Linfocito B: micrografía de una célula B de un donante humano. / National Institutes of Allergy and Infectious Diseases, National Institutes of Health
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Society of Spanish Researchers in the United Kingdom

Los linfocitos B marginales participan en la protección frente a aterosclerosis

Las enfermedades cardiovasculares, y principalmente la aterosclerosis, son la primera causa mundial de mortandad. Meritxell Nus, de la <a href="https://www.cam.ac.uk/" target="_blank" title="Universidad de Cambridge" alt="Universidad de Cambridge">Universidad de Cambridge</a>, ha publicado junto el profesor Ziad Mallat, un artículo en <a href="https://www.nature.com/articles/nm.4315" target="_blank" title="Nature Medicine" alt="Nature Medicine">Nature Medicine</a> sobre el papel que juegan los linfocitos B. El <a href="https://www.cnic.es/" target="_blank" title="Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares" alt="Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares">Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares</a> también ha colaborado en la investigación.

La aterosclerosis es una enfermedad inflamatoria muy compleja en la que participan tanto factores solubles que se encuentran en el torrente sanguíneo (lípidos, moléculas inflamatorias…) como diferentes tipos celulares (desde células del sistema  inmune a células musculares lisas).

El papel de los linfocitos B (un tipo celular especializado en producir anticuerpos) en la aterosclerosis siempre ha sido controvertido, ya que este tipo de células es en realidad una mezcla de diferentes subclases con diferentes funciones. Por ejemplo, las células B1 (encargadas de producir anticuerpos IgM) se habían considerado protectoras frente a la aterosclerosis, mientras que las células B2 (que incluyen a las células foliculares y a las células marginales) se creía que la inducían.

Sin embargo, el reciente artículo publicado en Nature Medicine dirigido por la científica española la Dra. Meritxell Nus y el Prof. Ziad Mallat de la Universidad de Cambridge, y en el colaboran diferentes grupos europeos de la Universidad de Viena (Austria), Universidades de Ulm y Tubingen (Alemania) y el CNIC (España) ha demostrado que estas células tienen una potente función protectora frente a la aterosclerosis. Usando un modelo aterosclerótico de ratón han observado que los ratones sin células marginales presentan mayores placas de colesterol tras la ingesta de una dieta rica en colesterol.

Entre los principales hallazgos de esta colaboración, destaca el descubrimiento del mecanismo por el que estas células son capaces de impedir el desarrollo de la enfermedad a distancia (ya que ellas se encuentran en ratones en el bazo y ejercen su efecto protector en las arterias). Los investigadores han identificado altos niveles de la molécula Pdl1 en las células marginales y que aumentan tras la ingesta de una dieta rica en colesterol. Esta molécula Pdl1 se une al receptor PD1 en la superficie de las células foliculares T, impidiendo su motilidad y su diferenciación impidiendo su función que se cree favorece el desarrollo de aterosclerosis. Entre los factores que regulan la expresión de Pdl1 se encuentran la dieta y un factor de transcripción llamado Atf3. Cuando se toma una dieta rica en grasas, aumenta el nivel de Atf3 y en consecuencia, el nivel de Pdl1 en las células marginales.

Las células marginales en los humanos, no solo se localizan en el bazo, sino también en el torrente sanguíneo. Como han demostrado la Dr. Nus y colaboradores, estas células marginales humanas presentan también altos niveles de expresión de la proteína Pdl1, lo cual los resultados obtenidos en ratón podrían ser extrapolados a humanos. Como consecuencia, las conclusiones de este trabajo no solo influirán en la aterosclerosis sino que se podrán aplicar a otras enfermedades en las que las células B podrían tener un importante papel. Por ejemplo, en la actualidad se utiliza anti-Pdl1 en inmunoterapia para tratar algunos cánceres, pero será importante estudiar el efecto de este fármaco en las células marginales y su consecuencia en el desarrollo del tumor.


Referencia bibliográfica:

Meritxell Nus, Andrew P. Sage, Yuning Lu, Leanne Masters, Brian Y. H. Lam, Stephen Newland, Sandra Weller, Dimitrios Tsiantoulas, Juliette Raffort, Damiënne, Marcus, Alison Finigan, Lauren Kitt, Nichola Figg, Reinhold Schirmbeck, Manfred Kneilling, Giles S. H. Yeo, Christoph J. Binder, José Luis de la Pompa, Ziad Mallat. Marginal zone b cells control follicular helper t cell response to high cholesterol diet. Nat Med. 2017. May;23(5):601-610. DOI: 10.1038/nm.4315.

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