EURAB

El Consejo Asesor Europeo de Investigación (EURAB) es un ente que no siempre es conocido por todos. Para mejor conocimiento de algunos diremos que se creó para asesorar a la Comisión Europea sobre la planificación de la política europea de I+D+i. Entre sus miembros figuran algunos de los científicos y tecnólogos más reconocidos de Europa.

Fue creado  en el año 2001 para llenar el vacío dejado por la desaparición de otros organismos asesores anteriores como la Asamblea Europea de Ciencia y Tecnología  y el Comité Asesor sobre Investigación y Desarrollo Industrial. Se creó como instrumento cohexionador, ya que vinculaba al sector académico con el industrial en un único organismo asesor estratégico, siendo sus miembros propuestos por la Fundación Europea de la Ciencia (ESF) y la Unión de Confederaciones de Industriales y Empresarios de Europa (UNICE). Cada una de estas organizaciones, que representan respectivamente a los citados sectores académico e industrial, propone 20 nombres y la Comisión elige otros 5 miembros.

De estos, nuestro país cuenta con dos miembros; es necesario aclarar que no representan a nadie, es decir no están en el consejo representando ni a España ni a su institución. Sus nombres son Enric Banda y Luis Cabra Dueñas. (Como no representan, pues no ponemos su institución….)

No obstante, aún subrayando su independencia, el EURAB esta comprometido a trabajar en estrecho contacto con las DGs correpondientes de la Comisión. El objetivo es  la producción, en tiempo oportuno, de recomendaciones útiles y, a menudo, provocadoras. EURAB se centra, en particular, en el asesoramiento referente a la implementación real del  Espacio Europeo de Investigación (ERA) y sus posibles instrumentos, ¿Programa Marco?

Todos los informes de EURAB están disponibles en su sitio web  y se publican anualmente en forma impresa, distribuyéndose ampliamente.

El último informe emitido hace referencia a las “organizaciones especializadas en ciencia y tecnología”, tercer pilar del sistema junto a las empresas y las instituciones académicas, y que representan el 40% de la inversión pública en I+D en la Unión Europea.

Segun este texto  «Las organizaciones de investigación y tecnología podrían contribuir más al espacio europeo de investigación si la política europea fuese más propicia a sacar partido de su potencial». El informe pone como ejemplo a las organizaciones científicas y tecnológicas con vínculos con la industria, que podrían contribuir a incentivar la inversión privada en I+D, y ser utilizadas como potentes catalizadores de la investigación y la innovación (I+I) regionales.

Resumiendo, más de lo mismo, ¿no se aburrirán?