La otra cara de la Feria del Libro

La Feria 2009 cierra sus puertas aumentando las ventas entre un 15 y un 30% más que al año anterior, con ventaja para la novela y el libro infantil. Cuando menos es curioso, porque si el sector, según las declaraciones de los profesionales, no acusa la crisis como otras industrias, las acciones de algunas empresas son sospechosas.

¿De qué? Pues de aprovechar el tirón para cambiar conductas y pasar al otro lado de la raya a los profesionales (es decir eliminarlos de las plantillas para que trabajen -y facturen- por cuenta propia). ¿Lícito? Desde luego. Pero lo mismo podría aplicarse para los directivos: “dirija usted desde su casa y ya veremos si le encargamos más trabajo o le pagamos al peso” (aquí los problemas de los correctores, cada vez peor tratados). Obviamente nunca sucederá (me refiero al tema de los directivos) porque el poder es el poder y eso no lo cambia nadie hagan lo que hagan (en esto hay ejemplos en la edición a puñados).

El muestreo para conocer los resultados de ventas en la Feria lo tomamos de El Mundo (14 de junio de 2009), que lo ha realizado entre 50 editoriales, 30 librerías generales, 30 especializadas, y dos grupos y distribuidores. La subida en las ventas en las librerías generales se sitúa entre el 5 y el 20%, y en las especializadas en el 10%. En los grandes grupos los porcentajes van de un 15 a un 30% más de ventas, y en las distribuidoras del 25 al 30%.

¿Cómo se explica entonces que varios trabajadores estuvieran repartiendo curriculums por la Feria? ¿Cómo se explica que el grande de los grandes despidiera a ocho personas de una de sus editoriales un mes antes del evento? Ya conocen ustedes la respuesta. No cabe darle más vueltas. En todos los sectores estamos a merced de gentes sin escrúpulos, pero en el de los libros es escandaloso. En este sector hay trabajo para aburrir, pero se paga mal (es el valor de la cultura) y lo sufren los contenidos (es la queja común de los lectores y también ya de los consumidores). En resumen: todo a mejor para los de siempre y a peor para los de siempre. Más dinero recaudado y menos repartido.

Es curioso, porque los despedidos de estas y otras editoriales ya habían hecho su trabajo para que las empresas facturaran en la Feria un 25-30% más, pero no esperaron a ver los resultados. ¿Habrían actuado de otra manera al conocer estos resultados positivos? Obviamente no.

Es así, nada importa, porque los mil o mil quinientos euros mensuales de sueldo son demasiado… y hay que reducir gastos para conseguir un tanto por ciento más con el que pagar los porcentajes a fin de año a quienes toman las decisiones (incluidos los despidos). Unos se lo gastarán en vinos buenos y otros en clínicas de Estados Unidos (distinto precio).

Esta Feria, todas las Ferias del mundo son posibles gracias a los profesionales que dedican su tiempo y esfuerzo (un mes completo incluidos los festivos) para cubrir los objetivos. Tampoco servirá esto para la reflexión, sino para todo lo contrario, porque al ver que recaudan un 20% más con menos gente, aplicarán la misma receta: más patatas y menos carne. Lo grupos lo devoran todo, por ello fue inútil buscar la caseta de Espasa y de otras editoriales, porque han sido engullidas…

La Feria cierra sus puertas con más beneficios que el año anterior, no un 2, un 4 o un 8%, sino nada más y menos que un 30%. En consecuencia mucho cuidado, porque seguro que antes de las vacaciones llevarán a cabo otra reestructuración. La marcha atrás ya es un imposible. Y es que el sector, como la Feria, tiene dos caras.

JMSV