Texto: María Olivera Zaldua

Con motivo del centenario del nacimiento de Francis Bacon el Museo del Prado expone 62 obras del artista. Para realizar sus cuadros, se inspiraba en reproducciones de originales, por lo que reunía, de forma compulsiva, libros, revistas, fotogramas de películas y fotografías de corridas de toros, escenas de guerra, caza o deporte (críquet y boxeo especialmente).

Bacon estudió la imagen para profundizar más allá de la apariencia superficial de las fotografías. Se inspirado también con los poemas de García Lorca y le fascinaba el movimiento de los seres vivos. Quiso mostrar la desesperación de los sujetos humanos, de ahí las expresiones de los tipos con las bocas abiertas. En el Retrato de Inocencio X expresó las tensiones del cuerpo en el espacio.

Fue un maniático. Todos sus cuadros debían tener un cristal, su estudio era un caos en el que incluso pisoteaba sus obras. La pasión por la fotografía le llevó a mantener estrecha relación con autores como Eadwear Muybrigde y John Deakin, a los que encargó que fotografiaran animales y retrataran a sus amigos.

Un paseo por el Prado que no dejará indiferentes a los mirones.

 

Título: Francis Bacon

Centro: Museo del Prado

Fechas: hasta el 19 de abril/2009

Compartir:

Deja un comentario