Carlos Rodríguez Cimadevilla y Fernando Rodríguez Cimadevilla<br/>Director y Gerente de PROJECH
Premio Emprendedor XXI 2008 de Madrid a la empresa innovadora con mayor potencial de crecimiento
1. ¿Cuál es el origen de su empresa? ¿Dónde ha encontrado más dificultades y dónde ha encontrado ayuda?
La empresa PROJECH surgió de una inquietud personal. Soy médico y bioquímico y hace tiempo que percibía, impotente, cómo, a pesar de la enorme inversión en tiempo y dinero por parte de la industria biofarmacéutica, existe un estancamiento ante problemas globales de salud a los que no se encuentra solución.
Durante mi estancia de siete años como investigador en el Massachussets Institute of Technology (MIT) tuve la oportunidad de aprender los principios básicos para transformar la investigación fundamental en patentes y, éstas, en ideas de negocio y empresas. La experiencia en el MIT modificó mi visión monodimensional de la investigación y me hizo comprender la necesidad de llevar los resultados del laboratorio a la cabecera del enfermo.
A mi vuelta de Estados Unidos y después de una experiencia corta pero intensa en la industria farmacéutica española, logré convencer a mis hermanos para que apostaran sus ahorros en la idea de PROJECH. Con su aportación y la de algunos amigos "creyentes", comenzamos las actividades de la empresa en el verano de 2006.
Desde entonces, la aventura no ha dejado de sorprenderme y, en algunos casos, de maravillarme. Con la primera ayuda del Ministerio de Educación conseguimos lanzar la fase experimental de un proyecto revolucionario para estudiar y tratar las metástasis tumorales. Después, vinieron otros apoyos del Ministerio de Educación para dos nuevos proyectos (sobre obesidad y artrosis) y de la Comunidad de Madrid (para los proyectos sobre metástasis y artrosis). Estas ayudas, junto con préstamos adicionales de socios y la apertura de una cuenta de crédito bancario, nos han permitido pasar de un empleado en septiembre de 2006 a 35 a principios de junio de 2008, y de un proyecto en ese año a los 8 que desarrollamos en la actualidad y otros tantos en preparación.
Desde principios de año, hemos comenzado a detectar la necesidad de incorporar a inversores privados a nuestro barco. La estrategia actual de la empresa consiste en incorporar socios a los distintos proyectos en marcha. En nuestra corta experiencia, hemos encontrado una cierta resistencia en los fondos de inversión españoles y creemos que se trata de una fase normal en este tipo de negociaciones. Queremos convencer a los inversores de que la I+D como negocio es una estrategia de alta rentabilidad y no necesariamente a largo plazo como piensan algunos, sino a medio e incluso a corto plazo. Nuestra estructura de inversión y de salida es sólida y esperamos incorporar nuevos socios a lo largo de 2008.
2.- ¿Qué tecnología han desarrollado y aplicado?
Tenemos varios proyectos en marcha y otros que acaban de empezar. El primer proyecto que comenzó a desarrollar PROJECH fue MetastanonT, que se dedica al estudio de la metástasis tumorales. Con el buscamos dos objetivos básicos: el primero, encontrar diagnósticos de metástasis ya que, en la actualidad, no existe una forma de predecir su aparición y el segundo, buscar fármacos que curen las metástasis. Estos fármacos significarán un avance extraordinario respecto a las terapias farmacológicas antitumorales actuales, como las combinaciones de citostáticos, que se han mostrado claramente ineficientes en el tratamiento de la enfermedad.
Otra de las áreas huérfanas de tratamientos eficaces por las que apuesta Projech es la artrosis. Tenemos un proyecto (CarthrosT) cuyo objetivo consiste en desarrollar fármacos anti-artrósicos utilizando la célula del cartílago, el condrocito, como base, ya que actualmente hay fármacos que combaten los síntomas de la enfermedad (los analgésicos) pero ninguno que frene su avance hacia el dolor crónico y la invalidez. Hemos conseguido poner a punto ensayos para encontrar fármacos que curen, y no sólo que suavicen la artrosis. Estamos ya cribando moléculas naturales (de extractos marinos y terrestres) para descubrir estos compuestos.
Una más de nuestras grandes apuestas es la obesidad vs. diabetes. Aquí está el proyecto SymphafT que trata la obesidad como una enfermedad del adipocito. Con su desarrollo pretendemos encontrar las claves moleculares de esta disfunción, para así tratar el sobrepeso y la obesidad y en consecuencia, prevenir la aparición de diabetes y de otras complicaciones del exceso de tejido adiposo. Hemos avanzado rápidamente para poner a punto un modelo de laboratorio que reproduzca las etapas de la formación de la grasa en el humano. Hasta ahora, todos los centros de investigación del mundo estaban limitados a trabajar con células de ratón (el único modelo conocido).
En el campo de la medicina regenerativa hemos lanzado el proyecto SelfregenT, que estudia los mecanismos que utilizan las células madre del adulto para reparar tejidos. Estas investigaciones tienen por objeto diseñar nuevos tratamientos que potencien y mejoren la limitada capacidad de regeneración espontánea del adulto humano. El proyecto se ha convertido en nuestra primera spin off, que se está desarrollando en Gijón en estrecha colaboración con el Hospital de Jove de esa ciudad.
Otros proyectos más recientes son NeurogermT, que estudia las células madre del cerebro para buscar nuevas terapias a partir de su capacidad de neuroprotección y neurogeneración y el proyecto ZetagenixT, que desarrolla nuevos modelos animales que permitan la fabricación de órganos humanos para los transplantes de órganos del futuro. Además, otros proyectos en preparación abordarán el envejecimiento celular, las enfermedades auto-inmunes, las enfermedades mentales, nuevas terapias contra el VIH y la malaria o el desarrollo de nuevas generaciones de antibacterianos.
3.- ¿Cuándo es necesario un producto o servicio de estas características? ¿Para qué tipo de usuarios?
La existencia de una serie de grandes problemas médicos que no sólo no tienen solución actual, sino que se han quedado atascados en una especie de cuello de botella, nos ha llevado a impulsar toda una serie de proyectos que, creemos, contribuirán a su solución.
En la industria farmacéutica ha habido una evolución casi continua. En los años 40-50 surgieron muchos antibióticos, apareció la insulina, en los 80 los diuréticos, en los 90 los antidepresivos pero, desde hace más de una década, seguimos sin soluciones realmente nuevas contra las enfermedades "pendientes". La industria farmacéutica tiene dificultades para sacar nuevos medicamentos válidos para estas enfermedades.
Creemos que es el momento de unir fuerzas: la industria farmacéutica pesada (las llamadas grandes "farmas") poseen una enorme capacidad para desarrollar fármacos (tienen una química poderosa capaz extraer una enorme diversidad de una sola molécula natural y, sobre todo, saben como llevar un compuesto activo del laboratorio a la clínica) pero tienen menos cintura para incorporar rápidamente los cambios necesarios para hacer una investigación básica que contemple y se adapte en función de los resultados. Estamos seguros de que, en esa fase inicial de la investigación biofarmacéutica, empresas como PROJECH pueden integrarse sinérgicamente con los grandes de la industria con un objetivo común: avanzar con rapidez en encontrar nuevas curas contra las enfermedades de alta prevalencia y mortalidad que aún no tienen tratamiento.
4.- ¿Puede integrarse con otras tecnologías y/o en otros sistemas o productos?
Por supuesto. No sólo puede, sino que debe. Nuestro producto final (tests diagnósticos o compuestos con actividad frente a enfermedades) tiene varias fases de desarrollo.
En primer lugar, investigamos células relevantes y moléculas (analitos, péptidos o lípidos) y, en ese proceso, en muchos casos, tenemos necesidad de innovar (bien nosotros mismos u otras empresas más especializadas con las que colaboramos y que nos resuelven problemas técnicos que nos permiten avanzar en nuestra investigación). De hecho, varias de las patentes internacionales que hemos ya solicitado se refieren a tecnologías que hemos tenido que desarrollar para seguir adelante con nuestros trabajos.
Finalmente, nuestros compuestos y nuestros ensayos necesitan complementarse con la industria del diagnóstico y la farmacéutica. A través de acuerdos, ellos deberían ser nuestros socios preferentes para desarrollar hasta el mercado nuestros productos.
5.- ¿Cuáles son sus expectativas futuras?
Además de los 8 proyectos que ya tenemos en marcha, se prevé comenzar otros tantos a lo largo de 2008, con lo que nuestra cartera a final de año estará constituida por 16 proyectos o iniciativas.
Una parte importante de la estrategia de crecimiento de PROJECH está orientada a la creación de empresas con diferentes grados de vinculación a la matriz. Para 2008, contamos con la segregación como spin-off de dos proyectos (Metastanon y Carthros), y para 2009, habrá otras cuatro compañías biotecnológicas creadas a partir de otros tantos proyectos (Symphat, Neurogerm, Zetagenix, IDgenomics). En total, para finales de 2009, PROJECH habrá lanzado 7 nuevas empresas, cada una de ellas con su propio modelo de negocio, y con una cartera de Propiedad Intelectual única y exclusiva. Basados en nuestra trayectoria en el último año y medio (en el que nos hemos ajustado estrechamente a nuestras predicciones de crecimiento), para esas fechas, seremos una empresa importante en el sector de nuestro país, con aproximadamente 200 empleados, 16 solicitudes de patentes PCTs internacionales, y 41 proyectos en marcha, todos ellos en diferentes estadios de desarrollo.
En nuestras previsiones, 2010 debería ser el año en el que los proyectos más avanzados comiencen a convertirse en ingresos. Pensamos que, inicialmente, éstos serán en forma de contratos de colaboración, co-desarrollo o licencia. Tomando en consideración el conjunto de los proyectos y empresas segregadas de la matriz PROJECH, prevemos unos ingresos brutos de alrededor de 13 millones de euros para diciembre de 2010.
6.- ¿Cree que el entorno para la creación de empresas desde las universidades e instituciones científicas ha mejorado en los últimos años?
Ha mejorado mucho, y especialmente en los últimos años para lo que no ha más que mirar las cifras recientes de creación de nuevas empresas tecnológicas. Sin embargo, creo que hay varios aspectos que deben mejorar radicalmente para ponernos a la altura de otros países con niveles similares de PIB por habitante.
Primero, debemos desarrollar un sistema que sea capaz de "detectar" resultados e investigaciones hechos en el ámbito académico y que tengan el potencial de convertirse en negocio.
Segundo, algo importante debe cambiar en la forma en que se administra la I+D en los organismos públicos de investigación. Deben asumir la necesidad de una mayor rapidez y flexibilidad en sus relaciones con la empresa privada.
Finalmente, el emprendedor debe dejar atrás la mentalidad de ganar unilateralmente a costa de lo que sea. Las empresas y, por supuesto, el sistema en su conjunto, a la larga, son más rentables cuando todas las partes ganan. Lo que los anglosajones llaman situación win-win es el camino más rápido y fructífero para llegar a acuerdos.
7.- ¿Qué consejo le daría a alguien que quiera emprender desde la ciencia y la tecnología?
Nuestro proyecto ha nacido desde una visión utópica de un futuro mundo mejor, pero no nos engañemos, para que esto salga adelante, al menos en los primeros años, debe existir alguien dispuesto, primero, a invertir en tu empresa y, segundo, a comprar lo que haces. Así que, si tienes una idea de negocio (no importa si la gente te dice que es una locura; a veces, eso es una confirmación de que vas por el buen camino), primero asegúrate de que lo que hagas le va a interesar a alguien.