Un poema, un aliento, un golpe de aire al anochecer

Se me va la tarde  y desde un balcón cualquiera
de una ciudad cualquiera miro a los cientos de cualquieras
que pululan por una calle cualquiera.

Tú, yo, él…
Otra vez los pronombres.
Allí, bajo mi manto.
Ella va hacia la muerte
y aquel escapa de su silencio.
Nombres propios de paseantes.
La cabeza perdida en una esquina.
Viene el viento.
Luces de televisor en los cristales.
Cigarrillos escondidos.
Allí, bajo el espanto.
Él se detiene.
Aquellos se lamentan de su suerte.
Se besan.
Juegan a decirse que se quieren.
Ruidos de motores
… y las voces.
Un aliento.
Un golpe de aire que me viene.
Ya mejor…
seguro de que hoy no será el cierre.
Tal vez mañana,
o pasado…
Un portazo.
Prefiero que sea de un portazo
y no de una herida que no cierre.
Allí vosotros, los pronombres,
aquí la noche que me vence.

J.M.S.V.

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Un comentario

  1. Gracias Juan Miguel, por dejarnos retoques de poesía que son la esencia del alma.

    Aún releo aquella edición especial que nos enviaste por Navidad.

    Cuídate.

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