Ciudad de Dios (Fernando Mirelles, 2002)

Reseña de Mairena Rubio Moya:

Ciudad de Dios es una película de Fernando Meirelles y Katia Lund del año 2002. Se trata de la adaptación de la novela Ciudade de Deus de Paolo Lins (1997) y es una historia que cuenta con personajes reales  basada en situaciones históricas. El contexto se ubica en la favela brasileña cuyo nombre coincide con el del film,y  relata el crecimiento del crimen organizado en la favela entre los años 60 y 80.

Para el rodaje Fernando Mirelles necesitó el permiso de los narcotraficantes de la zona,  cuenta que uno de los primeros días  fue encañonado por un niño en las favelas: “La película fue filmada en áreas controladas por los narcotraficantes. Entonces, antes de empezar a filmar pedimos permiso para rodar dentro de esas áreas. A pesar de que estábamos rodeados de traficantes y niños armados, no pasó nada, pues todos, incluso la policía, sabían lo que estábamos haciendo”[1]. Los actores eran jóvenes no profesionales de la zona, lo que le aportó a la cinta un toque improvisado y más realista. El estreno de la película supuso un punto de inflexión en la vida de muchos de los actores y en el cine brasileño, algunos  de estos actores querían continuar en la carrera, otros,  no supieron aprovechar esta oportunidad y se envolvieron en el mundo de las drogas.

Tal fue la repercusión del film en Ciudade de Deus, que posteriormente Cavi Borges produce un documental titulado Ciudad de Dios: Diez años después (2013), que repasaba las vidas actuales de los niños que habían actuado en el rodaje del film. Cavi Borges responde así a una entrevista: “En lo personal, trabajé como investigador del elenco de  “Ciudad de Dios”. Cuando vi la película me impactó el resultado de los actores, quienes en su gran mayoría son mis amigos. Diez años después queríamos mostrar las transformaciones en su vida. Encontramos muchas historias sorprendentes: actores que se convirtieron en estrellas, otros que enfrentan las dificultades propias del mercado al que definen como mediático y racista, y otro número pequeño que se envolvió en el tráfico de drogas”[2].

La cinta describe el mundo del narcotráfico en esta ciudad,  para ello cuenta la historia de Buscapé, un niño de once años que nace en la favela rodeado de niños que se dedican a delinquir y robar, pero que persigue un sueño: ser fotógrafo. A la vez, cuenta la historia de Dadinho, que posteriormente se apodará  Zhe Pequenho,  y que se traslada al barrio y  sueña con ser el delincuente más temido del barrio. Se trata del protagonista de la historia (Buscapé), y el antagonista (Zhe Pequenho).

El director dividirá el largometraje en tres partes: la primera ambientada a finales de los años 60, en la que se relata las hazañas del “Trio Ternura” que influyeron notablemente en Dadinho de once años; la segunda, ambientada en los años 70, que relata el día a día de Buscapé  y la evolución de Dadinho, que es miembro de pequeñas pandillas y poco a poco se abre camino entre los narcotraficantes locales;y  finalmente, la tercera parte está ambientada en los años ochenta, época en la que Buscapé consigue su primera cámara consiguiendo así su sueño, y por otro lado, Dadinho que se hace con el mando del narcotráfico del barrio,  y es conocido como Zhe Pequenho, consiguiendo también su meta personal, ya que se convierte en  el narcotraficante más temido y con mayor poder de Río.

Mirelles trata de confrontar estos dos personajes  con varios recursos durante toda la cinta. Los personajes presentan  dos caras de la favela brasileña, que se observa en su estética, cultura general y valores vitales. La cinta utiliza la llamada “ficción documentalizada”[3], de esta manera los actores enriquecieron el film con experiencias propias y  con un toque personal, ya que conocían la jerga y el día a día en este mundo. Al tratarse del protagonista y el antagonista, destaca la escasa relación entre ellos, que es una simple afiliación por necesidad, ya que cada uno necesita parte del otro para conseguir sus propósitos. Los dos personajes a primera vista muestran varias diferencias estéticas, uno de ellos  vestido con ropa correcta y discreta,  el otro con camisas abiertas y adornado con cadenas de oro, ofrecen así un contraste aparente al ojo humano. Según  Marcel Martin “el vestuario forma parte del arsenal de los medios fílmicos de expresión[4].  Es decir, el vestuario supone un contraste estético aparente entre dos personajes esenciales que puede  comparar su papel en el film. Lotte Eisner escribe que “el traje nunca es un elemento artístico aislado. Hay que considerarlo respecto de cierto estilo de realización, para que su efecto pueda acrecentarse o disminuir. Se habrá de destacar desde el fondo de los distintos decorados para valorizar movimientos y posturas de los personajes, según el talante y expresión de estos. Pondrá su toma, mediante la armonía o el contraste, en el grupo de actores y en la totalidad de un plano[5]. La oposición del vestuario y la estética sugerida por Mirelles, ofrece dos personalidades contrapuestas, que llevan dos estilos diferentes de vida observado  a primera vista.

El antagonista  está caracterizado por su falta de educación y cultura general, que se ve en toda la película junto con un analfabetismo generalizado. Sirva como ejemplo la escena en la que este ordena revisar la prensa a sus hombres cuando Mané Galinha[6] aparece en los medios, ya que “él no sabe leer letras, solo sabe leer imágenes[7]. Zhe Pequenho tiene complejo de inferioridad,  por lo que necesita  reconocimiento, poder y admiración, por ello recurre a Buscapé porque requiere una imagen, es decir, una fotografía para darse a conocer. Es entonces cuando la figura de Buscapé se hace más importante para Zhe Pequenho, pues es el único que conoce la cámara como herramienta, y esto le hace ganar protagonismo: “Haz que funcione, nosotros no entendemos de cámaras” le dicen, ya que los pandilleros desconocen el manejo pero necesitan que les retraten. Sin embargo Buscapé es el narrador de la película y esto aproxima al espectador a la historia, ya que es el único personaje que hace hincapié en salir de esa realidad, su sueño es ser fotógrafo. Finalmente, la prensa lo contrata como fotógrafo, puesto que es un puente de unión entre Rio de Janeiro y Ciudad de Dios.  La relación existente entre el protagonista y el antagonista seria pues una simple relación de necesidad para lograr sus propósitos.

La presencia de armas  y de violencia en el film es constante durante toda la historia, como dice Vicente Sanchis: “Para satisfacer las ansias de poder, riqueza, de ambición, el ser humano recurre a la fuerza. La violencia se materializa de diferentes formas, según los protagonistas y los ámbitos donde se desarrolla[8]. Destaca aquí otro contraste, ya que Buscapé y Zhe Pequenho se valen de armas  para demostrar su estatus social y dominancia y para sobrevivir. Zhe Pequenho utiliza armas blancas, usándola como un instrumento para la destrucción, lo que le otorga un estatus. Con ella intenta conseguir  por medio de la violencia este estatus deseado. Sin embargo, Buscapé utiliza la cámara fotográfica como arma, es un ojo que “mira y cuenta”. Esto se observa claro en una escena, al principio del film, en el que aparece una persecución de pandilleros armados, justo en ese momento hay un cruce de caminos entre los muchachos armados y Buscapé que caminaba junto con su amigo hablando de un puesto en un periódico, es entonces cuando dice “sí las fotos salen bien conseguiré currar en el trabajo, hay que arriesgarse[9],  a continuación  Buscapé se encuentra rodeado, a un lado la pandilla armada apuntándole con la pistola, a otro , la policía apuntando a la pandilla con sus armas, y él en el medio armado de su cámara.

Ciudad de Dios retrata con maestría la otra cara de Brasil y  Mirelles consigue plasmarlo en su largometraje respetando la estructura de tres alturas  de  Paulo Lins. El director, cuenta con la presencia de estos dos personajes, antagonista y protagonista, para retratar la doble cara de las favelas brasileñas. Muestra con crudeza y realismo el día a día de una favela, valiéndose de unos actores verídicos para representar estos dos personajes claves, que le transmiten al espectador el “doble filo” de una realidad. En conclusión,el film muestra, con toda veracidad, que las circunstancias personales y estructurales se anteponen a la libre elección individual.

Artículos web:

ARIAS, Rafael: “Cine foro: Ciudad de Dios”.2005.[Recurso electrónico].URL: https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0CCEQFjAA&url=http%3A%2F%2Fdialnet.unirioja.es%2Fdescarga%2Farticulo%2F4792276.pdf&ei=NtJgVYGZGcn7UKq7gPAE&usg=AFQjCNFGlEXavqNBKhO2HKMlBIHCj5G4BQ&sig2=xVohm5JbRRu4m_P-EMpW0g

BALERA, Javier: “La imagen en movimiento. El cine”.2004. [Recurso electrónico].URL: http://www.contraclave.es/cine/lenguaje%20cinematografico.pdf

GREENE, Ricardo: “Ciudad de Dios: tan lejos de la postal, tan cerca del infierno”.2007.[Recurso_electrónico].URL:http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=19609111

OSSANDON, Juan Carlos: “La Ciudad de Dios”. 2004. [Recurso electrónico]. URL: http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2860799.pdf

Webgrafía:

http://www.filos.unam.mx/seminarios/icdh/Ciudad_de_Dios.html (Última consulta 14/05/2015)

https://cinecam.files.wordpress.com/2008/09/lenguaje_1_desarrollo.pdf  (Última consulta 10/05/2015)

http://www.loscuentos.net/cuentos/link/339/339412/  (Última consulta 5/05/2015)

http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-194-48.htm (Última consulta 1/05/2015)

Bibliografía:

ARIJOM, Daniel: Gramática del lenguaje Audiovisual. San Sebastián: Ed. La Primitiva Casa Baroja.1976

MARTIN, Marcel: El lenguaje del cine. Barcelona: Ed. Gedosa.2005

MORIN, Edgar: El cine o el hombre imaginario. Barcelona: Ed. Seix Barral.1972

SANCHIS, Vicente: Violencia en el cine. Matones y asesinos en serie. Valencia: Ed. La Máscara. 1996

 

Mairena Rubio Moya, 2015.



[1] ESTEFANIA, Rafael. Entrevista con Fernando Mirelles. (Entrevista)http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_3517000/3517945.stm [Internet].

[2]  ZAMORANO, Mariano: Cavi Borjes en Ciudad de Dios-Diez años después. (Entrevista). http://cinealsur.blogspot.com.es/2014/07/ciudad-de-dios-10-anos-despues.html  [Internet].

[3] Busca lograr una forma más auténtica de realismo mediante la inclusión de actores no profesionales y provenientes de los entornos sociales que son representados.

[4] MARTIN, Marcel (2005): El lenguaje del cine. Barcelona: Editorial Gedisa. Pág. 63.

[5] EISNER, Lotte: Cuadernos de Cine-Vestuario. Madrid: Editorial Catedra. 2001. Pág. 68.

[6] Antagonista de Zhe Pequenho, era un hombre decente que por cuestiones de venganza contra éste se convierte en pandillero.

[7]  Ciudade de Deus (Ciudad de Dios.Dir.Fernando Mirelles). [DVD] 02 Filmes, 2002.

[8] SANCHIS, Vicente: Violencia en el Cine. Valencia: Ed. La Máscara. 1996. Pág.11.

[9]  Ciudade de Deus (Ciudad de Dios. Dir. Fernando Mirelles). [DVD] 02 Filmes, 2002.

 

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