Schmallenberg (Alemania) ¿otro nuevo virus?

¡Si antes empezamos con este blog antes aparece un nuevo virus! Dijimos en el post que sirvió de portada de este blog (Un mundo pequeño para unos seres diminutos: los virus emergentes) que hablaríamos del origen de los virus emergentes, su génesis, de donde salen, cómo surgen, etc. Pero como siempre, haciendo honor a su imprevisibilidad esencial, mientras preparábamos nuevas entradas ha «emergido» un nuevo virus, del cual vale la pena hablar un poco. Vamos a aprovechar la ocasión para usarlo como ejemplo de lo que es una nueva emergencia vírica.

En verano-otoño del año pasado, ganaderos y veterinarios de la región alemana de Renania-Westfalia, en particular de algunas granjas en la localidad de Schmallenberg, detectaron que algo no iba bien en sus vacas lecheras: tenían fiebre y diarrea, y producían menos leche. Enviaron muestras de los animales enfermos al laboratorio de referencia dentro de su red nacional de vigilancia sanitaria veterinaria (que corresponde al Friedrich Löeffer Institute, de Riems), para que investigaran qué podía estar ocurriendo. Tras descartar enfermedades conocidas y que podían tener consecuencias graves para el ganado (pestivirosis, lengua azul, fiebre aftosa, fiebre del Valle del Rift, etc) decidieron estudiar el caso en mayor profundidad. Si esto hubiera ocurrido hace tan solo 3 ó 4  años, habría pasado lo siguiente: el laboratorio de referencia habría aplicado todas las técnicas disponibles para los agentes infecciosos más probables, o incluso no tan probables, que pudieran afectar al ganado. Habrian podido también emplear pruebas «genéricas» que permiten detectar la presencia de grupos de patógenos relacionados a nivel genético. Podrían incluso haber aplicado pruebas de aislamiento vírico y técnicas de microscopía electrónica, y con suerte podrían haber detectado algún virus con una morfología característica que podría haber sido asignado a un grupo concreto de virus con los que compartiera esa morfología. En este último caso, prosiguiendo esos estudios, quizá durante varios meses, o incluso más tiempo, se podría haber llegado a alguna conclusión sobre la identificación de un «nuevo virus». Sin embargo, lo más probable es que de estas investigaciones se hubiera obtenido un resultado  «no concluyente» (por no obtener resultados tras las pruebas genéticas y el aislamiento vírico, por ejemplo, algo muy probable en este caso), y salvo que la enfermedad persistiera en gravedad y/o se extendiera, el caso se «archivaría» hasta encontrar más pruebas.

Pero estamos en 2012, y lo que ha ocurrido es esto: el Friedrich-Löeffer Institut (FLI) es un centro dotado con los ultimos avances tecnológicos. Entre ellos posee desde hace poco tiempo una tecnología realmente novedosa, que se conoce como metagenómica y que no vamos a explicar aquí (hay bonitos vídeos en YouTube, como el del siguiente enlace que explican cómo funciona). Esencialmente consiste en «leer» las secuencias de nucleótidos de los ácidos nucléicos (ADN y ARN) presentes en la muestra. Ya sé que esto ya lo hacían otras máquinas, pero la novedad de esta es que lee TODAS las secuencias de nucleótidos que encuentra en la muestra, de una sola vez. Para que se hagan una idea, si con las tecnologías convencionales de la época se tardó aproximadamente 13 años en secuenciar el primer genoma humano completo (unos 6000 millones de nucleótidos), y costó unos 2000 millones de €, en la actualidad, esto es, 11 años después de ese hito, la metagenómica permite hacer ese trabajo en una semana por unos 2000 €. Pues bien, con esta maravillosa máquina los científicos del FLI  examinaron las muestras de las vacas enfermas. La máquina da como resultado algo un poco abstracto (cientos de miles de lecturas de secuencias cortas solapantes que hay que ir empalmando, como si se tratara de un auténtico rompecabezas). Para entendernos, nos da un «ovillo» y de ahí hay que sacar el «hilo», es decir, la secuencia del agente patógeno que podría causar la enfermedad. Unas secuencias peculiares llamaron la atención de los investigadores alemanes: en el ovillo había secuencias de un tipo de virus, de la familia de los Ortobunyavirus, que no es habitual en Europa, y del que se sabe que algunos representantes pueden infectar a las vacas y producirles una enfermedad. Con todas las secuencias obtenidas lograron «tirar del hilo» y reconstruir la secuencia completa de ARN del virus, y las compararon con las secuencias similares que había disponibles en las bases de datos públicas. Se trataba de un virus muy parecido al virus Shamonda, otro ortobunyavirus dentro del serogrupo Simbu, que afecta a bovinos y que fué aislado en Japón. El saber a qué virus se parece ayuda mucho en las investigaciones: estos virus al parecer son transmitidos por picaduras de artrópodos, probablemente Culicoides (como la lengua azul) o mosquitos. También parece que se transmite por la vía  transplacentaria. Del mismo modo, los conocimientos sobre la secuencia del nuevo virus y su parecido con otros ortobunyavirus del mismo serogrupo han ayudado en el aislamiento del mismo en cultivo, que se ha conseguido en células derivadas de un posible vector Culicoides. El virus aislado o tomado de muestras de animales infectados ha sido inoculado en vacas, que han desarrollado la infección y los signos clínicos de la enfermedad, lo que da cumplida cuenta de los postulados de Koch para este virus y la enfermedad que produce.

Este nuevo virus ha recibido el nombre provisional de virus Schmallenberg por la localidad alemana donde ha sido descrita su presencia por primera vez. Decimos «provisional» porque no sería la primera vez (ni será la última) que los habitantes de una localidad se niegan a que un virus tome el nombre de la misma, porque no les gusta verse asociados a algo tan negativo como una enfermedad infecciosa, una «peste», en definitiva (pueden encontrar más información acerca de la dificultad de nombrar a los virus en el siguiente enlace).

Una vez se ha reconstruido la secuencia del virus emergente es posible avanzar muy rápido: desarrollar pruebas que permitan su diagnóstico rápido es coser y cantar. De este modo en pocas semanas los científicos del FLI pudieron investigar con técnicas específicas la presencia del nuevo virus en otras granjas cercanas, así como en casos de enfermedad compatible con la clínica observada. En pocos meses se ha podido investigar la expansión de la enfermedad en Europa. En esto ha ayudado bastante el que los investigadores del FLI han compartido la información y puesto a disposición de la comunidad científica todas las herramientas desarrolladas, de un modo muy rápido y eficaz. Actualmente la práctica totalidad de los laboratorios nacionales de referencia de los países de la UE, incluyendo el nuestro, tienen ya las herramientas que permiten la detección rápida del virus, lo cual permite una vigilancia efectiva. Hasta el momento se ha detectado el virus en Alemania, Holanda, Bélgica, Reino Unido y Francia. Se ha comprobado que no solo infecta a bovinos, sino que también las ovejas y las cabras son susceptibles a la enfermedad, produciendo en ellas abortos y malformaciones congénitas.

Seguramente a estas alturas se estarán haciendo muchas preguntas: ¿de donde ha salido este virus? ¿por qué ha aparecido en Alemania? ¿que hubiera pasado si no se hubiera empleado la metagenómica? ¿en los países donde no se emplea aún esta tecnología, pasan desapercibidos muchos virus? Creo que, para no extendernos mucho, estas preguntas las podemos dejar para otros post. Únicamente me gustaría acabar remarcando el ejemplo que constituye el descubrimiento de este virus por la poderosa tecnología metagenómica. En los ultimos años se han descubierto un gran número de virus nuevos empleando esta tecnología, y seguramente los años venideros aguardan el descubrimiento de muchos más virus hasta ahora desconocidos, y que pasarán al bando de los «virus emergentes» en el momento que sean descubiertos.

Más información:

http://wwwnc.cdc.gov/eid/ahead-of-print/article/18/3/11-1905_article.htm

http://www.fli.bund.de/en/startseite/current-news/animal-disease-situation/new-orthobunyavirus-detected-in-cattle-in-germany.html

http://rasve.mapa.es/RASVE_2005/Rasve.aspx?IDNO=627

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11 comentarios

  1. […] Este descubrimiento mereció uno de los primeros posts de este blog, allá por febrero de 2012  (Schmallenberg (Alemania: ¿otro nuevo virus?). La rapidez con la que se desarrolló una prueba específica que lo detectaba en muestras de […]

  2. Gracias por tu comentario Carles (por cierto ¡vaya nivelón de comentaristas que está adquiriendo el blog! me siento honrado, pero a la vez pesa la responsabilidad ¡esto va muy en serio!).
    En efecto, la metagenómica representa un cambio notable en la forma en que vamos a abordar los temas a partir de ahora. tu lo has visto bien en el área de los vectores, que dominas tan bien. Esta técnica está llamada a revolucionar prácticamente todas las áreas de la biología. En cuestión de virus, permite analizar «viromas», o sea, el conjunto de virus presentes en una muestra determinada, que puede ser desde un panal de abejas hasta el agua de los arrecifes de coral, o el guano de las cuevas que alojan colonias de murciélagos (todo esto ya se ha hecho, y es solo una pequeña parte de los estudios de viromas que se han realizado ya). Desde luego, conocer el viroma de poblaciones de culícidos o flebotomos en una determinada zona y su comparación con otras zonas, es de gran interés y posiblemente se esté ya haciendo en algún sitio.
    En cuanto a los nombres de los virus, como ya lo habéis mencionado varios de vosotros, y es relevante al tema del blog (al fin y al cabo hay que poner un nombre a cada virus que emerge) me siento en la obligación de dedicar al menos un post al tema (próximamente).

  3. Hola,
    Me ha encantado ver que existe este blog y saber de la metagenómica. Sería muy interesante aplicarla a la cantidad de virus que se han detectado desde 2000 en culícidos y en flebotomos. Por lo que hace al nombre de West Nile Virus, en Cataluña hay un centro de normalización de términos en catalán llamado Tercat. Cuando decicieron que había que tomar una decisión decicieron llamarlo virus del Nil occidental, de forma homóloga a como se hace en castellano. Yo personalmente me opuse y como nos consultaron a unos cuantos, así lo dije. No sé si acierto o no, pero tengo entendido que se llamó así por el nombre del distrito de Uganda donde se encontro (West Nile district, así, en inglés) y por tanto no debía de traducirse como tampoco se había hecho con tantos otros nombres de lugares que tienen un significado traducible. Porque, si se encuentra un virus nuevo en la localidad de por ejemplo Picamoixons de Tarragona, en castellano se debe de llamar el virus Pica pájaros? y en ingés? Bite birds virus?
    enfin…

  4. Gracias por tu amable comentario, JAL, y por tu enlace a este blog.
    Seguiré tu blog con interés. Me gustó mucho tu post sobre la moratoria en la investigación sobre virus influenza H5N1 «transmisible entre mamíferos». Tema inquietante que quizá debamos tratar en mayor profundidad algún día.

    Salu2

  5. Gracias por tu comentario, Antonio.
    Respecto al nombre de los virus y sus traducciones, Tu ya conoces este viejo tema recurrente en el cual seguimos procurando no caer, aunque a veces es inevitable tener que aclarar que el virus West Nile es ese que algunos llaman incorrectamente “Nilo Occidental”, “Oeste del Nilo”, o incluso “Nilo” a secas, como ya escribí en un artículo que se puede consultar en el siguiente enlace: http://www.elsevier.es/es/revistas/enfermedades-infecciosas-microbiologia-clinica-28/west-nile-o-nilo-occidental-13137073-cartas-al-editor-2009 Respecto a tu sugerencia sobre si este virus emergente tiene que ver con los cambios climáticos que están afectando a la distribución de las enfermedades, sobre todo aquellas transmitidas por picaduras de artrópodos, pues habría que decir que si, que es muy posible que así sea, aunque hay otros factores a tener en cuenta.

  6. Enhorabuena, compañero. Buen trabajo. Te he hipervinculado a mi página, como enlace, también en estos blogs:
    http://www.madrimasd.org/blogs/biocienciatecnologia/

    Con lo despistado que soy… no acabo de ubicarte. Por dónde andas? Yo estoy en el CBMSO.

    Y, por cierto, para Antonio, no tengo problemas, a falta de otra traducción más castiza, en llamar al WNV como Virus del Nilo Occidental -que no del Oeste-. Eso sí, tampoco llamaría a la glosopeda virus de la enfermedad de boca y patas…

    Salu2

  7. Miguel Ángel:
    Un magnífico post el tuyo sobre un nuevo virus, el virus de Schmallenberg, patógeno para rumiantes, posiblemente transmitido por especies de Simulium. No lo dices, mas lo insinúas, ¿es acaso un signo del avance sur/norte de procesos víricos tropicales, mensajeros del cambio climático?. Enhorabuena, espero que no empiecen a referirse a este virus como el «minimontaña» como sucede con los … que traducen por virus del Nilo Occidental al West Nile.

  8. Enhorabuena por el artículo y por el nuevo blog. Muy interesante y muy sensato.

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