El pisito (Marco Ferreri, 1958)

Reseña de Aiala Belzunegui Díez:

Doña Martina es una anciana a punto de morir que vive en una casa, en el centro de Madrid, al lado de la Gran Vía, con tres realquilados. El propietario de la casa espera su muerte para poder derribar el edificio, pero los inquilinos de Doña Martina quieren mantener el alquiler y tienen diferentes estrategias.

Entre los realquilados se encuentra un podólogo, sin mucha fama ni dinero, que quiere a toda costa seguir en el piso, para mantener su consulta y la clientela; una mujer de vida alegre, bastante guapa y joven, que en realidad no tiene dónde caerse muerta y Rodolfo, un cuarentón que busca encontrar casa propia para poder casarse con su novia Petrita, con la que lleva 12 años de relación. En esta búsqueda de un hogar propio se le plantearán varias alternativas, de las que terminará eligiendo la opción más alocada aconsejado y presionado por su novia y amigos.

Una obra del director Marco Ferreri, un director italiano dedicado a la realización de cortometrajes publicitarios, que llegó a España al rededor de los años 50  como representante comercial de los objetivos Tolascope[1].

La película está basada en la novela homónima de Rafael Azcona, uno de los mejores guionistas del cine español, con obras como Plácido, El Verdugo y La Lengua de las mariposas.  Rafael Azcona escribió  tres versiones de “El pisito“. La primera versión, escrita en dos meses, la realizó en el año 1957. En 1961 se publicó  el guión definitivo de la película que dirigió Marco Ferreri. Finalmente en 2005 apareció la versión sin autocensura y con algunas aportaciones extraídas de la película.

Azcona, que nunca se conformó con la primera escritura de sus novelas porque creía que habían sido escritas en estado de censura, las empezó a revisar a finales de los años noventa. Reescribió, por supuesto, “El pisito“, lo que permitió que generaciones actuales de lectores lo descubrieran.

Como homenaje a este clásico del cine español José Luis García Sánchez acaba de estrenar una película basada en una novela de Azcona Los muertos no se tocan, nene. Para respetar su estilo la ha rodado en blanco y negro y sin sonido directo, los personajes están doblados.

Ferreri y Azcona trabajaron juntos no sólo en esta obra, un año más tarde, en 1960, ambos (Ferreri como director y Azcona como guionista) crearán El Cochecito. Las dos películas tienen un humor muy similar y  están marcadas por un claro sarcasmo antiburgués. Ambas consideradas obras maestras dentro de la línea de «humor negro».

«Es una alternativa de carácter oblicuo, que surge ante la dificultad de reflejar con métodos directos los problemas reales y que recurre a la pincelada goyesca, a la deformación de las tipologías y a la exploración expresionista de las tensiones ocultas.»[2]

Ferreri no volvió a rodar en España, continuó su carrera entre Italia y Francia dónde dirigió títulos tan importantes como Dilinger è morto (1969) y La grande boufe (1973).

Dentro del gran reparto de actores que podemos encontramos destaca José Luis López Vázquez, interpretando uno de sus primeros grandes papeles, destacando así como un profesional de la interpretación. «El titubeante López Vázquez de todos estos años comenzaba a ascender en el escalafón de su profesión»[3]

Resulta curiosa la modestia de este actor cuando hablaba sobre su despegue profesional. «Nunca he pegado fuerte. A excepción de El Pisito todos los papeles son secundarios. Si Berlanga me deja dar más juego en Los jueves, milagro es porque ya he hecho varias películas con él. Nunca me he sentido protagonista. Yo esto de la interpretación lo mido por metro. Si hago metros, puedo comer. Si no me llaman, no. Así de fácil»[4]

La película, aunque muchos autores la consideran dentro del Neorrealismo español, tiene un toque de humor negro muy característico de todas las obras guionizadas por Rafael Azcona.

Una trama divertida e irónica en tono de comedia, en la que las soluciones disparatadas a los enredos en los que se ven envueltos los personajes te atrapan.

Una película que aunque sea de los años 50 tiene unos toques muy modernos. Con la que podemos sentiros muy identificados por la desesperación que siente Rodolfo al no encontrar solución al problema de la vivienda, un problema que sigue vigente en la actualidad.

Antiguamente la solución era algo más liosa, necesitabas un novio dispuesto hacer cualquier cosa por encontrar un piso, una anciana amigable con una casa y un fallecimiento cercano. Ahora en cambio la solución es más «sencilla» la pareja que quiere independizarse y conseguir su propio «pisito» no tiene más que casarse con una hipoteca en el banco para 40 años, o más.

 

Aiala Belzunegui Díez, enero 2012.

 

BIBLIOGRAFÍA

GUBERN, R; MONTERDE,J; PÉREZ PERUCHA,J; RIAMBAU,E. y TORREIRO,C: «Historia del cine español».Cátedra.Madrid.2004.

SÁNCHEZ, Bernardo; SEONE, Juanjo: “El pisito, Rafael Azcona. Tragicomedia de amor e inquilinato”. La biblioteca de nautilus. (2009). http://labibliotecadelnautilus.wordpress.com/2009/09/13/el-pisito-rafael-azcona/

RODRIGUEZ, Eduardo: «José Luis López Vázquez. Los disfraces de la melancolía». 34 semana de cine. Valladolid. 1989

VV.AA.: «Un siglo del cine español». Cuadernos de la Academia. Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas en España. Madrid.1991.


[1] La versión italiana de los objetivos Cinemascope americanos.

[2] VVAA: «Cuadernos de la Academia. Un siglo del cine español». Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas en España.Madrid.1997.Pag. 139.

[3] RODRIGUEZ, Eduardo:»José Luis López Vázquez. Los disfraces de la melancolía». 34 semana de cine.Valladolid.1989.Pag.40.

[4] RODRIGUEZ, EDUARDO: José Luis López Vázquez. Los disfraces de la melancolía». 34 semana de cine.Valladolid.1989.

 

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