XXL, la hamburguesa y la publicidad (NUEVO TEXTO)

Esta semana la publicidad se ha convertido -y ya no se cuantas van- en la protagonista de una mala película. La culpa, una campaña de publicidad «XXL» de Burger King. Vaya por delante que soy al mismo tiempo parte de la primera parte (profesor de publicidad) y de la segunda parte (consumidor por la parte que me toca cada vez que acompaño a mis hijos a un sitio de estos).

Vistos mis intereses, sería bueno que otros se manifestaran de igual forma, que para eso están estos puntos de encuentro en Internet. Lo cierto es que haciendo una búsqueda sobre este tema las lecturas que se acumulan llenan varias horas de nuestro tiempo. Los principales periódicos nacionales han creeado reportajes, véase ABC del viernes 27 de noviembre, páginas 26 y 27 y lo mismo el resto de cadenas de radio y televisión.

¿Que pasa con los periódicos de provincias? Pues también, todos han publicado dos historias al menos. Una la presentación de la campaña y la petición que hace la Ministra de Sanidad para que se retire la misma y dos, en menor número, la respuesta de la empresa diciendo que no la retirará.
Pero como buena información ha trascendido nuestras fronteras y en esa búsqueda que antes les comentaba pueden ustedes leer en periódicos mexicanos, colombianos o venezolanos, el problema de una hamburguesa que ofrece más y más.

Si los medios han reflejado esta información a gran escala es porque tras la Ministra cada quien se ha «despachado» a gusto. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA), la Federación Española de Hostelería y Restauración (Fehr) y la Asociación Empresarial de Cadenas de Restauración Moderna (Fehrcarem), entre otras, han sido las más activas. Cada cual defendiendo su postura.

Aclaremos: El punto de partida se inicia con unas declaraciones de la Ministra. «No dice (el Ministerio) qué tipo de comida es buena, mala o regular. En el caso de un flagrante incumplimiento del compromiso nos parece que había que hacer una llamada de atención». Aprovechando que estamos en un debate interesante para el sector, aparecen informaciones acerca del sobrepeso de los españoles, la comida basura, el rieso para la salud…

Este triángulo tiene 3 vértices. 1º La responsable de Sanidad tiene que velar por la salud de los españoles. Y es normal que haga esas declaraciones y más aún que no se saquen de contexto. 2 º Los publicitarios están para trabajar. Hay leyes y las respetan a rajatabla. Ya son bastantes las ofensas que se vierten contra esta profesión. 3º Los consumidores son libres para decidir qué quieren o no comer.

La publicidad española no está en estos momentos para decir que no a ningún cliente. Además, cuando se plantearon esta campaña seguro que nadie pensó que iba a sufrir la petición de retirada. Los esfuerzos de los publicitarios por servir a la sociedad se ven en cada uno de sus trabajos. Algunos se entienden poco o no se entienden. En todo caso, la culpa no es de la publicidad, si es que existe. Dejemos que los usuarios que dicen: «está buena y es barata» decidan. Otros muchos lo hacen por falta de tiempo.
Que pena. Y nuestros cocineros triunfando en Nueva York y en Estados Unidos, cuna de las grandes cadenas de comida rápida. Pues parece que el ejemplo no es bueno.

Nuevo texto:

Todo lo que el anuncio de Burger King no tiene de polémico, según Burger King

Burger King contraataca. Y lo hace creando un blog desde su propia página web. De esta forma, quieren dar respuesta a la polémica suscitada por su último anuncio, que apela a la virilidad para comer hamburguesas y que tiene frases como «soy un hombre, rugiré. Ese doble Whooper me hace feliz».

En ese blog, que ya tiene más de 100 comentarios, hacen una lista de todo lo que el anuncio no tiene de polémico, como que no salen mujeres desnudas, ni mujeres-objeto, ni mujeres en actitudes eróticas, que no hay clasismo, que no hay racismo… Y continúa: «No hay sexo. Esto lo decimos en realidad como queja a Burger King».

Por eso, señalan en el blog que «visto todo lo anterior, parece que estamos hablando del anuncio más aburrido de todos los tiempos: de un spot de cucharas o algo así. Pero el spot no es aburrido, y si tampoco es morboso, ¡a lo mejor es que es bueno! ¿No?».

Lo cierto es que el spot ya ha sido denunciado por el Instituto de la Mujer, entre otras instituciones, por su carácter sexista.

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Fuente:
http://www.marketingdirecto.com/noticias/noticia.php?idnoticia=20942

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220 comentarios

  1. Me leído bastantes comentarios del blog y las diversas opiniones divagan mas o menos por el mismo campo, que la publicidad no es la que tiene la culpa del problema que estamos tratando aquí. Creo que es importante antes de nada haberse informado bien sobre la campaña de Burguer King, o también el patrocinio en Formula 1 de las marcas de tabaco o en baloncesto de las bebidas alcohólicas.

    Bajo mi punto de vista, el responsable último del consumo ilimitado de hamburguesas XXL de Burguer King es el propio consumidor, porque realmente nosotros somos los que elegimos lo que queremos comer y lo que no. Si el cliente no consumiera este producto la multinacional hubiese quitado el producto del mercado y si no se ha quitado por algo será ¿no?

    Este ejemplo de la hamburguesa se puede ver mejor en los clientes habituales del tabaco, así tenemos la polarización de la responsabilidad: consumidor y anunciante.

    Echando la vista atrás en la historia, vemos que el consumo del tabaco era un fenómeno que se producía sólo en las élites de la sociedad pero con la aparición de la publicidad y la noción del daño que produce, los precios se abarataron y su gran consecuencia imparable ha sido el mayor consumo del tabaco. Bajo este punto de vista, vemos que la publicidad ha sido la causante del consumo actual del tabaco. También debemos incluir el otro lado de la moneda. Actualmente, vivimos en una sociedad abierta, en la que las opiniones y elecciones de las personas son válidas. En este mundo en el que todo se sabe (como en este cado las consecuencias del tabaco) el consumidor es el que elige si comprar o no un producto, es decir, visto de esta manera: el cliente es el que elige en última instancia la consumición nociva del tabaco. En este ejemplo, las instituciones de los países y la UE han decidido abolir la publicidad de las marcas de tabaco en espectáculos mundiales como la Fórmula 1, con la entrada en vigor de la ley antitabaco.

    Otro ejemplo, lo tenemos en los campos de baloncesto de la Liga Profesional de este deporte. Dichos partidos no se transmitieron por la publicidad que hacia de unas bebidas alcohólicas. Este consumo de nuevo es igual que el anterior, se promocionan en los medios que son más vistos por los clientes, y como tal aumentarán sus ventas aunque sea en un bajo porcentaje.

    A todo esto, el Ministerio de Salud y Consumo y los gobiernos de la UE, velan por una alimentación sana, por la no obesidad de sus ciudadanos (en cierta medida) y una moderación o erradicación del consumo de bebidas alcohólicas y tabaco respectivamente. Sus medidas han pasado de ser maleables como la autorregulación de las propias empresas a la erradicación completa de dichos productos en los medios de comunicación. ¿Acaso se creen que las agencias de publicidad no saben lo que están anunciando? ¿Y lo que acarrea estos anuncios?

    Ahí es cuando uno se pregunta si realmente la responsabilidad del consumo de estos productos tan nocivos, según el gobierno, es del consumidor o del anunciante. Yo me voy a decantar por la responsabilidad última en manos de los clientes (callejeros o las propias agencias de publicidad) fomentados por una inteligencia publicitaria indirecta que les avisa de la existencia de estos productos. Con esto último me quiero referir a que las empresas y la marca anunciante tienen una responsabilidad indirecta al mostrar su producto en los medios. Es decir, libre mercado, todas las empresas tienen libertad de producir y pueden hacer el producto que ellos quieran. Por lo tanto, es nuestra responsabilidad la empresa no es la que decide que tenemos que consumir, ella ofrece otras opciones en el mercado pero no obliga a nadie a escogerlas. Es una opción más para el consumidor, entre las que él realmente elige.

    Como último quería dejar claro, que el gobierno esta criticando un solo anuncio de los cientos que están en marcha sobre productos insanos, y que se monte todo esto por una hamburguesa me parece demasiado, solo me parece bien el denunciar a todas las empresas y no solo a la campaña de Burguer King, si la hamburguesa es mala el tabaco más aún y todavía se sigue anunciando. Eso es lo que verdaderamente me parece incomprensible y no esta campaña.

  2. Este tipo de anuncios se lleva confeccionando desde el inicio de la publicidad, y se ha visto incentivado desde su inclusión en la televisión. La imagen y la palabra juegan un importante papel a la hora de vender un producto, y si nos centramos en los productos de alimentación, algunas empresas han empezado a vender sus productos intentando “engrandecer” lo que se vende a través de la imagen y del nombre del producto, esto es lo que ocurre con la hamburguesa XXL de Burguer King, o los eslóganes de la marca Coca-cola donde se daba a entender que el que la bebía podría vivir más. Los productos extra-gigantes son hoy en día una realidad publicitaria que vende mucho. Es una nueva moda, una moda que, aunque pueda sobrepasar los límites de una cierta “legalidad publicitaria” al vender productos que, a largo plazo puedan ser nocivos para la salud o para cualquier otro aspecto de nuestra vida, nunca será responsable directamente de los efectos y consecuencias que puedan provocar sobre el comprador.

    Esa moda del “cuanto más grande, mejor” funciona muy bien sobre los receptores de la publicidad en EE.UU, y, en algunos países de Europa occidental también parece que empieza a tener éxito. La empresa Mc Donald’s también ha llevado a cabo publicidad de productos nocivos ya que sigue la misma línea que su compitente Burguer King. Ocurre lo mismo con la publicidad del alcohol y de ciertos medicamentos sin receta previa del doctor sin olvidar las campañas publicitarias relacionadas con el tabaco. Ninguno de estos productos es vendido con la regla del “cuanto más grande, mejor” porque esto sí supondría cierto sobrepaso por la legalidad ya que son productos que son considerados nocivos no sólo por el Ministerio de Sanidad sino también por la sociedad en general,. Pero, sin embargo, la publicidad de estos productos vende un estado de bienestar tras la consumición de estos, así en los anuncios de productos alcohólicos del Ron Barceló, o de Malibú aparecen parajes exóticos, origen de ambos productos donde uno puede encontrarse al consumirlos. Ya se ha logrado que en estos anuncios se indique el grado de alcohol que llevan y en los anuncios de tabaco las consecuencias del acto de fumar asimismo en los anuncios de productos médicos sin receta se indica que se debe consultar al farmacéutico pero la televisión utiliza recursos que “tapan” o “esconden” estos avisos que se ven obligados a mostrar las campañas publicitarias, bien sea a través de la letra pequeña o de la rapidez de su comunicación al receptor al final del anuncio.

    Por tanto, hay que reconocer que la responsabilidad de consumir estos productos es básicamente del consumidor ya que la publicidad no obliga a comprar o consumir determinado producto, solamente lo ofrece, sin embargo esto puede plantear un problema muy serio si se trata del bien para los menores de edad, sobre todo si no alcanzan una edad determinada para ser conscientes de lo que consumen o compran porque ¿y si un niño come en reiteradas ocasiones una hamburguesa XXL en un cumpleaños de un amigo, cualquier fiesta…? ¿de quién será la responsabilidad de que el niño pese más de lo normal? ¿de los padres? ¿o de todo aquel que le haya comprado u ofrecido productos XXL?, está claro que la publicidad puede engañar a los niños, pero no sólo a ellos, sino a un sector extenso de la población de un país como éste que ignora cuáles pueden ser las verdaderas consecuencias de consumir esos productos gigantes, alcohol, drogas o tabaco. No somos una sociedad ignorante, sabemos hasta qué punto algo puede ser nocivo para nosotros, pero tampoco somos todos especialistas en medicina para saber cuantas sustancias y cuantas calorías puede tener una hamburguesa XXL.

    Hay que entender la perspectiva de empresas como Burguer King cuya publicidad se basa en vender productos apetitosos y de gran tamaño ya que su supervivencia se ha visto unida a este tipo de promociones de enormes productos a bajo precio, sin embargo es obligación de esas empresas no sobrepasar el límite. Pero también el Ministerio de Sanidad y las organizaciones sanitarias han de prevenirnos frente a este tipo de anuncios, sobre todo para proteger a todos los que ignoran sus consecuencias, el Ministerio ha hecho muy bien en “avisar” a la empresa Burguer King para que retire el anuncio ya que es la obligación de esta institución revisar, entre otras cosas, la publicidad, que es un importante punto de acceso a los productos nocivos. Gracias a que estos organismos e instituciones manejan datos sobre estos productos, datos a los que, la mayoría de la población no tiene acceso, tienen el derecho a recordar las consecuencias de su consumición y deberían de tener el derecho incluso a la retirada de esos anuncios.

    Por supuesto, las agencias de publicidad, que se encuentran al servicio de la empresas quedan exentas de cualquier responsabilidad, ya que los publicitarios sólo cumplen con su labor de anunciar un producto, aunque lo engrandezcan o puedan crear eslóganes que inciten a un consumo exagerado porque toda idea parte de la empresa que contrata la agencia, y no sólo eso, sino que es la empresa la que inicialmente crea el producto, la agencia solo se encarga de venderlo.

  3. No es culpa de la publicidad. El cliente es quien tiene la primera y la última palabra siempre y es (o debería ser) única y exclusivamente su responsabilidad si un producto determinado atenta contra alguna norma o principio. El publicitario está al servicio de las empresas para promocionar cualquier producto sin poder ser culpado de aquello que anuncia. En el caso de las hamburguesas XXL, en un principio parecía ser que lo que se reprochaba era el anuncio al, supuestamente, atentar contra los vegetarianos. No obstante, al final, ha sido la propia hamburguesa la que ha sido rechazada por el gobierno por sus características, y esto ya no es competencia de la agencia publicitaria sino de la empresa Burger King. Efectivamente, su función no es educar, sino vender.

    Las agencias están para servir a sus clientes. Es su único objetivo; vender una idea y que consiga la eficacia que el cliente espera. Si el cliente pide algo en concreto, se podría decir que su palabra es la ley en cuanto que es quien manda. La publicidad es un servicio y el publicitario no puede hacer otra cosa que someterse a las directrices de quien paga.

    Por la parte de la publicidad está todo justificado anteriormente; es la posición de quien vende el cuchillo de cocina al criminal. No tiene la culpa de que aquello que anuncia supuestamente quebrante ciertas normas impuestas a la empresa productora.

    Por parte de sanidad, lo justo es que si tiene que culpar a alguien sea a Burger King porque lo que quebranta la norma establecida por el Ministerio es el producto, la hamburguesa, no la publicidad de la misma. Y si por otro lado también resulta ofensiva de algún modo la publicidad del producto, habría que tener en cuenta de que en gran medida y reiterando lo dicho, Burger King es quien tiene la primera y la última palabra en la publicidad de sus productos: Si el anuncio no es correcto es en parte culpa de la empresa anunciadora por crearlo, pero en último término es Burger King quien decide que le gusta el anuncio y quien da el visto bueno para sacarlo a la calle.

  4. Sinceramente, opino que todo este tema de la "super hamburguesa" y el bombo que se le está dando es muy interesante,sin embargo, no me importa en absoluto. Con esto no quiero decir que pase del tema ni muchísimo menos, pero el interés que pueda despertar este asunto en mí es tan solo por motivos publicitarios. No es que no m preocupe por el futuro de la sociedad, sobretodo de los niños que pueden llegar a convertirse en obesos, pero, ¿dejarán de comer tales hamburguesas si se suspende todo tipo de publicidad que ya ha sido previamente anunciada en todo el mundo? La respuesta es obvia. No comprendo todo este asunto. Una hamburguesa de casi 1000 calorías, ¿y qué? Millones de niños en otros países matarían por eso, y sin embargo, yo no veo un gran debate sobre eso. También mata el tabaco, sin embargo seguimos viendo esos inmensos carteles en medio de cualquier carretera incitando al consumidor. Es cierto que no hay anuncios televisivos que potencien su consumo, pero ¿ se ha dejado por ello de consumir? Me parece que no. Pues con este tema de la comida rápida sucede exactamente igual. Yo soy partidaria de que cada uno haga lo que quiera siempre y cuando no perjudique a los demás.Y si las grandes compañías publicitarias consideran oportuno este tipo de publicidad, que asía sea. A mí no me supone ningún tipo de inconveniente. Cada uno es libre de consumir lo que le apetezca. Que la publicidad condiciona al consumidor está claro, pero la publicidad no le pone una pistola en la cabeza a nadie para que consuma, de manera que el único responsable de todo esto es el propio consumidor. Si se supone que lo que nos hace distintos a los animales es la racionalidad, hagamos alarde de ello no con el dicho sino con el hecho. Si tan inteligentes somos y tan poco nos dejamos manipular por los medios de comunicación, ignorémoslos hasta llegar a tal punto que la publicidad se haga totalmente prescincible.

    Vale, ahora en serio, ¿ de verdad creemos que la publicidad llegará a hacerse presincible algún día? Qué ilusos somos. Y yo personalmente preferiría que no sucediera tal cosa, pues pretendo vivir de esto. Por esta misma razón he dicho anteriormente que el único interés que podía despertar en mí todo este asunto es puramente publicitario. Solo me interesa analizar el punto de vista de las empresas que crean estos anuncios, ya que si tanto efecto pueden llegar a causar en la sociedad es porque muy mal no pueden estar hechos, ¿no? Así que, yo personalmente, voy a coger lo que me interese de todo esto, que es la parte teórica, por asi decirlo, aprender de ella e intentar que en un futuro mis anuncios puedan llegar a dar tanto que hablar como estos. Quiero que sean criticados para así darme más aún a conocer y que causen conmoción ya que es de lo que se trata. Yo me considero una persona más o menos inteligente para poder decidir qué debo consumir y qué no. Una hamburguesa de casi 1000 calorías no entra en mi dieta. Mientras tanto, Burger King se está forrando y desde luego a mí me parece que no lo está haciendo mal. En todo caso seríamos nosotros, los consumidores, los que nos equivocaríamos. Ellos, tan solo estan jugando con nuestras mentes, ¿no?

  5. Básicamente nos enfrentamos a un dilema moral que continuamente vemos repetido en la sociedad de nuestros días: ¿a quién podemos culpar sobre los defectos de la sociedad? En este caso, es cierto que la nueva campaña de la hamburguesa XXL cause cierta repulsión (sinceramente es lo que me produjo la primera vez que la vi.), pues parece que le gusta el hecho de fomentar la comida grasienta como el prototipo de un “manjar ideal” preparado a conciencia para la sociedad; algo de lo que no deberíamos sentirnos orgullosos.

    Ni que decir tiene, que el Ministerio de Sanidad, hace de inmediato responsable a este tipo de campañas publicitarias de los elevados índices de obesidad. Quizá uno de los motivos sea el hecho de que tener un culpable haga relativamente más fácil la resolución del problema.

    Pero en este caso realmente ¿quién tiene la culpa?:

     Los publicitarios que se dedican a ofrecer de la mejor forma un producto para que sea demandado y así tener contentos a los dueños de la empresa, ya que en definitiva es su forma de ganarse la vida.

     Los consumidores que por mucho que digan, en la mayoría de las ocasiones, sabemos que este tipo de productos son nocivos para nuestra salud, pero los consumimos de igual forma, o bien por el precio más asequible que tienen, o meramente por la falta de tiempo para poder degustar una buena comida

     La propia empresa, que decide lanzar el producto al mercado, aún sabiendo el impacto negativo que podría darse.

    En definitiva, puede llegar a entenderse que el Ministerio de Sanidad tenga que velar por la salud pública pero francamente ¿Qué tiene esta hamburguesa, que haya levantado tanto revuelo? Porque sinceramente pienso que las condiciones son las mismas ahora que antes, o acaso ¿antes no existían las hamburguesas? Porque realmente no creo que frenando una simple campaña publicitaria vayan a eliminar el consumo de la comida rápida en este país, incrementado gracias a factores como los citados con anterioridad (estado económico y la falta de tiempo).

    Esa conciencia moral que parece haberles entrado ahora a los del Ministerio de Sanidad deberían haberla comenzado mucho antes, ya que en estos momentos de poco sirve cuando empresas como “Burger King” es una de las más conocidas.

  6. La polémica de las hamburguesas XXL ha generado distintos puntos de vista.

    Por un lado tenemos las acusaciones de la Ministra de Sanidad que atacan al producto por su alto contenido en grasas, las cuales son gravemente nocivas para la salud de los consumidores y, cumpliendo con su función, exige la retirada de la campaña publicitaria y del producto del mercado.

    Del otro lado tenemos la empresa obligada a informar, tanto de los factores positivos como de los negativos; aunque con la publicidad, trata de contrarrestar, ya que su única función es vender el producto de la mejor forma posible.

    Y finalmente la decisión del consumidor, lo más importante.

    Centrándonos en la situación española, tenemos que ser conscientes de que esta mala costumbre a la hora de comer, viene de atrás; a pesar de que el Estado ha incluido en los programas educativos una dieta sana acompañada del fomento del deporte.

    A pesar de esto, los consumidores son conscientes de lo que comen. Cuando no existían estas hamburguesas gigantes, los adolescentes compraban 3 hamburguesas normales lo que seria lo mismo. Al fin y al cabo, una hamburguesa de vez en cuando no es perjudicial, como bien se sabe lo malo es el exceso.

    Así que, en mi opinión, la solución estaría en el fomento de una educación social saludable desde la infancia, que nos enseñe una costumbre alimenticia sana, de lo que es bueno y malo, saludable y perjudicial.

    Otra solución complementaria, sería poder llegar a obligar a que las empresas de comida rápida tengan que informar correctamente de los graves perjuicios de los productos que nos venden, como en el caso del tabaco. De esta manera, intentaríamos combatir la mala educación alimenticia actual y promover dicha educación a las próximas generaciones.

  7. – Qué quiere cenar, una o dos chuletas? –preguntan a Homer Simpson

    – Ambas cosas! – dice él.

    A él seguramente le molestaría la retirada de la hamburguesa extra grande de Burger King.

    Yo no estoy ni en contra ni a favor de las restricciones de Sanidad. Hay que analizar el asunto en dos direcciones.

    Desde el punto de vista de sanidad puedo entenderlo. Últimamente el Gobierno presta más atención al asunto cómo comen, y así , cómo viven los españoles. Hace poco han empezado una nueva campaña para promover el desayuno ( según los estudios 8% de los niños no toma nada por la mañana) , en junio inició un programa piloto para prevenir la obesidad en escuelas de las seis comunidades autónomas con mayor problema de obesidad. El fin es mejorar la alimentación y la salud de los ciudadanos. Está claro, que Burger King con esta bomba de calorías y grasas saturadas va contra los esfuerzos del Ministerio. Pero, ¿Qué pasa si alguna persona con una hamburguesita no puede calmar su apetito? Pues, La solución es comprar dos del mismo. ¿No es igual entonces ofrecer tamaño más grande? Además, con el hecho que preparan y anuncian ya no solamente doble, sino triple Whopper, no obligan a nadie comprar y comerlo. Se puede elegir el Whopper “normal”.

    Si lo miramos desde el punto de vista de Burger King, también lo puedo entender, porque su objetivo es dar a conocer sus productos y venderlos , para así, tener más beneficios. Aquí me gustará subrayar que, como yo creo, la agencia de publicidad no tiene la culpa. El anunciante ( en este caso Burger King ) encarga la publicidad y la pide como la quiere ver. El agencia sirve sus clientes y cumple la petición.

    Lo que no es igual, cómo promociona sus productos. Al lado de mi casa durante bastante tiempo había un cartel publicitaria de la misma compañía, en el que aparecía una hamburguesa enorme y al lado un letrero que decía : Terrible ser vegetariano. ¿Verdad? Me parece patético. ¿Para qué se meten el la forma de alimentación de los vegetarianos?

    Luego, el anuncio cuyos protagonistas son hombres, los que cada vez que se comen una hamburguesa XXL ( que está hecha para los “hombres de verdad”),aparecen carteles en la calle: ¡YO SOY HOMBRE! ¿Cuál sería el mensaje publicitario en este anuncio? ¿Qué la hombría se mide en el tamaño de la hamburguesa? ¿ Si no la comes, no eres hombre de verdad? Ah ….. ¿Y qué pasa con las mujeres?…..

    Mientras en España anuncian la cantidad, por ejemplo la misma compañía en el Reino Unido al mismo tiempo tiene una campaña publicitaria totalmente distinta. Ahora están introduciendo la nueva hamburguesa Angus. En el cartel publicitario, un camarero elegante vestido con esmoquin, pajarita y guantes blancos está sirviendo en una lujosa bandeja de plato. En esta campaña se presta más atención a la calidad , y no sugiere, que comer en uno de estos restaurantes es igual a ponernos ciegos de comida. En Reino Unido dan información nutricional sobre los producios , y aparece un número de teléfono al que se puede llamar.

    La gran competencia , McDonald’s, ya hace tiempo pone los valores nutritivos de los distintos productos en los envases. También uno de sus eslogans es : ¿Te preocupa la alimentación de tu hijo? A nosotros también!

    A la hora de elegir somos nosotros los que decidimos dónde comer. Es la responsabilidad de cada uno. Pero aquí aparece un “pequeño” problema. ¿ Cómo les dices que no es sano comer allí? o ¿Cómo les convences, que es mejor jugar al aire libre en un parque y no en los columpios dentro del restaurante ( con el olor de aceite usado? ¿Cómo les explicas, que en casa o en otro sitio va pasar mejor su cumpleaños, si pone con letras enormes : TU CUMPLE MÁS DIVERTIDO!!!

    Por último os deseo , que algún día os sirvan una hamburguesa igual que la de la foto!!!!!!!!

  8. El anuncio de las nuevas hamburguesas XXL, ¿es realmente perjudicial? La respuesta es NO. Lo verdaderamente dañino es el producto en sí, y no el anuncio. Por tanto, el dedo acusador, en todo caso, debería apuntar a la multinacional ‘Burger King’, y no al publicista inocente. La campaña en ningún momento ha querido maltratar a la conciencia colectiva, su único fin ha sido el de vender el producto, que es en lo que consiste la publicidad. El consumidor ya es consciente del peligro que puede encerrar una macro hamburguesa.

    Por otro lado, la ministra de Salud, si lo que pretendía era ocultar esta nueva campaña, el resultado ha sido todo lo contrario. Raro es el quién no haya oído hablar de estas nuevas hamburguesas gigantes, al menos de pasada. Y es que el intento de abolición de este producto ha creado una gran polémica, y la polémica gusta.

    No es la primera vez que sucede este efecto inverso, lo prohibido atrae al consumidor. Un estudio científico ha desvelado que en Holanda la proporción de consumo de cannabis es mucho menor que en países donde no está legalizado su venta. Curioso, ¿verdad? Aunque este hecho carezca de una relación directa con esta película, lo que quiero aportar con ello es que la ministra, aunque con buenas intenciones, ha promulgado una mayor publicidad sobre el producto; justo lo que no quería.

    En definitiva, el propio consumidor es el responsable de sus actos. De nada sirve culpar a la empresa, y mucho menos a la publicidad.

    Irene Fabelo Santana 1B UCM 2006

  9. Propuesta sabia de la ministra de sanidad Elena Salgado: la retirada inmediata, de una alimentacion maligna en cuanto a salud se refiere y dañina para todo ser humano, del mercado. Como bien sabemos, la nuestra socedad se ve movida por las diferentes vallas publicitarias, anuncios cada vez mas llamativos, aquello que impresione sobre lo demás…pues bien, si los publicistas han utilizado este medio y tipo de publicidad para anunciar un "pruducto" al alcance de todos será porque su trabajo se basa en ello, llamar la atención de quienes pasan al lado de dicha propaganda. Es cierto que este polémico asunto es diferente, se trata de nuestra salud, pero sobre todo de la de los niños, puesto que ellos no son capaces de ver, y mucho menos comprender las grasas, calorias, hidratos de carbono…que tan grandiosa hamburguesa contiene. El problema estará en aquellos que decidan consumirla, cargando las consecuencias de un organismo plagado de grasas, tension alta,… debido a la comida basura. Mucha gente consume dichos alimentos por falta de tiempo, sin embargo, es muy cierto que por comodidad, diversion y todo lo que conlleva una comida preparada llama mucho la atención tanto de padres que llevan a sus hijos como de adolescentes que tiran por lo facil. Sin embargo, creo q la ministra de sanidad ha hecho lo correcto, preocuparse por sus ciudadanos, darles un toque de atención para que se paren a pensar que es lo que meten en su cuerpo al igual que advierte abiertamente de los riesgos de muchas otras cosas que la sociedad actual consume como son las drogas, el tabaco,…ahora bien, sinceramente creo que cada uno seguirá haciendo lo que quiera, lo que verdaderamente le apetezca, siempre y cuando no se tomen medidas mas drásticas, pero ¿pueden El Gobierno, El Estado y La Sanidad prohibir y meterse en el campo de la publicidad?…Cada uno hace su parte del trabajo y ahora nos toca "trabajar", pensar, a nosotros y decidir con todos los pros y contras de lo que cada acto que realizamos conlleva, lo que queremos o no consumir.

  10. Es cierto que la imagen de una gran hamburguesa (XXL) en un cartel publicitario o en un spot televisivo nos incita a querer comerla y más aun a los niños, los cuales tienen menos información sobre las grasas y calorias que pueden contener estos productos, pero la culpa de que estas hamburguesas sean demandadas por el público, ya sean niños o adultos no es en ningun caso de la publicidad, cuya labor es transmitir las ideas que la empresa "Burguer King" pretende dar a los consumidores. Si "Burguer King" desea vender una hamburguesa de manera bestial, la publicidad de la misma así lo reflejará.

    Por lo tanto creo que se le ha dado un mal enfoque a este asunto ya que no creo que haya ningun culpable, el consumidor es consciente a la hora de elegir y responsable de sus actos, siempre que los medios de comunicación informen de lo que realmente conlleva ingerir este tipo de hamburguesas.

    No obstante, tras todo lo ocurrido con esta campaña publicitaria que ha llegado a los oídos de mucha gente, ahora gracias a la información distribuída por los distintos medios de comunicación que se han echo eco de la noticia y han profundizado en las grasas que estas comidas contienen, la gente es más consciente de lo que comerlas conlleva. Por lo tanto creo que la labor del Ministerio ya está cumplida, es decir, la de advertir y no la de prohibir.

  11. No me parece acertada la postura que ha tomado el Ministerio de sanidad, ya que si no existe ninguna ley que prohíba expresamente este tipo de publicidad no pueden pedir amablemente que les hagan el favor de retirar la campaña, ya que, como bien dice le texto, no sobra el trabajo y la agencia ha actuado siempre dentro de la legalidad.

    Si de verdad están tan interesados en reglar este tipo de publicidad que lo hagan como se tienen que hacer las cosas, sometiéndolo a debate en el Congreso y aprobando una ley que diga lo que se puede hacer y lo que no, mientras tanto deberían permanecer callados.

    Desde el punto de vista del consumidor, creo que deberían hacer esa ley y regular la publicidad de los restaurantes de comida rápida, ya que no creo que el gobierno este siendo objetivo en este aspecto: Tanto el tabaco como el alcohol tienen muy regulado su publicidad bajo estrictas leyes, lo que me parece muy bien. Además en las cajetillas de tabaco se muestran espantosos y desagradables letreros metiéndonos miedo de las nefastas consecuencias que fumar provoca.

    Pero no hay ningún tipo de ley que tenga estrictamente vigilado la publicidad de comida rápida, y en mi opinión, las consecuencias de estos tipos de alimentos pueden ser igual o peores que las del tabaco ( siempre que no se haga un consumo moderado de estos

    alimentos), y me remito a la película "Super-size-me", una especie de documental-

    experimento en el que el protagonista hace tres comidas al día con productos únicamente del

    restaurante de comida rápida " Mcdonald´s" durante un mes…¿¿ ( nefastas) consecuencias??:

    Ocho kilos más, cambios de humor, daños en el hígado…¡¡ En tan sólo un mes!!, y yo ahora me pregunto: ¿ Qué pasaría si un no fumador estuviese fumando una cajetilla de tabaco al día?, pues posiblemente su organismo apenas lo notaria, y en ningún caso sufriría los daños tan graves como los del protagonista de la película antes mencionada, siempre y cuando sólo fuese un mes, claro. Esta más que demostrado que el tabaco es muy nocivo para la salud, pero tiene menos "capacidad de destrucción" que una inocente hamburguesa de estos restaurantes al que llevamos a los niños ( eso si …vamos a la zona de no fumadores a que los niños se coman su hamburguesa, que no nos gusta que respiren humo, su salud ante todo).

    Ya se que muchos pensarán que la gente fuma varios cigarrillos todos los días, pero solo se comen una hamburguesa de vez en cuando. Es cierto, pero cada vez se abusa más de este tipo de comida, y creo que la gente debe estar informada de sus consecuencias..así que por que no un "COMER ESTA HAMBURGUESA PUEDE MATAR" en la caja del adorable "happy meal".

  12. En los tres meses que llevo de carrera son innumerables los casos en contra de la publicidad, tan excesivo me parece que no es descabellado el pensar en un plan malvado en contra de la acción publicitaria.

    Bromas aparte, creo que si existe un culpable (y siempre lo hay) es la escasa educación alimentaria que hemos recibido.Al consumidor de comida rápida le importa poco si la resobada hamburguesa es un cóctel de calorías, porque si la prohíben comprará otras tantas hasta satisfacer su apetito.Desde luego, el Ministerio de Sanidad debe velar por nuestra salud pero creo que debe limitarse a dar a conocer los valores nutricionales de esos alimentos y, en todo caso, prohibir aquellos dañinos para nuestra salud: Los venenos.

    La publicidad no tiene porque cargar con las culpas de una sociedad malsana.Ni los publicitarios son profesores ni los consumidores alumnos, algo que deberían recordar todos aquellos que denuncian estas campañas.En el caso de los niños es indudable que los padres son los que deciden que comen y que no, por tanto no hay discusión.

    El aspecto que me gustaría realzar del anuncio es su "carácter machista" según cierto partido político y el Instituto de la Mujer.No considero que dañe la imagen de los hombres por su visión cavernícola, sólo muestra a quién va dirigido de una forma explícita.Por último un bonito refrán muy adecuado "Lo que no mata engorda".

    Virginia Santiago Romero 1B Publicidad y R.R P.P

  13. No me parece acertada la postura que ha tomado el Ministerio de sanidad, ya que si no existe ninguna ley que prohíba expresamente este tipo de publicidad no pueden pedir amablemente que les hagan el favor de retirar la campaña, ya que, como bien dice le texto, no sobra el trabajo y la agencia ha actuado siempre dentro de la legalidad.

    Si de verdad están tan interesados en reglar este tipo de publicidad que lo hagan como se tienen que hacer las cosas, sometiéndolo a debate en el Congreso y aprobando una ley que diga lo que se puede hacer y lo que no, mientras tanto deberían permanecer callados.

    Desde el punto de vista del consumidor, creo que deberían hacer esa ley y regular la publicidad de los restaurantes de comida rápida, ya que no creo que el gobierno este siendo objetivo en este aspecto: Tanto el tabaco como el alcohol tienen muy regulado su publicidad bajo estrictas leyes, lo que me parece muy bien. Además en las cajetillas de tabaco se muestran espantosos y desagradables letreros metiéndonos miedo de las nefastas consecuencias que fumar provoca.

    Pero no hay ningún tipo de ley que tenga estrictamente vigilado la publicidad de comida rápida, y en mi opinión, las consecuencias de estos tipos de alimentos pueden ser igual o

    peores que las del tabaco ( siempre que no se haga un consumo moderado de estos

    alimentos), y me remito a la película "Super-size-me", una especie de documental-

    experimento en el que el protagonista hace tres comidas al día con productos únicamente del

    restaurante de comida rápida " Mcdonald´s" durante un mes…¿¿ ( nefastas) consecuencias??:

    Ocho kilos más, cambios de humor, daños en el hígado…¡¡ En tan sólo un mes!!, y yo ahora me pregunto: ¿ Qué pasaría si un no fumador estuviese fumando una cajetilla de tabaco al día?, pues posiblemente su organismo apenas lo notaria, y en ningún caso sufriría los daños tan graves como los del protagonista de la película antes mencionada, siempre y cuando sólo fuese un mes, claro. Esta más que demostrado que el tabaco es muy nocivo para la salud, pero tiene menos "capacidad de destrucción" que una inocente hamburguesa de estos restaurantes al que llevamos a los niños ( eso si …vamos a la zona de no fumadores a que los niños se coman su hamburguesa, que no nos gusta que respiren humo, su salud ante todo).

    Ya se que muchos pensarán que la gente fuma varios cigarrillos todos los días, pero solo se comen una hamburguesa de vez en cuando. Es cierto, pero cada vez se abusa más de este tipo de comida, y creo que la gente debe estar informada de sus consecuencias..así que por que no un "COMER ESTA HAMBURGUESA PUEDE MATAR" en la caja del adorable "happy meal".

  14. ¿Os estáis dando cuenta de los cambios que se están sufriendo en nuestra sociedad? Hace un algunas décadas la sociedad no estaba tan controlada, ni siquiera había tantos trastornos alimenticios, ni preocupación por el bien de la sociedad. Antiguamente, los médicos fumaban mientras pasaban consulta y ahora no hacen mas decirnos las consecuencias negativas que este vicio lleva implícito(lo que desde mi punto de vista de fumadora pasiva me beneficia).Por otra parte, siempre han existido este tipo de comidas rápidas y no es novedad el que estas contribuyan a que se desencadene el sobrepeso. Si nos paramos un momento a pensar como era la publicidad hace unos años nos damos cuenta de que siempre han existido anuncios de comida rápida.¿ Porqué empezamos ahora con la campaña contra la obesidad? Este tema se podía haber abordado mucho antes. Con respecto a esta campaña de la hamburguesa XXL de la empresa” Burger King “lo único que se ha intentado es dar a conocer un nuevo producto con el fin de establecer una diferenciación de este e intentar tener un liderazgo con respecto a otras hamburguesas de comida rápida. La campaña es algo exagerada solo pretende atraer consumidores. Si es verdad que acudirán más consumidores que es lo que la empresa Burger King desea. No es consciente de que problemas este spot puede traer sino que solo piensa en los beneficios que va a generarar.No espera que consumamos hamburguesas todos los días . Ante todo somos seres inteligentes, sabemos que comer mucha comida rápida nos perjudica y no es buena por lo que debemos tomarla con moderación.Desde mi punto de vista se han centrado mucho en la campaña, la ministra de sanidad,y no se está preocupando tanto de ofrecer tratamientos y soluciones .Quitar el spot o cartel publicitario no contribuirá a que la gente obesa deje de comer cosas que no son saludables.se debe hacer un seguimiento de este tipo de personas ya que no se trata de una enfermedad que afecta tanto al estado físico de la persona como al psicológico. Lo mismo digo con respecto al alcohol. Antes no había botellones en la calle y no había tanto vicio de los jóvenes por beber alcohol es otra de las modas implantadas a finales del siglo XX. Estoy muy a favor de las campañas antidroga me parece que hace reflexionar a las personas a la hora de elegir esa opcione que desde mi punto de vista aceptarla es la incorrecta. ¿pero porqué nos preocupamos ahora de estos factores si han existido desde siempre?. Ante todo libertad de expresión pero debemos replantearnos como esta evolucionando nuestra sociedad y si es verdad que la publicidad condiciona tanto la conducta de las personas tratar de mejorar .

    BELEN IGLESIAS TALAVERA 1A UCM 2006

  15. No me parece acertada la postura que ha tomado el Ministerio de sanidad, ya que si no existe ninguna ley que prohíba expresamente este tipo de publicidad no pueden pedir amablemente que les hagan el favor de retirar la campaña, ya que, como bien dice le texto, no sobra el trabajo y la agencia ha actuado siempre dentro de la legalidad.

    Si de verdad están tan interesados en reglar este tipo de publicidad que lo hagan como se tienen que hacer las cosas, sometiéndolo a debate en el Congreso y aprobando una ley que diga lo que se puede hacer y lo que no, mientras tanto deberían permanecer callados.

    Desde el punto de vista del consumidor, creo que deberían hacer esa ley y regular la publicidad de los restaurantes de comida rápida, ya que no creo que el gobierno este siendo objetivo en este aspecto: Tanto el tabaco como el alcohol tienen muy regulado su publicidad bajo estrictas leyes, lo que me parece muy bien. Además en las cajetillas de tabaco se muestran espantosos y desagradables letreros metiéndonos miedo de las nefastas consecuencias que fumar provoca.

    Pero no hay ningún tipo de ley que tenga estrictamente vigilado la publicidad de comida

    rápida, y en mi opinión, las consecuencias de estos tipos de alimentos pueden ser igual o

    peores que las del tabaco ( siempre que no se haga un consumo moderado de estos

    alimentos), y me remito a la película "Super-size-me", una especie de documental-

    experimento en el que el protagonista hace tres comidas al día con productos únicamente del

    restaurante de comida rápida " Mcdonald´s" durante un mes…¿¿ ( nefastas) consecuencias??:

    Ocho kilos más, cambios de humor, daños en el hígado…¡¡ En tan sólo un mes!!, y yo ahora me pregunto: ¿ Qué pasaría si un no fumador estuviese fumando una cajetilla de tabaco al día?, pues posiblemente su organismo apenas lo notaria, y en ningún caso sufriría los daños tan graves como los del protagonista de la película antes mencionada, siempre y cuando sólo fuese un mes, claro. Esta más que demostrado que el tabaco es muy nocivo para la salud, pero tiene menos "capacidad de destrucción" que una inocente hamburguesa de estos restaurantes al que llevamos a los niños ( eso si …vamos a la zona de no fumadores a que los niños se coman su hamburguesa, que no nos gusta que respiren humo, su salud ante todo).

    Ya se que muchos pensarán que la gente fuma varios cigarrillos todos los días, pero solo se comen una hamburguesa de vez en cuando. Es cierto, pero cada vez se abusa más de este tipo de comida, y creo que la gente debe estar informada de sus consecuencias..así que por que no un "COMER ESTA HAMBURGUESA PUEDE MATAR" en la caja del adorable "happy meal".

  16. Deberíamos partir de la base de que un publicista, como cualquier otro trabajador, debe responder a los intereses de quien le contrata. No nos vamos a engañar, los publicistas somos "unos mandados". Tenemos libertad de trabajo, pero una libertad limitada, ya no solo por las exigencias de nuestros clientes, si no también, por lo que estamos viendo en estos momentos, nomas legales y morales. Los publicistas no tenemos la culpa de que nos contraten para un trabajo u otro, nos limitamos a responder de la manera más adecuada posible a lo que se espera de nosotros. Con esto trato de decir que la publicidad no es culpable de anunciar determinados productos, simplemente hacemos nuestro trabajo lo mejor que podemos. Ya que nos planteamos esto, también sería interesante plantearse si, en algunas ocasiones, creamos publicidad en contra de nuestros principios. No hemos pensado que, tal vez, algunos de los creadores de esta campaña están de acuerdo con que lanzar al mercado un producto así es excesivo, pero aun así, seguro que no están de acuerdo con su retirada.

    Poníendome en el punto de vista de la ministra de sanidad, tampoco apoyo la venta de un producto tan nocivo para la salud. Veo lógico que el primer paso para acabar con esto sea alejar al publico del producto. Tal vez la ministra no haya conseguido que se retire la campaña, pero ha conseguido crear una gran campaña negativa, ya no solo contra Burger King, si no contra Mc Donals. El público ha incluido en el mismo saco ambas empresas, aunque Mc Donals no tenga nada que ver con la aparición de esta campaña. Seguramente ambas empresas notarán una disminución del número de clientes a raíz de esta polémica.

    Estos podrían ser otros ejemplos de campañas que han sido retiradas:

    · < FACUA pide la retirada de una campaña publicitaria de la marca de motos Aprilia por sexista

    En el anuncio aparecen las nalgas de una mujer que están siendo medidas con una cinta métrica por un hombre y un eslogan que dice: "Gama Arrecife: Ahora varias tallas menos", en alusión a una bajada de precios aplicada por el fabricante. La Federación recuerda que recientemente denunció a la cadena Media Markt por una campaña en la que una flecha señalaba los pechos de dos mujeres, bajo el reclamo "verás las mejores delanteras del mundo">

    <…el anuncio incurre en un supuesto de publicidad ilícita prohibido en el artículo 3 de la Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad. En su primer apartado, el citado artículo prohíbe a todo anuncio "que atente contra la dignidad de la persona o vulnere los valores o derechos reconocidos en la Constitución", entre los que se incluyen los que "presenten a las mujeres de forma vejatoria, bien utilizando particular y directamente su cuerpo o partes del mismo como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar, bien su imagen asociada a comportamientos estereotipados que vulneren los fundamentos de nuestro ordenamiento coadyuvando a generar la violencia a que se refiere la Ley Orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género">

    · <En esta ocasión, UCA-UCE ha instado a Imagenio a modificar o retirar la campaña que lleva por slogan Si no te lo compran es que no son tus padres. El anuncio incumple sobremanera el Capítulo IV de la Ley de Televisión sin Fronteras de 1994. De hecho, en el artículo 16 referente a la protección de los menores frente a la publicidad se expresa el deber de las empresas de respetar los siguientes principios:

    a) No deberá incitar directamente a tales menores a la compra de un producto o de un servicio explotando su inexperiencia o credulidad, ni a que persuadan a sus padres o tutores, o a los padres o tutores de terceros, para que compren los productos o servicios que se traten.

    b) En ningún caso deberá explotar la especial confianza de los niños en sus padres, profesores u otras personas.

    Además de la inoportunidad y la poca pertinencia ética del contenido del mensaje empleado, la Unión de Consumidores de Andalucía-UCA/UCE considera que esta campaña atenta contra los derechos y legítimos intereses de los consumidores, sobre todo, si tenemos en cuenta que dicha campaña se dirige a un colectivo especialmente sensible, desprotegido y vulnerable, como lo son los niños (a los que convierte en prescriptores, con lo que ello implica para sus progenitores).Por todo ello, y en defensa de los derechos y legítimos intereses de los consumidores y usuarios, la Unión de Consumidores de Andalucía-UCA/UCE ha instado a Telefónica España a que lleve a cabo las medidas oportunas para la corrección o retirada de la campaña. Además, UCA-UCE va a trasladar esta cuestión a las autoridades competentes para que lleven a cabo las medidas oportunas en el caso.>

    · <Madrid, España — La organización ecologista Greenpeace denuncia que la nueva campaña publicitaria del Canal de Isabel II no promueve el ahorro de agua entre los ciudadanos. La campaña que desarrolla la empresa gestora del agua en la Comunidad de Madrid con el eslogan Madrid necesita más agua y que cuenta con un presupuesto de 10 millones de euros es un alegato en defensa de nuevas infraestructuras hidráulicas, y no en favor del ahorro.>

  17. Con este boom! de la aparición en nuestras pantallas de la nueva XXL, Burguer King puede sentirse satisfecho. El objetivo de hacer llegar a todos los espectadores el surgimiento de su “hamburguesa gigante” lo ha conseguido.

    Sin embargo, este protagonismo que ha alcanzado, se debe más bien a las innumerables críticas y debates que ha levantado.

    Todo comenzó con la petición por parte del Ministerio de sanidad de la retirada de esta nueva campaña publicitaria porque incentiva el consumo de hamburguesas de alto contenido calórico y grasas saturadas. Pero detengámonos un instante, ¿cómo que retirar la campaña publicitaria? Creo que nos estamos confundiendo, aquí la publicidad no tiene nada que ver. Que quieran tomar medidas con respecto a la puesta en consumo de una hamburguesa XXL como parte de su labor como ministra de sanidad, me parece correcto, sobre todo ahora en un momento en el que se está intentando por todos los medios luchar contra el problema de la obesidad muy presente en nuestra sociedad actual; principalmente en los niños, consecuencia de una mala alimentación.

    Pero, ¿Por qué sanidad ha decidido implicarse en qué debe anunciar una cadena de comida rápida y qué no? Sin duda no ha sido lo más acertado por su parte, ya que la agencia se limita a servir a su cliente, que el producto a promocionar pueda tener repercusiones nocivas en la salud de las personas, ya no es cosa suya. Su parte de trabajo consiste en aportar información sobre el producto y además trata de incentivar su consumo, pero esto no se le puede achacar totalmente. Es responsabilidad nuestra; y en el caso de los niños, de sus padres, decidir si consumimos o no dicho producto. En ningún caso nos están obligando, somos nosotros quienes tenemos la última palabra, si queremos o no comernos una XXL.

    Así, por un lado, quizás deberían mencionarse en el anuncio las consecuencias para la salud que acarrea el consumo de la susodicha hamburguesa de forma semejante al caso del tabaco, o por lo menos hacer alusión a su elevado aporte calórico. Pero esto ya entra dentro de los límites éticos que se marca el publicista o que veta el cliente.

    Y por otro lado, Sanidad debería corregir su actuación ya que se ha excedido en su intervencionismo en la publicidad. Este caso contribuye a marcar la progresiva desaparición de la esencia de la publicidad. Si nos ponemos a analizar cada una de las campañas que están en marcha con esas expectativas, nos podemos poner a rebatir si los anuncios de bebidas alcohólicas incitan a beber, etc.

    ¡La publicidad requiere libertad de expresión!

  18. Entiendo que se pongan ciertas restricciones a la hora de vender productos perjudiciales para la salud. Un buen ejemplo, de ello es la prohibición de anunciarse a compañías tabaqueras y la obligación de poner en cada una de sus cajetillas “el tabaco perjudica seriamente la salud” y todo este tipo de avisos. Aun así, no me parece justo que esto repercuta en la publicidad, ya que tendría que repercutir sobre el mismo producto. Quiero decir que no se puede comparar lo perjudicial que puede ser el tabaco para la salud como lo que podría serlo comer una de estas hamburguesas. Con un solo cigarrillo ya estás empeorando la salud de tus pulmones, pero no pasa nada si un día te comes una hamburguesa XXL. Esta claro que abusar de este alimento si que podría dañar nuestra salud, pero al igual que podría hacerlo el abusar de cualquier otro alimento por sano que fuera. Como siempre, esto quedaría en manos del consumidor. Puede que la publicidad influya mucho sobre la forma de pensar de la gente, pero no nos obliga en ningún momento a comprar estos productos, y mucho menos a abusar de ellos.

  19. La publicidad básicamente se hace para atraer a posibles consumidores, y la mejor forma de hacerlo es mostrando las cosas positivas del producto anunciado, no tiene sentido que resalten lo negativo (que como todas las cosas, tienen ese lado también), ahora la pregunta sería después de tanta polémica en contra de dichas hamburguesas: ¿Cuánta gente ha ido a comprarlas?, lo más probable es que la mayoría que lo ha hecho se han fijado en este producto por la publicidad gratis (aunque negativa) que ha recibido tantos en periódicos como en informativos o hasta en blogs de páginas webs.

    Pero el asunto que nos lleva a todo esto es si los responsables directos son los publicistas, a mi parecer no lo son, o ¿Es que los vendedores o fabricantes de bebidas alcohólicas son responsables de las muertes que se producen en las carreteras?, la decisión es de cada persona, saber como actuar y que consumir…

    A todo esto, creo existe una institución que otorga controles de calidad o hacen pruebas cuando va a salir un producto al mercado, ya sean juguetes o alimentos, ¿no tendrían que ser estos los primeros que deben prohibir estas hamburguesas si tan perjudiciales son para la salud? como ya he dicho la publicidad no se encargará de catalogar que está bien o mal cuando ese no es su trabajo.

    Con tanta censura que se ve en estos días, no será raro que se cree un organismo para controlar todos los anuncios que salen “al aire” ya sea para televisión, impresos, vallas, etc., ¿o es que ya existe?.

    Stephani Palomino Rasmussen 1B UCM 2006

  20. Siempre que se desatan polémicas como estas los trabajadores del mundo de la publicidad son acusados con el dedo directamente como los culpables de manipular las decisiones de los consumidores. El publico es libre de elegir los productos que desea comprar o consumir.

    Ningún publicista acompaña a un individuo hasta la puerta del “burguer” apuntándolo con una pistola para que se decante por la XXL en lugar de la ensalada “baja en calorías”.

    Por otro lado decir que vivimos nos guste o no en una sociedad capitalista con una máxima muy clara: libertad de mercado. Esto significa que las empresas y las marcas tienen total libertad para sacar a la venta los productos que consideren adecuados siempre que cumplan con las normas de calidad. Pero esto no quiere decir que se deban censurar porque ¿acaso no es también dañino en tabaco? ¿O el alcohol? ¿Y los coches que son capaces de alcanzar los 220km/h? Pero eso nadie lo retira del mercado o lo prohíbe, como mucho hacen leyes para intentar reducir su consumo pero que ya todos tenemos muy claro cual es su efecto.

    Hay que decir que las empresas deberían tomar un poco de conciencia social y evitar el lanzamiento de productos que pudieran ser perjudiciales para la salud. Pero en definitiva quien tiene la ultima palabra son los consumidores y estos tienen suficiente juicio como para realizar una buena elección y enseñar a sus hijos lo que esta bien de lo que esta mal.

    Así que el ministerio de sanidad debería centrarse en otros asuntos como en mejorar la sanidad publica y la atención a personas mayores mas que en iniciar guerras contra la comida basura, que aunque es un problema de nuestra sociedad no es el mas importante y este debe solucionarse desde la educación.

  21. Muchos y variados comentarios ha provocado este tema acerca de las hamburguesas XXL. ¿Por qué habría que retirar esta campaña? ¿Realmente afecta tanto a la salud de los españoles? Es normal que la Ministra se preocupe por nuestro bienestar…pero, ¿no sería mejor suspender campañas de bebidas alcohólicas, por ejemplo? Creo que una hamburguesa no mata a nadie…pero una botella de alcohol sí. Por lo tanto,no creo que este anuncio haga daño a nadie. Somos bastante responsables, creo, para decidir lo que debemos o no debemos comer… Si el problema es que hay obesidad infantil, los responsables directos son los padres,pues son los que tienen que controlar la alimentación de sus hijos.

    Respecto a este anuncio que tanto da que hablar, podríamos tener en cuenta dos versiones. Se puede decir que el anuncio es machista, pues parece que una mujer no es capaz de comerse una hamburguesa de esas dimensiones… ¿En serio? ¿Nunca han visto a una mujer con hambre o qué?

    Desde otro punto de vista, podríamos enfocar el anuncio desde el hecho de que, por lo general, los hombres comen más que las mujeres, por lo tanto el anuncio no sería sexista, sino simplemente refleja una realidad. El anuncio se enfoca a los hombres por eso, y no por discriminación hacia las mujeres.

    En relación con la publicidad, un anuncio debe ser original y llegar con facilidad al público. Creo que este cumple los requisitos: llama la atención y se ha conseguido que la gente hable de él (desde una u otra postura,pero está en boca de muchos), con lo cual no creo que sea una mala campaña, simplemente ha levantado cierta polémica, comentarios, resquemores, o como se quiera llamar. ¿Que los hombres que cantan en el anuncio dan un poco de pena? Pues sí, a lo mejor…Pero la gente hablan de ellos. Eso es lo que cuenta en la publicidad.

    Es comprensible asimismo la postura del Estado, pues intenta velar por la salud y el bienestar de los españoles. Si se considera que anuncios de este tipo, en este caso de hamburguesas XXL, pueden afectar a la población aumentando la obesidad o la mala alimentación, es lógico que ponga en marcha campañas de prevención de estos males. Pero también deberían intentar promocionar de manera más eficaz la comida mediterránea, más saludable, para que el público se fije más en las buenas dietas que en la comida rápida.

  22. Me parece excesivo el “boom” que se ha creado respecto al tema. En mi opinión, no se debería de retirar esta publicidad, pues en ella no radica la culpa de la obesidad en nuestro país ni mucho menos. Cada persona es libre de elegir qué alimentos desea comer, y respecto a los niños que no tienen conocimientos sobre si un alimento es bueno o malo, sus padres deciden por ellos. Culpar a la publicidad de todo esto me parece un grave error.

    Ni se debería retirar la publicidad de la hamburguesa XXL ni tampoco el producto. Una persona que ingiere tres hamburguesas, quizás consume las mismas calorías y se gasta más. Nosotros ya somos “mayorcitos” para saber qué es bueno o malo, y por una hamburguesa XXL que comas, no vas a tener obesidad, claro está. Otra cosa es que te alimentes día a día de comida basura, pero la publicidad no es la culpable de ello.

    Gracias a todo esto, Buger King está consiguiendo más beneficios. Sin ir más lejos, propios compañeros de clase han decidido antes de escribir este comentario ir a probar la “súper hamburguesa”. Y es que una hamburguesa no daña a nadie.

    La ministra de Sanidad debería de preocuparse más por otras sustancias que sí dañan la vida humana, incluso que por probarlas sí podrían causar la muerte, como lo son las drogas, cuya adquisición está al alcance de todos nosotros; y no existe publicidad alguna que nos incite a probar las drogas, pero son la causa hoy por hoy de muchas más muertes. Entonces…¿A qué estamos jugando?

  23. Cada empresa hace publicidad de lo que pretende vender con el fin de superar a la competencia. Probablemente Burguer King no tenga mucho en cuenta la repercusión que tendrá en este caso la hamburguesa XXL en la salud de los niños y jóvenes. Si que es cierto que esto no debería ser así por la gran influencia que ejerce la publicidad en la sociedad, pero también hay que saber que esta no aparece en los medios de comunicación para educarnos, sino todo lo contrario, este producto es presentado para incitar la venta de una hamburguesa que no nos dejará con hambre, que nos la servirán con rapidez y que además será económica.

    El problema actual de la obesidad infantil, ha hecho saltar las alarmas en el Ministerio de Sanidad, que a pedido de manera reiterada a la cadena de restaurante de comida rápida la retirada de esta campaña publicitaria, sin embargo, Burger King ni siquiera se ha pronunciado.

    Estas empresas de comida rápida no son culpables de estos porcentajes tan elevados de obesidad infantil en la sociedad actual. La educación no debe empezar en la televisión ni en los distintos medios de comunicación, sino en los colegios y los propios padres quienes verdaderamente tienen que enseñar a sus hijos una dieta equilibrada de manera que no tengan problemas de salud ya sea por obesidad o por extrema delgadez.

    En lo referente a sanidad: no deberia prohibirse la publicidad que lleve a una posible obesidad y dejarse otros anuncios que lleven a la delgadez, programas de pasarelas de modelos "casi anoréxicas" o incluso otros programas que lleven a la violencia. Tiene que haber un equilibrio con lo que quieren controlar en la publicidad. ( o todo o nada).

    En lo referente a Burguer King: aún siendo cierto que lo que a esta empresa interesa es vender hay que tener en cuenta que no solo incitan a los niños y jóvenes a comprar sus productos sino que realmente esta jugando con la salud de estos… deberian promocionar otros productos que ofrece la empresa como las ensaladas, así el consumidor desde casa estaría informado en todo momento y sería incitado no solamente a la compra de las ya conocidas hamburguesa que siempre se han vendido en Burguer King sino también a una posible dieta mas saludable, dando al cliente la posibilidad de elegir por una u otra cosa a sabiendas de que ambos productos se han promocionado de igual manera.

    La publicidad no obliga al consumo, la publicidad incita a la venta del mismo dejando una puerta abierta a la elección del consumidor.

  24. No paro de darle vueltas al asunto… No, al anuncio no, a la polémica inesperada, por lo menos para mí, que ha desatado. ¿Voy a comer más hamburguesas por un anuncio que, independientemente de que me pueda parecer mejor o peor, gracioso o cutre, me diga que soy más hombre comiendo más comida basura? Hasta ahora este fenómeno no era conocido por los estudiosos de la genética, etcétera… Pero lo que sí es seguro es que voy a darle una patada, hablando rápido, a mi salud. Por lo menos yo lo tengo claro, venga un grupo de locos (al que pretendo pertenecer en unos años, lo admito), vendiéndome este tipo de comida basura o no. Ahí está la publicidad, esa es la cuestión, me guste o no. ¿Que me gusta? Le aplaudiré y compraré el producto si me parece oportuno o necesario… ¿que me aburre o me parece absurdo un anuncio y por consecuencia, o independientemente, también el producto que me vende? Lo ignoro y punto. Por más y más que nos lo repiten nuestros profesores y expertos en publicidad, no caemos en la cuenta de lo infravalorada que está la publicidad y la concepción negativa que tiene la gente de este oficio hasta que ocurren situaciones como éstas. Mi opinión sigue siendo inamovible: mientras no se violen leyes o se reproduzcan situaciones aberrantes a los sensibles humanos en los spots, creo que la publicidad tiene un amplísimo abanico de posibilidades de comunicar, de vender, que es de lo que se trata al fin y al cabo.

  25. Para comenzar se deberían hacer desaparecer las barreras de la publicidad, como publicistas, tenemos el deber y la obligación de vender el producto, ya sea malo o bueno, como el abogado que defiende al asesino.

    Cuando uno es publicista, debe dejar de lado los juicios morales, y dedicarse a vender. Su misión es conseguir que su producto sea el mas comprado, y técnicamente no debería importarle los riesgos que dicho producto pueda acarrear a la sociedad.

    Pues seamos sinceros, la publicidad es un trabajo como otro cualquiera, en el que se intenta ganar dinero.

    Respecto al caso Burguer King y sus hamburguesas XXL,el hecho de censurar dicha publicidad no es mas que un símbolo de atraso; no se puede prohibir esta publicación solo porque incite a la obesidad.

    ¿De veras la Ministra de Sanidad cree que tras ver el anuncio todos los niños españoles van a ir a comerse sus hamburguesas XXL?

    Hay que tener en cuenta que el consumidor no es un perro al que se le tira el hueso y sale corriendo detrás. Cada uno, por lo tanto, elegirá comerse una hamburguesa XXL, o tan solo uno de los antiguos “Whopper".

    Pero claro, estamos entrando en el siglo de la obesidad, los niños españoles “engordan por días“; incluso en los comedores de algunos colegios se ofrece una alimentación basada en la llamada “comida basura”. ¿Y cual es la solución mas sencilla a este gran problema? Atacar a los publicistas, atacar a los únicos que no tiene la culpa, pues ellos solo realizan los pedidos de las grandes multinacionales; si de veras la Ministra de Sanidad quiere acabar con la obesidad, que no intente censurar la publicidad, y menos que prohíba la venta de productos como las citadas hamburguesas, con esto solo se promocionaría un estado restrictivo, en el que se pasaría de decir a la gente lo que debe comer, y se llegaría a decir lo que tiene que pensar.

    La forma, por tanto, de conseguir un equilibrio, es mediante la educación, y el gobierno, y no los publicistas, debería ser el encargado de informar a la sociedad sobre los riesgos de una mala alimentación, pero tan solo informar, ya que la sociedad debe ser libre de elegir entre comerlo o no. Y por todo ello, la función del publicista debe ser la de convencer a la sociedad de que debe comerlo, sea cuales sean sus consecuencias.

  26. Esta claro que siempre habrá gente que se quejara por todo, que los asientos son demasiado pequeños, que los libros son demasiado extensos, que las hamburguesas son demasiado grandes…y esta claro que lo son. El otro día fui a comerme una intrigado por la polémica que se había generado con el anuncio, y la verdad es que si te pides el menú con patatas y bebida gigantes cuesta bastante trabajo acabar. Con ello quiero hacer ver que la cadena de comida rápida lo ha conseguido, han mostrado la hamburguesa como un producto apetecible, y han conseguido que vaya y me gaste seis euros con cincuenta. Hasta ahí todo perfecto, menos para los listillos del Ministerio de Sanidad, que piensan que un joven normal y corriente no tiene personalidad, que se va a tragar todos las historias que le cuenten por la televisión y que después irá corriendo a sacarse el carné de socio del Burguer King con lo que se sumara al club de los trastornados por los alimentos. Una cosa esta clara, no porque haga un anuncio bonito y una hamburguesa enorme la gente va a ir más o comer más, simplemente el que era asiduo del restaurante va a seguir yendo igual de frecuentemente, y el que no iba casi nunca, como era mi caso, se acercara en alguna ocasión; La gente adulta es responsable de sus decisiones y la publicidad lo único que hace es ofertar e intentar agradar, no es coercitiva con las personas, por lo que hemos de saber lo que es bueno para nosotros mismos sin más, y educar a los niños en esos valores. Esto se lo pueden aplicar los del Ministerio, invirtiendo más tiempo en planes de educación y prevención, que en ir contra empresas que ejercen su derecho de libertad de expresión. La única pega que se le puede poner a la multinacional, es que claramente ha infringido la reglamentación vigente sobre los alimentos, pero la verdad es que se pueden discutir muchos aspectos acerca de ella.

  27. Creo que no es nada nuevo el hecho de que las hamburguesas de ciertas multinacionales de cadenas de restaurantes poseen una exageración de calorías, por decirlo de otro modo, estas hamburguesas son una bomba.

    Pero como ya he dicho antes, esto no es nada nuevo. Por ello, creo que la reacción de la Ministra de Sanidad, Elena Salgado, frente a la campaña publicitaria de las hamburguesas XXL es exagerada, pues los publicitarios simplemente se han dedicado a elaborar un anuncio para satisfacer a su cliente, simplemente han realizado su trabajo ateniéndose a las leyes. La reacción negativa no debería ir dirigida en contra de la campaña publicitaria sino en contra de la multinacional que ofrece esta bomba en forma de hamburguesa, pues los publicitarios no tienen nada que ver con este alimento, solo han realizado un trabajo para que la empresa y la agencia publicitaria obtengan beneficios, no es el responsable de analizar si el producto es perjudicial para la salud de los ciudadanos. Además, la gente es lo bastante inteligente como para diferenciar que productos puede comer y cuales no porque van a suponer un daño para su salud, poseen su propio criterio, no solo consumen un producto porque lo hayan visto anunciado en algún medio de comunicación.

    Por ello, si no queremos que la obesidad siga siendo un problema de peso en nuestra sociedad, debemos actuar directamente contra las multinacionales responsables de esta clase de productos, no contra aquellos que solo se dedican a difundir la información.

  28. Bueno, en primer lugar, yo pienso que la publicidad no tiene culpa alguna. A la agencia le mandan vender la hamburguesa XXL y es lo que hace el anuncio; las agencias de publicidad no están para juzgar si la gente va a engordar o no al comer la hamburguesa.

    Por otra parte la actuación del Ministerio de Sanidad me parece excesiva, dado que bajo mi punto de vista debería limitarse a informar al consumidor, y no retirar la publicidad, que tampoco soluciona mucho así, puesto que la gente va a seguir yendo al Burger King y pidiéndose la XXL.

    Además el anuncio está destinado a un público adulto masculino que estaría dentro de lo normal que se pidiera esa hamburguesa y que en el fondo si dicha hamburguesa no existiera se pedirían dos, así es que tampoco es cuestión de la hamburguesa.

    El consumidor ya está informado y ahora es él el que tiene que decidir libremente si tomar o no la hamburguesa al margen de lo que diga el Ministerio y la publicidad.

    Almudena González de Castejón Galdón. 1A UCM 2006

  29. La publicidad no se puede dividir en publicidad nociva y en publicidad saludable porque la publicidad se limita a dar a conocer un producto a los consumidores y persuadirles para que lo compre el mayor número de gente posible, intentando en todo momento acercarse a sus hábitos de consumo y ofrecerles lo que demandan. Entonces cabría preguntarnos ¿Burger King se gastaría tanto dinero en una campaña de publicidad si pensara que el producto que anuncia va a ser un fracaso? Pues no. Y esto es porque cada vez consumimos mas comida basura, aún sabiendo lo perjudicial que es para nuestra salud, y aunque no soy partidaria de que se retire este anuncio (nadie nos obliga a que nos comamos esta polémica hamburguesa) veo conveniente la intervención de la ministra, ya que su obligación es preocuparse por la salud de los españoles. En cuanto a los niños pequeños considero que es obligación de sus padres inculcarles desde bien pequeños la importancia de una dieta sana y equilibrada.

    Si nos ponemos quisquillosos a la hora de criticar los anuncios… ¿Qué opinan de los anuncios de bebidas alcohólicas? ¿Y que utilicen la figura de George Clooney para fomentar su consumo? ¿O sobre el bombardeo que sufrimos constantemente con anuncios que fomentan una delgadez extrema?

    Creo que es importante defender la publicidad de nuestro país, que no pasa por un buen momento,, siempre y cuando se respeten las leyes y a los consumidores.

    Por último quería felicitar a Burger King porque si quería que todos conociésemos la hamburguesa XXL y habláramos sobre ella, lo ha conseguido.

    Cristina Bernal Salgado. UCM. 1º B. 2006

  30. Preguntarse acerca de culpables, en este caso, no tiene sentido.

    La campaña publicitaria emitida en España de la hamburguesa Doble Whooper canta: “esa Doble Whooper me hace feliz, es todo para mí. Me hincharé a comer como nadie, estoy hambriento. Voy a atacar esta hamburguesa doble carne, no soy un pringado”. Yo me pregunto si es por el mensaje o por la imagen por lo que el Ministerio de Sanidad sugiere la retirada del spot a la multinacional Burguer King, tal vez quiera negar el estado “bestial” de los protagonistas del anuncio…

    La acusa de incumplimiento de la normativa, y le recuerda las 941 calorías y los 25 gramos de grasa saturada por unidad. Probablemente el fin de esa sugerencia por parte de Sanidad atienda a un intento de acabar con la población infantil o juvenil obesa, pero si nos fijamos y nos ponemos en un caso práctico, para empezar no hay tal número de casos de obesidad entre la población infantil o joven, y para finalizar esa población no se deja llevar por la publicidad, pues ésta simplemente ejerce como medio de comunicación, y en ningún momento obliga o coacciona al consumidor.

    Me pregunto, continuando con la política de restricción de Sanidad, qué considera el Ministerio por libertad, pero no sólo libertad desde el spot publicitario, sino libertad del consumidor para decidir una vez que se le ha informado.

    Los que afirman que son necesarias leyes que controlen las emisiones publicitarias de aquellos productos que aporten unos altos niveles calóricos dirigidos a sectores infantiles o juveniles de la población, limitan el campo de elección del consumidor, y además, no consiguen el fin deseado, pues con o sin publicidad la juventud continuará consumiendo lo que la plazca, y si no basta con una Whooper, irán a por otra, con lo cual no importa que la fabriquen triple. El colmo será la futura normativa del 2007: más control de las propiedades que se anuncian y más control de la etiqueta nutricional a la que se exigirán datos exactos de los valores calóricos.

    Sin embargo, si nos ponemos a realizar tales políticas de restricción, habríamos de censurar también las del tabaco, ya que incitan al consumo de esas sustancias que contiene más de sesenta elementos nocivos para la salud. Lo mismo ocurriría con el alcohol, pues la población juvenil a la que se dirigen ciertos spots tal vez incite al consumo descontrolado de ese producto… la lista sería interminable.

    Lo que el Ministerio debería hacer son campañas de concienciación dirigidas a los padres de esa población a la que se envía el mensaje de la hamburguesa XXL. El problema no es publicitario, el problema se debe a la escasez de educación alimenticia, pues si un joven es consciente de la realidad de las multinacionales de comida rápida, es difícil que evada ese aprendizaje para dejarse llevar por el mensaje “come como un hombre”, ¿no?

    Reitero la afirmación de Basilio Moreno, pues si se explica a la población en que consiste esa comida, la publicidad sólo constituirá un aporte informativo más que permita mayor capacidad de elección al cliente. Sin duda, es la opinión de Ángel Riesgo la más rotunda sobre el tema, pues califica de “peligrosa” la tendencia actual de las políticas reguladoras que atentan contra la libertad de expresión. Lo es más aún cuando afirma:”la publicidad no está para educar, está para vender”.

    Puntualicemos y maticemos por tanto retirar la campaña.

    Por otro lado, creo que la reacción de Burguer King es producto del deseo de cualquier empresa: vender, y hacerlo de la forma más rápida posible. La camnpaña de la XXL comenzó con la Whooper, luego con la Doble Whooper, y finalmente ha sido emitido el spot de la Triple Whooper en EE.UU. con el lema de “eat like a snake”. Es evidente que el valor calórico de la comida rápìda no es el adecuado para ser ingerido habitualmente por la población joven, pues la Triple Whooper equivale a más de 1400 calorías, pero si se crea un producto, lo lógico, lo práctico y lo rentable es publicitarlo para hacerlo conocer al consumidor. Quizá el spot no sea lo que el Ministerio de Sanidad considera precisamente deseable, pero es el cliente el que decide, y de momento está dando resultado, está siendo efectiva, y me atrevería a decir que incluso polémica en el sentido de que todos comentan “el anuncio ese de come como un hombre”, y al fin y al cabo es lo quie pretendía la campaña.

    Añado que, a pesar de las estadísticas que muestran que gran parte de la población juvenil padece obesidad, si miramos alrededor, no la vemos, y donde esté estoy segura de que es consciente de que el consumo habitual de XXL no es sano, es decir, la publicidad podrá crear tendencias, pero tan solo cumple la labor informativa y de marketing que tiene: si Burguer King fabrica un producto bestial, la publicidad así lo mostrará, y si el Ministerio lo que pretende es regular el consumo de esos productos, ya lo ha conseguido, pues los medios de comunicación han plasmado la noticia y eso ha hecho eco en el consumidor.

    Me ha parecido muy curioso que algunos compañeros propongan incluir mensajes agresivos en el inocente y agradable envase del happy meal como los que incluyen las cajetillas de tabaco, pues la medida sería, sin duda, radical con un mensaje del tipo “ingerir hamburguesas puede matar”. Me quedo con la frase de otro compañero que dice: “ni los publicitarios son profesores, ni los consumidores alumnos.”, y yo concluyo diciendo que las hamburguesas están muy ricas (absténganse los vegetarianos), y que ocurra lo que ocurra, mientras ese alimento siga existiendo, habrá clientes que lo compren, con o sin publicidad, y con o sin restricciones.

  31. Primero quiero recordar que la publicidad tiene como objetivo principal la venta de un determinado bien o servicio, y no la de educar a la población a no ser que se encargue de un anuncio para alguna institución gubernamental del tipo del que nos recuerda ponernos el cinturón o no automedicarnos.

    Partiendo de esto, y sin haber escuchado directamente las palabras de la ministra, creo que se está atacando a una campaña partiendo de una ley o acuerdo (no se exactamente que es lo que se incumple según la ministra) que es, como poco, absurdo/a:

    -1º. Por muy en contra que se esté de Burguer King o de cualquier cadena de comida rápida estadounidense, ya sea en defensa de la dieta mediterránea o simplemente por antiamericanismo, no se puede prohibir a una empresa que no de a conocer sus productos (ya se que hay excepciones como la del tabaco, pero ese es otro tema), porque según entiendo, el problema es que se haga “apología” de las raciones extragrandes, no que se comercialicen. Entonces; ¿que pretendemos? ¿Qué produzca un producto que nadie va a comprar porque se desconoce que existe? Si empezamos prohibiendo los anuncios de todo lo que conlleva un mínimo riesgo para la salud (p. ej. el tinte del pelo, que contiene amoníaco que se filtra por el cuero cabelludo hacia la masa encefálica y vete tu a saber lo que provoca), las empresas venderán dentro de poco productos casi de “estraperlo”.

    -2º. La salud de un país tiene que cuidarse por medio de una educación, en principio de personas adultas hacia los niños, y no reprimiendo una actividad más, como es la publicidad, dentro de una sociedad capitalista como la nuestra. Además; ¿no será igual de perjudicial comerse una hamburguesa doble o triple que comerse dos o tres normales? Entonces, el Ministerio de Sanidad también tendría que hacer campañas que dijesen al consumidor: “No sobrepase las calorías diarias recomendadas.” O, directamente: “No tome comida basura”, y no las hace.

    En definitiva, todos sabemos que la comida de Burguer King o similar no es precisamente buena para las arterias y demás, pero está dentro de la responsabilidad de cada uno el tomarla o no, y la ministra, a fin de cuentas, puede decir misa.

    PD: la versión americana del anuncio de este producto es toda una joyita: su lema es “Yes, I’m a Guy. I’m a man.” En las escenas que se suceden se ve al americano medio, algo regordete, levantar la criticada hamburguesa con orgullo en un gesto de machote. Todo muy Made in USA.

  32. Recuerdo el día cuando abrieron el primer restaurante McDonald´s en mi país. Era el mes de diciembre y hacía un frío espantoso. Yo, una niña de siete años, vestida de dos cientos jerseys, estaba esperando a mi madre delante del colegio. Cuando ella llegó, empezó a nevar. Le pregunté si pudimos ir a este nuevo restaurante McDonald´s. No estaba lejos de mi escuela y además todos los niños estaban allá. Fuimos. Entré y, ¡Dios!, era un paraíso – vi a los niños, comiendo hamburguesas y jugando con los juguetes de los Happy Meals, a las madres, tomando cafés y robando patatas fritas de los menús de sus hijos y al personal, intentando atender a todos. Me parecía bastante rico, igual que a Fred Flinstone, mi primer juguete de McDonald´s. Todos los niños molestamos a Ronald McDonald, el payaso grande que jugaba con nosotros. ¡Era un día maravilloso!

    Pregúntale a cualquier niño de siete años por qué McDonald´s (o Burger King, Pizza Hut, Jack in the Box, etc.) es su restaurante preferido y va decirte la misma cosa: Es divertido. No es sorprendente que las cadenas de comida rápida tienen tanto éxito en todo el mundo. Estos restaurantes ofrecen comida barata y rápida, actividades para los niños, una atmósfera agradable, etc. Se han transformado en el lugar donde la familia puede ir los domingos para divertirse sin pagar mucho dinero. Los padres pueden descansar sin preocuparse de cocinar o limpiar mientras sus hijos pueden jugar libremente. De hecho, muchas publicidades de comida rápida están orientadas a niños menores de 12 años. Estas publicidades usan la ingenuidad de los niños, tentándolos con música, juguetes, colores vivos, dulces, etc. Mucha gente cree que la publicidad que tiene como objetivo la audiencia infantil es una explotación de su punto de vista y altere los valores realmente importantes en la vida. Además, la consumación de comida rápida durante la infancia puede tener un efecto adverso en los hábitos de comer de los niños. Por eso, en algunos países como Suecia o el Reino Unido la publicidad de la comida basura orientada a los niños está prohibida o muy restringida.

    Sin embargo, el hecho que la comida basura es poco saludable y tiene altas niveles de grasa no puede ser la razón por la cual la publicidad de ese tipo de comida sea prohibida. La salud de una persona, la forma en que está, su peso dependen solamente de él mismo. No podemos culpar McDonald´s o Burger King de la obesidad de una persona. El éxito de los restaurantes de comida rápida resulta de la manera en que vivimos hoy en día. La apariencia de los restaurantes como Burger King tiende a satisfacer una demanda social. Mucha gente simplemente no puede y no quiere perder una hora comiendo y después pagando veinte euros. No cuesta mucho comprar un XXL menú en McDonald´s, mientras que el tiempo no tiene precio.

    Jana Nikolaeva Kostova 1B UCM 2006

  33. Es injusto juzgar a las agencias publicitarias por cumplir con su trabajo. Lo que hacen las agencias es presentar el producto. Este producto no ha sido creado por ellos sino por sus clientes. Por tanto, si hay algunos descontentos las empresas productoras son las responsables.

    Se podría decir que las agencias publicitarias no tienen derecho de opinar sobre QUÉ están trabajando. El fin último de los publicistas es dar a conocer el producto de tal modo que se venda bien. Lo que hacen es seguir las peticiones de sus clientes. Al firmar el contrato, se convierten en una especie de esclavos. El cliente dice exactamente o no lo que quiere y los publicistas trabajan ya sobre el modelo que les ha sido proporcionado. Las empresas que producen las cosas que pueden ser nocivas son las responsables de las consecuencias.

    ¿Cómo se podría solucionar el conflicto entre la sanidad de alimentación y esas empresas como Burger King y McDonalds? A lo mejor deberían hacer lo mismo que con el tabaco. Poner en cada envoltorio de las hamburguesas y comida parecida las cantidades de calorías, grasas, colesterol, etc. Otra solución sería que el Ministerio de la Sanidad también hagan anuncios pero en contra de la obesidad y hábitos de comida nocivos.

    Hagan lo que hagan estas dos partes opuestas, la decisión siempre la va a tomar el consumidor. A una persona sana no le va a importar el hecho de que ha salido la hamburguesa XXL, o XXXL, o lo que sea… Y una persona que no se cuida nada de nada siempre sabe lo que le perjudica (sin embargo, sigue llevando una vida poco sana).

    Con el tabaquismo pasa lo mismo. Ya han hecho muchos anuncios y campañas contra el tabaco. Así, la gente queda informada de las consecuencias que puede producir el hecho de fumar. Ni las empresas de cigarrillos ni el Ministerio de la Sanidad no pueden decidir por el fumador si debe seguir fumando o debe dejarlo. La decisión es suya.

    Volviendo al tema de los anuncios prohibidos, hay otros ejemplos: el de Ford Sportka (donde se representa la matanza de un gato); Toyota, Sony y SONYMAG han visto prohibidos sus anuncios porque se creía que podían dañar la moral pública por mostrar imágenes demasiado fuertes; algunos de PEPSI también fueron prohibidas por razones relacionadas con la sexualidad.

    Está claro que la sanidad también tiene razón al prohibir estos tipos de anuncios porque son vistos no solo personas adultas y conscientes sino también por los niños. A través de anuncios el niño puede aprender algo que no debería. El problema de la anorexia en la actualidad también está relacionado en cierta medida con los anuncios.

    En conclusión, está claro que los anuncios pueden influir en la opinión del público pero no tenemos que olvidar que las agencias publicitarias solo anuncian siguiendo las órdenes de las empresas

  34. Otra vez la misma historia,otra vez la misma polémica,otra vez el dedo vuelve a señalar a la publicidad.

    Me vienen a la mente tantas preguntas…por qué a ella?y por qué no a esas madres y padres,a esos adolescentes y jubilados que tienen en sus manos la capacidad de una elección que utilizan de esa manera tan poco objetiva?Por qué consiguen ser tan irresponsables?Quizá no hay respuestas,ni tampoco soluciones…quizá la búsqueda de esa culpable indirecta,sin remediarlo y una vez más,ha sido la publicidad.Y a veces,no te paras a pensar,pero si el objetivo de la publicidad es analizar,buscar y crear la más efectiva publicidad para conseguir el mayor número de ventas del producto,y si lo logra…y si lo logra?será porque está realizando un excelente trabajo;pero ahora parece que el llegar a esto supone ser una lacra para algunos aspectos de la sociedad.Hay que reconocer,que el propósito de la Ministra hace recapacitar sobre lo saludable y sobre las malos hábitos que acarrean graves consecuencias por las que hoy se intentan luchar como es en este caso el intento de retirar la hamburguesa XXL de Burguer King,y así contribuir en la disminución de la obesidad en la población española.

    La publicidad no es la culpable,el error habita en las equivocadas elecciones,en la ignorancia….en el desinterés.

    Alguna vez hemos premiado las inmejorables campañas publicitarias sobre la violencia de género o las de la DGT?en contadas ocasiones,mientras que en el lado opuesto,si hay que culpar a alguien de algo..ahí está de nuevo la publicidad:tantas veces juzgada…tantas veces pisoteada…pero siempre vuelve a renacer,siempre volvemos a valernos de ella.

    Esta no es más,que otra de esas acusaciones.Esta es una llamada más.

    ¡Que no se vuelva a repetir!Más decisión,más poder de elección…pero la próxima vez que no acudan a la publicidad:es la más fácil salida,pero no la adecuada.

  35. Si quieres saborear una buena comida te vas a un restaurante, pero ¿y si te quedas con hambre?… te vas al burguer. Y además si eres un hombre… de los hombres que arrastran camiones con su fuerza masculina… ¿por qué no te vas a comer una xxl?

    Puede que porque si has firmado un acuerdo con el ministerio de sanidad para cumplir la estrategia para la nutrición, actividad fisica y prevención de la obesidad (NAOS) no debas realizar este tipo de spots, donde fomentar el consumo de hamburguesas a lo bestia… una cosa esta clara, si lo firmas lo respetas, sino no. Aclárense con la imagen que deseen dar.

    Entiendo que el estado deba reclamar por ello, que sanidad intente tomar medidas para que la dieta española no se convierta en algo tan horrible como puede estar sucediendo en otros paises. Los gastos para el estado serán mayores a la larga si tiene que mantener a un gran puñado de enfermos. Si los jóvenes y niños de ahora se alimentan tan mal y el deporte que practican es reducido, su futuro en materia de salud será lamentable, y serán ellos quien deben mantener a los mayores… tendremos una crisis que el estado debe prever e intentar solucionar.

    Y si, los padres deben educar a sus hijos, deben enseñarles a comer sano, pero seamos realistas… hay montones de familias donde comer hamburguesas es algo habitual… como comer bebiendo coca cola. Hay asi mismo familias que no tienen tiempo, los niños comen en la escuela, y ven la televisión muchas horas, ven anuncios de este tipo, dan regalos con sus minihamburguesas y los niños son felices y sonríen. Por supuesto quieren ir ahí, y el padre debe explicar que es mejor comer otras cosas, o no comer siempre en esos sitios de payasos y regalos. Pero los padres se cansan, y ceden, o no lo piensan. O simplemente les gusta, como en el anuncio. Asi que lo niños van, comen mal, y a la larga enferman. Es pues claro, que el estado tiene que hacer algo.

    Claro que, ¿es el prohibir este anuncio el algo que tiene que hacer? ¿A caso otros productos alimenticios son menos perjudiciales que una hamburguesa? Porque no arremeten contra toda la bollería industrial, los refrescos, los montones de gominolas que comen los niños… la hamburguesa como cabeza de turco. No siendo la única culpable.

    Debe el estado por tanto buscar una alternativa, mostrar y enseñar que hay formas de comer adecuadas, sanas, rápidas. Debe garantizar que los precios de la comida fresca no sean elevados… y por supuesto crear una publicidad decente que fomente la alimentación sana.

    Elisa Díaz Martínez 1.B Publicidad y RRPP

  36. Otra vez la misma historia,otra vez la misma polémica,otra vez el dedo vuelve a señalar a la publicidad.

    Me vienen a la mente tantas preguntas…¿por qué a ella?¿y por qué no a esas madres y padres,a esos adolescentes y jubilados que tienen en sus manos la capacidad de una elección que utilizan de esa manera tan poco objetiva?¿Por qué consiguen ser tan irresponsables?Quizá no hay respuestas,ni tampoco soluciones…quizá la búsqueda de esa culpable indirecta,sin remediarlo y una vez más,ha sido la publicidad.Y a veces,no te paras a pensar,pero si el objetivo de la publicidad es analizar,buscar y crear la más efectiva publicidad para conseguir el mayor número de ventas del producto,y si lo logra…¿y si lo logra?será porque está realizando un excelente trabajo;pero ahora parece que el llegar a esto supone ser una lacra para algunos aspectos de la sociedad.Hay que reconocer,que el propósito de la Ministra hace recapacitar sobre lo saludable y sobre las malos hábitos que acarrean graves consecuencias por las que hoy se intentan luchar como es en este caso el intento de retirar la hamburguesa XXL de Burguer King,y así contribuir en la disminución de la obesidad en la población española.

    La publicidad no es la culpable,el error habita en las equivocadas elecciones,en la ignorancia….en el desinterés.

    ¿Alguna vez hemos premiado las inmejorables campañas publicitarias sobre la violencia de género o las de la DGT?en contadas ocasiones,mientras que en el lado opuesto,si hay que culpar a alguien de algo..ahí está de nuevo la publicidad:tantas veces juzgada…tantas veces pisoteada…pero siempre vuelve a renacer,siempre volvemos a valernos de ella.

    Esta no es más,que otra de esas acusaciones.Esta es una llamada más.

    ¡Que no se vuelva a repetir!Más decisión,más poder de elección…pero la próxima vez que no acudan a la publicidad:es la más fácil salida,pero no la adecuada.

  37. El caso es hablar por hablar, si la Ministra de Sanidad no trata el problema que conlleva el ingerir una cantidad excesiva de calorías, entonces, ¿quién lo hará?

    Me parece genial que el Gobierno, y en concreto la Ministra de Sanidad, se preocupe por temas que afecta seriamente a cada uno de nosotros.

    La gente debería de agradecer que se pongan serios con el tema.

    El otro día, leí en un periódico que según unas encuestas prácticamente la mitad de los españoles eran obesos, ¿será broma?¿verdad? vamos eso no se lo cree nadie. Es cierto que si hay más gente obesa que hace unos años, pero no hasta alcanzar tales porcentajes.

    Pienso que es bueno ser precavido, y coger el toro por los cuernos, y mucho más si vas a EEUU y te encuentras con una persona obesa como jamás lo habías imaginado. Habría que inventar un nuevo concepto que describiese tal volumen. De verdad, vamos a tomarnos en serio este tema, que si la ministra dedica su valioso tiempo a esta cuestión será por algo.

    En cuanto a la publicidad, claro que es en ocasiones engañosa. Pero esa es la clave: hacerte ver que un producto está pensado y diseñado para ti.

    El otro día, fui a comer al burger, yo miraba la foto que ponen para cada menú, y cuanto más la miraba más quería que llegara mi turno, ese impresionante tamaño, la hamburguesa tan hechita, y ese color de la lechuga y el rojizo del tomate,,,En fin, al darme el menú me quedé en plan ¡shock! Pero,,,¿ estaban de pitorreo? Lo que me dieron no era ni ¾ partes de la hamburguesa de la foto.

    Pero si lo piensas, te das cuenta de que la publicidad va de eso, de crear un conexión entre producto y consumidor.

    Yo al igual que mis compañeros, somos ya mayorcitos para saber que abusar de este tipo de comidas no es nada sano; pero tampoco dramaticemos, porque vayas alguna vez al mes y te comas una hamburguesa de ese estilo no vas a padecer de obesidad.

    Pero en el caso de los niños si es serio. Los padres son los únicos responsables de la educación de sus hijos, son ellos quien los lleva a estos sitios.

    Por último, decir que me parece correcto que se trate el tema de la obesidad como un problema y que nos dejemos de tonterías. Como con el tema del tabaco y del alcohol.

    El problema viene cuando nos tomamos a pitorreo todos estos temas, buag si total… Por el total, muere muchísima gente en carreteras a causa del alcohol; por un total hay chicos con 12 años fumando; y por un total hay niños que pesan más de lo recomendado.

    Dejemos de considerar las cosas como si no fuera con nosotros y vamos a tomarnos las cosas en serio.

  38. En mi opinión esta campaña de "Burger King" es una más de tantas otras…que se ven salpicadas de polémica, acerca de sus contenidos entre otras razones…

    La polémica de esta campaña viene de manos de la Ministra de Sanidad, Elena Salgado, quien en dos ocasiones ha pedido la retirada de dicha campaña y del producto que en ella se oferta por su elevado número de calorías ¡900 nada más y nada menos! y por incumplir una estrategia gubernamental para prevenir la obesidad. Pero no sólo el Ministerio de Sanidad se ha pronunciado al respecto, también lo ha hecho el presidente de la AESA, Félix Lobo quién señaló que están estudiando que tipo de medidas pueden tomar contra empresas como Burger King que no cumplen los convenios que ellas mismas suscriben, y realizan publicidad que, según ellos, es de dudosa legalidad, y que además ha sido denunciada por parte de las asociaciones de consumidores.

    Los publicistas de esta campaña como de cualquier otra lo único que han hecho es su trabajo, a ellos les encargan una campaña y lo único que hacen es diseñarla, según lo que el cliente les pide, en este caso el Burger King. Si esto es así la campaña no debería suponer ningún problema sino el producto que en ella se oferta ya que esta "comida rápida" ó "basura" lleva altos niveles de grasas y están elaboradas con aceites poco saludables que desembocan en graves problemas de salud como el "sobrepeso", culpa del cual casi 30.000 personas mueren en nuestro país cada año. Pero…¿por qué tanta polémica con la "XXL"? ya que hay otros muchos productos que son nocivos para nuestra salud y no son retirados del mercado (tabaco, alcohol, rayos UVA, antenas de teléfonos móviles, ondas de microondas…).

    Algunos periódicos han hecho sus propias comparativas y según ellos tan sólo una de estas famosísimas hamburguesas supone 4 platos de macarrones con tomate entre otras….sinceramente yo antes de comerme una de ellas me quedo con los macarrones…. pero justo ahí es donde empieza la libertad del consumidor en elegir lo que quiere/debe comer y lo que no….

    Burger King por su parte se ha negado a retirar su campaña y mucho menos su producto, sacando además la triple whooper. Pero no sólo eso sino que también ha lanzado un blog para "hombres de verdad" que defienden el consumo de raciones gigantes y defender las campañas de publicidad de platos de grandes dimensiones y la "libertad de expresión", y digo yo….¡que tendrá que ver la libertad de expresión con una hamburguesa de 900 calorías…!

    Otro motivo de esta polémica campaña es precisamente el enfoque que tiene "dirigida a hombres de verdad", porque ni un hombre es más hombre por comerse una de estas hamburguesas ni sólo un hombre puede ser capaz de comérsela….

    En definitiva no creo q sólo debamos de hablar de esta campaña, ni de este producto en concreto únicamente, sino de otros tantos que son nocivos para nuestra salud y que deberían ser más controlados…..

  39. Resulta que la publicidad, según el Ministerio de Sanidad, da pie a la obesidad en nuestro país. A mi parecer esto no es cierto ya que nosotros, los clientes, somos dueños de nuestras decisiones. Si tengo hambre comeré más unos días que otros y sino no. Ahora resulta que nos van a decir que comer y que no…Yo creo que la Ministra de Sanidad algún día habrá ido a comer una hamburguesa y que es suficientemente inteligente para saber qué debe comer y nadie se lo tiene que decir.

    El problema está en comer todos los días una hamburguesa grande o cualquier comida que sea perjudicial para nuestro organismo. Una hamburguesa XXL es igual de “mala” que si comes dos normales y aunque esta desaparezca la gente si quiere se comerá dos en vez de una.

    En este asunto lo único que hace la publicidad, como con cualquier otro producto, es dar a conocer las novedades de lo que anuncian, no intentan, ni mucho menos, hacer que cada día la gente que vaya al Burger King se compre una hamburguesa XXL y de este modo suba de peso, eso está en manos de los consumidores.

    Lo único que debería hacer el Ministerio de Sanidad es informar sobre las calorías del nuevo producto y si en algún caso hubiera algún riesgo sanitario lo lógico sería advertirlo a los consumidores, pero no prohibir los spots sobre éste, ya que cada empresa puede, o debería poder, anunciar lo que desee de la forma que desee.

    Como en cualquier otro anuncio se intenta llamar la atención, aunque últimamente de forma un poco “ficticia”. En muchas ocasiones se fantasea con el tema de la sexualidad, atraer más a otras personas si te echas una colonia u otra o un desodorante u otro. En este spot se quiere transmitir la “masculinidad” de los hombres que comen hamburguesas grandes, aunque yo creo que eso no tiene nada que ver. Es una forma más de hacer resaltar un producto.

    Con todo lo que se está hablando ahora de este asunto la publicidad de la hamburguesa XXL está aumentando, cosa que según el Ministerio de salud no será correcta porque así se fomenta su consumo.

    Lo que no comprendo del todo es que si por ejemplo en el caso de los anuncios de bebidas alcohólicas, que no están prohibidos, no se dice que así se fomenta el alcoholismo por qué en el caso de Burger King sí. Tendrían que poner también en letras muy pequeñas que casi ni se leen “es tu responsabilidad no podemos comer por ti”, como en el caso de los anuncios sobre la prevención de accidentes de tráfico.

    La publicidad NO es la culpable de la obesidad, sino la población, los clientes. NO es culpable ya que nosotros decidimos qué queremos consumir y qué no.

    Eso está en nuestras manos lo único que se puede hacer es informar de los síntomas que produce la obesidad y no dar más pié a que este producto sea más conocido por todos los comentarios que hacía él van dirigidos.

    Finalmente creo que la campaña publicitaria a tenido gran éxito ya que lo que intenta es llamar la atención y que se hable de ella y eso por ahora ya se ha conseguido.

  40. Creo que la publicidad realmente está para servir a sus clientes y es el anunciante el verdadero responsable del producto que lanza al mercado.

    Pienso que no es correcto éticamente que Burguer King haya creado una hamburguesa de tales dimensiones y composición, sabiendo que España se encuentra en un momento alarmante en lo que se refiere a la obesidad y, a pesar de todo, siga retando a sanidad creando una nueva hamburguesa con más calorías aún. Demostrando así que sus objetivos se centran únicamente en sus ventas, haciendo caso omiso a la estrategia Naos.

    Lo que realmente sí hay que reconocer es que la campaña ha obtenido un alcance muy significativo ya que se encuentra en “boca de todos”; tanto es así, que esto ha generado una explosión de opiniones y un análisis más crítico sobre los anuncios; como se refleja, por ejemplo, en el caso de la Federación de Consumidores en Acción que ha solicitado a Casa Tarradellas la retirada del anuncio en el que el niño se come una pizza entera, porque considera que promueve hábitos de alimentación poco saludables.

    Lógicamente una agencia de publicidad no va a dar un “no” por respuesta para la realización de una campaña que puede generar beneficios económicos y posibles futuras campañas con la misma empresa.; ya que se da por seguro que si no lo aceptan ellos, lo aceptará la competencia. Un futuro acuerdo entre las agencias podría ayudar a regular estos principios éticos a la hora de decidir meterse en una campaña.

    A su vez, la postura de la ministra de sanidad al pedir la retirada de la campaña es comprensible ya que la propia firma había roto el compromiso pactado en la estrategia Naos (cuyo objetivo es no inducir al consumo de raciones desmesuradas de calorías y grasas saturadas) para prevenir esta situación tan problemática como es la obesidad (ya en España un 13% de los niños y 16% de adultos son obesos).

    Estas declaraciones de Elena Salgado han ido dirigidas claramente a la empresa, la publicidad ha sido un medio difusor, aunque está demostrado que el posible consumidor del producto, en muchas ocasiones, sigue inconscientemente algo que está establecido como “moda”; visto esto, cuando a una persona se le presenta de una manera atractiva una suculenta hamburguesa que invita a ser saboreada, consigue llamar su atención sabiendo que es “XXL”, y además es barata!… esta persona ya se encuentra más predispuesta y condicionada. Si bien, estoy de acuerdo que la última palabra la tiene el consumidor y es indiscutible que tiene la libertad de elegir.

    Es importante el seguimiento por parte del Ministerio de Sanidad para que se cumplan los compromisos pactados porque parece que no se tiene en cuenta que cerca de 150.000 personas mueren al año por problemas cardiovasculares que derivan en gran medida del exceso de grasas.

  41. De cada uno es la responsabilidad de sus actos y de cada uno por tanto, la última decisión.

    El escándalo producido ante la prohibición de la campaña que anunciaba la saturada hamburguesa XXL del "Burguer", radica, nada más y nada menos, en que esta misma no deja de ser una forma clara de censura por parte del gobierno.

    Voy a explicarme porque soy consciente de que esto suena, cuanto menos, brusco. De haberse llevado a cabo, y si la Ministra de Sanidad hubiese prohibido totalmente la divulgación de esta campaña publicitaria, estaría ejerciendo una acción coartiva frente a la libertad de expresión.

    Del mismo modo que estaría interviniendo de forma negativa en el trabajo de unos profesionales (los publicistas), que sólo estarían cumpliendo con su función de divulgación y promoción de un determinado producto.

    Por lo tanto creo que aquí está la génesis del problema, la gente no debería debatir sobre si la hamburguesa en cuestión es buena o mala para la salud ( puesto que a la vista está, la respuesta es evidente), si por el contrariodebería pronunciarse sobre cómo esta intromisión puede afectar a la que en un futuro sera mi profesión. La censura o eufemísticamente ablando "la no permisión de divulgación" de cierta campaña, es solo un modo de interceder en una profesión que cuenta con un influyente peso social.

    Pero podemos estar tranquilos porque muy al pesar del Ministerio de Sanidad y por consiguiente de su ministra, lo único que esta y sus declaraciones han conseguido es otorgar una mayor publicidad a este producto y de forma gratuita.

    De otra manera, también debo romper una lanza en favor de nuestra señora ministra, puesto que todo lo que dijo no era con mala intención, sí por el contrario para protegernos de una incipiente obesidad. Lo único es que yo creo que se equivocó en la estrategia.

    La solución no pasa por la prohibición de la polémica campaña o de la propia hamburguesa, sino en la EDUCACIÓN. Esta educación no debe de correr por cuenta de la tele (medios de comunicación) como ocurre en muchos casos (y así nos va), son los padres o educadores los que deben fomentar una serie de conductas y valores en los niños.

    Labor de la publicidad es mostrar, persuadir, encandilar o emocionar de una forma atractiva y si se puede inusual.

    No intentemos también que eduque a nuestros hijos.

    LAURA CASSUSO 1ºA PUBLICIDAD Y RRPP.

  42. Miren, una cosa está clara, si Burguer King se salta los acuerdos de la estrategia NAOS de prevención de la obesidad, el Ministerio de Sanidad debe pedir a la empresa que rectifique. Cuando nos saltamos las reglas del juego, es lógico que el árbitro saque tarjeta. El amonestado puede hacer dos cosas: tragar o no tragar. “El Burguer” no ha tragado. Normal, porque con tanta carne a la vez se les debe hacer una bola… Pero el caso es que éstos hacen oídos sordos. Algo que dice poco a su favor ya que se demuestra el poco respeto que le tienen a las instituciones. Y, aunque aceptaran dichos pactos, ahora dicen que nanai a NAOS y se quedan tan a gusto. Tan a gusto como los mozos del anuncio que tiran el coche por el puente. Pero no nos extrañemos, porque esto es lo normal cuando los países cada vez están más dominados por las multinacionales.

    En este caso, el árbitro ha sacado tarjeta amarilla. Pide que se elimine el anuncio, pero deja que la hamburguesa que crea Nenes Americanizados Obesos y Sebosos siga en el campo de juego. Esto es poco comprensible. Si el Ministerio cree que ese producto no cumple los principios de la estrategia NAOS lo que deberían hacer es sacar la tarjeta roja y prohibir la venta del producto.

    Si se decide retirar una campaña de publicidad por incitar el consumo de un producto, éste también debería ser retirado del mercado. Y es que todo lo que se puede vender, debería poderse anunciar. Así que en el caso del alcohol y del tabaco idem.

    Muchas contradicciones. Dejamos vender, pero no anunciar. Intentamos que fume menos gente quitando los anuncios, pero no prohibimos su venta, que tan buena fuente de ingresos supone para el gobierno. Eso sí, si se fuma menos aumentamos el impuesto del tabaco y punto.

    Las agencias de publicidad, por tanto, son las que, al final, pagan el pato. A mí ya me preocupa porque entre las restricciones y el marketing viral vamos a estar de training toda nuestra vida. Hoy en día no están las agencias como para decir que no a posibles clientes. Los anuncios tienen un parto difícil y todas las comadronas de la agencia están para servir al cliente, que es el que suelta la pasta. Le miman e intentan que el bebé sea un triunfador. En el intento, siempre puede fallar algo y ahí estarán las asociaciones e instituciones para denunciarlo. Sólo hay que recordar ese anuncio de Amena en el que caían enanos del cielo. ¿Qué pasó? Denuncia de una asociación de enanos. Si el fallo está en el mensaje del anuncio, la publicidad es responsable. Pero si el error está en el producto, la culpa es de la empresa creadora.

    El estado debe participar, como en el caso de la hamburguesa, lo que ocurre es que a veces satura. No os sorprendáis si un día de éstos veis una campaña de la comunidad o del estado dándoos algún consejo más sobre qué hacer con vuestras vidas. “Sólo escombros gracias”, “hay trenes que es mejor no coger”, “quizás tengas que despedirte”, “¿quieres crear tu propio proyecto?”, “¡desayuna!”…. ¿Una carrera por ver quién hace más anuncios?, ¿Propaganda política?

    Yo veo la trilogía de hamburguesas (papá Whopper, mamá Whopper e hijito Whopper) y me quedo igual. Me sienta peor sentarme en la parada del autobús y ver el anuncio de Wonderbra que incita a querer tener una talla de pecho muy grande. Y luego encontrar a niñas que como regalo de cumpleaños reciben unas tetas Whopper (del inglés, cosa f grande/enorme).

    Pero, mientras esté el violinista de Nuevos Ministerios permitiéndonos oír unas notas de alegría y haciéndonos sonreír a las ocho de la mañana, no necesitaremos hamburguesas pobladas de “moléculas con papada” para afrontar el día…aunque si tenemos Documentación…

  43. La reciente campaña XXL en la que Burger King presentaba su nueva hamburguesa gigante ha suscitado una desmesurada cantidad de reacciones ,ya no sólo en España sino también en el resto del mundo, al respecto en los últimos días.

    Tras las declaraciones sostenidas por el Ministerio de Sanidad, que desvelaba informaciones nutricionales un tanto delicadas sobre esta hamburguesa, la campaña publicitaria de la empresa ha sido puesta en entredicho, siendo sometida a multitud de críticas. La elevadísima carga calórica, o la enorme cantidad de grasas saturadas e hidrogenadas que contiene el producto, han abierto nuevamente un profundo debate sobre la obesidad y las consecuencias que la ingesta de este tipo de comida puede suponer para nuestro organismo.

    Muchas otras asociaciones del gremio han apoyado al Ministerio en su incesante petición por la retirada de la campaña publicitaria.

    La tremenda repercusión social que ha tenido y aún continúa teniendo esta polémica no ha hecho más que poner en duda una vez más a la propia publicidad. No es descabellada la afirmación de que tal vez resulta una campaña cuanto menos impactante para el consumidor pero … ¿cuál es si no ese el principal objetivo de la publicidad? Porque precisamente lo que persigue la publicidad es eso, romper moldes, sorprender, escandalizar incluso, y llamar la atención de su público de la manera más desconcertante posible.

    El publicista no sólo es libre de hacerlo, sino que debe manejar la información a su antojo y velar por la imagen y los intereses de la empresa para la que trabaja, explotando al máximo aquella parte que le interesa mostrarnos y maquillando otros aspectos negativos, con el fin de convencer al consumidor y vender y promocionar el producto.

    Una vez hemos recibido nosotros la información (publicidad) ya sea a través de la televisión, la radio, o cualquier otro medio, somos totalmente libres para decidir consumir o no consumir lo que nos están anunciando. Y aquí entraríamos en una cuestión de gustos; mientras para algunos la idea de comerse una hamburguesa XXL puede resultar atrayente, a otros puede no resultarles nada atractiva, ¿o acaso los vegetarianos consumirían una de estas hamburguesas?

    Creo que hoy en día ya todos somos conscientes de los riesgos que este tipo de comida podría conllevar, pero aún así lo consumimos. Por tanto, ni las hamburguesas gigantes, ni mucho menos los publicistas son responsables de nuestra salud y la última decisión la tenemos nosotros. A nadie le ponen, aunque suene un tanto sorprendente decirlo, una navaja en el cuello para que vaya a comerse una hamburguesa al Buger King, de manera que no debemos achacar a la publicidad responsabilidades que no le corresponden.

    Seguramente antes de que esta polémica saliera a la luz, ya casi todos nosotros éramos conscientes de que las hamburguesas engordan o que tienen mucha grasa, pero lo que estoy convencida que muchos no sabían (entre ellos me incluyo) era de la existencia de estas hamburguesas XXL. Ahora, gracias al Ministerio de Sanidad ya lo sabemos y podemos ir voluntariamente a disfrutar de ello.

    En conclusión, es muy probable que todo el revuelo que ha levantado durante días este debate, y que ha conseguido situar el nombre de la empresa de comida rápida en uno de los primeros planos del panorama de actualidad, haya despertado la curiosidad de muchos ciudadanos, que dejándose llevar por el morbo se acerquen en las próximas horas al Burger King más cercano para así poder posicionarse después en una polémica que no está dejando indiferente a nadie.

  44. La publicidad necesita la libertad como para poder anunciar lo que desee siempre que no viole los derechos del otro ni deje en situación inferior a un determinado grupo. Este no es el caso no mucho menos. Burger king quiere una hamburguesa enorme a la que llama “XXL” y encima la anuncia a un buen precio que es el deseo de todos los clientes de esta cadena de comida rápida. Si logra este producto lógicamente querrá anunciarla para hacerles ver a sus consumidores la grandeza lograda. El anuncio obtenido en ningún momento dice algo falso y engañoso ni desprecia a nadie ni similar por lo que es un anuncio que se podría llamar como “correcto”. Este caso que ha generado tanta polémica es desde mi punto de vista un intento de imponer salud en este tipo de restaurantes cosa que para mi es un tanto ridículo y no hay mas que ver ese sobrenombre que recién sus productos de “comida basura”. Dejando de lado la política y las tendencias que hay creo que la ministra de sanidad actual quiere convertirnos en los mas sanos del cementerio y me explico: primero ley antitabaco, después prohibición de tomar pescado fresco por tener que pasar antes por el congelador y ahora censura d un anuncio de hamburguesas. Nadie tiene que obligarnos a comer y dejar de comer unas cosas u otras sino que lo que tendrían que hacer es daros la información necesaria y una vez que este en nuestro poder ser uno mismo el que decida que hacer por uno mismo y no por orden de nadie. Creo que lo único que ha conseguido es fomentar el interés de la gente por consumir ese “producto prohibido”. Para resumir necesito solo cinco palabras: menos censura y más comunicación.

  45. Parece ser que la ministra de sanidad quiere erradicar la obesidad de la sociedad española, y es que desde la última década nos hemos adentrado en la cultura de la comida basura… veníamos de una cultura culinaria privilegiada como es “ la dieta mediterránea ” y todo se ha ido al garete, ya que, cada vez más, empezando por nuestra juventud y terminando por nuestros mayores, la comida rápida se esta imponiendo en nuestro ritmo de vida…debe ser por la falta de tiempo o debido al trabajo o vete tu a saber. La cuestión es que cada vez más echamos mano de la comida rápida. Particularmente, en este texto sólo se habla de la hamburguesa de Burger King, pero ésto abarca algo más grande que no solo el anuncio de una hamburguesa. Abarca todo, todo el cambio que se ha producido en nuestras costumbres y en nuestro ritmo de vida.

    Por tanto, a mi parecer la publicidad si que influye en el consumo de las hamburguesas, pero claro que influye… es para eso que se hace no? …para aumentar el consumo de lo que se anuncia. Vaya mundo de locos!! anunciamos cosas de las cuales todos criticamos, pero lo más alarmante es que la mayoría lo consumimos… jeje, quien no se come una riquísima hamburguesa de éstas…sin ir más lejos yo mientras leía el anuncio solo pensaba en lo que disfrutaría si me estuviese comiendo una de ellas. Pero claro son malísimas para la salud, eso está claro…Mira, sin ir mas lejos, mis amigos y yo tenemos un dicho … ”efectos post burguer ” llamamos así a las horas posteriores del paso por un burguer o similar…es el efecto parecido al de la resaca; ardores, malestar, arrepentimiento, etc…En verdad, creo que la publicidad simplemente hace su trabajo y que la culpable de todo esto no es ella sino la misma sociedad… entonces creo que no deberíamos pagarla siempre con los mismos…”los publicistas” ellos solo cumplen con su deber.

    Por otro lado, entiendo la postura de la ministra de sanidad, ya que, al igual que los publicistas hacen su trabajo, ella hace el suyo y el suyo es ocuparse del bienestar de nuestra sociedad, y si los estudios científicos creen que el consumo de ésta clase de comida perjudica a las personas, ella tiene el deber de intentar parar su consumo…Entonces creo que es una guerra parecida a la que existe con el tabaco y el alcohol.

    En definitiva, quien crea que no la debe comer, que no lo coma, nadie le obliga !!! aunque la tentación te lleve a ello resiste a la XXL Whopeer!!!

  46. ¿y porqué este y no otros anuncios? ¿Qué ocurre con los que incitan a fumar o beber? ¿Quién es el responsable de nuestros actos? ¿la publicidad o nosotros?

    La campaña publicitaria no es la culpable ni siquiera la responsable de nada, ya que creo que es el consumidor quien decide sus actos y lo que debe o no comer. Hoy en día hay muchos medios que hacen que seamos conscientes de lo que comemos. Realmente la publicidad únicamente ha hecho su trabajo y pongo en duda si ellos mismos sabían que se iba a formar este “bulow” o no. Lo importante creo que en publicidad es que la gente conozca el producto y creo que Burger King va a salir beneficiado ya que ha conseguido que salga en todos los medios y sea el centro de atención de todos los productos publicitarios, siendo un escándalo y rompiendo las tradiciones.

    Todas las personas saben ya qué es la “XXL”, ¿Y porque no probarla? No creo que una vez consumida pase algo, ya que si lo haces con exceso igual que todos los alimentos no son buenos. Lo que pueda criticar es el eslogan de la hamburguesa, desde mi punto de vista es algo machista cuando citan : “sé un hombre”, puede que los hombres les de más igual las calorías que las mujeres, pero no creo aceptable este eslogan que de alguna manera excluye a la mujer.

    El anuncio ha hecho lo que tenía que hacer no creo que haya impuesto ninguna regla, simplemente ha descrito su hamburguesa, contenga más o menos ingredientes. Internacionalmente Burguer King ha conseguido colocar su comida rápida por todo el mercado alimenticio pero aún así creo que con todo esto, durante mucho tiempo la empresa va a llegar a lo más alto del panorama de publicidad, despertando a los clientes cierta inquietud y curiosidad por probar la hamburguesa “XXL”.

  47. En mi opinión esta campaña que tanta polémica ha traido es una campaña que en ningun caso debería ser censurada por sanidad puesto que cada uno es libre de consumir lo que le parezca..Por otra parte esta campaña fomenta la obesidad según el ministerio pero y ¿Qué hay de todas esas campañas que fomentan todo lo contrario, la extrema delgadez?Todos los días veo en la publicidad chicas "perfectas", algunas excesivamente delgadas..Y eso también favorece los trastornos alimenticios si seguimos este análisis. Este tipo de anuncios aparecen en todas las franjas horarias, en la calle..Por no hablar ya de la cantidad de productos "milagrosos" adelgazantes existentes en el mercado…

    Por todo ello creo que cada uno debe ejercer el control sobre lo que consume y lo que no, y como mucho veo factible plantear campañas de choque advirtiendo de los problemas que la comida basura puede causar.

    Además es curiosa la preocupación de España por la comida basura. En otros países como EEUU se preocupan menos…y personalmente creo que puede existir una relación con el tipo de sanidad existente en ambos:en España,la sanidad es pública, por lo que al gobierno puede interesarle evitar gastos, mientras que en EEUU la sanidad es privada, cada uno se hace cargo de sus gastos.

  48. la publicidad no tiene la culpa de anunciar una hamburguesa trple xxl,la publicidad solo informa al publico de su existencia y su salida al mercado.El consumidor consciente de la existencia de esta hamburguesa,gracias ala publicidad,decide en funcion de sus necesidades y gustos si para es apta para él mismo.

    Las agencias de publicidad unicamente llevan a cabo el dar a conocer un producto nuevo q ha lanzdo al mercado una empresa..unicamente sirven a su cliente.

    Es normal que sanidad intente retirar este producto,ya que debe fomentar una buena y equilibrada alimentacion,lo cual no se consigue debido a sus alarmantes calorias con esta hamburguesa.

    Tmbien tiene su parte de razon la publicidad,ya que no obliga acomer su hamburguesa,simplemente nos incita a su consumo,pero cada persona es la que debe elegir el producto que quiere consumir,por lo cual la publicidad tampoco tiene culpa.

  49. Burger King lanza una hamburguesa de más de 1000 calorías.

    Esta es la noticia que ha causado tanta relevancia en los últimos días. La empresa ha lanzado la “mega hamburguesa” una semana después de que el Ministerio de Sanidad solicitase la retirada de la campaña publicitaria de la XXL, ya que su aporte calórico asciende a 1000 calorías y consideran que vulnera los principios del programa que se está llevando a cabo contra la obesidad infantil.

    Seamos sensatos, cada uno sabe lo que debe comer y en qué momento, como muy bien defiende la propia empresa Burger King en su filosofía, la cual se resume en la frase “Como tú quieras”, en la que los gustos de los consumidores priman por encima de todo.

    No veo nada justo que se proponga la retirada del anuncio, puesto que esta claro que incita a consumir este producto, pero porque es lo que en realidad se pretende, la agencia que creó la campaña es lo que pretendía, crear expectación en los consumidores para que movidos por la curiosidad acudan a su local Burger King mas cercano y la prueben. Sabemos que es malo para la salud, pero si te tomas varias, creo que por tomarte una hamburguesa XXL no coges obesidad de la noche a la mañana.

    La empresa ha aprovechado este tirón mediático para manifestar su compromiso en la promoción de una alimentación equilibrada, cosa que me parece muy bien ya que pienso que toda la sociedad tenemos el concepto de estas empresas de comida rápida asociado a comida nociva para la salud, y ahora éstas pretenden “limpiar” un poco su imagen.

    Por otro lado el ministerio ha anunciado que no tomará ninguna medida al respecto mientras que la compañía no anuncie la Triple Wopper, pero si en su día fue aprobada, ¿a qué viene causar este revuelo? La ministra debería promover una campaña de autoconciencia sobre la alimentación, y no recular en sus decisiones.

  50. Es cierto que no hay que pasar por alto el hecho de que ni los publicitarios ni las propias cadenas de comida rápida son los culpables de nada. Y más bien cabría tratar el tema en cuestiones ideológicas movidos por la controversia suscitada a raíz del documental “Super size me” de Morgan Spurlock hace algunos años. O no es cierto que desde tiempos casi prehistóricos ingerimos el doble de lo que necesitamos realmente, con y sin publicidad. No hay diferencia sanitaria entre comerse una hamburguesa doble, triple o cuatriple y un buen cocido típicamente español. Pero Sanidad no protesta o no se atrever a afirmar nada en contra de la publicidad que ofrecen restaurantes como “casa Pepe” o vete tu a saber.

    Y cabe señalar el dudoso gusto del anuncio en cuestión. Con lemas salidos de tono que reclaman los instintos mas primitivos del hombre , y nunca mejor dicho, pues es a este genero al que se alude en mayor medida.”Come como un hombre”más bien se sustituiría por “engulle como un gorrino”ya que en realidad lo que parece esconderse detrás de ese eslogan es ese afan de glotonería innato.

    A la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA), la Federación Española de Hostelería y Restauración (Fehr) y la Asociación Empresarial de Cadenas de Restauración Moderna (Fehrcarem) hay que sumarle el Instituto de la mujer ,que protesta por ese lema tan varonil a la vez que “casposo”.

    Suscribiéndose a acuerdos voluntarios bien sean entre empresas españolas, americanas o de la ConchinChina no se busca otro objetivo mas que el de proporcionarse buenos réditos propagandísticos y un buena depuración de la imagen corporativa.

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