Las barreras del «open access»

La realidad es que sólo el 15% de las publicaciones científicas están accesibles en acceso abierto. ¿Por qué?

Los impedimentos son varios:

Por ejemplo, uno de los más planteados por los autores cuando les proponemos que autoarchiven sus artículos en nuestros repositorios es el tema del copyright, es decir, de la distribución de su artículo. La mayoría de los autores ceden en exclusiva los derechos de distribución de sus artículos a las revistas científicas que los publican. Sin embargo, actualmente casi el 94% de las revistas permiten un tipo de acceso abierto, es decir, permiten que los autores autoarchiven una copia (no el artículo original de la revista) en un archivo abierto. Podéis consultar la base de datos de SHERPA en donde se definen las políticas de copyright de la mayoría de las principales editoriales y revistas científicas, en relación con el open access.
Otro de los problemas es el sistema actual de evaluación de los resultados de la investigación científica. En España, es necesario ser citado en el ISI Citation Index para que la publicación cuente a efectos de evaluación. Este es un camino que hay que recorrer.

Una cuestión fundamental para  la distribución en acceso abierto es la existencia de políticas, gubernamentales e institucionales que reconozcan y apoyen la importancia de distribuir sin restricciones de acceso los resultados de la investigación científica. En España, varias Instituciones han firmado ya la Declaración de Berlín, pero no parece que haya supuesto un impulso significativo al open access en España.

En este sentido hay una corriente denominada «archivangelista«, cuyo máximo representante es Stevan Harnad, que dice que la única manera de conseguir el 100% del acceso abierto a las publicaciones científicas es estableciendo un mandato, es decir, obligando a los autores a depositar una copia de su artículo en el repositorio de su Institución. Y dice que esta orden no debe venir ni del gobierno ni de las organizaciones que subvencionan la investigación sino de las propias Universidades. Este mandato no está generalizado, pero en aquellos casos en que sí existe, como por ejemplo en la Universidad do Minho, los resultados han sido espectaculares.

Para tratar de todos estos temas se ha creado una lista de distribución en la que hemos establecido unos grupos de trabajo que analizaremos las cuestiones del copyright y las políticas necesarias para apoyar el «open access» en España. Os doy la dirección de la lista por si alguno tiene curiosidad: Os Repositorios

Espero vuestras opiniones y comentarios.

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Un comentario

  1. No me cabe ninguna duda de que los sistemas de evaluación de la actividad científica e investigadora va a experimentar cambios proximamente y más en un país como España no anglosajón, y por tanto muy poco presente en las bases de datos del ISI.

    Los repositorios institucionales pueden convertirse en el futuro en catalizadores importantes de medida del volumen y calidad de la investigación en España.

    Mi duda en este sentido es, ¿no deberíamos los gestores de estas herramientas introducir unas ciertas recomendaciones a los autores sobre presentación de los documentos (ya sabeis, título, autor, filiación profesional y datos de contacto del autor, resumen y palabras clave en español e inglés, sumario) o no deberían las instituciones establecer unos mínimos criterios de revisión? ¿O es esto contrario a la propia filosofía del acceso abierto?

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