Volver (Pedro Almodóvar, 2006)

Reseña de Juan Francisco Moreno Delgado:

Una historia rural, que lo acerca de nuevo a su infancia, a su pueblo,  a La Mancha, y sobre todo a las mujeres humildes, valientes, desgarradas. Mujeres que rinden un culto a la muerte y a sus antepasados, un argumento que tiene como referencia las historias que su madre y sus hermanas le contaron. Por ello, rueda en los parajes naturales de existencia. Como “Hable con ella” es una referencia a la muerte y a la vida; si en la última es resurrección a través de una pasión que genera vida, en ésta es la abuela-madre, que, muerta, vuelve a la vida para rendir cuentas y ayudar a su familia. Se muestra un mundo femenino envuelto en una atmósfera cómico-dramática musical, un rompecabezas que termina en sorpresa[1].

Pedro Almodóvar se marcha a Madrid tras terminar sus estudios de Bachillerato para estudiar cine, pero sus intenciones se vieron truncadas tras el cierre de la Escuela de Cine ese mismo año. Tras varios puestos de trabajo logró trabajar de ordenanza en Telefónica a la vez que se sumergía en el mundo de la movida madrileña, siendo miembro del grupo teatral Los Goliardos, y del dúo de punk-glam rock paródico Almodóvar y McNamara. Escribió novelas y comics así como artículos en diferentes periódicos.  Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón fue su primera película como director, que consiguió llevar a cabo tras reunir quinientas mil pesetas (tres mil euros) de sus amigos. Su reconocimiento comenzaría con el filme ¿Qué he hecho yo para merecer esto? En 1985 funda junto a su hermano Agustín la compañía productora El Deseo, que se estrenaría con Matador en 1986. A partir de esta fecha Almodóvar ha emprendido múltiples trabajos y proyectos que han alcanzado diferentes tipos de éxitos. A pesar de ello, continúa fiel a sus sueños, dejándolo plasmado en cada uno de los guiones que escribe.

Almodóvar escribió Volver como “la historia de tres generaciones que sobreviven al viento solano, al fuego, a la locura, a la superstición e, incluso, a la muerte a base de bondad, mentiras y una vitalidad sin límites[2]. Parece que la muerte se pone de relieve en Volver durante toda su proyección. Una muerte que se asume con enorme naturalidad, que se espera e incluso parece anhelarse. Sin embargo, no toda la película ofrece la misma visión ante ella. A lo largo de la cinta podemos contar hasta cinco tramas diferentes que se suceden teniendo como eje a la muerte.

La primera de ellas se produce justo en los primeros minutos de la película. Una escena espectacular que, junto con una música zarzuelista, trae consigo el arrastre de los créditos y título. Mujeres que limpian las tumbas de sus familiares, preocupadas por sacar hasta el último brillo que allí pueda relucir, junto con un viento solano que a todos vuelve loco. Incluso mujeres que cuidan las tumbas que algún día ocuparán. Almodóvar ya pretende acercarnos a la muerte desde el comienzo, empezar a verla de forma natural. Nos adentra en la sociedad de la España más profunda.

La segunda mención a la muerte no tarda en llegar. El pensamiento Alicia almodovariano[3] contrasta con los tipos duros y las situaciones brutales en las que coloca a sus personajes, pues poco después nos presenta a Pablo, el marido de Raimunda, un prototipo duro capaz de violar a su hijastra y embrutecido por su condición social. Almodóvar se lo quita pronto de en medio no sin sacarle antes un plano de una violencia extraordinaria cuando mira a la niña lascivamente. Es la propia hija la que lo mata. Con el suelo de la cocina encharcado de sangre y el cuerpo del cadáver desparramado, Almodóvar filma su particular homenaje a Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960), especialmente cuando Raimunda lava el cuchillo de cocina.

El tema de la muerte no podía estar más de moda, pero el cineasta lo vuelve del revés y convierte a sus asesinas en heroínas, algo que la sociedad española está dispuesta aceptar. Almodóvar es logra hacernos comprender a estas mujeres que son capaces de matar, en este caso a su padre, y ocultar el cadáver. Es la voluntad de mostrarnos el lado tan humano de unas mujeres que salen de la vida diaria, que convierten la cocina en un punto de encuentro, que tienen como armas la mentira y la estrategia para ocultar, lo que nos hace ser participes de sus actos, sintiéndonos cómplices junto a ellas.

El tercer encuentro con la muerte se lleva a cabo justo la noche en que muere Pablo. Raimunda, mediante una llamada, recibe la noticia de la muerte de la tía Paula. Es dicho acontecimiento el que nos acerca a una sociedad de ritual, de costumbres, a la sociedad que se encuentra sumergida en la vida de pueblo. Destaca mucho la escena del velatorio con todas las mujeres vestidas de negro mientras la luz solar entra por una ventana a la manera del cine expresionista alemán o del cine de Welles. En otro plano el director efectúa un picado muy significativo sobre las mujeres que, enlutadas, dan el pésame a Sole por la muerte de la tía Paula. El director muestra la sensibilidad frente a su propia escritura.

Y por último, ahora es la madre de Raimunda la que se posiciona en el centro de una trama mortal. Es ella la que da un matiz de ficción a la película representando al fantasma que regresa de la muerte para rendir cuentas con su familia. Pero además, es ella la que revela al final de la película la muerte de la madre de Agustina, amante de su marido, a los que quemó mientras se encontraban juntos entre sus propias sábanas.

Lo más importante de todas estas tramas que nos acercan de lleno a la muerte es la implicación de cada una de las protagonistas del largometraje. Se convierte a todas ellas en heroínas, como ya se ha mencionado anteriormente. Justificamos cada uno de los asesinatos que cometen por la identificación y humildad que sentimos con ellas.

«Ahora miro la muerte con menos extrañeza. No entiendo este ciclo, y ‘Volver’ no ha hecho que lo entienda mejor, pero sí la miro de un modo más natural, con más serenidad que hace un año», afirmó Almodóvar. Además confesó que tras hacer el filme se ha quedado «más frágil, más blandito. Una zona de mi vida estaba rígida, y tras esta película se ha relajado un poco». «Es como si hubiera abierto el brocal de un pozo para reencontrarme con emociones»[4] propias del niño que se siente cada vez que regresa a La Mancha.

Volver es un filme que conlleva una gran dificultad a la hora de clasificar dentro de un género. No es la primera vez que una película de Almodóvar nos hace encontrarnos en dicha situación. Él mismo afirma: “Supongo que “Volver” es una comedia dramática. Tiene secuencias divertidas y secuencias dramáticas. Su tono imita a “la vida misma”, pero no es costumbrista. Más bien es de un naturalismo surreal, si eso fuera posible. Siempre he mezclado los géneros y sigo haciéndolo. Para mí es algo natural”.[5]

Es Almodóvar el que reconoce que su intención siempre es jugar con los géneros en sus películas, es el único modo en que él sabe hacer cine. Los propios actores son los que lo han llegado a confesar. Así, Antonio Banderas afirmaba en una entrevista mientras pisaba la alfombra del Festival de Cine Español: “Almodóvar es un género en sí mismo”.[6]

A pesar de la cantidad de escenas dramáticas que inunda la película es inevitable despreciar el tono cómico que envuelve a la cinta. Es la manera en que los personajes desarrollan las acciones, sus diálogos, sus formas de expresarse e incluso sus gestos y vestimenta. Son muchas las situaciones sobrecogedoras que este grupo de mujeres soporta. No podemos discutir que la historia de Paula, que mata a su padre mientras está siendo violada por él, derrama tragedia y dolor. Pero guardar el cadáver en la nevera de un bar en el que comienza a trabajar y en el que días más tarde organiza una fiesta parece alejarnos y hacernos olvidar el punto de drama que aquella situación podía tener. Volver no es una comedia en todo su esplendor, pero si es la idea final que el filme deja en el espectador tras su proyección.

La intención de Almodóvar fue siempre hacer de Volver una comedia dramática. Pero resulta contradictorio que buscando esta finalidad convierta todas las tramas dramáticas en cómicas, desprendiéndose en ellas de todos los elementos que podrían hacernos sentir emociones y convirtiéndolos en diálogos y situaciones que relucen un tono cómico.

Miguel Laviña Guallart afirma en una de sus críticas: “Conjuga la comedia con el costumbrismo y aires del realismo social, el melodrama y la intriga, junto con unos toques fantásticos y de humor negro. Demuestra de nuevo su maestría para entrelazar de manera única los distintos géneros”. Y continua su crítica ensalzando la capacidad del director: Logra uno de los retos más difíciles en la comedia, que es construir, a partir de unas circunstancias dramáticas, unos diálogos cargados de ingenio y humor. Al mismo tiempo, utiliza unos elementos emocionales que llevados a su extremo dan como resultado el melodrama”. [7]El crítico juzga  como una mezcla de géneros cómico y dramático. Reconoce todo el esfuerzo que conlleva construir una producción cómica a raíz de acciones dramáticas.

Joaquín R. Fernández a través de su crítica no duda en calificar “Volver” de comedia, a pesar de las historias y tramas que se narran: “Volver es, a pesar de la truculencia de algunos de los temas que aborda, una curiosa comedia con un argumento central bien definido pero al que Almodóvar le ha añadido una serie de innecesarios pasajes que estropean lo que hubiera podido ser un guión casi redondo”.[8]

Julio Rodríguez Chico decía que Volver se trataba de una mezcla explosiva en lo que lo esperpéntico[9] se alternaba con lo emotivo y dramático en escenas llenas de nostalgia y naturalidad al relacionarse con la muerte. Pero termina considerando que el humor blanco triunfa sobre el negro, y de nada sirve a Alberto Iglesias evocar al Bernard Herrmann de “Psicosis” con unos acordes punzantes que —aunque logrados en sí mismos— suenan a impostados en una historia poco angustiosa, y que se subrayan en exceso sin generar el misterio y suspense buscados”.[10]

Javier Quevedo Puchal concluye que se trata de “una comedia costumbrista”.[11]

Son múltiples las opiniones y posturas a la hora de clasificar Volver dentro de un género. Pero la amplia mayoría de autores y críticos no dudan en calificarla de una comedia dramática. Parece que Almodóvar consigue hacer un trabajo sorprendente al resultar de una historia trágica una comedia. Por el contrario, son muchos los autores que se encargan de defender la opinión de calificarla bajo un único género, la comedia, ya que las historias dramáticas no consiguen crear en el espectador ni la más mínima sensación emotiva o nostálgica.

Es indiscutible que el director ha tratado todas las acciones de la película desde la sensibilidad, pero no ha sido suficiente. Ninguna de ellas tiene toda la carga emocional que debería. Parece quedarse corto en su intención de hacernos reír a la vez que llorar, con acciones y diálogos de un fuerte dramatismo que quedan interrumpidas por esos aires cómicos que llaman a la risa.

Lágrimas, sonrisas, carcajadas, fantasmas, rusas, peluqueras, clientas marujas, besos y rituales manchegos, acoso sexual, porros, prostituta, televisión basura, mentiras, cuentas pendientes, soledad, muertes, nacimientos, joyas de plástico, estampados floreados y una infinidad de vueltas, son los elementos que fluyen, de manera totalmente libre y diluida, por cada uno de los minutos de metraje de Volver.

 

“Volver” es un título que incluye varias vueltas, para mí. He vuelto, un poco más, a la comedia. He vuelto al universo femenino, a La Mancha. He vuelto a la maternidad, como origen de la vida y de la ficción. Y naturalmente, he vuelto a mi madre. Volver a La Mancha es siempre volver al seno materno.

Durante la escritura del guión y el rodaje mi madre ha estado siempre presente y muy cerca. No sé si la película es buena pero sí estoy seguro de que me ha sentado muy bien hacerla.

A pesar de mi condición de no creyente, he intentado traer al personaje (de Carmen Maura) del más allá. Y la he hecho hablar del cielo, el infierno y del purgatorio. Y, no soy el primero en descubrirlo, el más allá está aquí. El más allá está en el más acá. El infierno, el cielo o el purgatorio somos nosotros, están dentro de nosotros, ya lo dijo Sartre mejor que yo.[12]

Son palabras de Almodóvar en una de sus más profundas reflexiones acerca de Volver.

Juan Francisco Moreno Delgado, 2013

Bibliografía

ALLISON, Mark: Un laberinto español. Las películas de Almodóvar, Ocho y medio, Madrid, 2001

ALMODÓVAR, Pedro: Volver / Un guión de Pedro Almodóvar, Ocho y medio, Madrid, 2006

CASTRO, Antonio: Las películas de Almodóvar, GIIAC, Madrid, 2010

MARKUS, Sasa: La poética de Pedro Almodóvar, Littera, Madrid 2001

MOLGUÍN, Antonio: Pedro Almodóvar, Cátedra, Madrid, 2006

 

Webgrafía

http://www.lahiguera.net/cinemania/pelicula/1876/comentario.php  (última consulta 3/5/2013)

Página Web de El Mundo http://www.elmundo.es/elmundo/2006/03/13/cultura/1142270625.html  (última consulta 3/5/2013)

Página Web de El País http://elpais.com/diario/2006/03/14/cultura/1142290809_850215.html           (última consulta 3/5/2013)

http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article2986.html     (última consulta 30/4/2013)

Página Web de Cadena Ser http://blogs.cadenaser.com/la-script/2011/05/19/pedro-almodovar-soy-incapaz-de-respetar-las-reglas-de-los-generos/            (última consulta 4/5/2013)

http://www.labutaca.net/films/40/volver.com                  (última consulta 4/5/2013)

http://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Almod%C3%B3var                   (última consulta 29/4/2013)

http://es.wikipedia.org/wiki/Volver_(pel%C3%ADcula)                   (última consulta 29/4/2013)



[1] HOLGUÍN, Antonio: Pedro Almodóvar, Cátedra, Madrid, 2006 Página 307

[2] CASTRO, Antonio: Las películas de Almodóvar, GIIAC, Madrid, 2010  Página 264

[3] La característica del Pensamiento Alicia, tal como la hemos dibujado, es la borrosidad de sus referencias internas (literarias) y de las referencias del mundo de quien imaginó el texto literario, la indistinción entre el mundo descrito y el mundo en el que vive su autor.

[4] http://www.elmundo.es/elmundo/2006/03/13/cultura/1142270625.html MENGUAL, Elena: Pedro Almodóvar regresa con “Volver”, una comedia en la que mira a la muerte “con naturalidad”, El Mundo, 14/3/2006

[5] http://www.lahiguera.net/cinemania/pelicula/1876/comentario.php

[6] http://blogs.cadenaser.com/la-script/2011/05/19/pedro-almodovar-soy-incapaz-de-respetar-las-reglas-de-los-generos/ MARTOS, David: Pedro Almodóvar: “Soy incapaz de respetar los géneros”, Cadena Ser, 19/5/2011

[7] http://www.labutaca.net/films/40/volver4.htm

[9] Esta acepción aparece por primera vez en el suplemento de la 19ª edición del DRAE, de 1970: «Género literario creado por Ramón del Valle-Inclán. En el que se deforma sistemáticamente la realidad, recargando sus rasgos grotescos y absurdos, a la vez que se degradan los valores literarios consagrados; para ello se dignifica artísticamente un lenguaje coloquial y desgarrado, en el que abundan expresiones cínicas y jergales», definición que se mantiene hasta la última edición del DRAE, en el que desaparece la alusión a los «valores literarios consagrados»

[10] http://www.labutaca.net/films/40/volver3.htm

[11] http://www.labutaca.net/films/40/volver6.htm

[12] http://www.lahiguera.net/cinemania/pelicula/1876/comentario.php

Compartir:

Deja un comentario