Todo sobre mi madre (Pedro Almodóvar, 1999)

Reseña Blanca Villanueva:

Lo que nos atañe en esta reseña es la representación de las mujeres en la película Todo sobre mi madre, el análisis de sus características y qué influencia tuvieron las mujeres y experiencias de la vida del director, en la creación de los mismos. Esto es, en cierto modo, un pequeño recorrido por las partes de la vida del cineasta, que inspiraron los personajes femeninos de esta película.

Pedro Almodóvar nace en Ciudad Real, en 1949, y su vida, desde el principio,  está marcada por la presencia de mujeres, se crió en el seno de una humilde familia, junto a sus padres, su hermano, y sus dos hermanas.  Es en este momento, cuando Pedro recibe las primeras (y probablemente, las más importantes) influencias femeninas, que marcarán toda su carrera, y en concreto Todo Sobre mi Madre. En su filmografía, se hace alusión a muchos tipos de mujeres, que dan lugar a personajes a veces con tintes autobiográficos, como la película que nos ocupa. De la relación que Pedro tenía con su madre, no se sabe demasiado, ni si era muy buena o más bien mala, todo lo que sabemos es lo que él mismo ha trascendido a través de sus películas, y de lo que estamos seguros, es que esta relación marcó para siempre sus personajes.[1]

Desde un principio Pedro Almodóvar decide que sus vivencias, experiencias y visiones del mundo, serán las que inspiren sus películas. Esto ocurre así en todos sus trabajos, y encontramos en ellos los pedazos de una sociedad que el mismo ha vivido y reinterpretado.

Todo sobre mi madre, comenzó a rodarse en 1998, y se terminó ya en 1999. Se trata de un pasional melodrama, protagonizado por una de las grandes musas del director, Cecilia Roth.

La pasión que Almodóvar siente por las mujeres queda patente en la dedicatoria con la que acompañó la película: «A Bette Davis, Gena Rowlands, Romy Schneider… A todas las actrices que han hecho de actrices, a todas las mujeres que actúan, a los hombres que actúan y se convierten en mujeres, a todas las personas que quieren ser madres. A mi madre«.[2]

La película se inicia con un conflicto: la muerte de Esteban, el hijo de Manuela. Madre e hijo van al teatro a ver Un tranvía llamado Deseo, y a la salida, cuando Esteban intenta conseguir un autógrafo de la protagonista de la obra, es atropellado y muere.  En ese momento se produce una reminiscencia bíblica, una nueva Piedad, la muerte de Jesús. Manuela, expuesta al mayor de los dolores que una madre puede sentir, sostiene en sus brazos a su joven hijo muerto, sin cesar su llanto un solo segundo.[3]

Esta es la primera mujer que analizaremos. Es la figura maternal más importante de la película, una mujer luchadora y sacrificada, como veremos a lo largo del desarrollo de la historia. Esta madre, a simple vista, nada tiene que ver con Francisca Caballero, la que fuera madre de Pedro Almodóvar. Pero él, si que inspiro la parte materna más pasional y sacrificada de este personaje, en esa misma parte de su madre. No fue solo en su madre, en la que observó estas características, también lo hizo en el resto de madres, que como la suya, compartían sus tardes en el pueblo donde el director se crió: Calzada de Calatrava.

 

Tras lo ocurrido, Manuela, se marcha a Barcelona, dónde reside el padre del joven fallecido, para contarle la triste noticia.

Años atrás, cuando ella queda embarazada de Esteban (así se llamaba su hijo), huye, precisamente, de Barcelona, para darle una mejor vida a su futuro primogénito, lejos de la pecaminosa existencia de su padre. De este padre, no se conoce la identidad hasta prácticamente el final del film, y a su hijo, le provoca tremendo interés la idea de encontrarle, lo dice en varias ocasiones: «Anoche mamá me enseñó una foto de cuando era joven, le faltaba la mitad. No quise decírselo, pero a mi vida también le falta ese mismo trozo».

En el momento en el que Manuela decide huir, ella misma acepta, sin remedio, el destino de madre en soledad, sacrificando sus intereses y velando únicamente por los de su bebé.

El viaje que realiza Manuela para encontrar al progenitor, ha sido estudiado como una búsqueda de la figura del padre, no solo por parte del joven Esteban, sino también por parte del director. Esta búsqueda no tiene por qué ser en sentido físico, de hecho lo es más en sentido psicológico. Esteban y Pedro Almodóvar experimentan una parecida confusión, ante la ausencia del padre, y la misma necesidad de encontrar esa figura firme, que ayude y acompañe a la de la madre. Pero, para el director, no es en sentido físico, ya que este sí tiene un padre, sino en sentido psicológico, para profundizar en la figura de éste. [4]

Cuando finalmente el padre es encontrado, se produce una confusión mayor, aquí encontramos una figura paterna femenina (Esteban, ahora, es un travestido que se hace llamar Lola la Pionera), en este momento se nos formula una pregunta en la cabeza, ¿es el padre también una madre? Esto puede significar, sencillamente, que él nunca encontró lo que buscaba en su padre, y esto se refleja en la película, produciéndose un rebote hacia la feminidad, hacia la figura materna, muy probable en la propia historia de Pedro Almodóvar, dónde la mayor parte del apoyo y cariño que recibió de niño, le fue brindado por su madre, y no por su padre.

En este mismo camino hacia el encuentro con Esteban (así se llama el padre), Manuela conoce a una serie de mujeres, y son estas, junto a Manuela, y su creación, las que nos ocupan.

Huma Rojo es la primera de ellas, la actriz que protagoniza Un tranvía llamado Deseo, la obra que al principio de la película, van a ver madre e hijo.

Es la imagen de una mujer gastada por las experiencias de la vida, adicta a las drogas y con una amante medio loca llamada Nina. Los orígenes de la creación de este personaje están claros: está basada en otro personaje, el mismo que ella  interpreta en la película, Blanche du Bois. Blanche, es una mujer que juega con las apariencias, hace ver que es una mujer refinada, adinerada y sin un solo deje de locura, pero en realidad es adicta al alcohol, no tiene dinero y tiene un comportamiento sexual bastante indiscreto. Una pobre mujer desamparada, obsesiva, mentirosa, llena de manías, y que lo único que busca es algo de compañía que alivie su soledad. [5]

 

Pedro Almodóvar homenajea, en particular, a este personaje, por su maestría, y en general, a la obra completa de Un tranvía llamado Deseo. El homenaje lo lleva a cabo haciendo de uno de sus personajes, su inspiración para Huma. La semejanza entre ambas es llamativa cuando se alternan imágenes de la representación de la obra, y el transcurso de la propia película.

Se trata de una mujer vividora, cuya mente no ha aguantado bien el paso del tiempo, y que sigue anclada a una visión del mundo más bien ficticia.

 

Otra de las mujeres que Manuela encuentra, o más bien, se reencuentra con ella, es Agrado. Ella es una vieja amiga, una prostituta transexual que ha luchado (y lucha) por convertirse en lo que siempre ha soñado ser, una mujer. Agrado es una mujer alocada, muy cercana, divertida y orgullosa.

Como hemos dicho, Pedro vivió su infancia en un pueblo, en el que la tradición era la orden del día, y cualquier trasgresión de la misma significaba exponerse al “qué dirán”. Evidentemente harto de todo, y en busca de su sueño, el cine, se marchó a Madrid, y fue allí cuando, poco a poco, fue conociendo la sociedad de la capital. El auge de todo esto, llega con la conocida Movida Madrileña, aquella época donde la música, el sexo y las drogas se mezclaban por las calles. En esos momentos, Pedro comenzó un proyecto musical llamado Almodóvar y MacNamara, y participó en conciertos de Alaska y los Pegamoides. Es en este momento, cuando Pedro se mezcló con infinidad de mujeres, muchas de ellas transexuales, y obtuvo la inspiración, para crear personajes como Agrado.

La siguiente mujer, es Rosa.

Rosa tiene veintiséis años, es joven, guapa, dulce y monja. En su inocencia y desgana con la religión a la que pertenece, ha cometido un pecado: ha mantenido relaciones sexuales.

El hombre con el que mantiene relaciones es, ni más ni menos, que Esteban, aquel que fuera padre del joven Esteban, y fruto de ello, ha quedado embarazada.

Con el tiempo, Rosa descubre, que no solo el embarazo se ha llevado de esa relación, además Esteban, la ha contagiado de SIDA.

En este personaje volvemos a encontrarnos con la idea central de la película: la búsqueda del padre o figura paterna. El padre de rosa, está afectado de Alzheimer, y la lejanía con la realidad que su enfermedad le causa, provoca que la joven se sienta desamparada, sin el apoyo de su padre. La sensación de falta de afecto paternal está potenciada por la mala relación que Rosa tiene con su madre, que es una mujer sin paciencia y con pocos sentimientos.

En este contexto familiar, Rosa se lanza a la religión como alternativa, pero pronto descubre que esta idea no es vocacional y no la satisface.

Cuando su embarazo llega a término, Rosa tiene un bebé y, poco después, ella muere.

Esta poca convicción espiritual del personaje, puede ser el reflejo de lo que el mismo director sintió frente a la religión católica, cuando se alejó de ella, al escapar de su pueblo y asentarse en Madrid.

Pedro Almodóvar trata el tema de la religión con respeto y casi siempre situándose al margen, como citan en su libro Fran A. Zurián y Carmen Vázquez Varela:

“Almodóvar no entra en cuestionamientos teológicos, no juzga la actitud de sus personajes frente a la religión, al menos en lo tocante a sus expresiones más populares. De acuerdo con el concepto que de ella se tiene en España, el cineasta lo representa por lo que es: una mezcla de lo sagrado y profano que cada uno puede adaptar a sus necesidades.”[6]

 

El director, de niño, acudió a una escuela católica, y allí, obtuvo muchos conocimientos sobre la religión.

Los conocimientos que adquirió fueron, principalmente, espirituales, y de estos se sirvió para la creación de personajes y caracteres como los de Rosa.

Además, se sorprendió enormemente por la estética recargada y barroca de las iglesias, y debido a ello comenzó a utilizar el kitsch como estilo principal en la estética de la mayoría de sus películas, incluida esta.

 

Manuela, se redescubre como madre, produciéndose un paralelismo al final de la película: el bebé que Rosa ha tenido, fruto de su relación con Esteban, es adoptado por Manuela, y esta se marcha con él, una vez más, huyendo del destino que con su padre le espera, y así vuelve a empezar su labor maternal. Su hijo Esteban murió,  y el nuevo niño, nace y crece junto a Manuela. [7]

El último papel femenino de relevancia en el largometraje, es la segunda Rosa, la madre de la joven monja Rosa.

En este caso Almodóvar quiere transmitir el polo opuesto de la maternidad que admira. Crea un contrapunto de Manuela, para destacar todavía más, el carácter bondadoso de su maternidad.

Además, se nos muestra la relación existente entre ella y su hija, y nos hace conscientes de la poca comunicación que hay entre ellas, y no solo eso, sino lo dura e hiriente que es. Rosa es la viva imagen de la mala madre.

 

Al final de la película, como anteriormente se señala, aparece ya, la figura de Esteban padre (o Lola), que ha decidido cambiar su sexo, no tan radicalmente como Agrado, sino de manera parcial. No se considera una figura femenina dentro de la película, ya que en la mayoría del film, se habla de un “padre”, y se le designan adjetivos como machista y promiscuo.

 

Las mujeres por tanto, son las protagonistas de esta película, y cada una de ellas tiene un lugar importante dentro del film. No ocurre igual con los hombres, los cuales, por voluntad del director, son pocos y desdibujados, casi como fantasmas.

Es el caso de Lola, por lo anteriormente comentado, y también del padre de Rosa, un ser ausente, que por su enfermedad no participa en mayor medida en la película.

El único varón con integridad y solidez, es Esteban hijo, pero es solo un personaje de tránsito, ya que fallece pronto, y es gracias a eso que podemos conocer esta historia.

 

Cómo aunar finalmente estos personajes, y el desarrollo de los mismos, sino con las propias palabras de Pedro Almodóvar:

“Contra ese machismo manchego que yo recuerdo (tal vez agigantado) de mi niñez, las mujeres fingían, mentían, ocultaban, y de ese modo permitían que la vida fluyera y se desarrollara, sin que los hombres se enteraran ni la obstruyeran. Además de vital era espectacular. El primer espectáculo que vi fue el de varias mujeres hablando en los patios.” [8]

Referencias bibliográficas y citas:

[1] Méjean, Jean-Max. Pedro Almodóvar. Editorial Robinbook, Barcelona, 2007. Pág.46.

[2]  Palabras de Pedro Almodóvar, sacadas de la web La mujer del fotograma, Retrato de la mujer en el cine, y en concreto del artículo Todo Sobre mi madre.

[3] Artículo  de la página web Revista Criterio. Barros Raquel, nº 2250, Todo Sobre mi Madre, Mayo de 2000.

[4] Web Encadenados, Rashomon, nº60 Pedro Almodóvar, Todo sobre mi madre. http://www.encadenados.org/nou/n-60-pedro-almodovar/todo-sobre-mi-madre-1998

[5]  Artículo sobre Blanche du Bois del blog Calambres y bostezos. http://calambresybostezos.blogspot.com.es/2007/07/ensayo-sobre-blanche-dubois.html

[6] Zurián, Fran; Vázquez Varela, Carmen. Almodovar: El Cine Como Pasión: “Actas del congreso internacional Pedro Almodóvar”. Ediciones Universidad Castilla la Mancha, Cuenca, 2003. Pag. 72.

[7] Colmenero Salgado, Silvia. Pedro Almodóvar, Todo Sobre mi Madre. Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, 2001.

[8] Palabras de Pedro Almodóvar, sacadas del libro: Colmenero Salgado, Silvia. Pedro Almodóvar, Todo Sobre mi Madre. Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, 2001. Pág. 18.

Bibliografía:

Zurián, Fran; Vázquez Varela, Carmen. Almodovar: El Cine Como Pasión: “Actas del congreso internacional Pedro Almodóvar”. Ediciones Universidad Castilla la Mancha, Cuenca, 2003.

Méjean, Jean-Max. Pedro Almodóvar. Editorial Robinbook, Barcelona, 2007.

Strauss, Frédéric. Conversaciones con Pedro Almodóvar. Editorial Akal, 2001.

Colmenero Salgado, Silvia. Pedro Almodóvar, Todo Sobre mi Madre. Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, 2001.

López, José Luis. De Almodóvar a Amenábar: el nuevo cine español. Notorious Ediciones, 2005.

Benavent, Francisco Mª. Cine Español de los Noventa. Editorial Mensajero, Bilbao, 2000.

 

Webgrafía:

http://www.eldeseo.es/

http://www.pedroalmodovar.es/

http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada

http://www.escritorasyescrituras.com/downloadpdf.php/91

http://www.revistacriterio.com.ar/cultura/la-maternidad-segun-almodovar/

http://calambresybostezos.blogspot.com.es/2007/07/ensayo-sobre-blanche-dubois.html

 

Blanca Villanueva, 2013.

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