Los muertos (Lisandro Alonso, 2004)

Reseña de Patricia Fernández:

Los muertos, película escrita y dirigida en 2004 por el cineasta argentino Lisandro Alonso. La obra, se centra en el personaje de Argentino Vargas, presidiario de 56 años que acaba de cumplir condena supuestamente por asesinar a sus hermanos en la cárcel de Corrientes. La trama no desvela como se produjo ese hecho, una incógnita que mantiene el espectador durante todo el largometraje. Una vez obtenida la libertad, el protagonista se centra en localizar el paradero donde se encuentra su hija, de la que también, poca información se le da al espectador. En el transcurso de su búsqueda, Argentino Vargas dará a conocer personajes fugaces de poca relevancia, como son: un panadero, un tendero, un pescador, una prostituta… pero que en el conjunto conforman una especia de carrera de relevos en la que cada uno juega un papel determinado que irá esbozando el camino a su destino.

La gama de tonos verdes permanece en la mayoría de las escenas provocando en el espectador sensaciones, emociones… durante el desarrollo del filme. La música, prácticamente se basa en sonido ambiental, exceptuando el inicio y fin del largometraje dónde él director recurre a la banda sonora de Flor Maleva, música electrónica. Los productores son Ilse Hughan y Marianne Slor, en cuanto al montaje, destaca Ezquiel Borovinsky y el propio director, Lisandro Alonso. Y, por último, la bella fotografía, muy destacada en la película, de Cobi Migliora.

Ha sido premiada cinco veces en el; Festival de Karloy Vary (Premio Cámara independiente); Festival de Toronto (Sección Oficial); Festival de Yereban (Premio Especial del Jurado); Festival de Lima (Premio del Jurado); y el Festival Internacional de Cine Viennale (Premio Especial y Premio FIPRESCI).

Lisandro Alonso, un “imprescindible” del llamado ‘nuevo cine argentino’[1]. Tanto críticos como el público de festivales, mostraron una gran admiración por sus obras, caracterizadas por un naturalismo hipnótico como ocurre en La libertad(2001) o Los muertos. Este último filme, se distingue por un ritmo contemplativo y sosegado, tomas largas que revelan distintos planos de realidad y personajes de quienes sabemos poco y que parecen cumplir un destino.

Cuando sale de la cárcel, Vargas es un desconocido. El guionista, no considera relevante dar detalles de su vida, envolviéndolo en un halo de misterio.Vargas inicia su andadura cumpliendo metódicamente con ciertos requisitos, lo que le lleva a presentarse delante de diferentes situaciones interactuando con personas de a pie para obtener el fin que persigue. Parco en palabras, resulta curiosa la respuesta de Vargas: “no sé, no me acuerdo” [2]a quien le da la canoa, ni preguntándole directamente, se desvelan aspectos de su identidad. El director sólo responde a los “cómo”, proporcionando cierta información sobre cómo es la vida del expresidiario. Sin embargo, no ofrece la respuesta a las cuestiones que van apareciendo a lo largo de la película. Lisandro Alonso, justifica su postura diciendo: “A mí me gusta que quede todo abierto, porque veo que suele ser muy habitual el tener que darle una explicación a una imagen o a una situación. Me parece que, al ser más abierto, uno puede cubrir más líneas de pensamiento, le da más posibilidades al espectador. De todas formas, yo creo que el espectador de hoy es bastante avanzado, enseguida reconoce indicios, zonas, lugares. Sabe de qué trata y por donde va la historia, no es un espectador primerizo. Hoy por hoy, hay dos o tres tipos de cines. Uno es el cine de Hollywood que ya se sabe por donde pasa. Luego hay otro tipo de cine que tiene otro pensamiento, digamos más activo”.[3]

Abundan las escenas en exteriores, el director nos muestra a Argentino Vargas, en el patio de la cárcel, sobre una camioneta atravesando un camino selvático, de paso por un cementerio, navegando en canoa sobre aguas esmeraldas… Es sobresaliente señalar la temporalidad de las escenas, como la crédula ilusión que nace en el espectador esperando una respuesta. Es difícil empatizar con el protagonista, pues apenas habla de su vida, no se muestra ni da a conocer nada más allá de lo que se puede ver. Al igual que a Albert Serra, el cine de Lisandro es definido por gran parte de sus espectadores como “Slow cinema”. Sin embargo, el director del filme defendió en una entrevista: – “Entiendo que no tiene un ritmo como el que podemos ver en cualquier serie o películas de Netflix, …una historia corta. Para ellos la historia del cine empieza con Tarantino. Pero sí, entiendo a lo que van, a que tienen planos y un ritmo contemplativo. No me lo tomo como algo despectivo o un ataque personal. A alguien se le ocurrió poner eso para vender alguna entrada más en su ciclo, nada más.”[4]

El color y el cine van de la mano, una herramienta estética que afecta a la narración influye en la ambientación aportando una serie de connotaciones. El decantarse por una gama de colores, influye en la forma en que se cuenta la historia y produce ciertas emociones en el espectador al crear estados de ánimo y una atmosfera determinada. No es nada novedoso, en la historia del cine ya se contaba con los filtros de color.

En este largometraje de Lisandro Alonso, el cromatismo de la imagen está protagonizado por el verde. [5]Nada más comenzar la obra, se aprecia una selva repleta de árboles y plantas vestidas de un color vivo, permiten teletransportarnos a la península de Corrientes, al norte de Buenos Aires. Tras esta primera escena, interrumpe el transcurso de la película, un pantallazo en un verde billar, donde el tiempo en un principio se vislumbra eterno. Treinta segundos, es el intervalo que sucede entre la sorpresa inicial a la consciencia de percibirlo uno mismo como una oportunidad de reflexión brindada por el director.

Alonso poetiza el cine.  Apuesta por la imagen, el sonido, restando importancia a lo verbal, dice desconfiar de las palabras.[6]

A continuación, se muestra la figura de Vargas en la prisión, donde la mayoría de las escenas transcurren en el exterior. El escenario es básicamente la propia naturaleza.

Para un escritor como Zola, el más emblemático de los naturalistas, “la persona está determinada por el medio” y “la descripción del medio está al servicio del personaje[7]. Lisandro Alonso, utiliza como canal el paisaje para hacernos llegar el mensaje de esperanza y vida futura. Justo cuando el personaje abandona la prisión, tras cumplir la condena, y se aleja lentamente en una camioneta, aparece un abanico que abarca todos los tonos verdosos que conforman un paisaje selvático. Esto sugiere la libertad, el sosiego de lo que está por llegar, un nuevo comienzo y la esperanza de encontrar a su hija.

Vargas explicó en una entrevista: a veces aprendemos más de la naturaleza que del personaje que la recorre. Se puede saber más del personaje a través del entorno en el que vive. Generalmente escojo lugares donde la naturaleza es la protagonista”.[8]

El uso visual del paisaje es muy destacado en la fotografía de sus películas, desde la nieve de Liverpool, a la selva de Los Muertos o el cielo estrellado de Jauja.

Lisandro Alonso, otorga al espectador la oportunidad de crear e incluso llegar a imaginar aspectos que nunca acaban de definirse. La importancia del color verde se presenta a lo largo de la película. Un elemento que preside los acontecimientos más destacados, proporcionando una dosis de serenidad e ilusión.

El color verde también puede tener un significado negativo, como es el caso de la muerte y el horror. Dos conceptos que se asocian; por un lado, la muerte al título de la película Los Muertos; y por otro, el horror que desprende Argentino Vargas al matar y destripar a sangre fría a una cabra.

Por todo ello, la película sitúa a Lisandro Alonso como uno de los grandes talentos del cine joven argentino

BIBLIOGRAFÍA 

AGUILAR, GONZALO. Otros mundos. Un ensayo sobre el nuevo cine argentino. Editorial Santiago Arcos, Buenos Aires, 2010.

ANDERMANN, JENS. La imagen limítrofe: naturaleza, economía y política en dos filmes de Lisandro Alonso, En Estudios, Vol. 15, Nº 30, pp. 279-304, Birkbeck College, Universidad de Londres, 2007.

ANDERMANN, JENS y FERNÁNDEZ BRAVO, Á. La escena y la pantalla. Cine contemporáneo y el retorno de lo real,Ediciones Colihue, Buenos Aires, 2013.

AUMONT, JACQUES.; BERGALA, ALAIN.; MARIE, MICHEL.; VERNET, MARC. Estética del cine. Editorial PaidósBarcelona, 1995.

BARTHES, ROLAND. El efecto de lo real, en El susurro del lenguaje. Editorial Paidós, Barcelona, 1994.

BECEYRO, RAUL., FILIPPELLI, RAFAEL., OUBIÑA, DAVID. y PAULS, ALAN. Estética del cine, nuevos realismos, representación. En Punto de Vista, Nº 67, pp. 1-9. Vista Punto de Vista Editorial, Bogotá, 2000.

CASADEMONT, S. Rafael. Entrevista a Lisandro Alonso: “Creo que puedo aprender más de las personas distanciándome de ellas”. Revista Mutaciones. Caimán Ediciones. España, 2019.

KLINGER, Gabe. Lisandro Alonso, Mostly in His Own Words. En Senses of Cinema, Nº 36, Melbourne, 2005.

MORENO, M. VICTOR MANUEL. Psicología del Color y la Forma. Licenciatura en Diseño Gráfico. Universidad de Londres, Reino Unido, 2012.

OUBIÑA, DAVID. Las huellas del pie: riesgos y desafíos del cine argentino contemporáneo. La escena y la pantalla. Cine contemporáneo y el retorno de lo real. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Ediciones Colihue, Buenos Aires, 2013.

PALMA, JAVIER. Clases y culturas populares en el ‘realismo’ y el ‘naturalismo’ del nuevo cine argentino: entre el miserabilismo, el neo-populismo y la fascinación distante. En XI Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación, Mendoza, octubre, 2007.

PHILIPPE, HAMON. Introducción al análisis de los descriptivo. Zola, el más emblemático de los naturalistas, “la persona está determinada por el medio” y “la descripción del medio está al servicio del personaje”. Hamon, 1991.

SANTILLÁN, Sebastián. Lisandro Alonso director de Los Muertos: “El espectador de hoy es bastante avanzado”.Revista de cine Mabuse. Editor Jorge Morales. Chile, 2005.

 

 

WEBGRAFÍA

 

CASADEMONT, S. Rafael. Entrevista a Lisandro Alonso: “Creo que puedo aprender más de las personas distanciándome de ellas”. Revista Mutaciones. Caimán Ediciones. España, 2019. Recuperado de: https://revistamutaciones.com/entrevista-lisandro-alonso-eureka-margenes/. Consultado [4/12/2020].

FONTANA, P. Lisandro Alonso. La aventura de salir de uno mismo, en: Otra Parte. Revista de letras y artes, Nº 19, Mecenazgo Cultural, Buenos Aires, verano 2009-2010.

Recuperado de: https://www.revistaotraparte.com/n%c2%ba-19-verano-2009-2010/lisandro-alonso-la-aventura-de-salir-de-uno-mismo. Consultado [11/12/2020].

GALLI. Amélie. Lisandro Alonso: présentation de «Liverpool» de Lisandro Alonso

En présence du cinéaste. Centre Pompidou, Paris, 2013. Recuperado de: https://www.centrepompidou.fr/es/ressources/media/xVrW39X. Consultado [9/12/2020].

KLINGER, Gabe. Lisandro Alonso, Mostly in His Own Words. En Senses of Cinema, Nº 36, Melbourne, 2005. Recuperado de: http://sensesofcinema.com/2005/conversations-with-filmmakers-36/lisandro_alonso/. Consultado [9/12/2020].

PRIVIDERA. Nicolás. Artículo: Los Muertos. Dirigida por Lisandro Alonso con Argentino Vargas. Cineismo.com. Argentina, 2004. Recuperado de:  https://www.cineismo.com/criticas/muertos-los.htm. Consultado [17/12/2020].

SANTILLÁN, Sebastián. Lisandro Alonso director de Los Muertos: “El espectador de hoy es bastante avanzado”.Revista de cine Mabuse. Editor Jorge Morales. Chile, 2005. Recuperado de:  https://www.mabuse.cl/entrevista.php?id=69659. Consultado [11/12/2020].

XCÈNTRIX. Paraula d’autor: Lisandro Alonso: Los Muertos. Lisandro Alonso presenta su trabajo Los Muertos, incluido en el Archivo Xcèntric, El cinema del CCCB. España, 2011.  Recuperado de: http://xcentric.cccb.org/es/cataleg/fitxa/paraula-dautor-lisandro-alonso-los-muertos/225225. Consultado [4/12/2020].

 

Patricia Fernández, 2020.



[1] AGUILAR, GONZALO. Otros mundos. Un ensayo sobre el nuevo cine argentino. Editorial Santiago Arcos, Buenos Aires, 2010. Pág. 64-66.

[2] Escena de Los Muertos, 2004. Respuesta del protagonista Argentino Vargas, a un pescador cuando este, sorprendido, le dice que se ha enterado de que estuvo preso. Escena desarrollada en el minuto 32.35 del filme.

[3] SANTILLÁN, SEBASTIÁN. Lisandro Alonso director de Los Muertos: “El espectador de hoy es bastante avanzado”. Revista de cine Mabuse. Editor Jorge Morales. Chile, 2005.

 

[4] CASADEMONT, S. RAFAEL. Entrevista a Lisandro Alonso: “Creo que puedo aprender más de las personas distanciándome de ellas”. Revista Mutaciones. Caimán Ediciones. España. 2019.

[5] MORENO, M. VICTOR MANUEL. Psicología del Color y la Forma. Licenciatura en Diseño Gráfico. Universidad de Londres, Reino Unido, 2012. Pág 32.

[6] “I was always interested in what was outside of the city. The people, they’re more elemental, more pure, less complicated. They talk less. I have little faith in words. I think humans hide themselves with words”, afirma el director en una entrevista (Klinger, 2005). Para Alonso, hay una relación entre las zonas que elige para filmar y la ausencia de diálogos en sus películas.

[7] Zola, el más emblemático de los naturalistas, “la persona está determinada por el medio” y “la descripción del medio está al servicio del personaje”. Hamon, 1991, Pág. 40.

[8] CASADEMONT, S. RAFAEL. Entrevista a Lisandro Alonso: “Creo que puedo aprender más de las personas distanciándome de ellas”. Revista Mutaciones. Caimán Ediciones. España. 19/12/2019.

 

Compartir:

Deja un comentario