Entre la ciencia y el arte: El arte de ser creador.

Ocasionalmente, la ciencia pasa de ser una disciplina entre probetas y aparatajes, a ser objeto de creación artística de primer orden. Hace poco, Luke Jerram nos sorprendía recreando virus y bacterias, letales in vivo, pero de belleza singular extrema pulcramente plasmados en cristal a tamaño macromolecular…

Ocasionalmente, la ciencia pasa de ser una disciplina entre probetas y aparatajes, a ser objeto de creación artística de primer orden. Hace poco, Luke Jerram nos sorprendía recreando virus y bacterias, letales in vivo, pero de belleza singular extrema pulcramente plasmados en cristal a tamaño macromolecular

Árboles luminosos por nanopartículas...

El abismo que separa investigación básica y creación artística se fusiona por instantes interminables en obras cuya catalogación se hace compleja:  ¿Cómo definir un objeto cuyo embriagador efecto visual es a la vez una perfecta copia a escala de un organismo tan ampliamente estudiado como la bacteria E. coli o el virus del sida?  ¿Habría que definirlo como elemento decorativo objeto de galería o como maqueta experimental de recurso didáctico?. Quizás, habría que ir al origen de su ingenio para creer clasificarlo correctamente.  Quizás, tratar de encuadrarlo sería denominarlo “arte científico”, pero sería erróneo; puesto que no se trata de una investigación artística.  

Definir esta delgada línea que une y separa arte y ciencia es una ardua tarea altamente controvertida.  En general, el arte es entendido por una búsqueda de la componente estética, mientras que la ciencia indaga por los derroteros del conocimiento en pro del incremento del acervo tecnológico funcional.  En este punto, hay que replantearse algo: la finalidad del Arte puede ser estética o comunicativa.  ¿Qué es más comunicativo, interactivo y didáctico que la ciencia mostrada bajo la forma de obra de arte?

Echemos un vistazo a este conjunto de embriones de mosca (Drosophila melanogaster, para los amigos).  A simple vista, se trata de una figura oval compuesta por un patrón de bandas fluorescentes.  Técnicamente, estamos visualizando el patrón de desarrollo corporal de la mosca de la fruta.  El conjunto de bandas, teñidas con agentes específicos de posición fluorescentes, nos identifica el patrón de desarrollo corporal que dará lugar al futuro cuerpo adulto: de la cabeza a las extremidades.

La siguiente imagen, no es más que la tinción del sistema nervioso en otro embrión de este insecto.  Estéticamente perfecto;  ciencia al servicio del arte, arte que divulga ciencia.

 Imaginemos ahora que nuestras farolas son sustituidas por árboles luminiscentes.  Atractivo, sin duda; pero ¿posible?  Buscando una iluminación de alta eficiencia, que a su vez prescinda del empleo de productos químicos tóxicos como los usados hasta ahora en LEDs blancos, el Dr. Yen-Hsun Su del Centro de Investigación en Ciencias Aplicadas de la Academia Sinica en Taiwan, ha conseguido una ornamentación de lo más creativo y funcional.  Nanopartículas de oro implantadas en las hojas de la planta Bacopa caroliniana sometidas a irradiación de alta longitud de onda como la luz ultravioleta, emiten fluorescencia azul-violácea capaz de activar la clorofila endógena en la producción de luz roja. Según su creador, estos árboles luminiscentes podrían emplearse como iluminación de carretera y como tecnología verde, ya que la fotosíntesis consume CO2 y con este sistema la planta la realizaría también durante la noche.

Experimentación práctica y creación artística se fusionan por momentos. Los aquí referidos son sólo un par de ejemplos. La imaginación es inagotable, como inagotable es el espíritu creador de tantos científicos que hacen arte; de tantos artistas que son científicos. La finalidad práctica del trabajo se mantiene: la mejora del Conocimiento.

Elena Campos (CBMSO)

DIVULGACIÓN CIENTÍFICA A 11  DE ABRIL DE 2011

  MADRI+D TV (Divulgación científica con cara, e imágenes, en 3 minutos)

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MENSAJE AL FORO (Febrero 2011) Elena Campos (CBMSO).    
SOBRE LA MEDICINA PERSONALIZADA, Y LA PERSONALIDAD DESARROLLADA  
                           Hola a todos!
Hace poquito que me he incorporado al CBM.  Mi objetivo: realizar, en este histórico Centro, mi tesis doctoral.  Mi tarea: sacar a la luz un poquito más acerca de los roles de la epigenética y diferenciación celular en el desarrollo normal y patológico, en humano y ratón, tomando como base de partida el sistema hematopoyético (visitar mi grupo). 
Pero no es este el tema que pretendo tratar, ni tampoco sobre el que pretendo crear debate solicitando vuestras opiniones. Ésta introducción sólo constituye mi carta de presentación.El porqué de mi participación en este blog es porque, hace ya varios días, tuve la oportunidad de asistir a las conferencias sobre Medicina Personalizada que, vía Fundación Ramón Areces, tuvieron lugar en la sede de dicha institución aquí en Madrid. En ellas participaban desde editores de revistas a economistas-empresarios, pasando por investigadores básicos aplicados en el tema,… todos ellos, muy bien avenidos, y dichosos de ser quienes son en este mundo acelerado que pronto nos devolverá, por apenas 400 euros (1, 2) , la secuencia completa de nuestro genoma con todas las claves para el tratamiento de cualquier dolencia que pueda afectarnos específica y concretamente a nosotros; a cada uno de nosotros. Medicamentos a la Carta; Medicina Personalizada (1, 2, 3).

Todo parecía flotar en una nube multicolor dentro del mundo de jupi, cuando alguien, quizás no el entorno más acertado para la cuestión, interrumpió con la pregunta del millón: ¿Podría considerarse ético gastar 400 euros en intentar identificar -INTENTAR- su alteración genética concreta, cuando ni siquiera se sabe si una vez identificada podrá ser tratada eficazmente, a la vez que se dejan de comprar cientos y cientos de vacunas que SABEMOS FIRMEMENTE salvarían a miles de niños de ese Mundo que llamamos tercero?
Obviamente, ésta era una cuestión esperable en el seno de una situación como la que se fraguaba… sin embargo, las respuestas no es que fueran más precisas y acertadas que el interrogante propuesto para el momento dado.
Yo no quiero llegar tan lejos como a ese tan lejano «Tercer Mundo»; ni siquiera tengo claro, de hecho, cuál es mi Mundo ni cómo valorar su orden dentro del resto. Por ello es que, sin salirme del ámbito biomédico, me gustaría que alguien más me comentara su parecer sobre el impacto real que la medicina personalizada pueda llegar a tener a corto, medio y largo plazo (1, 2).   
Por ejemplo, una de las áreas donde más se pretende y se trabaja es el ámbito oncológico; sin embargo, hoy se sabe que el cáncer es una patología crónica policlonal y en constante evolución biológica (nuevas alteraciones que confieren una superioridad biológica al un nuevo clon que se convierte en dominante y así (
1, 2, 3)… entonces, ¿cómo implementar los avances en medicina personalizada para una patología de este tipo? ¿Habría que pensar en hacer constantes genotecas y bancos de proteoma, metaboloma, etc., para, simultáneamente se vayan detectando las nuevas alteraciones -que no produciendo en sí- ir re-editando cada fármaco o cóctel particular para cada enfermo concreto? ¿Realmente valdría la pena? Realmente ¿qué se incrementaría: la esperanza de vida o la esperanza de vivir?
Que la sanidad es un negocio, no creo que a nadie nos pille de nuevas (buscar “the business of healthy” en google). El caso de los medicamentos a la carta de los bolsillos occidentales, tal y como está actualmente la situación, y desde mi punto de vista, creo que sería una gran fuente de ingresos. Muy bonito el tema, por supuesto, pero una medicina totalmente personalizada sería inviable para un sistema de Seguridad Social tal como es el nuestro. Se requieren expertos, tecnologías y tiempos: identificación, caracterización, diseño, desarrollo, implementación, ensayo, etc. ¿cómo pagar todos estos gastos? ¿Cuánto tiempo pasaría desde el análisis de revisión a la aplicación del nuevo cóctel personalizado a fecha de X meses pasados?
Bueno, sería repetir el ensayo para confirmar que lo detectado sigue ahí…. o quizás ya no es lo que era. Una pesadilla en un sueño real.

En estos derroteros y divagaciones dejo varias cuestiones abiertas a debate: la ética de una millonaria medicina para una élite privilegiada frente a lo barato de exportar medicinas de «amplio espectro» a la gran mayoría de la población mundial; la viabilidad económica real de la medicina personalizada en el mundo occidental; y la viabilidad tecnológica y personal que en la práctica conllevaría esta aproximación diagnóstica y de tratamiento a la población en su conjunto.

A la espera de que alguien resuelva mis dudas… o me haga pensármelo aún más… me despido;
muy buenas noches, y un saludo.

 

Elena Campos Sánchez

PhD student JAE-PreDOC

Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC

Centro de Biología Molecular «Severo Ochoa» CBMSO

Laboratorio 412

Departamento de Desarrollo y Diferenciación

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Residencia de Estudiantes

Becaria en Ciencias de la Naturaleza y Tecnología

 

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6 comentarios

  1. Me parece una aportación más que necesaria para atraer la atención de muchos ciudadanos que siempre hemos considerado a la ciencia como un campo ajeno y carente de interés. Sugerente, iluminador, bien escrito y lleno de entusiasmo.

    Saludos,

    Antonio.

  2. Un post verdaderamente sugerente. En efecto, las ciencias, las letras y las artes no están tan alejadas como generalmente se piensa. Desde la Historia de la Ciencia se están haciendo importantes esfuerzos para reivindicar esos lazos.

    ¡Enhorabuena a la autora! Saludos,

    Pedro.

  3. La ciencia siempre tiene algo de arte: crear desde la nada, desde la hoja en blanco. Cuando, además, entra por los ojos, más bello es todavía. Ciencia y arte, apenas separados por un pequeño cristal. Dos lados de lo mismo.

    Saludos.

  4. Estimado Antonio.
    Muchísimas gracias por tus amables y generosas palabras. Tanto con el post que comentas (Arte y ciencia) como con el otro sobre Medicina Personalizada, lo que he pretendido es, como bien dices, llamar la atención social sobre temas de actualidad y un dinamismo tal que a veces pasan tan rápido que aparentan desapercibidos; sin embargo, son temas vitales para el avance de la SOCIEDAD.
    No sólo es interesante una bacteria para el científico freaki de turno; sino que ésta bacteria invisible a casi todos -no a sus estudiosos- puede llegar a ser letal para cualquiera de nosotros; y, aún así… puede verse tan bella su morfología que podría ser considerada una de las más valiosas esculturas de una galería.
    Sobre todo en el de Medicina Personalizada… de verdad que me vendrían genial tu y vuestros comentarios. Comentarios críticos de opinión totalmente abierta al debate. Es un tema que nos atañe a todos. No sabes cuánto. No sabes cuántas vidas están en juego. No te imaginas cuán valiosos son los recursos en ello invertidos.
    ¿Podrías hacerte una idea del significado de este tipo de «medicina» a largo plazo?

  5. Hola Pedro!
    Sí que es cierto lo que dices. Hace no mucho, pude asistir a algunas de las conferencias de un ciclo sobre Historia de la Ciencia y Ética y Filosofía Científica, en Madrid, en la Residencia de Estudiantes de hecho… y la verdad es que cuánto habríamos ganado muchos investigadores y grupos de investigación en general, si hubiésemos echado un poquito la vista atrás a todo lo que la Historia de la Ciencia guarda para decirnos y orientarnos.
    Sobre todo, me parece más que curioso que, en ciertos momentos, un historiador de la ciencia establezca un mejor feeling con un científico de su área, que con un ético o filósofo científico, cuando a mí misma me parecería más lógico que dos «humanistas» se entendiesen mejor entre sí que con un investigador.
    En cualquier caso, todos ellos son investigadores. Todos buscan conocer un poquito más y traer a la luz nuevos detalles….
    … en tu caso, ¿a qué te dedicas, si puedes comentarlo? ¿tienes algo que ver con la Historia de la Ciencia?

    GRACIAS por tu comentario al post.

  6. A los dos lados del cristal…
    … sugerente tu entrada…
    sinceramente creo que los investigadores tecnólogos, como el resto en general, son, si no la más, una de las mayores fuentes creativas de la sociedad.
    Realmente cada uno en nuestra casa y vida cotidiana no hacemos más que imaginar, diseñar y crear; llevar a cabo nuestras ideas, que podrán ser más o menos innovadoras sobre la base de nuestra propia experiencia; más o menos novedosas sobre el acervo tecnológico global.
    En cualquier caso, considero que «crear» es hacer el mismo tipo de trabajo independientemente del tipo de laboratorio que sea: de arte, biología, dramaturgia… cada investigador de cada una de las ramas no busca más que la novedad en su campo; continuar siendo dinámico en el seno de un mundo en plena evolución.
    Los dos lados de lo mismo; el mismo lado en ausencia de cristal limitante.

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