Mientras duerme (Jaume Balagueró, 2011)

Reseña de Javier Ibáñez:

La evolución de Jaume Balagueró es, desde sus cortometrajes iniciales y otras obras dispares como ‘Los sin nombre’[1] o la película sobre la generación Operación Triunfo[2], evidente tanto en su técnica pulida como en la elección de una temática sencilla. ‘Mientras duermes’ [3]sintetiza en su discurso los trabajos anteriores para agredirnos desde cerca, atacar con miedos primarios y sorprendernos con la facilidad con la que puede accederse a nuestros espacios más íntimos e influir negativamente sobre ellos. Aquí se acerca a esa idea inicial de la saga ‘REC’ sin explicaciones que después se ofrecen en su segunda parte para vertebrar la historia.

 

La vida de Clara (Marta Etura), la joven vital, atractiva y alegre, transcurre en un edificio céntrico de los antiguos. El ascensor es de puerta rejada manual. Los vecinos -los que vemos- comparten la clásica armonía de un vecindario anónimo en la urbe. El portero saluda y riega las plantas. El (idílico) ambiente queda reflejado en planos que enmarcan la rutina de las mañanas. Una mujer arenga a sus perros mientras una familia llega tarde a la escuela y un segundo después aparece Clara. Como todos los días sale a trabajar con los ánimos de la mujer sana y realizada de los anuncios de cereales energéticos con un contenido calórico reducido. Las secuencias de planos dotados de la luz de los comerciales de cafe tostado del despertar de nuestra coprotagonista funcionan en contraste con la figura tenebrosa del amo de llaves. La vida, la de todos ellos, se ha convertido sin saberlo en un panóptico[4] virtual a expensas de ese ser, del hombre de confianza, el guardián que, en este caso, juega un doble papel. Ese tipo es, el tímido conserje, quien de verdad les conoce.

 

Surgen-y más en este género- inevitables comparaciones a las obras de directores de renombre. Con guiños a ‘Repulsión’[5] y ese claro estilo hitchkockiano que nos imbuye con la forma de contarlo frente a una historia que pierde potencia.[6] La actuación del malogrado asistente no se enfoca con una profundidad expresada más allá del hastió de los alegatos de su voz en ‘off’. Ni tiene ánimos tan pretenciosos, ni la historia aquí los requiere.

 

El personaje es siniestro, definición aplicable teniendo en cuenta el análisis del término que hace María López Villarquide[7] –implícita en la figura de César (Luís Tosar)- donde se introduce en esa continua sensación de que sus diálogos, sus formas y expresiones, conforman un todo negativo y extraño. El mérito es que logra captar al público de cómplice con su apatía antisocial, a diferencia del Guy Woodhouse de Cassavetes[8] y sus colaboradores, siniestros pero ajenos para el receptor.  Sin embargo, si dijéramos que parte de la intriga que desprende la película ‘La semilla del diablo[9] es absorbida por la propia traducción de su titulo original en el desarrollo de la trama, aquí podemos decir que, a pesar de la complicidad, se desliga parte del interés ya que la simplicidad de sus planes y motivos  puede provocar que el espectador cómplice tome distancia al descubrirlo (quizá antes de lo previsto): un ser desgraciado de esos que no deben recibir protagonismo. Una (negativa) estadística.

 

Bibliografía:

 

Pedrero Santos, Juan Andrés: ‘Terror cinema’, Calamar Ediciones, España, 2008.

 

López Villarquide, María: ‘Roman polanski: visiones siniestras de lo cotidiano’, Cuadernos de documentación multimedia, vol. 17, España, 2006.

 

Boyero, Carlos: Crítica ‘El que acecha en el umbral’, El Pais.com Edición Digital, España, 2011.

 

Payán, Miguel Juan: Videoentrevista a Jaume Balagueró , Revista Acción Edición Digital, España, 2011.

 

Javier Ibáñez, enero 2012.

 


[1] Balagueró, Jaume: ‘Los sin nombre’, España, 1999.

[2] Balaguero, Jaume: ‘OT, la película’, España, 2002.

[3] Balaguero, Jaume: ‘Mientras duermes’, España, 2011.

[4]El panóptico’ es la obra de Jeremias Bentham (1748-832) en la que trata un modelo carcelario en el cual el guardia tiene una visibilidad completa de todos los presos en sus cubículos.

[5] Polanski, Roman: ‘Repulsion’, Reino Unido, 1965.

[6] Pedrero Santos, Juan Andrés: ‘Terror Cinema’, Calamar Ediciones, España, 2008, Pág. 188.

[7] López Villarquide, María: ‘Roman polanski: visiones siniestras de lo cotidiano’, Cuadernos de documentación multimedia, vol. 17, España, 2006, Pág 5.

[8] Cassavetes, John (1929-1989). Interpretaba el papel de marido de Rosemary, Guy Woodhouse, en ‘Rosemary’s baby’.

[9] Polanski, Roman: ‘Rosemary’s baby’, Estados Unidos, 1968.

 

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