Caótica Ana (Julio Medem, 2007)

Una reseña de Katarzyna Olga Humska:

 

Corro el riesgo de que si me ponen una plantilla normal me salgo por los bordes y a la vez me quedo corto, me dejo grandes huecos, [1] Julio Medem

 

Bienvenido en el universo-Medem. Podemos hablar de imagen-Medem, espacio-Medem… en todo un lenguaje que el director vasco introdujo con sus aportaciones audiovisuales al mundo cinematográfico. Con su sexto largometraje de ficción, Caótica Ana, Julio Medem volvió a sumergir al espectador en su arte particular donde dualidad y muerte se encaminan hacia el desenlace por el camino de amor y sexo. Esto sucede en un ambiente de expectación acumulada tras 6 años de silencio argumental desde Lucía y el sexo, tiempo en el que rumbo político de la Pelota Vasca con sus correspondiente críticas y el sufrimiento tras la pérdida de su hermana costaron al director la necesidad de ponerle contrapeso y detoxicarse cuyo fruto es precisamente Caótica Ana.

 

La fuerte relación personal con la obra, un sello distintivo de Medem, la inspiración en su hermana, Ana, que murió en un accidente automovilístico en 2001, la excavación en lo subconsciente y lo subjetivo proporcionan la experiencia de visitar un laberinto personal[2] de uno de los directores más emblemáticos y respetados del panorama español actual. Entre la expectación, las experiencias pasadas y su carácter intimista, Caótica Ana, contrae un sabor agridulce al perfilarse como un discurso frágil que a veces puede parecer estar tambaleando “entre lo sublime y lo ridículo” [3], de lo que el propio Medem está plenamente consciente.  El universo-Medem de su sexto largometraje de ficción es hipnótico y caótico como Ana misma, la duda y cuestión reside en hasta qué punto el caos supera al orden o la idea a la representación.

 

Whereever she goes, Ana desorganices what´s organised. She disorder the order but is complitely unaware. She´s the type of person wholeaves a wake, but she´s spellbound. It has a lot to do with reincarnation. She discovers under hipnosis that she´s been reincarnated eighty times. These are the thing that film is about.[4](Vaya adonde vaya, Ana desorganiza lo organizado. Desordena el orden inconscientemente. Es un tipo de persona que deja estela, pero está encantada. Tiene que ver mucho con la reencarnación. Descubre bajo hipnosis que ha sido reencarnada ochenta veces. Estas son las cosas de las que trata la película). Son las palabras de la productora de Julio Medem, Alicia Produce, procedentes de una entrevista realizada el 23 de abril de 2004, que en pocas líneas definían la base creativa de la película Caótica Ana.

La idea llegó a tomar cuerpo tres años más tarde transformándose en la historia de una joven pintora ibicenca que vive en una cueva junto a su padre alemán y cuya vida cambia al conocer a una mecenas francesa que le ofrece formación en su fundación en Madrid. El relato sigue un recorrido espacio-temporal estructurado en 10 capítulos que parecen un conteo similar al de las sesiones de hipnosis a los que se somete la protagonista en Madrid para descubrir las vidas pasadas de su alma que llegan en su antigüedad a hasta 3000 años atrás. El viaje de Ana desde el punto de vista geográfico refleja la importancia de las localizaciones que suele caracterizar la obra de Medem, recorriendo el trayecto desde la cueva en Ibiza, pasando por Madrid, para cruzar el Atlántico y llegar a la reserva de indios en Arizona y acabar en el corazón de Nueva York, Manhattan, la ciudad del caos.[5]

 

Como toda obra de Julio Medem, la película se caracteriza por la abundancia de elementos simbólicos que rondan alrededor del concepto de mito ancestral, rozando elementos del psicoanálisis, poniendo mucha atención en el subconsciente. La puesta en escena es del todo medemiana: introvertida y sutil – elementos vienen representados en función de la vida psicológica e íntima de los personajes. La temática y las principales inquietudes corresponden a los seis temas principales que estructuran su creación: el amor, el destino, el conflicto de identidad, la muerte, la confusión entre la realidad y ficción y la naturaleza.  Finalmente, Caótica Ana, como en el resto de las obras de Medem, puede ser interpretada como un viaje a las profundidades del alma humana para mostrar sus miedos, frustraciones, inquietudes y deseos más exaltados.[6]

 

Ahora bien, hace falta perfilar algunos de los aspectos específicos que configuran el caos dentro de la obra. En primer lugar, aunque el autor mostrase a lo largo de su trayectoria profesional un gusto por las anacronías temporales , especialmente en caso de los Amantes del Círculo Polar o Lucía y el sexo, con Caótica Ana esta tendencia se abandona a favor de una linealidad cronológica marcada únicamente por los sutiles flashback al conectar con las almas anteriores de la protagonista.

No obstante, la marca-Medem sigue definiendo el relato constantemente a través de las elipsis temporales, otro de los sellos distintivos del director guipuzcoano, que evidencian la superioridad y primacía de las vivencias interiores y experiencias de la protagonista frente al flujo de la historia y “esto da lugar a estructuras complejas y arriesgadas en las que hay mucho sugerido, con las que el espectador profundiza en el carácter abierto de su cine y en su capacidad de abstracción del tiempo cronológico de la historia, para realizar un montaje personal y crear emoción[7]. Este montaje personal resulta expresivo y complejo, juega con el tiempo, el espacio y asociación de ideas. Sin embargo, los saltos temporales peligran en resultar excesivamente bruscos por lo que pueden perder la verosimilitud como por ejemplo en caso de la escena del barco de padre de Linda en el que sorprendentemente se encuentra Ana en el capítulo 3: la abstracción de la situación, su incoherencia con la realidad, señalan a la certeza de la descripción del director dada por Zigor Etxebeste “Es por lo tanto un creador de mundos, de espacios fantásticos llenos de realidad[8]. Las elipsis llegan a transformarse en lagunas argumentales dejando demasiadas incertidumbres y quitándole el poder hipnótico al discurso.

 

Caótica Ana es un relato lleno de atracciones visuales reforzadas por la banda sonora de Jocelyn Pook y en el caso de Medem, “en sí misma la imagen encierra el espríritu de sus historias, de ahí la importancia que el director otorga a sus encuadres, puesta en escena y planos, perfectamente medidos y estudiados , con un tratamiento fotográfico y plástico, siempre en función de unos determinador estados de ánimo[9]. Esta perfección realizadora del director vasco, indudablemente reconocida a nivel mundial, contrasta con las críticas recibidas como guionista: “El cineasta donostierra es poderoso en la plasmación de fantasías y de imágenes atractivas y novedosas , pero sus historias distan mucho de estar vertebradas con coherencia. O, mejor dicho, los relatos fragmentados no están a la altura del fascinante discurso visual(…)[10]. Será éste un comentario acertado respecto a Caótica Ana ya que es a nivel del guión donde no llega a defenderse inmune el sexto largometraje de Medem quien superpone la experiencia sensorial y emocional a la intelectual en caso de este trabajo tan personal.

 

Es imprescindible tener en cuenta la dominación de Ana dentro del discurso que lo rige y determina su entorno creando un desequilibrio a nivel de la definición de los personajes que permanecen relativamente planos frente a la complejidad de la protagonista, dando la impresión de ser meros intermediarios en su camino hacia autodefinición. Anglo, el hipnotizador enamorado de Ana: no consigue un desarrollo  argumental más allá de las sesiones de sumisión en lo subconsciente. Padre, “el bestia”, de importancia primordial para Ana queda aplastado al reducirse al destinatario de las cartas de su hija. Padre de Linda cuyos origen y destino en el relato permanecen indefinidos, parece ser la única manera poética de explicar la llegada de Ana a Nueva York. Saïd, el amor romántico y metavital de la protagonista, cuenta con una ausencia tan larga en el discurso que su aparición en Manhattan, seguida de una desaparición inmediata resulta desconcertante. El personaje masculino de Mr. Halcón, el hilo que encaja con el prologo de la historia, será quizá el mejor definido aparece al representar un arquetipo evidente y necesario para cerrar el simbolismo. El caos de los personajes está basado en el desequilibrio, en la compleja definición e investigación de Ana y en la llanura de los que la rodean. En este aspecto, evidentemente se puede apreciar más la evolución de los caracteres femeninos que masculinos presente en la obra global de Medem.

 

El caos dentro de la película crece junto con el conteo que nos adentra en una sesión de hipnosis.

Para estudiar el controvertido tema de la reencarnación, debemos utilizar el instrumento apropiado, la mente. Ahora bien, la mente analítica y racional es capaz de aceptar o rechazar una idea, pero jamás nos puede llevar a una experiencia de tal magnitud. Necesitamos un estado de conciencia diferente para acercarnos a lo que, en sí mismo es un fenómeno metafísico.”[11]

Julio Medem, quien en su momento estudió Medicina con vocación a psiquiatría y a quién la temática de psicoanálisis le apasionaba, no busca racionalidad en su discurso sino una experiencia metafísica. Según Etxebeste, “ el personaje y el guión de Ana iban tornando forma en su propio caos, que mezclaría el misterio y la oscuridad a la que estaba llegando Medem, con el espíritu naïf del principio de la propuesta.”[12] Con estas palabras la obra de Medem parece una especie de exorcismo, cura para el alma del autor y para la protagonista. El clímax de la película, el capítulo 0, corresponde al momento de trance dentro de lo que es la hipnosis dirigida por el director vasco, es “el acto de sacrificio” simbólico que comete Ana. Es el encuentro del halcón del principio del prólogo de la película con la paloma, “el hombre de la guerra” y “la madre de los hombres buenos”. Julio Medem se arriesgó en su la poética al intercalar de un acto sexual, humillación y violencia de género, introduciendo un montaje muy dinámico, fuerte y chocante optando finalmente por un desenlace final feliz. El efecto impresiona, desconcierta, pero no deja lugar a dudas, que es lo que hace de Caótica Ana una película excepcional en la trayectoria de Medem donde predominan finales abiertos, libres. Ana liberada de su destino es el final, es la resurrección, es cerrar las puertas que se han ido abriendo a lo largo del discurso.

 

La película Caótica Ana no entra en lo que a definición clásica de un filme se refiere. Permanece ligada de una manera firme y directa a su protagonista y al director sirviendo a ambos en la creación de un relato que no se rige por normas o reglas de representación clásica ni convenciones. La ley principal de la propuesta es la sensación, el sentir, la experiencia. El aspecto emocional de la obra de Julio Medem evidenció su carácter terapéutico y la necesidad de permitir un flujo de pensamiento libre que es la  única manera de disfrutar verdaderamente de lo que es Caótica Ana. ¿Y qué es? Es un trance hipnótico, simbólicamente y audiovisualmente rico, que se aleja de los estándares lógicos o narrativos. Aunque llegan a pronunciarse las incoherencias del guion y el destino sea lo que marca el camino de la protagonista, como a Medem es debido, el caos que envuelve el mundo de Ana afecta a la historia pero no a la propuesta visual. A nivel de contenido Caótica Ana, confunde y vive a su antojo. No obstante, como dijo el propio director “A veces me asomo peligrosamente a lo ridículo o estúpido y
hasta cursi. Lo curioso es que intento expresar
exactamente lo contrario. […] Ese es mi principal peligro y soy
consciente de que para algunos me caigo ahí de bruces. Intento evitarlo, pero prefiero arriesgarme que instalarme en un territorio más seguro.[13], así que otra vez, Julio Medem sigue lejos de lo normal, ajustando la plantilla a su caos y no al revés. Y junto a él, Caótica Ana.

 

Katarzyna Olga Humska, 15 Mayo 2013.

 

BIBLIOGRAFÍA

 

STONE, Rob: Julio Medem, Manchester University Press, Manchester, 2012;

 

DELGADO, Teresa, Miradas Glocales: Cine español en el cambio de Milenio, Iberoamericana Editorial, Madrid, 2007;

 

ETXEBESTE, GÓMEZ, Zigor: Julio Medem, Ediciones Cátedra, S.A., Bilbao, 2010;

 

VALENCIANO, BONO, Celia: La estética de la obra cinematográfica de Julio Medem, tesis doctoral Universidad Complutense de Madrid( director, Manuel Palacio Arranz), 2004;

 

RUIZ, IGLESIAS, Horacio: Guía práctica de Hipnosis: De las técnicas básicas a la regresión, Ediciones Nowtilus, Madrid, 2006.

 

RODRIGUEZ, Mario-Soledad: Le cinéma de Julio Medem, Presses Sorbonne Nouvelle, Paris, 2008

 

 

WEBGRAFÍA

 

–                     http://www.elmundo.es/metropoli/2007/08/24/cine/1187906403.html (última consulta 01/05/2013)

–                     http://www.juliomedem.org/caoticaana/Files/CitizenK_verano07.pdf(última consulta 03/05/2013)

–                     Artículo Medem y manuela, Neo 2, nº66, Septiembre 2007: http://www.juliomedem.org/caoticaana/Files/Neo2_sept07.pdf (última consulta 03/05/2013)

–                     Omaira Hernández Fernández; artículo Poeta en Nueva York de Federico García Lorca:https://docs.google.com/document/d/14jEYnr0MX6RYyreTsgJZuvxO5U51tq0TbgufpkVRmkQ/edit (última consulta 13/05/2013)

–                     Documento de Julio Medem dedicado a Caótica Ana, titulado “Binomios”: http://www.juliomedem.org/caoticaana/Files/binomios_caoticaana.pdf (última consulta 05/05/2013)

–                     Entrevista de Chusa L. Monjas con Julio Medem para Diario Vasco: http://www.diariovasco.com/prensa/20070727/cultura/caotica-viaje-intenso-hecho_20070727.html (última consulta 05/05/2013)



[1] DELGADO, Teresa, Miradas Glocales: Cine español en el cambio de Milenio, Iberoamericana Editorial, 2007 ; pág. 219

[2]  CITIZEN K España, nº10, Verano 2007

[3]  ETXEBESTE, GÓMEZ, Zigor: Julio Medem, Ediciones Cátedra, S.A., Bilbao, 2010; pág. 151

[4] STONE, Rob: Julio Medem, Manchester University Press, Manchester, 2012; pág. 208.

[5]https://docs.google.com/document/d/14jEYnr0MX6RYyreTsgJZuvxO5U51tq0TbgufpkVRmkQ/edit

[6] VALENCIANO, BONO, Celia: La estética de la obra cinematográfica de Julio Medem, tesis doctoral Universidad Complutense de Madrid( director, Manuel Palacio Arranz), 2004; pág. 28, 84, 316

[7] VALENCIANO, BONO, Celia: La estética de la obra cinematográfica de Julio Medem, tesis doctoral Universidad Complutense de Madrid( director, Manuel Palacio Arranz), 2004; pág. 39

[8] ETXEBESTE, GÓMEZ, Zigor: Julio Medem, Ediciones Cátedra, S.A., Bilbao, 2010; pág.54

 

[9] VALENCIANO, BONO, Celia: La estética de la obra cinematográfica de Julio Medem, tesis doctoral Universidad Complutense de Madrid( director, Manuel Palacio Arranz), 2004; pág. 321

[10] Sanchez Noriega en: VALENCIANO, BONO, Celia: La estética de la obra cinematográfica de Julio Medem, tesis doctoral Universidad Complutense de Madrid( director, Manuel Palacio Arranz), 2004; pág. 321

 

[11] RUIZ, IGLESIAS, Horacio: Guía práctica de Hipnosis: De las técnicas básicas a la regresión, Ediciones Nowtilus, Madrid, 2006; pág. 228

 

[12] ETXEBESTE, GÓMEZ, Zigor: Julio Medem, Ediciones Cátedra, S.A., Bilbao, 2010; pág. 149

 

[13] http://www.juliomedem.org/caoticaana/Files/CitizenK_verano07.pdf

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