La colección Austral Premio de Fomento a la Lectura por el Ministerio de Cultura. En justa correspondencia, la editora de la colección, Nuria Esteban, es despedida.

¿Por qué y para qué leer? Se me ocurren mil respuestas, pero la primera y con el paso del tiempo casi la única tiene que ver con la soledad y con el deseo de sentirme persona. Es significativo que se haya creado un premio para fomentar la lectura. Es más, diría que «alucinante». Tenemos la suerte de disponer de «tesoros», buenos bonitos y baratos (los libros) y necesitamos que las instituciones públicas o privadas, e incluso los propios autores se dediquen a fomentar la lectura. Es cierto que descubrir el placer de disfrutar de un libro cuesta a veces tiempo (lo del dinero es falso porque en las librerías de viejos nos ofrecen pilas de libros a euro), pero no es menos cierto que cuando hacemos nuestra la historia de su inventor entramos en una especie de trance que nos engancha.

En Austral fueron mis primeras lecturas. Una colección que a mis 14 años recién cumplidos me atraía más por sus colores que por los contenidos: azul para el cuento, verde para el ensayo, rojo para la novela, negro para los viajes, amarillos para las biografías, gris para los clásicos… Han pasado años, pero no tantos como paraque nuestra flaca memoria olvide que todavía en 1970 se repartía leche en los colegios públicos durante el recreo y que los aprendices íbamos a trabajar con el bocadillo de chicharrones o sardinas envuelto en papel de periódico (la presión y el calor de las manos transportaba la tinta a la corteza y se producía un efecto maravilloso porque el pan aparecía estampado con la tinta de Pueblo, Ya o Informaciones.
De Austral tengo la imagen de los pliegos recién impresos, el olor característico de la tinta y el ruido consuetudinario de las máquinas de imprimir y encuadernar. En la colección descubrí autores y personajes que hoy recupero mientras repaso el catálogo. No voy a engañarme ni a pecar de pedantería porque nunca fui lector de color gris, sino de rojo, verde y azul, sobre todo azul, con aventuras y desventuras como las que contaba un olvidado (por desconocido) Sebastián Juan Arbó en la serie dedicada a Martín de Caretas. Pero también de Azorín y de Baroja, de los que me bebí todos y cada uno de los títulos, como me bebí las poesías de Machado y de Miguel Hernández, o las leyendas de los dioses conquistadores de América nacidos en Extremadura.
Yo fuí lector de metro y de tranvía (todavía en los años setenta había tranvías en la capital de España que recorrían la deliciosa Ciudad Lineal por la calle de Arturo Soria hasta la Plaza de Castilla y bajaban hasta la Ciudad Universitaria desde Moncloa). Y en el metro me emocioné con El ruiseñor y la rosa de Oscar Wilde, con los Viajes de Marco Polo y con los cuentos de Stevenson. Muchas veces he pensado que si tuviera una editorial me dedicaría a reeditar los libros de la Colección Austral, y estoy seguro de que viviría muy bien. Explicar esto al Gran Hermano, naturalmente con otros argumentos, ha costado sudor y lágrimas en los últimos años (lo ha escrito y reiterado Manuel Rodríguez Rivero en el Suplemento Cultural de ABC) por la incapacidad de los interlocutores. La historia se escribe por minutos y los nombres propios de los responsables que han llevado a la Editorial de Austral al «subsuelo» (palabras del sabio Rivero que entró en el grupo de los defenestrados por hablar primero de libros y después de euros y no a la inversa) ya están en los ficheros de los ordenadores.
Mi recuerdo primero -decía- está en el contenido y no en el continente, porque aquel diseñador anónimo supo encontrar para las sobrecubiertas de la colección el elemento creativo capaz de despertar la curiosidad. La fuerza de Austral está también su logotipo, en su formato de bolsillo y en sus colores tenues de tinta de imprenta. En las sucesivas modificaciones (el flamante académico Satué es uno de los artífices) no ha perdido su impronta porque se han realizado ocn respecto, con admiración, sabiendo que el dueño de la idea primitiva dormía feliz el sueño de los justos. La colección acaba de ser rediseñada y se ha aumentado su formato olvidando que una de sus características es la de «libro de bolsillo».
Austral tiene mil historias que contar más allá de los autores. Editores, solapistas, prologuistas, correctores, impresores, libreros y lectores (no olvidemos el papel de los lectores porque aunque todo en la vida sea un negocio, hay compradores que saben lo que compran frente a lo que prpugnaba aquel directivo de Espasa al que tanto se refiere el citado Rivero y del que no diremos el nombre porque en su arrogancia y estupidez pensaría que le estamos alabando). El premio del Ministerio de Cultura a la colección Austral por el Fomento a la Lectrua no es sólo justo sino preciso. LLega en un momento en el que pone las cosas en su sitio, sobre todo el buen hacer de su editora Nuria Esteban y de quienes la conservaron y difundieron durante los 70 años que cumple.
¡Paradojas de la vida!
Mientras escribía este texto, Nuria Esteban (editora recién galardonada), Carolina Reoyo (Editora de obras de referencia), José Luis Poveda (edición electrónica), y otros 9 profesionales de la editorial Espasa que publica Austral son despedidos. He aquí el ejemplo del momento que viven las editoriales del Grupo Planeta. Lo lamento profundamente pues hubiera querido que este texto fuese una reivindicación de Austral, pero por la actuación de los responsables de la Editorial se convierte en la reivindicación de los profesionales que han hecho posible que un proyecto cultural de esa envergadura tenga hoy el reconocimiento social que su propia empresa les niega.

Juan Miguel Sánchez Vigil

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3 comentarios

  1. me gustaria saber donde puedo tener acceso a la Coleccion Austral, me interesa comprar algunos titulos y los encuntro sueltos en algunas librerias pero nunca una muestra amplia de la coleccion. Vivo en el DF, a donde me dirijo?

    Gracias por su tiempo.

    Ingrid Vera

  2. Ingrid, son de la editorial espasa, muy fáciles de encontrar por internet.

    Fermín

  3. hola ,tengo 315 titulos de la coleccion austral si te interesa mandame una nota a este mail y me gustaria conocer tu oferta en dolares por todos los libros

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