El Bola (Achero Mañas, 2000)

Reseña de Stephanie Sánchez:

«De pequeño se vive, de mayor se sobrevive” [1]. En esta frase encontró Achero Mañas la inspiración para la película El Bola. Afirma él mismo «Me quedé con la primera parte de la frase, ‘de niño se vive’. Los niños en circunstancias muy adversas nunca dejan de jugar. Es intrínseco en ellos el querer seguir viviendo. Es muy difícil matar la ilusión de un niño«[2]. Estimulado por sus experiencias en el barrio madrileño de Carabanchel donde residía, y por sus trabajos con menores marginados en centros de acogida, propuso representar en el debut de su largometraje la historia de un niño maltratado. Según cuenta Mañas «quise representar a cualquier chaval que sufra una situación de violencia en cualquier lugar, es decir, no plasmar únicamente un drama sobre la violencia sufrida por un niño en un barrio de Madrid. El Bola es un drama urbano que podría darse en cualquier ciudad de cualquier país donde cohabiten las diferencias económicas, sociales y culturales”[3].

La historia transcurre entre una atmósfera violenta y sórdida donde cuenta la vida de un chico de barrio llamado Pablo y conocido como el bola que debe enfrentarse a los maltratos de su padre, un hombre enfermo con ciertos trastornos mentales por la pérdida de su hijo mayor que intentará aparentar ser buen padre a los ojos de sus vecinos. Sin embargo, el entorno de Pablo está cargado de extrema violencia y humillaciones constantes por lo cual se siente profundamente avergonzado y desesperado. Con la llegada de un nuevo compañero a clase descubrirá la magia de la amistad, y la oportunidad de conocer una situación familiar distinta a la suya donde la compresión y el respeto reinan. Es por ello, que Pablo tomará conciencia de la existencia de una vida distinta rebelándose ante la idea de volver a su vida anterior.

La vida de Achero Mañas ha estado increíblemente ligada al mundo artístico, su padre era el dramaturgo Alfredo Mañas, y su madre, la actriz Paloma Lorena. Desde muy pequeño conoció los entresijos de la interpretación, del teatro y del cine, donde debutó a los 13 años como actor y tras cursar estudios de interpretación en Nueva York, ha trabajado en dieciocho largometrajes, a las órdenes de directores como Saura en ¡Dispara!, Gutiérrez Aragón en El Rey del río, o Adolfo Aristarain en La ley de la frontera, trabajos que ha alternado con intervenciones en series de televisión. Tras estas experiencias se lanzó a la dirección de un largometraje con esta ópera prima escrita por él mismo, rodada en el barrio donde siempre ha vivido, y en la que estuvo dos años trabajando[4].

 

El entorno social y temporal en el que se sitúa esta película es el año 2000. Se trata de un barrio obrero del sur de Madrid, en concreto Carabanchel. Dentro de este contexto hace una comparación constante entre los dos tipos de familia que muestra. Por un lado se encuentra la familia de Pablo, una familia triste que no ha superado la muerte del hijo mayor y por otro lado está la familia de Alfredo, el chico nuevo que llega al colegio y que se hace amigo de Pablo. Se trata de una familia sociable y abierta. El padre de Alfredo tiene una tienda de tatuajes, es un hombre simpático, agradable, razonable y que intenta solucionar los problemas a través del diálogo. Esta comparación podría representar «Dos modelos de familias tan radicalmente distintos que se convierten en una metáfora de España antes y después de Franco” [5].Aunque según afirma Mañas «No era ésa la intención. Las dos familias representan, efectivamente, distintas maneras de vivir, y aunque los dos niños son marcados por sus padres, uno de ellos lo es a través del amor, aunque ese amor haga daño – el tatuaje-; el otro, El Bola, lo es a través de la violencia, dejándole una marca más intangible pero también más profunda” [6].

«A primera vista podría parecer una película más de chicos de barrios sin horizontes ni grandezas” [7] pero al transcurrir la trama se desarrolla un tema de violencia psicológica y física impulsada por el padre de un niño de 12 años al cual mantiene aterrorizado y avergonzado por la condición en la que vive. Mañas logra acentuar las escenas dramáticas de un modo completamente inteligente, destacando la sencillez del guión. Los hechos suceden despacio pero muy bien planteados, nada está de más. Los diálogos que aparecen son muy realistas y acordes al contexto de la película.

 

El drama en este largometraje se inicia en los primeros segundos, con una escena que abre la historia donde se aprecian a varios niños jugando en las vías del tren, desafiando la muerte como si la vida no significase nada. La acentuación del toque trágico se denota en la predominancia de los primeros planos y los planos medios, que son los indicados para relacionar los personajes y mostrar lo que sienten.

 

El ritmo que maneja el director es excelente, propiciado por el cambio continuo de planos y ángulos; Así como los movimientos de cámara que a acompañan a los personajes siguiéndoles suavemente con el uso del travelling. Del mismo modo, es bastante frecuente que la cámara busque la mirada del protagonista, encuadrándolo en un primer plano para lograr un mayor acercamiento a sus sentimientos y a su visión del mundo. La abundancia de los planos subjetivos que introducen lo que mira el personaje es bastante efectiva para una cinta dramática y muy práctica en este tipo de películas.

 

En relación a la banda sonora, es destacable señalar que predominan los silencios que aparecen en los momentos de más tensión aportando gran valor dramático. Por ejemplo en la escena en que Pablo se encuentra en su casa castigado por su padre, el silencio es el protagonista de esa escena. Además el uso de música convencional discreta, hace sentir intriga, incertidumbre, tristeza, desasosiego y miedo.

 

En la fotografía se aprecia luces claras, luminosas y reales; esto le da solidez a la historia. La luz varía en función de las dos familias que muestra la película. Cuando se adentra en la familia de Pablo, se ve una casa sombría sin mucha iluminación, con espacios cerrados. Por el contrario en la casa de Alfredo que se aprecia un ambiente iluminado y amplio. De esta manera el director subraya las diferentes realidades que viven estos dos niños.

Esta película cuenta las cosas de diferentes formas, unas veces las muestra, otras las sugiere y por medio de una elipsis pasa de una escena a otra; son cosas que no se ven, no están en el encuadre, están fuera del campo. Sin embargo, es reconocible, como por ejemplo el sufrimiento del padrino de Alfredo, moribundo en el hospital, en la escena solo se aprecia a Alfredo de pie junto a la cama. O la conversación entre los respectivos padres cuando Pablo se ha escapado de casa. Mañas decide no mostrar esas escenas, pese a ello resuelve la trama revelando la última paliza que el padre le propina a Pablo, siendo una escena bastante fuerte. No obstante, sugiere que anteriormente también lo ha golpeado y al sugerirlas consigue que el receptor las imagine, con lo que todavía alcanzan un mayor valor dramático. «Mañas es sincero, tierno en determinados pasajes, pero cruel en otros, con una precisión absoluta, sin concesiones y sin evitar el mal trago al espectador por medio de elipsis que le den a entender pero que no muestren. Es lo que hay, y Mañas opta por mostrarlo, una opción narrativa quizá más arriesgada pero tan real como las malas hostias que da la vida«. [8]

 

Es sumamente importante destacar el uso de la elipsis como principal estimulador de dramatismo, puesto que es bastante frecuente en esta película, casi todo lo que pasa se ha imaginado, se ha construido en la mente, se aprecia visiblemente en la escena de la señora Encarna al inicio del film dirigido a Pablo (¿A que a ti no te duele nada, a que tú estás bien?), intrascendente entonces, cobra gran importancia después, cuando los indicios sobre los golpes físicos, y, por supuesto, emocionales, que recibe Pablo se van dando progresivamente. Otro ejemplo evidente es el plano detalle de los pies del padre demostrando que ha oído el insulto dicho por Pablo al descubrir las marcas en su cuerpo días posteriores se confirma la sospecha que dejó la historia sin contar. Así  se van sucediendo elipsis hasta llegar a la terrible explosión próxima al final, la escena en que el padre le propina una golpiza a Pablo, una de las situaciones más estremecedoras que se han visto en una pantalla cinematográfica en los últimos años, cuyo efecto se multiplica por su sigilosa preparación, por las muchas veces que el espectador la ha imaginado fuera de campo. «Pese a un final abrupto, Mañas presenta una serie de personajes heridos y emotivos que apetece ayudar o herir. Lo más importante quizá es que El Bola nos obliga a examinar nuestras motivaciones personales por cada uno de nuestros impulsos y sus consecuencias” [9].

Es primordial señalar lo bien estructurados que están los personajes que, unido a la buena interpretación, hace que el espectador se crea completamente la trama. «Los protagonistas elegidos aportaron a la película una realidad brutal que la aleja del melodrama» [10]. Tanto la naturalidad del guión, como el desarrollo de la historia y los personajes enmarcados en unos escenarios reales típicos de un barrio obrero, provocan una sensación de realidad. «Achero me decía que tenía que llorar y que había tres posibilidades: o que salía de mí, o que me echaba colirio o que me metía una hostia. Al final salió de mí, que para eso me pagan» [11]

Es indudable que «La película muestra con convicción que en nuestra época de medicina ultrasofisticada es infinitamente más fácil sanar un brazo roto o una enfermedad cardiaca que el dolor psíquico de un niño” [12]Quizá lo más importante de esta película sea que nos obliga a examinar cada uno de nuestros impulsos y sus consecuencias[13]

Bibliografía:

Benet, Vicent: La cultura del cine: Introducción a la historia y estética del cine. Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, 2008.

Caparrós Lera, J. M. El cine de fin de milenio 1999-2000. Ediciones Rialp, España, 2001.

 

Gil-Delgado Manrique de Lara, Fernando; Barroso, Miguel Ángel. Cine español en cien películas. Ediciones Jaguar, España, 2002.

 

Jacques, Aumont. Bergala, Alain. Michael, Marie y Marc Vernet: Estética Del Cine: Espacio Fílmico, Montaje, Narración, Lenguaje. Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, 2005.

Mitry, Jean: Estética y psicología del cine. Siglo veintiuno de España editores, España, 2002.

 

Román Alejando: El lenguaje musivisual: semiótica y estética de la música cinematográfica. Editorial Visión Libros, Madrid, 2008

 

Sánchez Noriega, J.L: Historia del cine. Teoría y géneros cinematográficos, fotografía y televisión. Alianza Editorial, Madrid, 2006.

 

Tomás y Garrido G. La vida humana a través del cine. Ediciones internacionales Universitarias, Madrid, 2005.

 

 

Webgrafía Consultada:

 

Guía Didáctica: http://www.undiadecineiespiramidehuesca.com/Web/guiasdidacticas/El_Bola.pdf (Última consulta 10 de Mayo de 2013)

Página Oficial de Achero Mañas: http://www.achero.es/es/content/biograf%C3%AD

(Última consulta 7 de Mayo de 2013)

 

Cine Forum Telefónica: http://www.telefonica.net/web2/laplazainvisible/Ficha%20de%20visionado%20El%20Bola.pdf (Última consulta 11 de mayo de 2013)

El cine un recurso didáctico: http://www.ub.es/filhis/culturele/Pilar_Cervantes.html.  (Última consulta 8 de Mayo de 2013)

Hemeroteca:

Archivo: ABC, “Cartel de la película El bola” 20 de Octubre de 2000: http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/sevilla/abc.sevilla/2000/10/20/14 7.html (Última consulta: 15 de mayo de 2013)

Archivo: El País, “El bola de Achero Mañas, se estrena en New York y Chicago” 15 de Diciembre de 2002: http://elpais.com/diario/2002/12/15/espectaculos/1039906806_850215.html (Última consulta: 15 de mayo de 2013)

Archivo: El País, “Canal + estrena ‘El Bola’ y analiza el cine español” 25 de Octubre de 2001: http://elpais.com/diario/2001/10/25/radiotv/1003960804_850215.html (Última consulta: 15 de mayo de 2013

Archivo: The New York Times, “FILM FESTIVAL REVIEW; A Father’s Brutality, a Son’s Defiance” 4 de Abril de 2002.  http://www.nytimes.com/2002/04/05/movies/film-festival-review-a-father-s-brutality-a-son-s-defiance.html (Última consulta: 15 de mayo de 2013)

Archivo: El mundo, El film español ‘La comunidad’ inaugura el Festival de Cine de San Sebastián, 21 de Septiembre de 2000: http://www.elmundo.es/elmundo/2000/09/21/sociedad/969542714.html (Última consulta: 15 de mayo de 2013

Stephanie Sánchez, 2013.



[1] Escrito por el poeta Leopoldo María Panero (Madrid, 1948).

[2] Archivo: El País, entrevista a Achero Mañas por la edición impresa del periódico. Madrid, 2004.

[3] Archivo: El País, entrevista a Achero Mañas por la edición impresa del periódico. Madrid, 2004.

[4] Gonzalvo, Ángel. Un día de cine. Guía Didáctica IES Pirámide, Huesca, 2007. Pág. 2

[5] Archivo: The New York Times, escrito por el crítico de cine Stephen Holden.Estados Unidos, 2002

[6] Archivo: Cine Forum Ética de telefónica, entrevista realizada a Achero Mañas. España, 2010

[7] Gil-Delgado Manrique de Lara, Fernando; Barroso, Miguel Ángel. Cine español en cien películas. España, 2002 Pág. 24

[8]Archivo: El País, Escrito por Ocaña, Javier crítico de la edición online del periódico para la versión online de la revista Cinemanía. España, 2004.

[9] Archivo: Chicago Tribune, crítica del periódico en versión online. Estados Unidos, 2002.

[10] Archivo: French cultural weekly télérama. escrito por el crítico de cine Fréderic Strauss. Paris, 2002

[11] Archivo: RTVE, entrevista a Juan José Ballesta, versión radio a la carta. España, 2004.

[12] Archivo: Escrito por el director de cine Philippe Leclercq. Paris, 2003.

[13] Archivo: Escrito por el columnista Robert K. Elder. Estados Unidos, 2004.

Compartir:

Deja un comentario