¿Cuánto vale el capital intelectual?
Un reciente informe destaca los beneficios de la información sobre capital intelectual para las PYME
Recientemente, se acaba de publicar un nuevo informe que destaca los beneficios de la información sobre capital intelectual para las PYME. Dicho informe se titula «RICARDIS: Reporting intellectual capital to augment research, development and innovation in SMEs» (“Información sobre capital intelectual para potenciar la investigación, el desarrollo y la innovación en las PYME”) y es obra de un grupo de expertos constituido por la Comisión Europea a fin de proporcionar una definición del capital intelectual y analizar las razones de su importancia para las PYME con alta intensidad de investigación. El informe emite asimismo una serie de recomendaciones sobre cómo ayudar desde la Comisión a los Estados miembros a desarrollar directrices prácticas y estimular la publicación de información de capital intelectual por parte de las PYME.
El informe da la siguiente definición de capital intelectual: «combinación de los recursos y actividades humanos, organizativos y relacionales de una entidad. Consta del conocimiento, competencias, experiencias y habilidades de los trabajadores, las actividades de investigación y desarrollo (I+D), las rutinas organizativas, procedimientos, sistemas, bases de datos y derechos de propiedad intelectual, así como de los recursos ligados a las relaciones exteriores con clientes, proveedores y socios de I+D».
En la actualidad, las empresas no incluyen, por lo general, en sus balances de situación y expedientes de financiación de estos recursos y capacidades «intangibles», que generan valor. Normalmente, la información presentada se limita a los datos financieros, excluyéndose los proyectos de innovación y los métodos de gestión. El informe achaca en parte a la incapacidad de valorar correctamente los activos de la empresa las dificultades que tienen las PYME para captar recursos económicos y obtener financiación de bancos e inversores.
Es por esto que el informe recomienda a las empresas que adjunten una declaración de capital intelectual a las tradicionales declaraciones financieras. Dicho documento cumpliría dos funciones:
– la primera, como herramienta interna para desarrollar y asignar recursos, definir estrategias, establecer prioridades de actuación, vigilar el desarrollo de los resultados de las PYME y facilitar la toma de decisiones, y,
– en segundo lugar, estimular la comunicación de las PYME con terceras partes, con el objetivo principal de captar recursos económicos y humanos, y establecer contactos.
El informe identifica diversas dificultades para incorporar la información de capital intelectual en sus factores de evaluación:
– La resistencia de los gestores de fondos a tomar en serio la información de capital intelectual;
– la falta de conciencia y la ausencia de pautas de expresión del capital intelectual;
– falta de armonización en cuanto a las directrices a utilizar;
– la diversidad de terminologías y metodologías.
Por otro lado, el documento analiza la evolución registrada en distintos países, tanto europeos como países terceros, y, en base a dicho examen, solicita a la UE que tome las medidas necesarias para estimular la integración de la información de capital intelectual en las PYME y desarrollar la normalización global de dicho conocimiento. Entiende que la Comisión Europea debe asumir el liderazgo de la formulación de pautas comunes que puedan adoptar los Estados miembros, cada uno a su ritmo y en distintos niveles.
Asimismo, el grupo de expertos presenta a la Comisión Europea una serie de recomendaciones para mejorar la localización, medición y notificación del capital intelectual:
– constituir un grupo operativo europeo de adopción encargado de supervisar y facilitar el desarrollo de los procesos de información y gestión del capital intelectual en las PYME de alta intensidad de investigación, y proporcionar una plataforma de aprendizaje;
– confeccionar una guía práctica de información sobre capital intelectual para las PYME con alta intensidad de investigación, bancos, inversores y mediadores de información;
– emplear la información sobre capital intelectual como criterio de apoyo público;
– utilizar la información de capital intelectual como herramienta de administración pública;
– llevar a cabo investigaciones adicionales sobre la dinámica de los nuevos modelos empresariales y la importancia del capital intelectual;
– constituir un grupo director de normalización internacional encargado de facilitar el desarrollo consensuado de taxonomías, indicadores y declaraciones de capital intelectual para uso de las PYME de alta intensidad de investigación, y ayudar a la definición de normas;
– alentar a los bancos a formular nuevas modalidades financieras para las PYME basadas en la investigación.
Considero que el capital intelectual así definido, no pertenece a la empresa, más bien es de las personas que reciben una renta por su aportación a la generación de valor en la organización, es decir, si la persona se va, se los lleva consigo.
Yo diría que el mejor capital que tenemos es la capacidad que la evolución dejó en nosotros a nivel neuronal, y que la ciencia a revelado, para ponerlo a disposición de los administradores y accionistas, de tal forma que en forma integrada, replanteen su visión y ejes valóricos en función de los que nos da de comer, esto es, la tierra.
El capital intelectual propiamente dicho no tiene fronteras, pero el uso adecuado de este dependera de empresario. Es importante destacar que el saber usar esta herramienta dependera el futuro y el rapido crecimineto de cualquier empresa.
Este concepto define la importancia individual del personal de una empresa, no importando el cargo que ocupe. Pero lamentablemente la mayoria de los grandes empresario y corporaciones piensan al final que ellos y su capital son los mas importantes, poniendo asi a las PYMES como la que tiene el poder y la necesidad de usar mas este concepto.
Las organizaciones poseen capital intelectual desde siempre, pero es hoy en día, prácticamente obligados, debido a la coyuntura actual que se asemeja más a la selva, a la que denomino:selva empresarial en donde la organización más competitiva sobrevive, y créanme señores que un capital intelectual elevado es una diferencia competitiva sumamente valorada.
Entonces atrevámonos como siempre, pero esta vez concientemente, a comercializar con nuestro conocimiento. Alimentemos nuestro producto gris y pertenezcamos a aquellas organizaciones que están dispuestos a pagar el precio por ello; es decir a las organizaciones de mayor valor del mercado.
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