El extraño viaje (Fernando Fernán-Gómez, 1964)
Reseña de Rosa Mª Lorenzo López:
El extraño viaje es una película dirigida por Fernando Fernán-Gómez en 1964, con guión de Manuel Ruiz-Castillo y Pedro Beltrán, y desarrollado a partir del argumento de Luís García Berlanga. La idea está basada en un suceso real ocurrido en Mazarrón[1] (Murcia) en 1956, un crimen sin resolver para el que Berlanga propuso una explicación muy particular. El relato se desarrolla en una pequeña localidad de la España profunda, donde tres extravagantes hermanos, los Vidal, planean vender sus propiedades y marcharse al extranjero, al que identifican con la libertad. Paquita y Venancio (Rafaela Aparicio y Jesús Franco) viven sometidos a su hermana Ignacia (Tota Alba), una mujer autoritaria que, junto a sus hermanos, despierta la curiosidad de las gentes del pueblo por su vida retraída y su más que presumible buena posición. Por su parte, los vecinos son personas sencillas que viven sumidas en su rutina diaria, sin apenas más entretenimiento que el baile del sábado o inmiscuirse en la vida de los demás, hasta que un día se produce un suceso que rompe la cotidianidad del pueblo. Fernando Fernán-Gómez nos muestra una caterva de personajes que coexisten en una sociedad hipócrita, reprimida y poco desarrollada, con las convenciones y prejuicios propios de la España de la época. Pero en El extraño viaje las apariencias engañan y casi nada es lo que parece.
A pesar de que en la actualidad está considerada por muchos como una de las obras maestras de la historia del cine español, en su día no encontró más que obstáculos para su estreno, tanto por parte de la censura como de la propia distribuidora. El extraño viaje se convirtió en una película maldita que hubo de esperar más de cinco años para ver la luz, y cuando por fin lo hizo pasó casi de puntillas, sin publicidad y en la sesión doble de un cine de barrio, convirtiéndose a su vez en un fracaso de público. Jesús García Dueñas, por entonces crítico cinematográfico de la revista española Triunfo, fue uno de los primeros en manifestar el reconocimieno que merecían director y largometraje: «En un panorama como el del cine español, neutro, átono, conmovido sólo por las cabalgatas y las hemorragias de los spanish-westerns o los trinos de las estrellas cantoras o las despreocupadas correrías de los alegres chicos y chicas de Masó, resulta perfectamente injusto que se haya estrenado de tapadillo, en una sala madrileña de segundo orden, la película de Fernando Fernán-Gómez, El extraño viaje, a los cinco años de su realización. Porque este film es, ni más ni menos, una de las aportaciones más valiosas a ese cine español preocupado por examinar la realidad desde una perspectiva crítica […]»[2]. No era de extrañar este reconocimiento tardío: la trayectoría como director de cine de Fernando Fernán-Gómez no había cosechado hasta el momento buenas críticas, se llegó incluso a decir de él que carecía de rigor narrativo y de habilidad en la técnica, por lo que su obra parecía condenada a esperar hasta ser revalorizada. Entre algunos de sus títulos más notables se encuentran El malvado Carabel (1955), La vida por delante (1958), La vida alrededor (1959) y El mundo sigue (1963). Con respecto a El extraño viaje, Fernando Fernán-Gómez afirma en su libro de memorias que llegó a creer que se había equivocado al hacer la película[3].
Con El extraño viaje, Fernando Fernán-Gómez no sólo demuestra que no era un director mediocre, sino que hace gala de un gran dominio de la técnica cinematográfica con una película en la que se mezclan elementos característicos de distintos géneros como el drama y la comedia, el realismo y el suspense, filmados bajo una estética y una puesta en escena que hacen de este título una rareza. Un largometraje híbrido que se sitúa en cierta tradición cultural al tiempo que es una composición moderna con reminiscencias manieristas. Por ello se dice de El extraño viaje que es una película insólita, inclasificable.
Fernán-Gómez sigue la senda iniciada por Luís García Berlanga y Marco Ferreri junto al guionista Rafael Azcona[4], quienes llevan al cine con maestría el esperpento y el sainete costumbrista tiznados de humor ácido y crítica social, elementos tan arraigados en la tradición popular española por el teatro y la literatura. Así nos encontramos con el retrato de las gentes del pueblo y de los ambientes frecuentados por los mismos; la plaza, el bar o el salón de baile. Sin embargo, en El extraño viaje encontramos contundentes cambios de género y estilo, especialmente en los interiores, y más concretamente en la casa de los hermanos Vidal. En estas escenas también se observa una mayor elaboración en la planificación y unos puntos de vista más sofisticados, a lo que se añade un ingrediente de suspense. Con respecto a esta heterogeneidad de El extraño viaje, el historiador cinematográfico Santos Zunzunegui escribe lo siguiente: «[…] uno de los aspectos más llamativos del film reside en cómo todos esos elementos extraídos de la tradición española son sometidos a un complejo proceso de mestizaje que tiene por objetivo injertar una serie de convenciones que provienen de los géneros de terror y policíaco (los puntos de contacto con determinadas obras de Hitchcock -más en concreto Psicosis- están conscientemente trabajdos; el montaje alternado juega un papel decisivo) en un soporte de corte esperpéntico y astracanesco. […]» [5]. Zunzunegui afirma que el origen de algunos de los elementos estilísticos de este film de Fernán-Gómez los encontramos en películas como la anteriormente citada, Psicosis (1960), pero también en otra obra de Hitchcock como es Rebeca (1940), de la que parece inspirarse en el personaje del ama de llaves para la caracterización que se hace de la férrea Ignacia[6].
Estas referencias a las que se alude las encontramos desde que se presenta la casa de los hermanos Vidal, ya en ese primer plano subjetivo (y precedido del sonido de unos truenos) en que la cámara se aproxima a una puerta entreabierta hasta abrirse por completo emitiendo un chirrido, y entra en una habitación vacía, una especie de recibidor. A través de dos planos la cámara se adentra poco a poco en el lugar, observa a su alrededor, avanza, se detiene, se gira hacia una puerta que intenta abrirse desde el otro lado para avanzar después hacia la puerta del fondo, se escuchan pasos y algunos truenos mientras que la cámara atraviesa la estancia, hasta que por fin llega a esa puerta que aparece en primer plano hasta abrirse de forma misteriosa ante el enigmático personaje. Esta escena se desarrolla desde el punto de vista de un personaje, es decir, que lo que vemos es a través de su mirada, pero no sabremos hasta casi el final de la película de quien se trata ni lo que está pasando. Así, lo que parecía una película costumbrista, de pronto cambia de registro y adopta un estilo manierista en el que el artificio cinematográfico queda al descubierto. Jesús González Requena, investigador y catedrático de Comunicación Audiovisual, califica como manierista al tipo de relato cinematográfico (surgido en Hollywood entre los años cincuenta y sesenta) en que la construcción de la representación y la puesta en escena adoptan una escritura fílmica más sofisticada y autónoma, esto es, en el texto manierista se impone protagonismo al alarde formal del cineasta y a su autoría. En este tipo de textos se produce así mismo un distanciamiento con el acto narrativo, se debilita o desmorona la figura del héroe, y se crea un juego de ambigüedades y engaños que confunden al espectador. En el análisis que Requena realiza sobre Vértigo (Hitchcock, 1958) lo describe con estas palabras: «[…] el espectador es tan engañado como el personaje mismo, pues en el universo del film manierista las palabras y los gestos han perdido la densidad que poseyeran en el relato clásico; más leves, se descubren inciertos, dudosos. Pueden, por tanto, engañar -y por cierto que el espectador que el film manierista reclama se apresta encantado a experimentar el disfrute de ser engañado» [7]. En esta línea encontramos también títulos de Fritz Lang como Secretos tras la puerta (1947), al que nos remite la ambigüedad del relato unida al juego de suspense y drama en torno a la casa. José Antonio Hurtado, crítico de la revista Caimán Cuadernos de Cine, apunta en la misma dirección con respecto a las referencias manieristas de El extraño viaje: «[…] revela un virtuosismo estilístico, no exento de un regusto cinéfilo, que remite a títulos como Psicosis, un referente nada gratuito en tanto que es un film manierista en la antesala de la modernidad que se mueve en los territorios del cine de suspense y de terror […]» [8]. De igual forma encontramos elementos del texto manierista en diversas escenas protagonizadas por los tres hermanos, como cuando Paquita y Venancio entran en la habitación de su hermana y son filmados con un plano picado que los empequeñece en un entorno deformado en el que la decoración y el atrezzo adquieren mayor dimensión. El ritmo y la puesta en escena adoptan un estilo en el que prima el impacto visual, de la misma manera que se utilizan fuertes contrapicados con el personaje de Ignacia o planos más cerrados y oscuros. El investigador y profesor Francisco Javier Gómez Tarín reafirma este aspecto: «[…] el film tiene un acabado formal que nos permite decir que se sabe a sí mismo discurso y se reivindica como tal: desde el plano fijo más aparentemente irrelevante hasta el movimiento de cámara más sofisticado, en El extraño viaje se está edificando un sistema formal muy complejo que solamente puede parecer caótico para una mirada superficial.» [9].
Se puede observar, por tanto, que El extraño viaje es una película moderna con elementos estilísticos propios del cine manierista definido por Jesús González Requena. La influencia de Hitchcock, referente por excelencia del texto manierista, se advierte en la construcción de los espacios y en la elaboración de los movimientos de cámara y los puntos de vista, para culminar con un giro narrativo que termina sorprendiendo al espectador. Fernando Fernán-Gómez supo mantener la identidad de un cine propiamente español al tiempo que, con un mismo título, demostraba estar a la vanguardia y a la altura de los grandes del cine americano.
Bibliografía
BRASÓ, Enrique: Conversaciones con Fernando Fernán-Gómez, Espasa, Madrid, 2002.
CASTRO DE PAZ, José Luis: Fernando Fernán-Gómez, Cátedra, Madrid, 2010.
FERNÁN-GÓMEZ, Fernando: El tiempo amarillo: memorias ampliadas (1921-1997), Debate, Madrid, 1998.
GONZÁLEZ REQUENA, Jesús: Clásico, manierista, postclásico: los modos del relato en el cine de Hollywood, Castilla Ediciones, Valladolid, 2012.
ZUNZUNEGUI, Santos: Los felices sesenta. Avatares del cinema español, Paidós, Barcelona, 2006.
Hemeroteca
ABC, Andrés Amorós: «El extraño viaje de El extraño viaje«. 15 de marzo de 1970, página 145.
Caimán Cuadernos de Cine, José Antonio Hurtado: “El extraño viaje: De feroces miradas sobre extraños crímenes”. Número 24. Febrero 2014.
Grupo de investigación ITACA-UJI, Nuevas Tendencias e hibridaciones de los discursos audiovisuales contemporáneos, Francisco Javier Gómez Tarín: El extraño viaje a la España profunda a través de la profundidad de la mirada.
Revista Triunfo, Jesús García de Dueñas: “El extraño viaje del señor Fernán Gómez». 27 de septiembre de 1969.
Webgrafía
Centro de comunicación y pedagogía:
http://www.centrocp.com/el-extrano-viaje/ (última consulta el 13 de noviembre de 2014).
CulturArts IVAC: Ciclo «Básicos de la Filmoteca»: El extraño viaje:
http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=3&ved=0CC0QFjAC&url=http%3A%2F%2Fivac.gva.es%2Fbanco%2Farchivos%2F12%2520EL%2520EXTRA%25C3%2591O%2520VIAJE%2520A4.pdf&ei=vCl5VLq6ONbxaNK1gvgI&usg=AFQjCNFxoey487LevefAywovOygjNa5KMQ&sig2=2A26yjduf (última consulta el 10 de noviembre de 2014).
Descubriendo Murcia:
http://www.descubriendomurcia.com/la-playa-de-nares-el-crimen-de-mazarron-y-una-de-las-mejores-peliculas-espanolas-de-la-historia/ (última consulta el 10 de noviembre de 2014).
Seminario Clásicos del Cine Español: El Extraño Viaje:
https://corrientedetransito.wordpress.com/2009/05/17/santos-zunzunegui-sobre-el-extrano-viaje/ (última consulta el 16 de noviembre de 2014).
Rosa Mª Lorenzo López, 2014
[1] En 1956 aparecieron los cadáveres de una mujer y un hombre en la playa de Nares (Mazarrón, Murcia) misteriosamente acompañados por tres copas, dos de ellas con restos de una sustancia tóxica. Los cuerpos encontrados pertenecían a los hermanos Luisa y Julio Pérez, de 62 y 47 años respectivamente, pero existía una tercera hermana, Marina, de 52 años, de la que nunca se supo nada y sobre la que recayeron diversas especulaciones. El caso, que nunca se resolvió, estremeció a la España de la época y fue popularmente conocido como el crimen de Mazarrón y el misterio de las tres copas.
[2] Revista Triunfo, Jesús García de Dueñas: “El extraño viaje del señor Fernán Gómez». 27 de septiembre de 1969. Citado en “El extraño viaje: De feroces miradas sobre extraños crímenes”.
[3] FERNÁN-GÓMEZ, Fernando: El tiempo amarillo: memorias ampliadas (1921-1997), Debate, Madrid, 1998.
[4] Títulos emblemáticos con guión de Rafael Azcona, Plácido y El verdugo, de Luis García Berlanga; y El pisito y El cochecito, de Ferreri.
[5] Santos Zunzunegui: Los felices sesenta. Avatares del cinema español, Paidós, Barcelona, 2006, pág. 36.
[6] Ponencia de Santos Zunzunegui, «Hibridaciones y mestizajes: de la Zarzuela Grande al Bates Motel», dentro del Seminario Clásicos del Cine Español: El Extraño Viaje.
[7] GONZÁLEZ REQUENA, Jesús: Clásico, manierista, postclásico: los modos del relato en el cine de Hollywood, Castilla Ediciones, Valladolid, 2012, pág. 103.
[8] Caimán Cuadernos de Cine, José Antonio Hurtado: “El extraño viaje: De feroces miradas sobre extraños crímenes”. Número 24. Febrero 2014.
[9] Grupo de investigación ITACA-UJI, Nuevas Tendencias e hibridaciones de los discursos audiovisuales contemporáneos, Francisco Javier Gómez Tarín: El extraño viaje a la España profunda a través de la profundidad de la mirada.