La caja 507 (Enrique Urbizu, 2002)

Reseña de Tomás Martin García:

Puede que en las últimas décadas, la industria cinematográfica española haya podido generar en su público una idea preconcebida y equívoca de su producción debido a la reiteración exhaustiva de géneros sobreexplotados como por ejemplo la comedia. Una filmografía tan artesanal como la nuestra, ha comenzado a experimentar recientemente con nuevos conceptos que muestran un universo narrativo y ficcional inusual.

Enrique Urbizu, guionista y director nacido en Bilbao en 1962, es uno de esos experimentadores que, sin duda, ha decidido apostar por un género relativamente virgen en la historia del cine español: el thriller. Su carrera artística se remonta al año 1988 con el filme Tu novia está loca, pero será en 1991 con su segundo largometraje Todo por la pasta cuando Urbizu decidirá decantarse por este género desconocido e insólito en la historia del séptimo arte español.

Valiéndose de la pequeña estela que dejaron a su paso El Crack de José Luis Garci (1981), Carta de amor de un asesino de Francisco Regueiro (1972) y A tiro limpio de Francisco Pérez Dolz (1963) Enrique Urbizu lleva dedicada más de una década a un género que tal y como afirma: “Siempre parece que es americano, pero hay grandes ejemplos en el cine europeo, o grandes películas hechas por directores de aquí con esta temática. Es necesario apostar por el género y quitarse las caretas” [1].

En el año 2002, Enrique Urbizu presentó La caja 507. A partir de este momento, la popularidad del director creció como la espuma y el reconocimiento de la crítica trajo consigo numerosos galardones cosechados en distintos festivales tanto nacionales como internacionales [2]. Nueve años más tarde No habrá paz para los malvados (2011) se convertirá, hasta la fecha, en el tercer y más reciente trabajo que concluye una serie de thrillers-policíacos con los que termina de presentar su envidiable habilidad para introducir los elementos propios del thriller y que, por tanto, coronan a Enrique Urbizu como el verdadero maestro del thriller español.

La caja 507 nos presenta la historia de Modesto, dueño de una sucursal bancaria que junto a su mujer sufren la pérdida de su hija, María, en un incendio. Siete años después, Modesto recibirá una llamada telefónica en su despacho de un desconocido que le dice que su mujer, enferma del corazón, ha sido secuestrada y que debe facilitar la entrada en la cámara de seguridad a los atracadores que, segundos después, irrumpirán en el banco. A partir de este momento, Modesto es encerrado y drogado para que no visualice el hurto que está teniendo lugar en dicha cámara. Cuando despierta, contempla cómo la mayor parte de las cajas han sido reventadas, entre ella la caja 507 pero, antes de llamar a la policía para que vayan a socorrerle, decide coger un libro y unos papeles que jugarán un papel decisivo en la trama de la película.

Paralelamente, en otra ciudad, un hombre llamado Rafael (ex jefe de la policía municipal y mano derecha del Alcalde) mantiene una charla con un concejal acerca de unos terrenos edificables con agua potable pero, tras recibir una llamada telefónica en la que se le avisa de que la sucursal bancaria en la que guarda su seguro de vida y el de su mujer ha sido atracada, decide regresar para  comprobar que la caja 507 (de la cual es propietario) en la que guarda documentación privada, no haya sido abierta. A partir de este punto, el filme alcanza un imparable ritmo en el que surge una doble focalización narrativa a caballo entre los dos personajes protagonistas-antagonistas y los fines y objetivos que persigue cada uno: por un lado, Modesto emprende una investigación al descubrir cifras misteriosas en los papeles de la caja 507, llegando hasta el punto de revelar que el incendio que calcinó a su hija no fue accidental, y que Rafael Maza sobornó con treinta millones de euros al jefe de bomberos para que firmase un parte confirmando la accidentalidad del suceso; y, por otra parte, Rafael busca desesperadamente a los responsables del atraco de la sucursal que han puesto en peligro tanto su seguridad como la de su mujer, moviéndose en un ambiente apestado por la mafia y la corrupción política, urbanística y periodística.

La trama de la Caja 507 parece a simple vista un buen ejemplo de este género cinematográfico y, efectivamente, lo es. El crimen se convierte en el eje vertebral de las intrigas cuyo planteamiento, nudo y desenlace gira en torno a la comisión, investigación y represión del delito [3]. La organización de los elementos, la evolución en la intensidad de la trama y la consecución de unos objetivos perfectamente definidos en su punto final están cuidados con una sutileza embriagadora ofreciendo, tal y como dice Antonio Santamarina: “un retrato pesimista y metafórico de la sociedad española y europea actual, en el cual el individuo no queda tampoco muy bien parado, ya que, como ponen de manifiesto la camisa y las gafas negras de Modesto Pardo en la última secuencia de la película, quien se sumerge en sus aguas contaminadas queda infectado también” [4].

Dejando atrás Tu novia está loca, Cachito y Cómo ser infeliz y disfrutarlo las cuales podríamos englobar en el género de la comedia pero con un progresivo desvío hacia el género que nos ocupa, en Todo por la pasta se atisbaban los comienzos del interés del Bilbaíno por el género negro y el thriller. La caja 507 termina de completar ese giro radical a un estilo barojiano de filmar y narrar del cual su propio autor se confiesa devoto y en el que evoca a Raoul Walsh, Donald Siegel y Jean-Pierre Melville [5].

Los códigos del thriller se adueñan por completo del relato ya que aborda un suceso criminal (aunque en un principio lo desconozcamos), los personajes principales son investigadores (uno es ex-agente de policía y el otro inicia la investigación por su propia mano para destapar el crimen de su hija) criminales, agentes enemigos, etc. los cuales configuran un impresionante elenco que sacan a relucir una de las más destacables y significativas señas de Urbizu como es el abusivo empleo de personajes secundarios: “Me gustan mucho. A veces pienso que lo mejor de algunas películas, o de algunas secuencias, es la fauna periférica. Yo me he apoyado mucho en ellos” [6].

La película se estrenó en 2002 fecha en la cual los escándalos de corrupción política y urbanística  de la Costa Dorada, sumado a las redes de mafia extendidas en las principales puntos costeros del mediterráneo eran una realidad más que conocida y, como dice Urbizu: “era una época para estar enfadándose con lo que estaba pasando” [7].

La temática es sin duda uno de los puntos fuertes del thriller ya que traslada a la gran pantalla, sin pudor alguno, situaciones reales adaptadas a la ficción de una sociedad en progresiva decadencia, y para la cual el director estuvo dos años documentándose y recopilando información publicada en la prensa. Para Urbizu la temática es imprescindible y por ello afirmó que las claves de un buen thriller son: “el conflicto moral, contemporáneo y la violencia. Yo creo que el thriller es un género sobre la economía, el capitalismo, el funcionamiento de nuestras sociedades y su obligación es ser ético, moral y contemporáneo” [8].

Pero el thriller no tiene porque estar siempre vinculado a un contexto moderno, cotidiano y urbano, puesto que al tener sus orígenes más remotos en la novela gótica del siglo XVIII, en ocasiones manifiesta ciertas tradiciones narrativas anteriores. En este sentido, el thriller se parece también a otros géneros que cumplen una función similar y que sirven para guardar un trozo evanescente del pasado, como el western, que conserva el mito estadounidense de la frontera, y el musical, que conserva cierta tradición teatral del siglo XIX [9].

Por otra parte, las contundentes y exhaustivas elipsis que se desarrollan a lo largo de la película, especialmente a destacar la que transcurre posteriormente a la muerte María y que da paso a un segundo arranque de la historia, son pilares fundamentales en los que se sustenta La caja 507. Esta elipsis va desde 1996 a 2003 pero curiosamente, más adelante, Urbizu decide rellenar el espacio vacante introducido por esa larga elipsis recurriendo a un elemento generalmente común en el thriller: el flashback. La intención del director pareció ser otra muy distinta siendo reiteradas las veces en las que explicó como este flashback, que no pasa desapercibido, “no era narrativo sino emocional, con él trataba de visualizar el dolor que da origen al campo de golf construido sobre los terrenos incendiados” [10].

La infinitud de elipsis de este segundo thriller de Enrique Urbizu van de la mano de los constantes movimientos de cámara. Podríamos pensar que estos dos elementos fueron enlazados por el director bilbaíno pero, la verdad es que éste se dejo influenciar por películas como Manhattan Sur (1985) en la que los movimientos de cámara potenciaron increíblemente el dinamismo de la película. “Hay una intención inicial, una voluntad de que el estilo de la película exigiría una cámara independiente, una cámara a la que se le permitiera acudir a cualquier aspecto del relato al que ella optara por ir, una libertad que no me he permitido en ninguna otra película” dice Urbizu [11].

En conclusión, la nueva apuesta de Enrique Urbizu por el cine de género y, dentro de este, por el thriller, concluye con éxito tanto entre la crítica como el público. La combinación de los elementos anteriormente presentados, añadidos a una temática tan propia del género constituyen la clave del triunfo de La caja 507 dentro de este género hasta entonces inexplorado por la cinematografía española.

 

Webgrafía

http://www.rtve.es/noticias/20110917/no-habra-paz-para-malvados/462019.shtml (última consulta: 03/05/13)

http://www.diariovasco.com/20110917/zinemaldia/enrique-urbizu-thriller-admite-201109171926.html  (última consulta: 07/05/13)

http://noticias.labutaca.net/enrique-urbizu-director-de-no-habra-paz-para-los-malvados-vivimos-una-epoca-aterradora/ (última consulta: 07/05/13)

http://elbutanopopular.com/articulos/172/enrique-urbizu (última consulta: 07/05/13)

http://www.filmin.es/blog/donosti-2011-entrevista-con-enrique-urbizu (última consulta: 08/05/13)

http://xlpv.cult.gva.es/files/generoscine.pdf (última consulta: 08/05/13)

http://entretenimiento.latam.msn.com/co/colombia/articulo_colprensa.aspx?cp-documentid=253387101  (última consulta: 09/05/13)

 

Bibliografía

ACÍN, Raúl; ALARCÓN, Tonio L.; BASSA, Joan; CASAS, Quim; CUETO, Roberto; CURTI, Roberto; DE FEZ, Desirée; FREIXAS, Ramón; GOMARASA, Manlio; GOROSTIZA, Jorge; JOSÉ NAVARRO, Antonio; LATORRE, MARÍA, José; LOSILLA, Carlos; PALACIOS, Jesús; PENA, Jaime; SALA, Ángel; VALENTÍ, FERNANDÉZ, Tomás: El thriller USA de los 70, Donostia Kultura, San Sebastián, 2010.

ANGULO, Jesús; HEREDERO F. Carlos; SANTAMARINA, Antonio: Enrique Urbizu, la imagen esencial, Fundación Vital Kutxa, San Sebastián, 2003.

GONZÁLEZ FRANCISO, Juan: Aprender a ver cine: la educación de los sentimientos en el séptimo arte, Ediciones Rialp S.A, Alcalá, Madrid, 2002.

RUBIN, Martin: Thrillers, Cambridge University Press, edición española: Madrid, 2000.

VVAA: Cines Renoir y Princesa nº14, Cines Renoir S.A, junio 1996.

 

Tomás Martin García, 2013

 

 

 

 

 



[1]             Enrique Urbizu: «El ‘thriller’ no admite adornos». ROLDÁN, Daniel: El diario Vasco (digital), 17 de Septiembre de 2011.

[2]             La caja 507 obtuvo un total de 9 premios. Internacionalmente, en el festival de Cognac de cine policiaco obtuvo el premio de la audiencia, de los críticos, el gran premio y el premio especial a mejor película policíaca. Nacionalmente la cinta fue galardonada con un fotograma de plata a mejor actor (José Coronado), dos Goyas por mejor montaje y mejor dirección de producción, un premio Ondas a mejor director: Enrique Urbizu, un premio Sant Jordi a la mejor película y dos premios Turia a mejor actor y a Enrique Urbizu como director.

[3]             GONZÁLEZ FRANCISO, Juan: Aprender a ver cine: la educación de los sentimientos en el séptimo arte, Ediciones Rialp S.A, Alcalá, Madrid, 2002. Página 105.

[4]             ANGULO, Jesús; HEREDERO F. Carlos; SANTAMARINA, Antonio: Enrique Urbizu, la imagen esencial, Fundación Vital Kutxa, San Sebastián, 2003. Página 39.

[5]             ANGULO, Jesús; HEREDERO F. Carlos; SANTAMARINA, Antonio: Enrique Urbizu, la imagen esencial, Fundación Vital Kutxa, San Sebastián, 2003. Página 76.

[6]             ANGULO, Jesús; HEREDERO F. Carlos; SANTAMARINA, Antonio: Enrique Urbizu, la imagen esencial, Fundación Vital Kutxa, San Sebastián, 2003. Página 171.

[7]             ANGULO, Jesús; HEREDERO F. Carlos; SANTAMARINA, Antonio: Enrique Urbizu, la imagen esencial, Fundación Vital Kutxa, San Sebastián, 2003. Página 173.

[8]             Enrique Urbizu trae el cine negro a la pantalla nacional. El colombiano (digital), 12 de agosto del 2012.

[9]             RUBIN, Martin: Thrillers, Cambridge University Press, edición española: Madrid, 2000. Página 326.

[10]           ANGULO, Jesús; HEREDERO F. Carlos; SANTAMARINA, Antonio: Enrique Urbizu, la imagen esencial, Fundación Vital Kutxa, San Sebastián, 2003. Página 77 y 198.

[11]          ANGULO, Jesús; HEREDERO F. Carlos; SANTAMARINA, Antonio: Enrique Urbizu, la imagen esencial, Fundación Vital Kutxa, San Sebastián, 2003. Página 19

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