El deshielo de la Antártida revela un ciclo de miles de años en el que geología y biología se mezclan
En los últimos años, a causa del deshielo, han empezado a emerger en la Antártida unas misteriosas montañas oscuras que forman parte de la cordillera Sør Rondane. En este artículo publicado en la revista Ocean Rising nos cuentan que las rocas y los sedimentos de esta cordillera presentan concentraciones de hierro hasta diez veces superiores a lo habitual.
Ese hierro, liberado cuando el hielo se derrite y los fragmentos rocosos son transportados al mar por glaciares y icebergs, estimula florecimientos de fitoplancton, lo que a su vez impulsa una cadena de vida marina que secuestra dióxido de carbono y ayuda a regular el clima.
Este proceso es una prueba más de que la Tierra posee mecanismos autorreguladores que funcionan a una escala temporal enorme, de miles de años, y que contrastan con los rapidísimos cambios producidos por el cambio climático en las últimas décadas.
Imagen de portada: euphro