¡A sudar la camiseta por un futuro con ciencia y una ciencia con futuro! (Imagen original: Momento de la salida de la XXXIII Carrera Internacional de la Ciencia organizada por el CSIC, con un recorrido de 10 Km. EFE/Juanjo Martín).

Muchas veces utilizamos comparaciones deportivas para hablar de ciencia. Por ejemplo, hace ya algunos años, en una de esas escasas protestas públicas que organizamos los científicos, se acuñó el lema “Fútbol de primera, ciencia de tercera”. O de vez en cuando sale un artículo que constata que el presupuesto anual de varios clubes de futbol (¡de cada uno de ellos por separado!) es mayor que el asignado a los proyectos de investigación del Plan Estatal de I + D + I. Pero hoy no quiero emplear esas comparaciones para quejarme, sino de sugerir cómo ganar relevancia para la ciencia española. Voy a utilizar un símil deportivo, del baloncesto en concreto, que dice: “El ataque gana partidos, pero la defensa gana campeonatos”.

¿Qué podemos hacer para mejorar la situación de la ciencia española? Ciertamente la excelencia es deseable en la investigación, como en cualquier otro ámbito de la vida, y ocasionalmente permite una gran publicación: ¡Bienvenida sea! Pero para que la ciencia en España alcance la relevancia social y el impacto socioeconómico que tiene en otros países de nuestro entorno son necesarias otras muchas cosas. Hay que despertar en los escolares el gusto por las materias científicas. Hay que motivar a los jóvenes para que estudien y desarrollen una carrera investigadora. Hay que formar a esos jóvenes investigadores, inculcándoles espíritu crítico y rigor científico. Y hay que desarrollar la responsabilidad social del científico. Debemos explicar a la sociedad el trabajo que realizamos en los laboratorios y aumentar la cultura científica. Debemos promover la transferencia del conocimiento generado por nosotros para dar solución a problemas de las personas y de la sociedad, y para generar riqueza. Así que, si queremos una ciencia de campeonato, no queda más remedio que bajar a defender y sudar la camiseta.

Este texto está basado en la presentación que hice en la 19ª edición de la entrega de las Placas de Honor de la Asociación Española de Científicos.

 

Compartir:

Un comentario

Deja un comentario