Observaciones sobre los criterios de división en clases sociales que aparecen en el Informe España 2011 (Fundación Encuentro)

 

Javier Ugarte Pérez

La primera cuestión a destacar es que los estudiosos coinciden (o lo hicieron hasta los años setenta) en que la clase social conlleva una conciencia común a partir de vivencias y luchas compartidas por sus integrantes. Carlos Marx fue el primero que realizó tal afirmación, luego ratificada por numerosas investigaciones; por ejemplo, E. P. Thompson en su estudio titulado El nacimiento de la clase obrera en Inglaterra, muestra que fue la conciencia de los atropellos causados por los grupos adinerados lo que hizo que los obreros encontraran puntos comunes en su situación y formaron sindicatos; a partir de su ejemplo fue la élite quien cobró conciencia de sus intereses comunes, ya que hasta ese momento vivía fragmentada y enfrentada entre terratenientes, industriales, comerciantes y financieros. Es decir, primero forjaron su conciencia de clase los obreros y, como reacción contra sus demandas, los propietarios.

Es cierto que en la actualidad resulta difícil concebir las clases según este criterio excepto en un punto: los obreros son quienes más sufren el desempleo (como muestra el Informe España 2011[1]), la clase media quien carga sobre sus espaldas el grueso de los impuestos (otros informes lo muestran) y la clase alta quien encuentra vías fáciles para desgravar por sus ganancias de capital a través de las SICAV, por no mencionar la existencia de los paraísos fiscales (como denuncian múltiples artículos en prensa). Al margen de esto, resulta difícil concebir cómo pueden existir en un país siete o diez clases; aunque se deje de lado la conciencia de clase, no se pueden multiplicar las distinciones de manera desaforada (lo que, además, acarrea el problema de diluir las fronteras entre ellas): cuantas más sean mayor dificultad supone delimitarlas.  

Por otro lado, la identificación de clases con estratos por ingresos plantea problemas que el propio Informe reconoce (¿dónde ubicar la clase alta?) y otros que no menciona pero se derivan de la clasificación; así, por ejemplo, sitúan a los maestros en el grupo 2, ¿pero dónde ubicar a profesores de secundaria y médicos de ambulatorio? Dado que la definición del grupo 1 incluye tener personas a cargo y estos empleos no las tienen, resulta difícil clasificarlos.

Como alternativa, propongo una clasificación elaborada a partir de fuentes como las investigaciones del CES (Consejo Económico y Social de España), el INE e información obtenida de diversos medios (entre ellos, diarios como el Financial Times o Expansión y empleo). En primer lugar, comparto la opinión de que el nivel de clase depende de la ocupación que se desempeña, a lo que añado que esta se relaciona con los estudios; a partir de ahí salen las clases: obrera (desde analfabetos hasta la Educación Secundaria Obligatoria), media-media (quienes concluyen un ciclo formativo de grado superior junto a graduados universitarios), media-alta (licenciados e ingenieros) y alta (escuelas de negocios que catapultan a empleos cuyos ingresos superan los 130.000 dólares anuales). Este criterio, además de señalar quiénes integran y donde se forma la clase alta permite aunar ingresos y experiencias comunes en función del nivel de estudios, las habilidades adquiridas (idiomas, viajes, uso de nuevas tecnologías,…) y el ambiente compartido.

Por otro lado, si la economía se divide entre el sector  primario (agricultura, pesca), secundario (industria, construcción y minería) y terciario (servicios de todo tipo: educación, sanidad, finanzas, transporte,…), quizás con la salvedad de un cuarto sector (investigación y desarrollo), no hay razón para pensar que no puedan establecerse también tres clases sociales, a su vez con una posible salvedad: quienes viven de aplicar directamente sus conocimientos en la obtención de nuevos conocimientos, cuya presencia amortigua los conflictos entre el resto de las clases.


[1]. “Informe España 2011”. Fundación Encuentro. Capitulo V: “Estratificación y clases sociales”. Accesible en: http://www.fund-encuentro.org/informe_espana/descargar.php?id=2011-C5. Ver en este blog: Las clases sociales en la España del siglo XXI (I): La Clasificación Socioeconómica Europea (ESeC)

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