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¿Qué libro recuerdas con más pasión? y/o ¿Recuerdas cual fue tu primer libro?
Juan C. Marcos Recio
Volvemos tras el paréntesis vacacional en el que fuimos colocando algunos textos «veraniegos», con el mismo interés y las mismas ganas que antes y con la promesa de ofrecer otros temas para los lectores. Nuestro campo es la documentación, la biblioteconomía, la literatura, los libros, la lectura, el cine, la fotografía…; en definitiva, el arte, como motivo para estar unidos en cuestiones que esperamos sean de su interés.
Nuestro reto es ofrecer en un lugar de ciencia la parte de creación artística. Juzguen ustedes y demándenos si no lo conseguimos. Pasen y lean. Pasen y comenten.

Y no por eso estamos en contra de un dicho publicado en 1963 en «Literature and Science:» «El hombre no puede vivir sólo de la contemplación y de la creación artística. Al igual que toda palabra salida de la boca de Dios, necesita también ciencia y tecnología». Claro que nosotros nos sentimos más próximos a Charles Morgan cuando escribía en “El cristal ardiente”: «Llegará un día en que la ciencia recobrará su figura normal: fuente de sabiduría y no de poder, igual que la música y la poesía: una interpretación de la naturaleza y no una explotación desvergonzada”. Los que escribimos en este blog, ofreceremos ambas, con su permiso.
Nuestro post más visitado se titula: ¿Qué es el libro? Después de ir borrando aquellos que no merecen la pena ni tienen dignidad para figurar entre los lectores de este blog, hay más de 350 comentarios. Ahora proponemos un nuevo sencillo /doble reto. Cada quien conteste a uno o ambos:
– ¿Qué libro recuerdas con más pasión? y/o ¿Recuerdas cual fue tu primer libro?
El escritor argentino Jorge Luis Borges, descubridor de tantos universos, nos dejó este pensamiento para ver la simbiósis que tiene el libro con el hombre:
“Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo; hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos”. Los que hacemos este blog queremos encontrar lectores unidos a un libro y libros que aún buscan lectores.
Esperamos vuestras propuestas para convertir este blog en uno de los más leído/visto una vez más.
Es difícil recordar el primer libro que leí, pues de ese hace ya muchos años y muchos libros. Hay cantidad de libros que recuerdo con pasión y me es complicado escoger uno. Elegiría `Orgullo y prejuicio´ de Jane Austen. Sin duda, este libro despertó en mí muchas emociones gracias a la historia tan intensa que se cuenta. Por extraño que parezca, la adaptación cinematográfica también me emocionó mucho, pues está muy bien adaptada y muy bien interpretada.
Los primeros libros que recuerdo de leer fueron los de la colección de libros infantiles de Teo (Teo va a la granja, Teo va a la escuela…). Teníamos cuatro o cinco por casa y todas las noches me los recorría de principio a fin.
El libro con más pasión que he leído técnicamente no lo he leído aún, porque estoy en ello. Se trata de una de las joyas de la literatura hispanoamericana del siglo XX y se titula ‘Rayuela’, del argentino Julio Cortázar. Leer esta novela me resulta como una especie de juego, especialmente por el orden tan dispar de los capítulos, que leas como quieras, seguirán teniendo un orden coherente. Me encantan los diálogos, las escenas tan curiosas, el lugar donde se desarrolla (París), lo presente que está el arte (en todos los aspectos) en el libro y sobre todo, la historia de los dos protagonistas. No va a ser un libro que olvide fácilmente.
Don Quijote de la Mancha (Adaptación)
Mi padre es un gran fanático de esta novela, y siempre andaba contando las intrépidas batallas del Quijote y Sancho Panza, tanto que despertaron mi curiosidad. ¿Qué magia tendría aquel libro grueso y marrón a lo alto de la estantería? Con 6 años recibí por mi cumpleaños una adaptación para niños, y recuerdo haberla disfrutado muchísimo.
Uno de los primeros libros que recuerdo tener entre mis manos fue un tomo de “Blancanieves” que me regalaron mis padres y todas las noches me lo leían. Me gustaba tanto que llegó un momento en que me lo supe de memoria y era yo la que se lo relataba a mis padres.
Y un libro que me ha marcado fue “Puente al infinito” que me legó mi abuelo, escrito por Richard Bach. Es una biografía narrada en tercera persona que relata los pensamientos y la vida del autor, y los cambios que se producen en su vida con la aparición de una mujer que marca un antes y un después en su manera de ser. Además es una búsqueda de su yo interior, y te hace reflexionar sobre tu propia manera de vivir.
El libro que recuerdo con más pasión es “El guardián entre el centeno” de J. D. Salinger. Es un libro que independientemente de la edad que tengas te hace sentir empatía con el personaje, porque el protagonista es un niño que narra su historia y sus vivencias tal y como lo haría un adolescente.
El primer libro que me leí y que nunca olvidaré, porque me hizo descubrir un gusto por la lectura que hasta entonces no había sentido, fue, por muy ridículo que parezca, “Los cinco en las rocas del diablo” de Enid Blyton. Aunque no recuerdo muy bien de que iba, sé que sin duda se lo regalaré a mis hijos.
Fábulas de Esopo
Mi primer libre es ‘Fábulas de Esopo’, es un libro que se trata de breves relatos ficticios, en prosa o en verso, con intención didáctica, que termina con una moraleja final, y en el que pueden intervenir personas, animales y otros seres animados o inanimados.
El que recuerdo más fue el cuento del lobo.
Mi primer acercamiento a la lectura fue, sin duda, con la trilogía de El señor de los anillos. Mi padre me leía un capítulo cada noche antes de acostarme y durante toda mi infancia. Además de fomentar mi futuro gusto por la lectura, se fortaleció mi temprana imaginación y pude superar algunos de mis miedos. Además, aquella experiencia me enseñó a respetar a personajes a los que al principio despreciaba. En definitiva, aquella costumbre constituyó una experiencia que jamás podré olvidar.
El libro que recuerdo con más pasión es La vida es sueño, de Calderón de la Barca. Primero, porque me interesan las artes escénicas y un buen comienzo es el teatro clásico español. En segundo lugar, su trama es similar a una tragedia griega. Y, en último lugar, porque es, en sí misma, un excelente ensayo filosófico sobre las ilusiones, sueños y ambiciones de la vida.
El libro que recuerdo con más pasión es sin duda ‘Orgullo y prejuicio’. Ese fue el primer libro más «serio» que leí y el que me enanchó a la lectura. Al principio el lenguaje tan culto que usaba no me gustó nada, porque me resultaba más difícil comprender y seguir la lectura. Pero poco a poco no solo fui entendiendo, sino también aprendiendo.
Me enamoré de algunos de sus personajes (Mr. Darcy), odié a otros (Wickham), me apiadé de otros (Lydia), etc. Además, esta novela me traslada a otra época y me ayuda a imaginar un poco cómo era la sociedad de entonces (aunque no sea una imagen muy fiel, ya que se trata de ficción).
Por otra parte, el libro me incitó a reflexionar sobre los valores del orgullo y el prejuicio. La autora pretende hacernos ver que no se puede juzgar a alguien sin haberla conocido realmente, y el daño que puede ocasionar el propio orgullo.
En definitiva, se trata un libro que me gusta leer a menudo y que cada vez que lo leo descubro algo nuevo entre sus líneas.
Uno de mis primeros libros fue “¿Quién recoge las cacas del perro?” de Ricardo Alcántara, siempre desde pequeña quise tener un perrito como mascota y mi madre intentó quitarme la idea a través de este libro lo que a estas alturas sigue sin dar mucho resultado, pues provocó la reacción opuesta que ella esperaba, ya que el libro me encantó y mi afán por los perros y los animales en general continúa.
El libro que recuerdo con más pasión es “Asesinato en el Orient Express” de Agatha Christie, fue el primer libro que devoré en dos días a temprana edad y que me enganchó de principio a fin.
Si echo la vista atrás creo recordar que uno de mis primeros libros, leído con ayuda de mi padre fue un recopilatorio de infinidad de historias de Andersen. La fantasía que estos cuentos recoge se mantiene vigente en mi día a día, siempre en otro mundo.
El libro que recuerdo con más pasión es ¨Las cosas que no nos dijimos¨, entre otros muchos libros que han marcado mi vida, creo que este me enseñó verdaderamente que el amor no es solo el de una pareja de enamorados, que el amor también se tiene con los familiares y los amigos, y que sin amor no existiría nada.
El primer libro que leí fue Duerme pequeño lirón. Todavía recuerdo como cada noche lo memorizaba y me dormía recordándolo.
Los libros que recuerdo con más pasión, aunque los leí hace varios años son los que componían la trilogía Memorias de Idhún, LLegué a leerme cada uno tres veces ya que jamás un libro me había transmitido tanto ni me habían atrapado como lo hizo ese. Años después he leído ya libros que también me han «enganchado», pero ese fue el primero.
Uno de mis primeros libros fue `Amalia, Amelia y Emilia´ de Alfredo Gómez Cerdá, no se puede decir que de pequeña leer me gustara mucho pero mis padres consiguieron que me leyera este libro de principio a fin simplemente por el hecho de que en el titulo saliera mi nombre.
El libro que recuerdo con más pasión es `El portal de los elfos´ de Herbie Brennan, ya que con el conseguí engancharme y adentrarme en el mundo de la lectura.
Mi primer libro, o al menos el primero que recuerdo, me lo leyó mi madre. Cada noche mi madre me leía unas cuantas páginas dejándome siempre con la mayor de las incertidumbres para que, de este modo, a la noche siguiente estuviese deseoso de continuar con la historia. El mundo de Alicia en el País de las Maravillas me fascinó tanto que acabó consiguiendo que leyera el libro por mí mismo poco después de leérmelo mi madre.
Sin embargo el que recuerdo con mayor pasión es sin duda, Poeta en Nueva York de Federico García Lorca. Un poemario que la primera vez que lo leí no me llamó la atención pero al releerlo, en el momento adecuado, consiguió atraparme de una manera que con palabras y en cinco líneas es difícil de explicitar.
El libro que recuerdo con más pasión es con diferencia “Souad, Quemada vida”. En él nos muestra el testimonio de una víctima de crimen de honor y es realmente impactante. Además, es el propio testimonio de una mujer que ha roto el tabú del silencio y se atrevió a contar su experiencia. Es una historia realmente apasionante en la que me han hecho ver cómo sigue a día de hoy la sociedad en algunos países orientales. A su vez, me ha hecho aprender un poco más sobre este tipo de sociedad.
Con unos 10 años, en la pequeña biblioteca de clase, me encontré con la historia de un osito torpón, que llega a un nuevo barrio. Su pasión es el futbol y se une a un equipo de grandes jugadores, todos ellos animales, claro. En principio fracasa estrepitosamente, pero llega su oportunidad en un partido importante y consigue triunfar por todo lo alto. Todos los chicos de mi clase queríamos leer este libro, era la estrella, pero fui yo el gran afortunado de quedarse con el, terminado el curso. Para mi una joya, aunque algo manoseada.
DELITOS A LARGO PLAZO (Jake Arnott)Novela de gángsters ambientada en el Lóndres de los años 60 y basada en el personaje Ronnie Kray. Esquizofrénica, decadente, paranoica, sangrienta. Su peligroso protagonista, Harry Starks me parece extraordinario y la historia fascinante. Un gangster homosexual, amante de lo fashion y con métodos brutales. Disfruté tanto que continué la saga con “Canciones de Sangre”.
Desde pequeñita he leído mucho, en casa la televisión se prohibía a partir de las 7 de la tarde y eso hizo que mi pasión por los libros se despertase a una edad muy temprana.
Mi primer libro fue un regalo de mis padres, La Ciudad de las Bestias, de Isabel Allende. Yo tendría unos 8 o 9 años, pues recuerdo que estaba en tercero de primaria y me encantaba llevarme el libro al colegio para que mis compañeros vieran lo «gordo» que era.
Llegó a desbordar tanto mi imaginación que no recuerdo muy bien la historia, pero sí que recuerdo aun imágenes (que yo misma imaginaba) de las aventuras de los protagonistas.
Para ser sincera no recuerdo con exactitud cuál fue mi primer libro, ya que en casa leía muchos, además de los que me mandaban obligatorios en el colegio. Pero estoy casi segura que mi primer libro fue “Las mil y una noches”, porque su portada azul y dorada me llamó la atención desde el primer momento y tenía multitud de historias que me hacían viajar a otro mundo.
El libro que recuerdo con más pasión y que más me ha marcado fue uno que leí hace varios años, se titula “El País de la Nube Blanca”. Es uno de los tres libros que componen la trilogía de la famosa escritora Sarah Lark. Me sorprendió como pude llegar a meterme en el papel de los personajes e imaginarme perfectamente todos y cada uno de los hechos que narraba.
Me cuesta recordar cual fue el primer libro que leí, ya que aparte de poseer una gran cantidad de libros de la editorial «El barco de vapor» tenía como unos veinte libros de la colección de Kika Superbruja. Aún así creo que mi primer libro fue un gran tocho de enorme letra y grandes dibujos que poseía una gran cantidad de cuentos clásicos, los cuales leía antes de dormir y me transportaban en sueños a lugares maravillosos.
A pesar de ello el libro que recuerdo con más pasión es «La palabra más hermosa» de la autora italiana Margaret Mazzantini, historia que ha sido adaptada cinematográficamente bajo el título «Bienvenido al mundo». Este libro desbordó mi corazón con la historia de amor de los protagonistas que se enfrentan a grandes dificultades bajo el terrible escenario de la Guerra de los Balcanes.
No sabría decir con exactitud cuál fue el primer libro que leí, probablemente sería el típico libro con el que te enseñaban a leer en parvulario en el que cada letra estaba caricaturizada como si de una persona se tratase. Sin embargo el primer libro sobre el que recuerdo reflexionar tras su lectura fue »Tinka», ese libro fantasma en mi cabeza del que no recordaba con exactitud su título o argumento. Lo leí como lectura obligatoria sobre segundo de primaria y por alguna extraña razón todavía recuerdo cómo describíamos en clase al protagonista llamado Tinka, un pequeño niño de color. Algo más nítido recuerdo mi primer contacto con un libro de poesía, quizás porque yo era un poco más mayor. Fue gracias a un concurso realizado en clase en el cual los ganadores obtenían un libro recopilatorio de algunos de los poemas de Miguel Hernández y casualmente resulté yo una de las ganadoras lo cual me permitió conseguir el libro que por mera curiosidad acabé leyendo.
Finalmente, para encontrar el libro que responda a la pregunta qué libro recuerdo con más pasión no he necesitado prácticamente ni tres minutos, es algo que tengo muy claro. Se trata de un libro de Susan Sontag titulado »Yo, etcétera» y está constituido por una serie de relatos que, aunque en principio parecen no tener relación entre sí, comparten muchas cosas. He elegido este libro porque a pesar de que ha habido gran cantidad de libros que me han enganchado, he devorado en poco tiempo y que me han resultado mucho más fáciles de leer, en »Yo, etcétera» Susan ha expresado todo lo que yo desearía haber sabido expresar por medio de la escritura. En ocasiones tenemos pensamientos que sentimos que no llegamos a poder expresar con claridad y en mi caso cuando leí »Yo, etcétera» tuve la sensación de abrir el libro y verlos ahí plasmados de la mejor forma posible y recuerdo pensar »no soy la única, alguien más comparte mi visión de las cosas o al menos la comprende». Hoy en día, casi seis años después de haberlo leído por primera vez y tres o cuatro veces releído, sigo manteniendo que »Yo, etcétera» es el libro que recuerdo con más pasión.
Difícil saber cual fue mi primer libro, he empezado muchos, creo recordar que el primero que termine fue “Memorias de Idhún” de Laura Gallego García, gran escritora valenciana de novelas de aventuras, gracias a ella me enchanche a la lectura desde pequeño, su género me encantaba y no podía parar de leer sus libros.
Respecto a mi libro favorito, fue un regalo de mi prima cuando tenía 15 años, “El salón de ámbar” de Matilde Asensi, siempre me han gustado las novelas de misterio y acción pero en este caso fue algo especial. Narra la historia de unos ladrones de obras de arte que se hacen llamar «El grupo de ajedrez» y después de una gran cantidad de robos deciden centrarse en el salón de ámbar, una cámara del siglo XVIII construida enteramente con ámbar semitransparente del Báltico. Libro muy recomendable para aquellas personas que quieran saber que es perder la noción del tiempo mientras disfrutas de la lectura.
El primer libro que recuerdo haber leído es «El gato negro y otros cuentos de horror» de Allan Poe, esos misterios y tragedias que, según decían no se adecuaban a mi edad, no sugirieron problema alguno para devorar esos mini-cuentos de terror.
Sin duda, el libro que recuerdo con más pasión es «Antonio Vega: mis cuatro estaciones» de Juan Bosco, manuscritos, letras, experiencias, anécdotas y relatos sobre y del maestro de la música española; rodeado de las canciones que se deben escuchar mientras se lee y se encuadran en cada contexto de su vida. Una auténtica maravilla para los aficionados a la música.
Seguramente los primeros libros que leí serían del Barco de Vapor o alguna otra colección infantil, sin embargo si lo que se pretende es recordar alguno de los primeros libros que empezaras a leer por iniciativa propia y del cual guardes un gran recuerdo, puedo decir que uno de los libros de los que mejor recuerdo guardo, ya fue de los que más me impactó fué Hijos de la Ira de Dámaso Alonso. Recuerdo como me sorprendió la crudeza y la temática del mismo, y es uno de los libros que más veces he vuelto a leer.
Otro libro de mis favoritos podría ser La espuma de los Días de Boris Vian, y recientemente he leido un relato corto de Leon Tolstoi que me impresionó muchísimo, «La muerte de Ivan Illich» Ambos son historias que enganchan por su contenido moral y por invitar a la reflexión, algo que suelo buscar siempre en un libro.
El primer libro que leí -definiendo leer como sentir y no como pronunciar una serie de frases bien ordenadas- fue una adaptación de Romeo y Julieta que despertó mi otra gran pasión, la interpretación. A día de hoy he releído una quincena de traducciones de la obra, el texto original, y la he representado en un escenario. Supongo que por eso, desde entonces y hasta hoy, Shakespeare es un obligatorio en todas mis estanterías.
Para elegir el libro que recuerdo con más pasión he tenido que debatirme entre El Perfume, de Patrick Suskind y El Guardián entre el centeno, de J. D. Salinger. Al final, me he decantado por el segundo al recordar una de las muchas reflexiones que hace el protagonista, Holden Caulfield, sobre un pianista al que siempre aplaudían y que precisamente por eso ya no sabía distinguir cuándo tocaba bien y cuándo lo hacía mal. Recuerdo haber devorado el libro por la cercanía con la que sentí todo lo que relataba el protagonista, y haber subrayado casi el 80% de sus páginas y metáforas.
Creo que es un libro para leer ahora y releer dentro de unos años, para comparar las diferentes perspectivas y comprobar si a pesar del paso del tiempo el oficio de «guardián de los patos de Central Park» sigue pareciendo tan fascinante.
«El Jugador» de Dostoievsky, es uno de los mejores libros que he leido, me pareció muy interesante.
No recuerdo bien cual fue el primer libro que leí.
Si miro atrás, sé que uno de mis primeros libros fue el «Libro de la selva», pero si nos referimos a un libro que empezase a leer por mi propio pie, diría que puede que fuera «El principito» por Le Petit Prince. Escogí ese libro porque era uno de los favoritos de mi hermano mayor, y me parecía lo suficientemente corto como para poder terminarlo. Aún a día de hoy está entre mis libros favoritos, aunque supongo que la primera vez que lo leí no entendía muy bien el objetivo que perseguía el libro(o quizás sea ahora cuando no lo entiendo realmente).
Uno de los libros que recuerdo con más pasión es «La casa de Bernarda Alba» de Federico García Lorca. Nos mandaron leer en clase esta obra, y para mi sorpresa, resultó ser bastante entretenida, con toques de drama y humor, y por qué no un tanto de ironía. Este libro ha sido un punto de referencia, ya que a raíz de él, me empecé a interesar por las grandes obras y clásicos de la lectura.
No recuerdo con exactitud cuál fue el primer libro que leí, pero si recuerdo una colección infantil que no paraba de leer llamada Kika Superbruja del escritor Knister.
El libro que recuerdo con más pasión es «En un lugar de atocha» este libro cuenta la historia del 11-M vivido por un niño.fue un libro que leí hace mucho tiempo, pero que recuerdo con mucha pasión, es un libro que mientras lo estaba leyendo se me formaba un nudo en el estomago y me intrigaba cada vez más, volvería a leerlo una y otra vez sin pensarlo.
Una de las primeras lecturas que recuerdo fue «Los cuentos de Nana Bunilda» de Carlos G.Bárcenas. Nana Bunilda es una bisbis de la familia de los gnomos que se dedica a hervir pesadillas en una olla para convertirlas en grandes dulces y pasteles. Un día pierde la olla y ahí comienza la aventura. Recuerdo este libro con muchísima ilusión ya que me ayudo a quitarme el miedo antes de dormir y consiguió que me acostara noche tras noche con más de una carcajada.
A partir de ahí se despertó mi interés por la lectura. Mis gustos, como es normal, se han ido modelando. Ahora mismo lo que más me interesa es la literatura hispanoamericana, destacando «Como agua para chocolate» de Laura Esquivel, libro que recuerdo con más pasión y que leería mil veces sin cansarme.
Siendo muy tendente al mundo del misterio y terror en mis primeros años de lectura, una de las novelas que personalmente escogí leer fue ‘Los armarios negros’ de Joan Manuel Gisbert. Presentando una trama oscura y hasta cierto punto acongojante -donde un niño y su padre se trasladan a una casa inquietante-, no está sujeta a la predictibilidad. Fácil de leer, relativamente ligera y rápidamente atrapante, la recuerdo con gran satisfacción.
‘Tuesdays with Morrie’ es, sin duda, un libro para recordar. Una novela autobiográfica, en la cual Mitch Albom ofrece una perspectiva diferente a la hora de enfrentar situaciones críticas. Reconocimiento, aceptación y valoración son algunos de los conceptos que toman un nuevo valor. Alejada de finales felices remarca la importancia de aprender, amar racionalmente, y en definitiva de vivir.
El libro del que guardo un mejor recuerdo es “Lo que podíamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo”. Esto es debido a la originalidad del argumento, la calidad de sus críticas y reflexiones sobre aspectos reales e imaginarios, con los cuales es fácil sentirse identificado/a. En segundo lugar, recuerdo haber leído la colección completa de los “Siete Secretos” de Enid Blyton. Quizás no sean los primeros libros que leí, pero sí algunos de los que recuerdo con mayor intensidad.
El libro que con mas pasión recuerdo es “El niño con el pijama de rayas” de John Boyne, cuenta una apasionante historia que se desarrolla en un Campo de Concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Es una increible aventura que te mantiene en tensión al mismo tiempo que te sumerge en la piel de un pequeño judío de la época.
El primer libro que leí, al menos el primero que quedó lo suficientemente marcado en mi mente como para recordarlo, es “Abdel” de Enrique Páez. Este otro cuenta la dura historia de cómo Abdel, un joven tuareg africano, viaja junto a su padre a través marruecos dispuestos a cruzar el Estrecho de Gibraltar para entrar en España, lugar donde pretendían comenzar una mejor vida. El autor consigue empaparte de la conmovedora e impactante experiencia que le acaece al joven a través de su largo viaje.
No recuerdo exactamente cual fue el libro que leÍ por primera vez, pero si se que formaba parte de una colección de cuentos de Hans Christian Andersen que me regalaron cuando era una niña. Aquellos cuentos me fascinaban y sin duda no había noche que no devorase alguno de ellos antes de irme a dormir.
por otra parte, el libro que recuerdo con más pasión fue uno que leí cuando todavía estaba en el colegio, ‘El Príncipe de la Niebla’ de Carlos Ruiz Zafón. Todavía recuerdo aquel misterio que lo caracterizaba, la intriga y las aventuras. Sin duda, hoy en día, sigo recordando como si fuera entonces las emociones que me logró transmitir.
El libro que recuerdo con más pasión es “A tres metros sobre el cielo “ del gran Federico Moccia. Puede que le recuerde el libro con más pasión por los sentimientos que en mi provocó, o también puede que sea por la etapa personal en la que lo leí. Fue el sentimiento de verme identificada en esa Babi, primera vez enamorada y por sentir un amor de esos que sólo ocurren una vez.
Para mi “ A tres metros sobre el cielo “ tiene una suma de ingredientes que te hacen sentir especial e incluso protagonista, es una historia de esas que te hacen sentir mariposas en el estómago y de esos libros que no puedes irte a dormir porque necesitas seguir leyendo y saber que va a pasar. Puede que no sea de los mejores libros que he leído, pero sin duda es el que más sentimientos revolvió en mí.
Y mi primer libro creo recordar que fue Teo, ya no acuerdo si fue Teo en el tren, Teo va al mercado, Teo en la granja, o Teo va de compras. El caso es que fue una historia del famoso Teo, con el que tantos ratos de mi infancia he pasado. Recuerdo que mientras leía Teo me volvía loca y me moría de ganas de ir a todos los sitios a los que iba a él, o al menos eso me repite siempre mi madre…
El libro que recuerdo con mas pasion es «Marina», trata de como Oscar, en primera persona cuenta una historia que vivió en su infancia y que le dejo marcado para siempre. Es de fácil lectura, como casi todo lo que escribe Carlos Ruiz Zafón, engancha y te deja pegado al libro hasta el final. Te pasea por sensaciones totalmente diferentes, desde la ternura al miedo. En absoluto es una historia de amor convencional ya que esto queda totalmente en segundo plano, por toda la historia de misterio.
El primer libro que leí no lo recuerdo con total exactitud pero seguramente se trate de algún libro de cuentos del autor ruso de cuentos Aleksandr Afanasiev.
Resulta curioso, pero el que recuerdo con mayor entusiasmo y considero mi primer libro, es uno del cual no recuerdo ni nombre ni autor, es un libro que nos regalaron en primaria al comprar una colección. En aquel libro aparecían los nombres de las personas que habíamos encargado la colección, es decir, era la narración de una historia vivida por mis compañeros de clase y yo, donde pasábamos grandes aventuras. Desde la primera página, hasta la última no pude parar de leer, y además fue el primer libro que releí.
No tengo un libro especialmente favorito (a parte del anteriormente mencionado), pero me gustaría destacar «El mundo de Sofía» de Jostein Gaarder, el cual además de hacerme pensar en muchas cosas, me hizo ver la filosofía de un modo diferente. También novelas de ficción como «crepúsculo» y esa serie de libros me despiertan interés.
El primer libro que leí fue «Blubber» de Judy Blume en inglés, recuerdo acostarme cada noche y preguntarle a mi madre las palabras que no entendía mientras ella leía a mi lado. El libro que recuerdo con más pasión es «El retrato de Dorian Grey» de Oscar Wilde, por la infinidad de metáforas contenidas en la obra.
Mi primer libro fue «Blubber» de Judy Blume. Lo leí en Inglés, cada noche leía un capitulo mientras mi madre leía a mi lado yo le preguntaba las palabras que no entendía. El libro que recuerdo con más pasión es «El retrato de Dorian Gray» de Oscar WIlde por sus infinitas metáforas.
No recuerdo con exactitud mi primer libro, pero sin duda destacaría una versión infantil de Don Quijote que me regalaron de pequeña, llena de dibujos y en un lenguaje muy fácil de comprender. Lo recuerdo con especial cariño porque años después, al leer la versión original, en mi cabeza aún seguían construyéndose las imágenes a partir de los dibujos de la versión infantil.
Uno de los libros que recuerdo con más pasión es «La sombra del viento» de Carlos Ruiz Zafón. Los libros son la mejor manera de escapar de los problemas, y eso fue lo que me pasó cuando cayó en mis manos este libro: me refugié completamente en él, me sentía identificada con el personaje, me introduje en sus ambientes de misterio y oscuridad. Y cuando lo terminé, me invadió una extraña sensación de haberme quedado huérfana.
Mi madre sabía que mi cuento favorito era el de Los tres ositos y es por eso que el libro de cuentos que me regaló contenía este y creo que fue el primero que leí. Me fascinó poder leerlo yo tantas veces como quisiera.
Ahora mi libro favorito es Cielos de barro de Dulce Chacón. Me gusta esta novela porque mezcla la intriga con la realidad y tiene el trasfondo de la guerra civil española. Su forma de narrar la historia a través de las palabras de un señor anciano que la vivió de cerca, te hace introducirte por completo en ella. Está ambientada en Extremadura y para mí eso es un aliciente más ya que yo soy extremeña y me imagino mi tierra tal cual cuando la autora la describe.
Quiero recordar que el primer libro que leí por mí mismo (o el primero del que tengo constancia en mi memoria) fue “El Rey León”. Era mi película favorita y me gustaba todo lo relacionado con ella, así que mis padres me compraron el libro.
En cuanto al libro que más me ha impactado o que con más fuerza recuerdo es sin duda “El niño con el pijama de rayas”. Mi madre me lo recomendó alegando experiencias positivas de sus compañeras de trabajo (y teniendo en cuenta mi gusto por la historia). Fue un libro que me hizo sentir una pena inmensa al acabarlo, pena que se entremezclaba con el odio al mundo de los fascismos, y que además despertó aún más mi interés. En definitiva, es el libro que más me ha marcado.
Si no recuerdo mal, el primer libro que leí fue «Teo va a la piscina», no se quien me lo regaló, pero aún lo consevo me trae muy buenos recuerdos.
El libro que recuerdo con especial cariño es «Mujercitas» de Louisa May , me acuerdo que cuando era pequeña mi madre me leía unas págins todas las noches y a mi me encantaba, a demás recuerdo que lo leía con voces y era muy divertido.
No recuerdo el primer libro que leí, probablemente sería un cuento infantil que me mandarían en el cole o que me regalarían en uno de esos cumpleaños en los que empiezan a regalarte cosas que no son de gomaespuma.
Pero, aunque hubo muchos cuentos y pequeñas novelas antes de eso, sin duda creo que aprendí a enterarme de lo que leía con Harry Potter. Fue la primera vez que aprendí a leer, a leer con esa pasión con la que los lectores consagrados entienden ese verbo.
Sin embargo, el libro que más me ha gustado (tampoco he leído tanto como a mis casi 19 años a mi madre le hubiese gustado) quizá fue «La sombra del viento». Es un libro genial, que combina todo lo que un libro puede hacerlo: buena ficción, buena forma de contarla, el drama justo, la dulzura perfecta,la inmensa emoción…
Sin embargo, leyendo las experiencias de mis compañeros, he recordado «El niño con el pijama de rayas», que es uno también de los que especialmente guardo en mi memoria, porque es una de esas historias que te duelen fuerte. Y lo que duele fuerte, es imposible no recordarlo. Y lo que más desgarrador resulta de la ficción es que sólo sea una forma de hacer que alguien pueda sentir propia una realidad ajena.
“Cometas en el cielo” es una novela impresionante, un libro que desde el momento en el que empiezas a leerlo no lo puedes soltar. Uno de esos libros que sabe cómo captar tu atención y ponerte en la piel de los personajes haciéndote sentir lo que ellos sentían de forma tan intensa que una que otra lágrima me ha hecho derramar.
Sí que recuerdo cual fue mi primer libro ya que lo guardaba como si de un tesoro se tratase, era el libro de “Cinderella”. Como toda niña de esas edades yo también quería ser una princesa y tener ese vestido que le hizo la hada madrina, por no hablar de los zapatos de cristal. No sé cuantas veces lo habré leído, pero no fueron pocas. Ahora no quiero el vestido ni los tacones, quiero al príncipe azul (por decir un color).
Me lo recomendaron para leer hace dos años estando aún en el colegio, cuando leí el nombre pensé que sería un aburrimiento. «El hombre en busca de sentido», comencé a leer y poco a poco me fui metiendo en la historia,un señor que contaba su historia, vivió el holocausto judío y contaba con detalles, muy impactante.
No recuerdo con exactitud el primer libro que he leído, pero sé que “Cuento de Navidad” de Charles Dickens fue uno de los primeros que leí para el colegio, y uno de los que más me gustaron y me hicieron reflexionar.
Por otra parte, respondiendo a la pregunta de cuál es el libro que recuerdo con más pasión, siempre me quedará grabada la historia de “Brújulas que buscan sonrisas perdidas” de Albert Espinosa. Cuenta la situación de inseguridad en la que se encuentra el protagonista, quien tuvo una infancia difícil y multitud de problemas familiares.
Me es imposible recordar cual fué el primer libro que leí, ya que me encanta la lectura, pero si recuerdo que uno de los primeros fue La Bella y La Bestia.
En cuanto al libro que mas me ha marcado hasta el momento quizas haya sido El diario de Ana Frank. Lo considero un relato muy impactante y que realmente no deja indiferente a nadie. Todos sabemos las consecuencias de la segunda guerra mundial, la cantidad de muertes que se produjeron… pero no hay muchas personas que hayan contado la experiencia en primera persona, tal y como la vivieron. Cierto es que es el punto de vista es de una niña judía adolescente, pero muy madura para su edad, naturalmente motivado por la dramática experiencia que le tocó vivir.
No soy capaz de recordar cuál es el primer libro que leí, supongo que algún que otro cuento infantil o algo por el estilo.
La primera «novela» o libro mas propiamente dicho que recuerdo haber leído es «El secreto de Lena» de Michael Ende. Pese a que era bastante pequeña, recuerdo que me gustó bastante y empecé a aficcionarme mucho a la lectura.
El ultimo libro que he leido es «El ocho» de Katherine Neville, es una novela con una parte historica y otra de ficción, cargada de intriga que te atrapa hasta el final.
Sin duda el primer libro que hizo que me apasionase la lectura, fue el de Harry Potter a la edad de 13 años más o menos. Lo que más me gusto era que se hacia llevadera y entretenida, a la vez que te daba todos los detalles de la escena, lo que a mi personalmente me encanta, ya que me hago una idea exacta de dónde suceden las cosas.
Uno de los libros de los que tengo mejor recuerdo me lo leí al empezar el instituto y me gustó bastantes: “Mi familia y otros animales” de Gerald Durrell. El libro trata sobre un niño al que le gusta la naturaleza y recorre la isla griega de Corfú en busca de nuevas especies. Al ser uno de los primeros libros que leía me llamó mucho la atención la forma en que describía los animales que iba encontrando.
La Biblia fue con seguridad el primer texto que cayó en mi poder. No es de extrañar, dadas las fuertes convicciones de mis progenitores. Más, mi primera adicción y heraldo de infinitas noches en vela bajo el cálido amparo de la soledad se hallaba olvidado, sepultado en un lúgubre pasillo de una biblioteca de primaria. Harry Potter: La piedra filosofal.