18) ¡Es la economía…!
Permíteme interrumpir el hilo de la historia que te estoy contando para mirarla desde otra perspectiva. La inversión en ciencia en España ha sufrido profundos recortes, en particular la disponible para laboratorios como el nuestro (técnicamente, “política de gasto 46, excluidos gastos financieros”). Ha bajado de 4.238 millones de euros en 2008 a 2.266 millones de euros en 2013 según los datos de la FECYT: ¡Un 46% de recorte! Y eso afecta al desarrollo de la historia, porque hay una clara conexión entre un apoyo firme a la ciencia y la obtención de beneficios sociales y económicos. Me explico.
Los proyectos científicos tienen un tiempo de ejecución muy largo. El proyecto que te estoy contando se inició en el año 1992, pero hasta el año 2006 no alcanzamos un grado de conocimiento que hiciera posible vislumbrar su posible utilidad para el desarrollo de una terapia. Muchos proyectos en marcha están siendo truncados por los recortes en la inversión en I + D + i. Cuando salgamos de la crisis, tendremos que empezar de nuevo. Y eso retrasará el desarrollo de nuevas aplicaciones tecnológicas, de nuevas terapias, etc. En el año 2007 no dudé en lanzarme a la aventura empresarial. A día de hoy, no podría hacerlo. Y esto es muy preocupante.
Pero déjame presentarte la situación desde otra perspectiva, no vayas a pensar que simplemente soy un científico agobiado por la falta de financiación. Antes de la crisis, España tenía que pagar más de 2.000 millones de euros al año por el acceso a productos y procesos inventados fuera de España (técnicamente, la balanza de regalías española: regalías cobradas por patentes y otros derechos de propiedad generados en España menos regalías pagadas en un año). Y eso sin hablar del montante total de importaciones tecnológicas. En EE.UU. esa misma balanza era positiva y superior a 30.000 millones de dólares al año. Simplemente los productos originados en el mundo académico en EE.UU. generan unas ventas anuales de 80.000 millones de dólares.
El Director General de COTEC también parece estar preocupado por la situación actual y lo explica clarísimamente: “Hemos vivido en un sueño de riqueza basado en un modelo productivo especulativo y que no generaba valor pero que nos permitía adquirir a otros países la tecnología y la innovación que necesitábamos para mantener nuestros elevados niveles de calidad de vida”.
Nuestros gobernantes han sacrificado la ciencia para salvar la economía a corto plazo (al igual que sacrifican la educación, la sanidad, etc.). Pero para tener una economía robusta y competitiva en el mundo actual, la generación de conocimiento, su transferencia y el personal altamente especializado son esenciales. Una razón muy importante para no seguir desmantelando el sistema científico español es la economía…