Tradiciones y costumbres: El Escorial

La Romería de la Virgen de Gracia en El Escorial reúne a 15.000 romeros

Texto: María Olivera Zaldua

Fotos: Paloma Aguilar

(Todo en honor a la Virgen de Gracia)

La palabra romería viene de romero (peregrino), y es un viaje o peregrinación que se hace por devoción a un santuario, o fiesta popular que con merienda y bailes, se celebra en el campo o en alguna ermita o santuario el día de festividad religiosa.

Sus orígenes se encuentran en la antigüedad, cuando los judíos, en el éxodo de Egipto, iban en peregrinación al santuario móvil, situado en el desierto como lugar de adoración. La tradición cristiana se remonta al tercer siglo de nuestra era, cuando los romeros visitaban los sepulcros de los mártires.

La romería de la Virgen de Gracia de El Escorial, es una de las más populares de la Comunidad de Madrid. Al amanecer, los romeros junto a sus carretas engalanadas para la ocasión, se dan cita en la Lonja del Monasterio de El Escorial, para trasladar a la Virgen de Gracia hasta el santuario de la Herrería. Vestidos, en su mayoría, con el traje típico serrano, bajan cantando y bailando.

A lo largo del día los devotos, peregrinos, invitados y familia se agrupan en la zona para comer juntos y pasar la jornada entre la algarabía.    

Los romeros se acercan en desfile continuo a la ermita donde se custodia la imagen. Ermita de granito con campanario y soportal, donde los romeros rezan y los turistas se fotografían.   

Frente a la ermita se reúnen los serranos para bailar el Rondón, típico de la zona. Se forma primero un círculo que le da nombre, y comienza el paseo o giro al son de la música. Las parejas se van uniendo y el círculo se amplia. Cuando los romeros se detienen suenan las castañuelas, las bandurrias, la flauta y el tambor. 

En la Herrería se sucede la fiesta, se come, se canta, se baila y se premian las carretas más originales y mejor engalanadas. Al atardecer, ya cansados pero todavía con fuerzas, los romeros acompañan a la Virgen hasta el Monasterio, en cuya lonja se vuelve a cantar y bailar. Las coplas populares animan a los visitantes y la noche va cerrando la jornada de fiesta. 

(Las zapatillas serranas)

(Las carretas)

(Las muchas representaciones de la Virgen en estas)

( Las jotas y el Rondón no podian faltar)

(La Hermita en la Herreria)

(Y siempre de espectador y como fondo de decorado El Monasterio)