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¿Qué libro recuerdas con más pasión? y/o ¿Recuerdas cual fue tu primer libro?
Juan C. Marcos Recio
Volvemos tras el paréntesis vacacional en el que fuimos colocando algunos textos «veraniegos», con el mismo interés y las mismas ganas que antes y con la promesa de ofrecer otros temas para los lectores. Nuestro campo es la documentación, la biblioteconomía, la literatura, los libros, la lectura, el cine, la fotografía…; en definitiva, el arte, como motivo para estar unidos en cuestiones que esperamos sean de su interés.
Nuestro reto es ofrecer en un lugar de ciencia la parte de creación artística. Juzguen ustedes y demándenos si no lo conseguimos. Pasen y lean. Pasen y comenten.

Y no por eso estamos en contra de un dicho publicado en 1963 en «Literature and Science:» «El hombre no puede vivir sólo de la contemplación y de la creación artística. Al igual que toda palabra salida de la boca de Dios, necesita también ciencia y tecnología». Claro que nosotros nos sentimos más próximos a Charles Morgan cuando escribía en “El cristal ardiente”: «Llegará un día en que la ciencia recobrará su figura normal: fuente de sabiduría y no de poder, igual que la música y la poesía: una interpretación de la naturaleza y no una explotación desvergonzada”. Los que escribimos en este blog, ofreceremos ambas, con su permiso.
Nuestro post más visitado se titula: ¿Qué es el libro? Después de ir borrando aquellos que no merecen la pena ni tienen dignidad para figurar entre los lectores de este blog, hay más de 350 comentarios. Ahora proponemos un nuevo sencillo /doble reto. Cada quien conteste a uno o ambos:
– ¿Qué libro recuerdas con más pasión? y/o ¿Recuerdas cual fue tu primer libro?
El escritor argentino Jorge Luis Borges, descubridor de tantos universos, nos dejó este pensamiento para ver la simbiósis que tiene el libro con el hombre:
“Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo; hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos”. Los que hacemos este blog queremos encontrar lectores unidos a un libro y libros que aún buscan lectores.
Esperamos vuestras propuestas para convertir este blog en uno de los más leído/visto una vez más.
¿Qué libro recuerdas con más pasión?
Aquel libro, me llamó entre tantos otros de esa estantería de La Casa Del Libro. Era negro, de letras blancas, con un corazón enredado en espinas en la portada, y por detrás advertía:“¡Deja este libro, no sabes dónde te estás metiendo!”, y yo, fui tan obediente, que me lo leí. Era una historia de misterio e intriga, de una chica sedienta de encontrar respuestas a lo que no entendía, por culpa de un amor inesperado, por querer conocer a ese amor repentino. Se titulaba “El diario de Cathy”.
¿Recuerdas cual fue tu primer libro?
Estaba en la clase de 2º infantil, tenía unos cuatro años, y era la hora de las actividades libres. La mayoría de nosotros iba a jugar con la plastilina, a pintar, a coser, con los juguetes… pero hubo un niño, el cual, desde ese instante me produjo mucha curiosidad, que se fue al rincón de la lectura, se sentó, y se puso a leer muy ensimismado. Recuerdo que pensé: “¡qué chico más listo, sabe leer!”, y cuando yo aprendí, fui a buscar ese libro que cogió. Se trataba de tres ositos que dejaban su casa, y al volver, una niña de pelo pajizo rizado, había puesto todo patas arriba.
El libro que recuerdo con más pasión es El Cementerio de los Ingleses del autor Mendiola.
Fue el primer libro que me mandaron leer en 1º ESO y me gustó tanto que gracias a él me metí en el mundo de la lectura hasta tal punto de leerme un libro en dos días.
Me puedo considerar una adicta a la buena lectura.
Recuerdo que mi primer libro lo leí en el colegio y se llamaba Un Culete Independiente, es un libro muy divertido y además con una importante moraleja para los niños pequeños: no deben portarse mal porque un día su culito se cansará de los azotes y se marchará.
El primer libro que leí por propia voluntad fue «Mini va a la playa» de Christine Nostlinger, que trata de las peripecias que vive la familia de Mini durante un día en la playa. Me lo releía cada verano, gustándome cada vez más.
El libro que recuerdo con más pasión es «Eskoria» de Alfredo Gómez Cerdá, un libro sobre el tema del bullying que sufre el protagonista por el simple hecho de ser distinto a los adolescentes del momento y por tener inquietudes diferentes.
El libro que recuerdo con más pasión es »El alma de la ciudad» de Jesús Sánchez Adalid, es una novela histórica que un antiguo profesor de lengua nos recomendó en primero de bachillerato y le estoy agradecido de ello.
El primer libro que leí sin ayuda de mis padres fue »Pulgarcito» aunque de la infancia el mejor libro que recuerdo es »Los tres cerditos» ya que tengo un grato recuerdo, aunque lo pasaba un poco mal cuando el lobo aparecía en la historía.
El primer libro que leí fue el gato Mikos, idóneo para apreciar la amistad en tu niñez. Y el que más me ha apasionado, sin duda alguna, La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón. Todo lo que se le puede pedir a un libro se encuentra entre sus páginas: intriga, pasión por la lectura, gran ambientación en una ciudad como Barcelona… Siempre agradeceré a mi madre el haberme empujado a leer tal libro.
El primer libro del que guardo recuerdo es «We’re going on a bear hunt» (Vamos a cazar un oso) de Michael Rosen, quizá por la familiaridad e intriga que me transmitía cada vez que lo leía, sentada sobre el regazo de mi padre.
Por otro lado, el libro que recuerdo con mayor pasión diría que es uno de mis favoritos, «Orgullo y prejuicio» de Jane Austen. Sentía y siento una profunda admiración hacia la protagonista, una mujer adelantada a su tiempo. Me vi además absorbida y muy atraída por el complejo romance entre esta y el señor Darcy.
¿Recuerdas cual fue tu primer libro?
Supongo que mi primer libro sería alguno de dibujos y sin mucha letra, los típicos que se le compran a los niños pequeños. Pero el primero que recuerdo haber leído es un libro de poesía de Gloria Fuertes con el título de «Bajo el sol y sin abrigo» , poesías muy sencillas que contenían pequeñas moralejas. Lo recuerdo con un cariño especial ya que con él nació mi afición a la poesía.
¿Qué libro recuerdas con más pasión?
El libro que recuerdo con mas pasión es «El valle de los Lobos» de Laura Gallego García. Es el primero de una saga de cuatro libros que relata las aventuras de una joven llamaba Dana, la cual vive en un mundo mágico que descubre junto a su amigo Kai. No es el mejor libro del mundo, ni tiene el mejor argumento pero para mi es especial por que te enseña grandes valores como la amistad, la lealtad y aprender a quererse a uno mismo.
Echando la vista atrás e indagando en los recuerdos de la infancia puedo rescatar el que fue el primer libro que leí, ese que seguramente no olvidaré nunca ya porque fue el que me introdujo en el placer de la lectura, o porque con él empecé a identificarme con los protagonistas de las historias en las que me adentraba. Fue Teo va a la escuela, perteneciente a una serie de libros en los que se relataban las aventuras y experiencias de un pequeño muchacho, así como todo lo que aprendía.
Si tengo que citar un libro que haya leído con gran pasión, ese es la Luz de Candela, de Mónica Carrillo. Recién leído, es un libro que relata una historia de amor en primera persona y que personalmente me ha llegado bastante, ya que es un precioso canto a las emociones en el que en diversas situaciones te sientes identificado con alguno de los personajes.
EL libro que recuerdo con mas pasión es el de «la catedral», de César Mallorquí, es un libro en el que hay ficción, leyendas «religiosas» por así decirlo que se hacen realidad… yo de hecho no tengo ninguna afiliación religiosa, ni me gusta el tema de la religión, pero este libro me encantó, quizá es por que trata de lo contrario a lo que viene siendo «bueno» para la religión. En definitiva, es un libro para los que le guste la aventura, el suspense y lo fantástico.
El primer libro que recuerdo haber leído creo recordar que era uno que trataba de una lagartija, un libro bastante pequeño, recuerdo aún la imagen de una enorme lagartija de ojos rojos, crecía cuando hacía cosas malas y se terminaba convirtiendo en una especie de «godzilla lagartija», pero con la ayuda de una niña vuelve en sí y con ello a su tamaño normal, no se si es bueno que me acuerde tan bien de este libro, el que creo que fue mi primer libro.
De la infancia recuerdo especialmente dos de las historias de “La escuela de magia y otros cuentos” de Michael Ende. El primero mostraba una casa en la que todos leen y son incapaces de realizar sus tareas sin dejar la lectura. El segundo una escuela donde se impartía la magia como única asignatura. Yo prefería leer en casa que en la escuela.
Una de las lectura que más me han apasionado es “Todo se desmorona” de Chinua Achebe.
El primer libro que recuerdo haber leído es Fray Perico y su Borrico. Me lo compró mi madre para pasar el tiempo mientras hacíamos cola para renovar el DNI. Y sin pretenderlo lleva anclado en mi memoria muchos años, dejó huella. No recuerdo ni si quiera de qué trata, solo recuerdo leerlo todas las noches antes de dormir, como solía tener por costumbre (la cual la televisión me arrebató).
El libro que recuerdo con más pasión es El Alquimista, de Paulo Coelho. Me lo regalaron y recuerdo detalles del libro como cuando el pastor se despierta en el campo, o detalles de las ciudades que visitaba. Este libro me marcó y me gustaría releerlo, creo que es un libro que todo el mundo debería leer.
El primer libro del que guardo recuerdo es «We’re going on a bear hunt» (Vamos a cazar un oso) de Michael Rosen, quizá por la familiaridad e intriga que me transmitía cada vez que lo leía, sentada sobre el regazo de mi padre.
Por otro lado, el libro que recuerdo con mayor pasión diría que es uno de mis favoritos, «Orgullo y prejuicio» de Jane Austen. Sentía y siento una profunda admiración por la protagonista, una mujer adelantada a su tiempo. Me vi además absorbida y muy atraída por el complejo romance entre esta y el señor Darcy.
Recuerdo el primer libro que leí en el colegio que se llamaba «La pequeña escuela», era una de esas colecciones de libros infantiles con mucho dibujo y poca letra pero del que todavía recuerdo la portada como si fuera ayer. El argumento del cuento no iba más allá de querer ampliar la única y diminuta escuela que había en una aldea y que así todos los niños pudieran estudiar.
El libro que más me ha gustado de todos los que he leído ha sido «El jugador» de Fiódor Dostoievski por el estilo característico del autor, la historia y el «pasotismo» del protagonista como uno de los rasgos más significativos.
Desde que tengo uso de razón los libros han formado parte de mi vida, esto implica una dificultad considerable a la hora de elegir el libro que más me ha apasionado al igual que recordar el primer libro que he leído.
Sin embargo, indagando podría decir que mi primer libro (sin contar cuentos infantiles típicos) fue Kika superbruja, recuerdos nítidos se apoderan de mi al recordar las sensaciones que me hacía experimentar…
Y respecto al libro que recuerdo con más pasión, diría “un mundo feliz”, del escritor británico Aldous Huxley. Este libro me hizo ver que siempre vas a desear lo que no tienes, incluyendo la sociedad que te rodea. Conseguimos sumergirnos en una civilización diferente lo cual nos hace ver las ventajas de la actual.
Al volver la vista atrás, recuerdo como la lectura ya impregnaba mi infancia. Mi primer recuerdo claro de un libro va acompañado de mi padre, quien se sentaba a leerme “Paulina” de Ana Maria Matute por las noches al borde de mi cama. Crecí, y un día me senté frente a “Los renglones torcidos de Dios” de Torcuato Luca de Tena. La dependencia que me creó su lectura fue tan grande, que supongo que se tratará de mi libro predilecto.
Recuerdo aquellos días cuando la vida era otra cosa, esos días en los cuales navegaba profundamente en la «Luz de candela» gran novela escrita por la periodista Monica Carrillo. Mi resumen de sentimientos hacia el ya nombrado es simple; fortaleza para corazones rotos, camino por el cual se aprecia que la soledad es llamarse a gritos y no hacerse caso. Para mi, mi luz, la transmisión de que la espina es pasajera, no eterna.
Indagando en los recuerdos, destaca mi primer libro, el cual apareció cuando aun tenía una corta edad, para mi en el mejor momento. Me atrevo a decir eso por el simple echo de ofrecerme diferentes visiones de lo que fue la vida y de lo que sigue siendo en muchos lugares del mundo. Hablo de «El niño con el pijama de rayas». Este me enseño que a veces es mejor vivir en la ignorancia que seguir siendo corrompido por esta sociedad.
Todavía recuerdo el primer libro que leí, en ese momento yo estaba en el colegio. Recuerdo cómo bajábamos a la biblioteca del colegio y cogíamos un libro, cogí ‘El principito’ el cual me llamó la atención por su portada, yo no había leído apenas libros, siempre me lo leían mis padres y los demás nos los leía la profesora en clase, pero ese me lo leí yo, a duras penas porque apenas sabía leer. Desde ese momento se me ha quedado guardada en la cabeza una frase de ‘El principito’ : ‘Lo esencial es invisible a los ojos’.
Por otro lado, el libro que recuerdo haber leído con mas pasión es ‘Dos velas para el diablo’ de Laura Gallego. Me lo leí porque esa escritora me maravilló con la saga ‘Memorias de Idhún’ , siempre me había gustado la literatura fantástica así que lo empecé a leer. Me lo leí en un día, me encantó, sobretodo por la fuerza y valentía que demuestra la protagonista llamada Cat. Siempre admiramos a héroes en los libros y yo admiro a Cat. Y, como en ‘El Principito’, también me quedé con una frase de ‘Dos velas para el diablo’ : ‘La belleza existe para que podamos apreciarla, y no entiende de cultos, de religiones ni de creencias.’
¿Recuerdas cuál fue tu primer libro?
El primer libro que recuerdo haber leído es una novela juvenil llamada ‘Mar y Pino’. Me lo regaló mi vecina unos días antes de primera comunión y con nueve años me lo leí en apenas un par de días. Recuerdo que lo escribió Miliki y que la acción se desarrollaba en Cantabria, donde un par de preadolescentes investigaban un curioso caso que amenazaba con romper la tranquilidad de un pequeño pueblo costero. Un libro ameno, divertido y que aún recuerdo con cariño.
¿Qué libro recuerdas con más pasión?
El libro que recuerdo con más pasión es sin duda Tokio Blues: Norwegian Wood, de Haruki Murakami. Es la primera novela que leí del célebre escritor japonés y me apasionó no solo por el universo descriptivo del que hace gala el autor en todas sus novelas -y que yo empezaba a descubrir en ese momento- sino por el mundo interior al que debe hacer frente Toru y la contraposición de caracteres presentes en Midori y Naoko, los dos personajes femeninos de la trama.
Es difícil volver 18 años atrás para recordar cuál fue mi primer libro; sin embargo, uno de los primeros que recuerdo es “El mundo al revés” de José Luis Valilla, L.M. García Aguirre, y Agustín Vidal. En este libro, tal y como indica el título, se relata un mundo al revés de forma peculiar, ya que está escrito en verso.
Mucho más sencillo es algo como decir qué libro es el que más te ha marcado y del que mejor recuerdo tengas. En este caso, el mío es “La tía Tula” de Miguel de Unamuno. Es una novela que comencé a leer como algo obligatorio para el colegio, pero que finalmente ha llegado a convertirse en uno de los mejores libros que he leído. “La tía Tula” es capaz de transmitir bondad, cariño, amor y pasión; es puro sentimiento.
Recordar el primer libro que leí es casi tan difícil como rememorar los primeros pasos; supongo que fue leído ,con paciencia, por un adulto, en el colegio o en casa, aunque apostaría más por el segundo. El libro que leí, de forma voluntaria, consciente y constante, y que recuerdo con más pasión es Asesinato en el Oriente Express, de Agatha Christie.Cada página me invitaba a leer la siguiente, y aunque contaba con una corta edad para el género del libro, esta escritora consiguió que se convirtiera en mi favorito hasta día de hoy.
Uno de los momentos que recuerdo con más intensidad de mi infancia, son esas largas noches en vela que les hacía pasar a mis padres y alguna vez que otra a mis hermanos, por querer vivir las aventuras en las que me sumergían los cuentos y novelas que me leían cada anochecer. Pero, sin duda, aparte de los cuentos típicos que me apasionaban, hubo un libro de la colección literaria “Barco de Vapor” que por algún motivo siempre recuerdo con especial cariño y es “Las historias de Ingo y Drago”, que apreciaba la importancia de la amistad y la posibilidad de amar algo totalmente diferente a ti.
En cuanto al libro que me impactó y me sorprendió gratamente, fue “El pan de la Guerra” de Deborah Ellis, el cual leí por obligación del colegio en un principio, y continué la trilogía por gusto; esta novela se centra en la dura vida de una niña llamada Parvana, que lucha por sacar a su humilde familia adelante y por salir de ese Afganistán imperado por los talibanes. Fue una obra dura de leer, ya que tenía unos 13 años, y desde pequeña las injusticias y el dolor de otros son algo que me afecta y me inunda de impotencia, pero también me dio ganas de afrontar los problemas y luchar sin miedo a la derrota, como fue el caso de la protagonista.
No recuerdo exactamente cuándo mis hojas se llenaron de vida, pues mi historia realmente comenzó una soleada mañana de primavera al rescatarme, una mujer embarazada acompañada de su marido, de una vieja estantería repleta de todo tipo de libros.
No sabía muy bien cual sería mi fin, ni realmente porqué se fijaron en mí, pues justo al lado de la entrada de esa enorme librería donde me encontraba, había cientos de cuentos mucho más bonitos que yo.
Cierta noche, meses después, lo comprendí cuando la misma mujer que aquella mañana me compró, me abría y enseñaba a una pequeña niña que me miraba fascinada. Todas las noches leían uno de mis muchos cuentos hasta que un día fue la pequeña Laura la que se decidió a sumergirse entre mis viejas hojas llenas de hermosos dibujos y grandes letras, convirtiéndose en mi nueva amiga de aventuras.
«El Guardián entre el Centeno» de J.D. Salinger, lo leí con diez años recomendado por un amigo, lo considero de mis primeros libros o al menos de los que recuerdo con más pasión. Aún no sé si fue la historia que tenía detrás por la muerte del Beatle aquel, pero una vez lo empecé quise eternizarme en uno de esas aventuras del joven Holden. La rebeldía incomprendida de alguien que no encaja en su rutina. Un libro que ha de leerse en cada etapa de la vida.
¿Recuerdas cuál fue tu primer libro?
Recuerdo fascinarme con un libro de ilustraciones de dinosaurios. Al ser un crío me parecía increíble poder sentir de cerca esas criaturas tan bizarras. Llegué a aprenderme de memoria los nombres de todos y cada uno de ellos así como sus principales características.
¿Qué libro recuerdas con más pasión?
En mi opinión, no se lee como cuando se es un niño. Con mis primeros libros aprendí con cada pagina a entender la alegría, la tristeza, el miedo, el odio y el amor. Me es difícil contestar a esta pregunta con una sola obra, de modo que me quedo con todos los que leí de pequeño.
¿Qué libro recuerdas con más pasión?
Hay muchos libros que me conmovieron profundamente durante la lectura, pero uno que destaca entre los demás es «El olvido que seremos» de Héctor Abad Faciolince. La sinceridad del autor y su valentía por compartir sus recuerdos tan dolorosos e íntimos, hace que nadie puede permanecer indiferente. Fue también el primer libro que leí en español, lo que quizá haga esta lectura tan memorable para mi.
¿Recuerdas cuál fue tu primer libro?
Es difícil precisar el primer libro que leí, porque siempre me ha encantado la lectura, desde niña. También en la escuela tuvimos que leer mucho y recuerdo muchos títulos infantiles que leí durante la infancia. A lo mejor mi primer libro fue «Alicia en el País de las Maravillas», porque como llevo el nombre de la protagonista, siempre he tenido mucha curiosidad por el libro.
El primer libro que leí es “El Principito”, fue un gran regalo en el cual pude comprender el valor de la amistad y lo importante que son aquellas personas que nos quieren. El libro que leí con más pasión fue “La metamorfosis” de Kafka, libro que leí en Bachiller y me pareció una de las grandes novelas escritas por la humanidad, por su análisis de esta sociedad fría en la que vivimos y su gran interpretación del rechazo al diferente.
¿Recuerdas cuál fue tu primer libro? y/o ¿Qué libro recuerdas con más pasión?
Siendo completamente sincera, puedo decir que no recuerdo con exactitud cuál fue el primer libro que leí, y me imagino que la mayoría de los estudiantes que escriben esta práctica tampoco. Aun así, cuando pienso en los libros y en mi infancia, me doy cuenta de que leer no fue lo mío en un pasado y me da que de pequeña nunca conseguí leerme un libro entero. De todas formas, si no me falla la poca memoria que tengo, “La historia interminable” de Michael Ende fue la primera obra que leí entera.
Se podría decir que lo que recuerdo con más pasión no es un libro, sino una trilogía. Se trata de la trilogía de “Memorias de Idhún”, de Laura Gallego García. Esta colección de libros fue la que consiguió que hace unos cuantos años me empezase a interesar por la lectura, ya que antes no es que me gustase mucho. Para mí, estos libros forman un antes y un después en mi vida. Gracias a ellos empecé a valorar el verdadero significado de la imaginación, y desde entonces, no he parado de leer.
A la pregunta de que cuál fue mi primer libro, la verdad, y lo digo con sinceridad, no recuerdo cual fue. Puede que sea «Caperucita Roja», que siempre pedía a mis padres que me lo leyeran, y para mí, puede que sea el primer libro que leí en mi vida.
A la pregunta de qué libro recuerdo con mucha pasión, tengo uno, y se llama «Más fuerte que el odio», de Tim Guénard. Sobre todo lo recuerdo por la historia, que fue durísima, pero a la vez descubres que no todos han tenido las mismas oportunidades que tú en la vida. El libro no es muy largo, y yo aconsejo a todo el mundo que se lo lea, al menos, una vez en la vida. Yo ya lo he leído como tres veces.
El primer libro que leí fue «el Árbol sabio» libro del que tengo muy buenos recuerdos ya que me le regaló mi abuelo de pequeña y trataba sobre un árbol con vida , que daba buenos consejos y se divertía con un grupo de niños.
El libro que recuerdo con mas pasión es «la Isis Dorada» primer libro que me compré por cuenta propia , y que me encantó ya que se trataba de una novela actual y a la vez se ambientaba en historias y leyendas del antiguo Egipto tema que me llamaba mucho la atención. Este libro no solo hizo brotar en mi el gusto por la lectura , sino que también el gusto por la histora , especialmente la antigua.
«Todo esfuerzo tiene su recompensa» es un celebérrimo proverbio que he descubierto a raíz de mi primera lectura, «Los tres cerditos». Con el paso de los años, y tras muchos libros de por medio, he aprendido que el trabajo es la clave del éxito y qué mejor ejemplo que »Memorias» de Grace Coddington,un libro autobiográfico donde la autora nos cuenta cómo ha llegado a ser quién es.
El primer libro que recuerdo haber leído es “Las fabulas de Esopo”, de Jerry Pinkney, y de todas sus fabulas, la que recuerdo con mayor cariño es la de “Androcles y el león”, por el fuerte vinculo con los animales que representa. En cambio el libro que recuerdo con mayor pasión y que me leería miles de veces es “Los renglones torcidos de dios” de Torcuato Luca de Tena, una impresionante novela que te mantiene en la más pura incertidumbre hasta el final mediante los relatos de una “loca”.
Sin duda alguna, uno de los mejores regalos ha sido el libro «Helena de Troya» escrito por Roser Capdevila, 48 páginas que cuentan de una forma divertida la historia de Troya y su famoso caballo. Todo ello, con la intervención de aquellos dibujos animados tan divertidos que contaban las aventuras de tres pequeñas hermanas, Las Tres Mellizas.
En uno de mis viajes adquirí el libro titulado «Diario de Ana Frank», lo compré en la casa en la que ella misma vivió ,que hoy en día es un museo. Recuerdo que fue un libro en el que puse gran interés puesto que, me interesaba cómo había sido la vida vista desde una perspectiva de sufrimiento y tensión. Un libro compuesto por las numerosas cartas que escribía Ana cada noche contando qué había pasado cada día.
Ambos libros son muy interesantes, puede ser casualidad que ambos traten temas históricos. Son muy emocionantes y cualquiera que los lea podrá decir que no importará leerlos una vez más.
Quizás una obra maestra tal como lo es Romeo y Julieta del gran Shakespeare pueda no ser considerada lo más adecuado para introducirnos a la lectura, aunque ¿por qué no? Los Capuleto, Los Montesco y el locuaz amor de los protagonistas llegaban a mí cada noche al acostarme, cuando aún con torpeza y voz de niña leía junto a mi madre la versión que las entrañables Tres Mellizas hicieron de la tragedia. Y al contrario de lo que nos dice una de las célebres frases del libro, no me enseñó a «olvidarme de pensar», sino a comenzar.
Supongo que cualquiera podría sorprenderse si cuento que el libro que recuerdo con más pasión fue Mi abuelo era un cerezo, un brevísimo relato incluido en la serie Barco de Vapor, aquella que todos hemos leído en nuestra etapa escolar. No fue la historia lo que me hace recordarlo como tal, sino el cariño hacia la persona que me lo regaló y la frase que con él me brindó, la cual aún hoy acompaña mi día a día: «Una palabra mal colocada estropea el más bello pensamiento»
El primer libro que entró en mi vida fue Harry Potter y El Cáliz de Fuego de J.K Rowling, que me leí básicamente porque no podía esperar a que sacaran la película. Sin embargo, debido a mi corta edad, me costó bastante entenderlo, aunque me gustó mucho.
Por otro lado, el libro que más me ha marcado es El Guardián Entre el Centeno, de J.D Salinger, que no sólo cuenta una bonita historia con la que me siento más que identificado, sino que enseña valores morales y muestra actitudes dignas de un libro de texto de cualquier instituto.
Recuerdo una estantería con multitud de libros y escoger uno al azar, se llamaba «Amalia, Amelia y Emilia», no logro recordar el por qué de ese libro, ni siquiera recuerdo al autor, solo lo ilusionado que estaba frente aquel mundo de fantasía y realidad unidos. En cambio, recuerdo cada segundo, cada sensación que me provocaba el libro de Julia Navarro «Dime quien soy», no podía pensar más que en volver a ese mundo paralelo, en el cuál me sumergí durante un tiempo y la verdad, que no me arrepiento de nada. Ese libro ha marcado un antes y un después en mi vida, me ha echo reflexionar como ninguno otro. Ha echo darme cuenta de quien soy.
El primer libro que leí era una moñada para treceañeras, de estos en los que en el segundo capítulo ya adivinas el final telenovelesco. Pero el primer libro que me marcó, lo leí el verano de 2012, cuando mi vida había tomado la forma de ese primer libro ñoño. Busqué el libro más triste de la buhardilla y no lo solté en tres días. Fue «Buenos días tristeza» de François Sagan y no se si las circunstancias o el libro en sí me impulsaron a escribir. Escribí «Buenos días tristeza por Elena Pérez» y desde entonces no he podido parar. Ahora escribo más que leo porque leo para escribir.
El primer libro que leí fue “Viaje al Oeste” de Wu Chengen que es una de las cuatro obras clásicas grandiosas en la historia de la literatura china. Se trata de la historia mítica de las aventuras del monje budista Xuanzang en una peregrinación a la India con sus tres discípulos, un mono llamado Sun Wukong, un duende de agua llamado Sha Seng y un cerdo llamado Zhu Wuneng para conseguir unos textos religiosos.
El libro que recuerdo con más pasión es “El Secreto” de Rhonda Byrne. Se trata de una de las grandes leyes del universo: la ley de la atracción. Es decir, te conviertes en lo que más piensas, también atraes lo que más piensas y tus pensamientos se materializan en objetos. Pero esta ley no computa el “no” ni cualquier otra palabra de negación, es decir, cuando piensas en no querer estos zapatos, tu mente piensa lo contrario, en quererlos. Sobre todo, en esto libro aprendes a ser optimista.
El libro que recuerdo con más pasión es sin duda «El Principito» el cual sigo leyendo cada vez que puedo. Después de cada lectura tengo la sensación de haber aprendido algo nuevo que antes me pasaba desapercibido. Aparentemente parece un libro de niños y que, como ya somos mayores no merece la pena leerlo. Pero no debemos olvidar que las personas mayores fueron niños al principio.
Me resulta imposible recordar exactamente cual fue mi primer libro, ya que lo mas seguro mi primer libro fuese una lectura obligatoria del colegio dificil de recordar. Sólo me vienen a la cabeza esos libros que nos leian los abuelos o los padres antes de irnos a la cama y que, pese a todo, tenian un final feliz. Algunos de los que recuerdo son «El lobo y los siete cabritillos» ó » los tres cerditos».
MIGUEL SÁNCHEZ LORENZO 1ºD PERIODISMO
No es un libro con lo que empecé mi afición a la lectura. Fue con una variedad de micro-cuentos en los que a través de diversas aventuras ibas aprendiendo las letras. El rey u, la reina a, la bombera b… Aun podría contar muchas de esas historias con las que no solo aprendí a leer, también que un pequeño cuento, por muy corto que sea, era incontable todo lo que podía trasmitirte, y eso es lo que me creo la curiosidad de seguir leyendo.
Todas estas historias tenían un final feliz, a diferencia del libro que más me ha marcado. “Pregúntale a Alicia” Es un diario real de una adolescente estadounidense que poco a poco va introduciéndose al mundo de las drogas, hasta el punto en el que acaba con su vida. Es un libro que para mí ha sido una base para crearme una gran parte de mis ideologías y sobre todo, una gran referencia a la hora de tomar decisiones. Un libro que he sido incapaz de leer solo un millón de veces.
Nunca pensé que un libro podría esconder algo más que una historia como la que se cuenta en «El diario de Ana Frank». Hace unos años que lo encontré en la biblioteca de mi abuela, era un ejemplar de lo más antiguo e incluso algunas páginas costaba leerlas. Lo recuerdo bastante porque fue el libro favorito de mi abuela, posteriormente lo leyó mi madre y finalmente cayó en mis manos. Un libro que ha pasado por tres generaciones y que contiene una historia tan dura y conmovedora pero cierta que provoca sentimientos de los que sólo el libro es testigo.
¿Que cuál fue mi primer libro? No tengo una memoria tan privilegiada para recordarlo, pero lo primero que se me viene a la mente es un cuento que la profesora nos leía con 4 o 5 años y trataba sobre un niño cuyo culo decidía marcharse (después de buscar en Internet, he descubierto que el susodicho libro se titula: «Un culete independiente» de José Luis Cortes). Recuerdo las peleas de gladiadores que teníamos para conseguir llevarte el libro al recreo y reírte del pobre niño que se había quedado sin culo.
Unos 6 años después, leí el primer libro que me marcaría para siempre. Se lo habían regalado a mi hermana, pero ella no le hizo mucho caso, y mi curiosidad se desató al contemplar la portada. Me senté en las escaleras y me puse a leer las primeras páginas, y, antes de darme cuenta, estaba enganchada a la historia más mágica que había leído jamás. El libro era: «Las crónicas de Spiderwick», cuya saga sigue siendo, hoy en día, la única que he leído más de siete veces.
El primer libro que yo recuerde, aunque no sepa a ciencia cierta de que volumen se trata, sé que es uno de la mítica colección de «Pesadillas», uno de tantos de los que me leí en mi infancia. Pero sin duda alguna el libro que me transmitió la pasión por la lectura y por visitar otros mundos y otras historias fue el «Silmarillion» de J.R.R. Tolkien. Quedé atrapado con el universo del escritor británico, con cada palabra que me transportará a esa tierra de fantasía y magia, a partir de ahí descubrí una de mis grandes aficiones: La lectura.
El primer libro que recuerdo, «Mini y el gato», lo escribió Christine Nöstlinger en 1993. Este libro nos lo mandaron leer en tercero de primaria y lo recuerdo especialmente por la forma en que llegó el gato a la protagonista. El libro que recuerdo con más pasión, «Mujercitas», lo escribió Louise May Alcott en 1868. Este libro me ha marcado por el sentido del sacrificio que hay en él y por su positividad.
No es un libro con lo que empecé mi afición a la lectura. Fue con una variedad de microcuentos en los que a través de diversas aventuras ibas aprendiendo las letras. El rey u, la reina a, la bombera b… Aun podría contar muchas de esas historias con las que no solo aprendí a leer, también que un pequeño cuento, por muy corto que sea, era incontable todo lo que podía trasmitirte, y eso es lo que me creo la curiosidad de seguir leyendo.
Todas estas historias tenían un final feliz, a diferencia del libro que más me ha marcado. “Pregúntale a Alicia” Es un diario real de una adolescente estadounidense que poco a poco va introduciéndose al mundo de las drogas, hasta el punto en el que acaba con su vida. Es un libro que para mí ha sido una base para crearme una gran parte de mis ideologías y sobre todo, una gran referencia a la hora de tomar decisiones. Un libro que para mí ha sido imposible leer solo un millón de veces.
El primer libro que leí fue «Viaje al Oeste» de Wu Chengen que es una de las cuatro obras clásicas grandiosas en la historia de la literatura china. Se trata de la historia mítica de las aventuras del monje budista Xuanzang en una peregrinación a la India con sus tres discípulos, un mono llamado Sun Wukong, un duende de agua llamado Sha Seng y un cerdo llamado Zhu Wuneng para conseguir unos textos religiosos.
El libro que recuerdo con más pasión es «El Secreto» de Rhonda Byrne. Se trata de una de las grandes leyes del Universo:la ley de la atracción. Es decir, te conviertes en lo más piensas, también atraes lo que más piensas y tus pensamientos se materializan en objetos.
El primer libro que recuerdo haber leído fue «Brujas», me lo recomendó mi madre y pese a ser pequeña me enganchó muchísimo. Trataba de mujeres que eran brujas y convivían en total normalidad, viviendo como sí fueran humanas normales.
Un libro que recuerdo mucho es «Lección magistral» de Luis Alberto de Cuenca. Es un libro que redacta una conferencia que el escritor realizó a jóvenes estudiantes, me gusta y creo que es una manera diferente y objetiva de mostrar su opinión, lo recomiendo totalmente.
Todos tenemos libros que hemos empezado a leer y los dejamos apartados a la mitad, porque no nos enganchan o porque nos aburren, pero el primer libro que yo recuerdo haber leído de principio a fin fue «Los cinco y el tesoro de la Isla», ya que desde el inicio del libro me engancharon mucho las aventuras que viven los personajes. Aunque tengo un libro que he leido y posiblemente leeré con más pasión, «En un lugar de Atocha», porque cuenta la historia del 11-M vivida por un niño y el primo de un amigo mio, murió aquel día.
El primer libro entero que recuerdo haber leído y que aun conservo se titula «El libro de los por qué» de Gianni Rodari, recuerdo como disfrutaba cada día con las mini fabula o historietas sobre el porque de las cosas, y lo mucho que disfrutaba leyéndolo.
Pero sin duda el libro que recuerdo con mas pasión y de los pocos que hasta ahora han conseguido atraparme para acabar es: «Nunca seré tu héroe» de María Menendez-Ponte. Fue una lectura obligatoria de clase pero la narración en primera persona del protagonista y todo lo que a él le sucede justo a mi edad en la que lo leí me hizo disfrutar tanto que hoy en día aun lo recuerdo.
Entre la niebla de mis recuerdos encuentro aquel primer libro que me cautivó , fue “Hermanos hasta en la sopa” de Teresa Broseta, que contaba la historia de una familia muy peculiar.
He leído con mayor pasión “Mil soles esplendidos” de Khaled Hosseini ,pues con él descubrí lo diferente que es la vida de una mujer dependiendo de su lugar de nacimiento, y el poco valor que le damos a las libertades cuando las tenemos. Sus protagonistas me transmitieron unos determinados valores como son la amistad , la lealtad y el sacrifico.
El primer libro que leí fue uno titulado Garbancito, un cuento clásico que cuenta la historia de un niño que es muy pequeño y que se lo tragó un buey mientras ayudaba a su padre en el campo. Era un libro que me encantaba leer y del cual nunca me cansaba, es una historia simple pero me transmitía mucha ternura el protagonista del cuento.
Y el libro que recuerdo con más pasión es ‘Marina’. Me metí de lleno en la historia que crea Carlos Ruíz Zafón, vivía las aventuras junto a Óscar y Marina, caminaba con ellos por la Barcelona de 1980, incluso podía sentir esa atmósfera de misterio en la que está envuelta la historia. Fue el primer libro que me emocionó de verdad y me hizo derramar alguna lágrima.