La financiación altruista en I+D

 

La Comisión Europea organizó los pasados días 27 y 28 de marzo una Conferencia en Bruselas para debatir el papel de las organizaciones sin ánimo de lucro en la financiación de la investigación en Europa, en la que participaron representantes de las organizaciones más activas en este campo. Asimismo, durante el evento, se presentó el informeDar más para la investigación en Europa: El papel de las fundaciones y las organizaciones sin ánimo de lucro en el desarrollo de la inversión en I+D”, publicado en enero de 2006. El informe, realizado a petición de la Comisión por un grupo de expertos dirigido por Yves Mény (Presidente del Instituto Universitario Europeo de Florencia) destaca la importancia de este tipo de organizaciones en la creación del Espacio Europeo de Investigación (EEI).

Según se afirmó durante la conferencia, la contribución de las fundaciones benéficas y de otras organizaciones sin ánimo de lucro en la financiación de la investigación y el desarrollo (I+D) en Europa podría aumentar significativamente, compartiendo experiencias y cooperando a nivel europeo.

 

En este sentido, la Comisión expresó su apoyo a la recomendación del informe de expertos presentado acerca de la creación de un Foro europeo para las fundaciones dedicadas a la investigación, que haría posible un intercambio sistemático de experiencias y buenas prácticas, a fin de promover las sinergias y la cooperación. El Centro Europeo de Fundaciones (European Foundation Centre) será el organismo que lidere la creación de dicho Foro. El Centro ha lanzado una consulta pública a través de su página web para conocer la opinión de los agentes implicados acerca de la iniciativa. La propuesta contó con el apoyo del resto de participantes en la conferencia, así como la idea de elaborar un código europeo de conducta para las fundaciones.

 

Igualmente, la Comisión también tiene un papel fundamental que desarrollar para abordar la falta actual de datos relativos a la financiación de I+D aportada por las fundaciones en Europa y se animó al ejecutivo de la UE a que considerara la idea de crear un estatuto europeo de fundaciones como un vehículo legal para fomentar la cooperación transfronteriza entre organizaciones y las donaciones internacionales de «ciudadanos europeos concienciados».

 

El Director General de la Dirección General de Investigación, José Manuel Silva Rodriguez, concluyó la conferencia subrayando el hecho de que el respaldo altruista a la I+D merece una seria consideración como fuente de inversión en conocimiento.

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Un comentario

  1. Hola. Mi nombre es Inés Palomar y actualmente estoy trabajando en la Oficina de la Comunidad de Madrid en Bruselas. La semana pasada tuve la oportunidad de asistir a parte de los debates que tuvieron lugar durante la conferencia, y que se centraron en las relaciones entre Universidades y Fundaciones. A este respecto, los participantes se mostraron muy críticos con el sistema universitario europeo.

    Las universidades europeas están en un proceso de profunda transformación, en el que se pretende dar mayor importancia a la transparencia y a las buenas prácticas. La comparación con el sistema norteamericano ha sido frecuente en esta conferencia; lo ideal sería encontrar un punto de equilibrio entre ambos sistemas, escoger lo mejor de cada uno. En los Estados Unidos se otorga gran importancia a la excelencia en el estudio, se prima el esfuerzo del estudiante. Pero el acceso a la universidad no es tan fácil como en Europa.

    La aportación económica de los gobiernos a las universidades europeas es muy sustancial, mientras que en los Estados Unidos es prácticamente inexistente, las universidades norteamericanas son financiadas casi en su totalidad por empresas e instituciones privadas (lo que contribuye también a una formación mas especializada e incentiva al iniciativa y el espíritu emprendedor de los estudiantes).

    Otra crítica que se realiza a las universidades europeas es su excesiva dependencia de los gobiernos, sobre todo económicamente; escasa independencia que puede ser percibida como ¿dependencia política?. Las universidades deben estar más separadas de los gobiernos. Debe además establecerse un dialogo claro y franco entre universidades, y de estas con las fundaciones.

    No debemos tomar el sistema universitario norteamericano como única referencia, y debemos promover la cooperación con el sector privado europeo. La UE debe crear y reconocer que las fundaciones hacen más fuertes a las universidades, y que una universidad fuerte hace fuertes a los ciudadanos europeos y por lo tanto a Europa. Aun así, es importante mantener sistemas de cooperación y consulta con los Estados Unidos.

    La universidad europea debe impulsar la creatividad y la cultura empresarial, cooperando estrechamente con la empresa privada, para lograr así un mayor avance tecnológico.

    La fundación debe convertirse en la plataforma de encuentro y análisis entre universidades, comunidades científica y tecnológica e incluso el sector empresarial. Plataforma que está destinada a impulsar iniciativas que faciliten la transferencia de conocimiento y tecnología. Se pretende además que en el proceso se involucren todos los agentes citados.

    Uno de los principales objetivos de la fundación es dar a conocer los avances que se van produciendo, incentivando de este modo el interés del público y sensibilizando a todos los ciudadanos europeos de la importancia que ciencia, tecnología e innovación tienen en nuestra sociedad. Interés que puede traducirse en un incremento de las aportaciones a las fundaciones (siempre y cuando el ciudadano perciba la transparencia y responsabilidad con la que trabajan estas instituciones, otorgando especial importancia a la transparencia en su actuación, sus objetivos y el medio para alcanzarlos)

    De este modo el público será generoso. Lo fundamental es la transparencia, porque estas organizaciones existen, tienen claro cual es su objetivo y cómo lograrlo.

    Las actividades de las fundaciones se ven en muchas ocasiones lastradas por las rígidas estructuras legales e impositivas que pesan sobre ellas. Es por lo tanto esencial una reforma legislativa en cada Estado miembro, reforma que no sólo contribuya al mejor funcionamiento de las fundaciones, sino que facilite también las contribuciones financieras a las mismas.

    Esto no debe percibirse como una pérdida de poder de los Estados, aunque es cierto que el impacto será distinto en cada uno de ellos, dada la diversidad existente en la UE. La percepción de las universidades y de los ciudadanos de cada Estado será muy distinta, pero el objetivo seguirá siendo común, facilitar la cooperación.

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