El tamaño y el metabolismo afectan a la forma en la que cada animal percibe el paso del tiempo
El concepto de tiempo no es fácil de definir. Hoy en día sabemos gracias a la teoría de la relatividad que no es un parámetro absoluto y además entendemos de forma natural que el paso de los minutos no siempre ocurre de la misma manera para todas las personas y en diferentes situaciones.
Para intentar aproximarse a cómo puede percibir el tiempo un animal, los científicos se han centrado en la forma en la que cada especie procesa los estímulos visuales. Cuando vemos una película, lo que nuestro cerebro hace es interpretar una serie de imágenes estáticas como movimiento. Esas imágenes no son interpretadas igual por otras especies, cuyos cerebros procesan las imágenes a otras velocidades.
Los animales pequeños, cuyo metabolismo es más acelerado, ven el mundo más rápido, lo que les permite adelantarse a los acontecimientos, al menos desde nuestra perspectiva. Mientras que para otros animales más grandes, la vida a una velocidad que para nosotros sería de cámara lenta.
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