PROFUNDIZANDO EN EL CONCEPTO DE ACTIVIDAD INVENTIVA: EL CONOCIMIENTO GENERAL COMÚN DEL EXPERTO EN LA MATERIA

No es la primera vez que en este blog nos ocupamos del requisito de actividad inventiva. Al menos en dos ocasiones nos hemos referido al mismo, lo cual no debería extrañar tratándose de un blog dedicado a las patentes y marcas, puesto que como ya se ha explicado anteriormente, la actividad inventiva es el requisito de patentabilidad cuya evaluación entraña mayor dificultad. Asimismo, una correcta evaluación del mismo resulta clave para que las patentes sólo se concedan a invenciones que realmente lo merecen, cumpliendo así el sistema de patentes con la finalidad de fomentar la innovación.

Tanto la Ley de Patentes 11/1986 como la nueva Ley de Patentes 24/2015 definen la actividad inventiva del mismo modo en el artículo 8.1:

“Se considera que una invención implica una actividad inventiva si aquélla no resulta del estado de la técnica de una manera evidente para un experto en la materia”.

El inventor de Tina Heuter 

Las directrices de examen de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) definen al experto en la materia como:

Esta es la definición del experto normalmente adoptada en el derecho europeo de patentes y en esta entrada nos vamos a centrar en uno de los componentes de la definición, la del “conocimiento general común” del experto en la materia.

El “conocimiento general común” del experto en la materia es aquel que éste posee a su disposición de forma inmediata porque lo conoce o bien porque sabe dónde se encuentra. No es preciso que este conocimiento general común se encuentre disponible por escrito, aunque es frecuente que adopte la forma de un libro de texto, una enciclopedia o un manual.

Resulta interesante observar cómo se trata este concepto en algunas decisiones de las Cámaras de Recursos de la Oficina Europea de Patentes:

 

T0890/02: En esta decisión, la cámara de recursos afirmó que la secuencia de nucleótidos de un gen que codifica una enzima es parte del conocimiento general común de una persona experta en la materia. En la fecha de prioridad de la solicitud (02/06/1995), un experto en la materia habría buscado la secuencia en dos bases de datos diferentes (EMBL y Genbank). Según la Cámara de Recursos, estas bases de datos pueden asimilarse a enciclopedias o libros de texto. La decisión desarrolla un test para determinar qué puede ser considerado “conocimiento general común”:

–  El experto en la materia debe ser capaz de seleccionar la enciclopedia, estudio, relevante, publicación científica o solicitud de patente donde se encuentra dicha información.

– Una vez seleccionado el lugar, debe ser capaz de identificar la información sin esfuerzo excesivo.

– La información encontrada no debe ser ambigua y debe ser utilizable de forma directa, sin dudas y sin necesidad de una investigación adicional.

 

T0766/91: En esta decisión se establece que, cuando durante el examen de la actividad inventiva, se señala que un determinado hecho es “conocimiento general común”, no es preciso presentar una publicación. Ello sólo será necesario si alguna de las partes pone en duda que se trata de “conocimiento general común”.

La decisión también aclara que una información no es “conocimiento general común” por el hecho de aparecer en un manual o una enciclopedia, sino que si se incorpora a esos textos es porque ya era “conocimiento general común”.

T0893/98: En este caso, la invención se refería a “cristales líquidos ferroeléctricos” y el año de prioridad era 1993. La cámara de recursos admitió que, dado lo reciente de la tecnología, se podía aceptar que, como excepción, el conocimiento general común se encontraba recogido en revistas científicas.

Resumen y figuras de la patente EP734428

T0051/87: En este caso la invención se refería a “metabolitos microbianos con actividad anti-parasítica”. El año de prioridad era 1977 y se trataba de un campo tecnológico tan avanzado para la época que la cámara de recursos admitió que el “conocimiento general común” podía estar representado en este caso tan excepcional por un documento de patente

Resumen y figura de la patente objeto de la decisión  EP0002615

T0426/88: De acuerdo a esta decisión de una de las cámaras de recursos de la Oficina Europea de Patentes, si lo considerado como conocimiento general común es una tecnología general sobre la que se presentan algunos ejemplos en una enciclopedia o un libro de texto, estos ejemplos no son limitativos y también se puede considerar como “conocimiento general común” la utilización de esa tecnología en otros campos, aunque estos no se recojan en dicha enciclopedia o libro de texto.

En esta decisión, el manual que se había aportado como representación del conocimiento general común, se refería a sistemas de control de bucles cerrados con sistemas de compensación y no se presentaba ningún ejemplo de aplicación en motores de combustión, pero la cámara de recursos consideró que habría sido inmediata la aplicación en dichos motores.

El solicitante también había argumentado que dicho manual no podía considerarse como representante del conocimiento general común, puesto que estaba redactado en alemán y el inventor era británico desconociendo el idioma germano. En este aspecto, la cámara de recursos replicó que se consideraba el conocimiento general común puede estar redactado en cualquier idioma, a semejanza de lo que ocurre con el estado de la técnica.

Definición clásica de conocimiento: creencias verdaderas válidamente justificadas

Fuente: Wikimedia Commons en inglés, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2012584

 T0171/84 Esta decisión se refiere a la utilización de la figura del “conocimiento general común” en relación con el concepto de “suficiencia de la descripción”. Una patente europea, la EP003870 había sido revocada durante el procedimiento de oposición por falta de suficiencia, dado que los porcentajes asignados a una de las reacciones químicas la hacían imposible. La cámara de recursos admitió que un experto en la materia habría conocido, puesto que es parte de su “conocimiento general común”, los porcentajes adecuados de los reactivos, los cuales se encuentran recogidos en la renombrada enciclopedia de tecnología química Ullmann.

Dada la importancia que una correcta evaluación del requisito de actividad inventiva tiene  para un adecuado funcionamiento del sistema de patentes, es preciso que los profesionales del mundo de las patentes se familiaricen con este concepto del “conocimiento general común” que se supone que posee esa figura hipotética llamada “experto en la materia” y que juega un papel clave en el examen de la actividad inventiva.

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3 comentarios

  1. Estimado Emilio,

    Gracias por su pregunta. Lo que se quiere decir con esa frase es que cuando el conocimiento general común se corresponde con una tecnología muy novedosa, normalmente no ha habido tiempo para que dicho conocimiento quede reflejado en enciclopedias o libros de texto. Habrá un primer momento en que se haya divulgado en conferencias, en reuniones de expertos (ahí no estará por escrito, aunque será un período de tiempo muy corto), luego estará en revistas científicas o patentes y transcurrirá un período de tiempo más prolongado hasta que dicho conocimiento se encuentre recogido en enciclopedias, manuales o libros de texto.
    Espero haber respondido su pregunta.
    Un cordial saludo.

  2. Leopoldo, por favor si me aclara un poco mas esta sentencia»No es preciso que este conocimiento general común se encuentre disponible por escrito, aunque es frecuente que adopte la forma de un libro de texto, una enciclopedia o un manual».
    De acuerdo a lo anterior, si no es preciso que el conocimiento general comun se encuentre disponible en un medio fisico, entonces vale el simple hecho que haya el experto en la materia lo valore como evidente aunque haya otros expertos que no lo vean asi?

  3. Actualmente estoy realizando mi investigación de Doctorado desde el campo de la ingeniería, para aportar a la comprensión de esta propiedad de la invención técnica.

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