24) ¡Qué innoven ellos! (III)

Cientos, posiblemente miles de jóvenes científicos están contribuyendo al avance social y económico de otros países (Foto original de AACTE).

 

El viernes pasado (27-nov-2015) se presentó a los partidos políticos el documento que ha elaborado la Confederación de Sociedades Científicas Españolas (COSCE) de sugerencias de política científica. Lo puedes encontrar en http://decides.cosce.org/. Su intención, “aportar elementos para que [la ciencia] contribuya eficazmente a desarrollar una verdadera sociedad próspera, competitiva y con altos índices de calidad de vida, fundada en el conocimiento”.

Ante la buena acogida general por parte de los representantes de los partidos, uno de los científicos asistentes comentó que no entendía por qué los partidos que han tenido responsabilidad de gobierno no habían aplicado ya varias de esas medidas; eso sí, ante la postura allí manifestada, ahora estaba seguro que en muy pocos meses la ciencia sería tratada con la prioridad que merece por su papel en el avance de la sociedad.

Seguro que tú también percibes el tono irónico, aunque no estuvieras presente en el acto. Y es que, por desgracia, las prioridades políticas no incluyen la I + D + i. Otra vez aflora el título de esta entrada en el pensar mayoritario de nuestros gestores y dirigentes. La prueba, que mientras que los países que han capeado mejor el temporal de la crisis financiera han mantenido o aumentado su inversión, el nuestro ha reducido lo que considera un gasto. El gasto público anual en I + D + i se ha reducido durante la crisis en unos 1.600 millones de euros. De hecho, en lo que llega a los laboratorios como el nuestro, la cantidad está concentrada y aumentada, siendo de 2.000 millones de euros el recorte anual.

Déjame que te ponga un ejemplo más a nivel del día a día. Cuando me preguntan sobre las consecuencias de los recortes, suelo contar la más dramática. De nuestros 10 últimos doctorandos, 6 siguen fuera de España. Yo calculo que con que uno de ellos no vuelva a España, el ahorro conseguido con los recortes que han aplicado a nuestro laboratorio durante estos años se esfumaría, si se considera lo invertido, y perdido por su exilio, en su formación universitaria y doctoral. Y me temo que más de dos y de tres se van a quedar largo tiempo fuera de España. Como decía el Prof. Carlos Andradas, anterior presidente de la COSCE, “Que nuestros investigadores se vean forzados a buscar su futuro fuera no es una desgracia para ellos; lo es para nuestro país”. Muy mala política la que lleva a que innovemos nosotros, pero fuera de España.

 

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