15) Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando.

Fotograma de la película Sherk (2001). ¿Podría la proinsulina atenuar la pérdida de visión en ratones? Más y más preguntas, lo que necesita un científico.

 

El título de esta entrada es una frase de Picasso. Refleja, no solo, un matiz de su compleja personalidad, sino que también es un utilísimo consejo para la vida profesional, sobre todo en aquellas actividades que tienen, como la ciencia, un fuerte componente de creatividad. Siempre había procurado tenerla en mente a lo largo de mi carrera científica. Sin embargo, adquirió un sentido algo diferente y, hasta cierto punto, más transcendente tras mi contacto con personas afectadas de retinosis pigmentaria. Te lo explico.

En el Curso de Verano de la Fundación Duques de Soria, del que ya te he hablado, fui por primera vez consciente de esa enfermedad. Tanto allí como en reuniones posteriores con asociaciones de afectados de Retinosis Pigmentaria sentí que era inexcusable el hacer algo por esas personas. Todo el trabajo que estábamos haciendo, sobre las funciones no metabólicas de la insulina y sobre el papel de la muerte celular fisiológica sobre el desarrollo de la retina, me permitió inspirarme de inmediato para abrir una nueva línea de investigación. Pude conjugar la motivación emocional con una pregunta científica interesante. ¡La mejor manera de comprobar si estábamos entendiendo apropiadamente la regulación del proceso fisiológico de muerte celular programada durante el desarrollo era viendo si éramos capaces de restaurar dicha regulación en una condición patológica! O, dicho de otra forma más directa y sencilla: dado que la proinsulina era capaz de atenuar la muerte fisiológica de neuronas, ¿sería capaz de atenuar la muerte patológica de esas mismas células en un proceso degenerativo de la retina?

Ya tenía una nueva pregunta que responder y la oportunidad de ponerme a aprender cosas nuevas. ¡Qué más puede pedir un científico!

 

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