una patente alemana sobre la invención, la de número DE730477. Brice ya había presentado una solicitud en Francia, pero deseaba la patente alemana, otorgada por la patentamt, ya que según afirmó en sus declaraciones ante la CNIE (Commission Nationale Interprofessionnelle d’Épuration – Comisión Nacional Interprofesional de Depuración): “La obtención de una patente alemana presenta un gran interés, dado que supone la realización de un examen de patentabilidad” (mientras que Francia tenía un sistema de simple depósito y aún hoy no examina la actividad inventiva). Brice añadía en su declaración: “La realización de dicho examen permite al inventor conocer el valor real de su invención y los posibles antecedentes que pudieran existir. Tiene mucho más valor que una patente francesa, ya que no basta con la originalidad, es necesario demostrar que la invención funciona”.

Figuras de la patente alemana DE730477 sobre la “pared hidráulica”

Para defenderse del hecho de haber presentado la patente en territorio enemigo, Brice se refirió a que una orden de 9 de octubre de 1939 autorizaba a “los franceses a cumplir todas las formalidades necesarias para la obtención o conservación de derechos de propiedad industrial, ya sea en territorio enemigo u ocupado por el enemigo”. También se refirió a un decreto de 29 de noviembre de 1939 que tenía como objetivo evitar que Alemania se apropiara de invenciones militares, muy similar al tratamiento de las invenciones de interés para la defensa existente en España y que decía que “se creaba un período de 8 meses durante el cual los funcionarios especializados debían analizar todas las invenciones antes de que fueran divulgadas o explotadas, con el fin de comprobar si tenían un interés militar”. Según parece, este decreto se siguió aplicando de forma oculta durante la ocupación para evitar que los alemanes conocieran invenciones que podían ser de interés armamentístico. En ese sentido Brice afirmaba que no se le podía reprochar que hubiera solicitado la patente en Alemania pues Francia no había considerado que pudiera ser de interés para la defensa. También en relación con el tratamiento de las patentes en Francia durante la ocupación, la Ley de 21 de enero de 1941 permitía retrasar la publicación de las solicitudes que no reivindicaban prioridad, ante las dificultades que la situación imponía a la explotación comercial de las patentes. A partir del 31 de marzo de 1950 se fueron publicando todas esas patentes no divulgadas.

La acusación de colaboración se vio agravada porque la empresa Sainrapt et Brice envió técnicos y supervisó la construcción en Alemania, de tres grandes depósitos para hidrocarburos que utilizaban la tecnología protegida por la patente. Según afirmó, temía que una construcción defectuosa de los mismos, pusiera en peligro la concesión de la patente. Posteriormente, llegó a abrir una oficina en Berlín donde técnicos de su empresa trabajaron sobre el diseño de un barco petrolero fabricado en hormigón, que utilizaría la misma tecnología y cuya construcción se inició en Rotterdam.

 Depósitos de petróleo donde se aplicó la “paroi hydraulique”, en Bourg-Sur -Gironde. Fuente: Tourisme – Aquitaine

Construcción del buque de hormigón diseñado por Sainrapt et Brice  en el puerto de Rotterdam (Fuente: Archief Kerkschip)

 

Una vez liberada Francia, comenzaron los procedimientos llamados de depuración, para castigar la colaboración con los ocupantes. La primera medida contra Pierre Louis Brice fue una instrucción que le llevó a dimitir de sus cargos en la” Cámara sindical de constructores en hormigón” y en la “Federación Nacional de Trabajos Públicos”. También se le prohibió formar parte de consejos de administración y se sancionó a la empresa con 4 millones de francos. Sin embargo, ya en 1947, la empresa había reanudado su actividad, llegando a realizar importantes trabajos en el puerto de Dunquerque. En 1948 se archivó la demanda contra Brice, pero 5 meses después aparecieron en la prensa informaciones sobre posibles presiones de dirigentes empresariales para que se realizara dicho archivo, todo ello coincidiendo con la represión de una huelga de mineros, lo que llevó a que el diputado Emmanuel d’Astier de la Vigerie declarara en la asamblea francesa:

“Les hommes qui ont amassé des fortunes grâce à la collaboration jouissent maintenant pour une bonne part tranquillement de leur trahison tandis que le gouvernement, indulgent aux collabos, a mené une politique de répression scandaleuse contre la classe ouvrière¨.

«Los hombres que han amasado fortunas gracias a la colaboración, disfrutan ahora tranquilamente en gran parte de su traición mientras que el gobierno, indulgente con los colaboracionistas, ha aplicado una política de represión escandalosa contra la clase obrera.”

Se creó una atmósfera hostil al gobierno que terminó con a la dimisión del ministro de justicia André Marie el 3 de febrero de 1949. Ello también provocó que el Ministerio de Obras Públicas suspendiera la participación de la empresa Sainrapt et Brice en adjudicaciones del ministerio. Un mes más tarde hizo lo mismo el Ministerio de la Reconstrucción y del Urbanismo.

Conclusión

Una vez más, tenemos ante nosotros un caso en el que la obtención de una patente fue la causa de un escándalo político, lo cual nos descubre que las patentes, además de jugar un papel fundamental en el fomento del progreso tecnológico y por tanto económico y social, en este caso en el mundo de la construcción, también han desempeñado en unas cuantas ocasiones un papel en la política.

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