Si en España es necesario reivindicar que se recupere la casa de un poeta
de reconocido prestigio internacional como Vicente Aleixandre
es que algo huele a podrido.
Hable con Alejandro Sanz, el abanderado de la causa, hace unos dias
y  se mostraba  decepcionado por la situación. No más que antes o menos que mañana,
siino igual. La cultura en este país sigue funcionando a empujones y por comparación;
esto es, haciendo referencia al resto de democracias europeas: En Francia se hace esto….
los alemanes hacen aquello… los ingleses…  (de estos no digo ni pío… que tienen espías por todas partes).
Y la respuesta es siempre la misma: si los noruegos tuvieran la casa de Aleixandre,
y si la tuvieran loa americanos no digamos…
Voy a recurrir al tópico, que para eso se inventaron.
Acaban de compar y vender varios camiones de carne humana a la que visten
con pantalones cortos y les ponen a dar patadas a un balón. No me refiero
a los grandes jugadores sino a la gente con la que trapichean los venerables
(Jesús Gil dijo haber comprado varios jugadores de gran categoría y resultó
que lo más redondo que habían visto en su vida era un ladrillo).
En el entretanto, es decir en el comercio, se queda el porcentaje.
No fue el caso de Gil, Dios me libre de decir eso…. (si no le encarcelaron en vida no le vamos a encarcelar ahora)
pero se entiende el tópico…
¿Verdad?
En la casa de Aleixandre no hay mas negocio que el comprarla para que sea
la Casa de la Poesía.
¡Poesía! He dicho poesía… Ese es el problema
Los libros son un gran negocio, lo diga quien lo diga… De lo contrario
Planeta habría comprado otras doce compañías tipo «Vuelin» y se habría dedicado
al vuelo rasante…
Pero la poesía no deja ni un duro y vive de las subvenciones…
Así pues la casa de poeta Aleixandre no interesa…
Si me lo decía Alejandro: ¡País de mediocres!

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2 comentarios

  1. Estoy de acuerdo. Mientras pasen esas cosas seguiremos siendo un país del montón. ¿Por qué no cuidamos más los espacios culturales?

  2. Es que somos diferentes, para lo bueno y lo malo.

    Que malas son las comparaciones. Los españoles hacemos cosas buenas. Algo tendría que salir peor.

    Aquí sí que la culpa es de los que mandan.

    ¿Para qué valen los políticos?

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