¿Son o no son peligrosos los transgénicos?

Ríos de tinta se están volcando últimamente desde los medios de comunicación para arrastrar al lector a una de las dos orillas irreconciliables: transgénicos sí o transgénicos no. No hay medias tintas… si me permiten seguir con este complejo de calamar…

Sin embargo, y desde mi modesto punto de vista, se está confundiendo el continente con el contenido o, dicho de forma más directa, la técnica con sus aplicaciones…

Si algo ha demostrado la modificación genética de seres vivos, o transgénesis, es su potencial para facilitar y mejorar la vida de los seres humanos y no tan… humanos. Me explico. Gracias a la modificación genética ya de bacterias hace más de 30 años, existen hoy un gran número de fármacos en el mercado, indispensables para tratar importantes enfermedades, como la insulina, hormona del crecimiento o factores de coagulación. Y sin embargo, el mismo discurso que hoy vivimos sobre los peligros de los transgénicos se vivió en EE.UU. a mediados de los 70. Si no me creen, busquen la palabra Asilomar, unida a Biología Molecular en su buscador de internet favorito… Según algún juez quien, incluso, amenazó con enviar a la cárcel a más de un científico, se iba a llenar la Tierra de monstruos bacterianos descontrolados, mutados, aberraciones mitad bacteria mitad humanos y otro sin fin de engendros que, afortunadamente para los millones de diabéticos que hay en nuestra Aldea Global, más de 30 años más tarde no se han materializado.

 

Pues bien, algo parecido está ocurriendo en la actualidad. En este caso, centrando su mayor virulencia en los alimentos transgénicos. Pero… ¿es la manipulación genética de alimentos peligrosa para el futuro de la humanidad y… de la Tierra? Pues depende, como cantara Jarabe de Palo, de si confundimos el Continente (nunca mejor dicho), con el Contenido; la técnica con sus aplicaciones… Depende…

 

Vivimos tiempos decisivos en Biotecnología. Al anuncio de nuevos productos modificados genéticamente, animales o plantas, una campaña antitransgénicos ha recorrido España últimamente, favorecida por la decisión de Alemania, como ya hiciera Francia y otros países europeos, de detener el cultivo de algunas variedades concretas de maíz transgénico.

 

No puedo, y no voy a hacerlo, negar mi posición a favor de la investigación en transgénicos. Nunca he trabajado en plantas, transgénicas o no. Sí intenté, sin éxito, elaborar un modelo de rata transgénica en un estudio sobre la Artritis Reumatoide. Sin embargo, y para aclarar conceptos, la manipulación genética de seres vivos no es ni buena ni mala, sino todo lo contrario… No, en serio, la transgénesis, como técnica, tiene un potencial incuestionable: además de la obtención de medicamentos vitales para nuestras vidas, como la ya mencionada insulina, modelos animales transgénicos han permitido avanzar decisivamente en biomedicina. Esto es un hecho.

 

 

En alimentación, y siempre hablando del potencial de la técnica, se está intentando obtener vacunas y variedades resistentes a condiciones adversas mediante transgénesis. Por ejemplo, un estudio multidisciplinar pretende obtener anticuerpos contra proteínas del VIH o, incluso, contra bacterias causantes de la caries, en plantas modificadas. Pero, la gran pregunta… ¿Existe algún riesgo? Efectivamente, existe, como en toda investigación que se precie. Otra pregunta es, ¿actualmente, existen controles suficientes para los nuevos productos que salen al mercado? Personalmente, nunca he visto tantos controles en otros productos como en los transgénicos que se pretenden lanzar al mercado. Eso sí, ¿alguien conoce alguna actividad humana de riesgo cero? Yo no.

 

 

Fuera de los laboratorios, los transgénicos han llegado a nuestros hogares. Hay controles, aunque tampoco se está exento de riesgo, como parecen haber concluido nuestros vecinos de Europa al paralizar el cultivo de algunas variedades concretas, no todas, de maíz. En este caso, Gobiernos, grupos ecologistas, científicos, agricultores o, incluso, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria parecen tomar posiciones en uno u otro bando…

 

Por supuesto, estoy a favor del principio de precaución, es aconsejable, siempre que sea sincero, honesto y no esté contaminado con connotaciones de índole económica o de macropolítica. Éste es un tema que no está al alcance de mi corto entendimiento.

 

De lo que sí entiendo, con su permiso, es del potencial de la manipulación y selección genética de seres vivos. Lejos de la pérdida de biodiversidad que profetizan algunos grupos contrarios a la biotecnología, la biología molecular permitiría recuperar especies extintas (o a punto de hacerlo) y aumentar la resistencia y variedad de algunos productos. Al menos, desde Genoma España así lo consideran. Tal y como ya hicieran con el genoma del olivo, ahora un proyecto, coordinado por Pere Puigdomènech, del departamento de Genética Molecular del Centro de Investigación en Agrogenómica, está tratando de descifrar el genoma del melón. ¿Con qué intención? Caracterizar las mejores variedades, más resistentes a diferentes patógenos, y generar un amplio abanico de melones con características de interés para la agricultura y, por ende, para el consumidor. No está nada mal para el principal exportador mundial de melones, sobre todo, si consideramos que el 90% de las antiguas variedades de melón se han perdido sin poder culpar a los transgénicos. Pues eso…

JAL (UAMCBMSO)

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14 comentarios

  1. Al haber siempre algún tipo de riesgo entramos siempre en valorar los beneficios frente a los daños que puedan causar. Y así es imposible que el debate no esté contaminado con connotaciones de índole económica o de macropolítica.

  2. Pues como todo tiene su ventaja y desventaja, simplemente se modifican algunas cosas, yo estuvo dentro de una investigación de transgenicos yo soy ingeniero agronomo y la verdad es que ahora tengo otra visión de ello, claro cada quien piensa diferente por la falta de información de estos.

  3. "Todo en exceso es malo" es bueno hasta en la medida donde se concidere no abundar lo que pasa es de que si se manipulan seres vivos, para un fin se debe de tener la precaucion de no revasar los limites de existencias natural de algun ser que poseea siertas cualidades en cantidades menores a las buscadas

  4. La verdadera cuestión la plantea jal en el desarrollo. Lo importante no son los transgénicos en sí, sino el uso que se haga de ellos. El potencial de beneficios es enorme, pero como abogado del diablo humano diré: ¿Cuál han sido sus aplicaciones prácticas principales hasta ahora? Francamente, no veo nada que no reporte buenos beneficios a quienes tanto invierten en su desarrollo, lo cual no es "malo de por sí" ggg, pero me temo que lo que beneficia a todos todos no es tanto negocio, por lo cual planteo: ¿Para cuándo un impulso a una ciencia para todos? ¿No debería ser eso una prioridad para cualquier gobierno, que para eso recauda el dinerín de todos? Y si da para ganar, pues mejor, pero antes el burro que el carro, si me entendéis.

  5. No puedo reprimir hablar. Dejando claro que Jal sabe infinitamente mas de transgénesis que yo, hay que aparcar ciencia y recursos y centrar el debate en transgenesis vegetal. Indiscutible es que la transgénesis es inocua como disciplina científica, que reporta beneficios, etc., así como la transgénesis en vegetales. Ahora bien, EL USO PRINCIPAL QUE LAS MULTINACIONALES HACEN DE SUS PATENTES TRANSGÉNICAS EN VEGETALES OBEDECE AL MONOPOLIO, A LA PERDIDA DE BIODIVERSIDAD Y DESAPARICION DE VARIEDADES Y CULTIVARES NATURALES (a veces más rentables para el agricultor que sus homologos transgénicos), Y PRODUCE UN ENDEUDAMIENTO DEL AGRICULTOR, SOBRE TODO EN PAISES MENOS DESARROLLADOS. Cualquiera puede entender que no hay nada de sano en que un vegetal transgénico invada o hibride tu cultivo y automáticamente toda tu producción pase a ser propiedad de la multinacional que patentó ese genoma (son centenares de casos los que han pasado por los tribunales y no tienen recogida en los medios informativos): no hay que echar la culpa a la transgénesis, sino a la ausencia de vergüenza de unos pocos y al silencio y ceguera de todos. No sé si habrán visto ustedes un fascinante documental, Life: running out of control, en el que un buen número de científicos dedicados por años a transgénesis denuncian este tipo de atrocidades y auguran un mal futuro a la humanidad si se deja el control de la alimentación en manos de auténticos degenerados que sólo piensan en los beneficios en bolsa. No creo que nadie pueda estar en desacuerdo con esta postura, salvo por intereses espúreos. Por lo tanto, y siento el toque de atención a JAL, pero frases como "Lejos de la pérdida de biodiversidad que profetizan algunos grupos contrarios a la biotecnología" hay que analizarlas. Primero, la pérdida de biodiversidad en variedades de cultivo es un hécho que ha afectado y sigue afectando a EEUU, Méjico, India, Sri Lanka, Pakistán, y una larga lista que han tenido que recurrir a bancos de germoplasma en unos casos, y en otros a la simple recolección y mantenimiento de semillas en precarias condiciones para salvaguardar una fracción ahora empobrecida de variedades, pues muchas han desaparecido. Por lo tanto no es profetizar, es constatar lo que ha ocurrido y ser conscientes de que lo que viene no va a ser mejor si seguimos dejando a las multinacionales gobernar países a su antojo. Segundo, decir "contrarios a la biotecnología"…por lo menos tiene mala leche. No conozco a ningún contrario a la biotecnología (excepto algunos con mas fé que razón), y si lo hay pues que les vaya bonito, sino a personas que denuncian monopolios, injusticias, empobrecimiento mundial y enriquecimiento de unos pocos: no son contrarios a la transgénesis sino al maquiavélico mal uso que de los cultivos extensivos se está haciendo desde hace años. Si pretendemos disfrazar realidades para que parezcan anti-, entonces estamos negándonos realmente a cualquier futuro donde prime la razón, y la transgénesis y sus aplicaciones tienen hueco y mucho que aportar.
    Un saludo para todos

  6. Estimado David,
    ante todo, gracias por tus inteligentes y respetuosos comentarios. Estoy de acuerdo contigo en más puntos de los que, a priori, mi post podrían hacerte pensar. Efectivamente, hay empresas que se lucran con la tecnología de transgénicos. Si un empresario, o un holding, invierte hasta 3000 millones de dólares en desarrollar una variante transgénica, pongamos por caso, difícilmente la va a regalar a nadie. Eso mismo hacen los bancos con nuestro dinero (y sin inversiones millonarias), los fabricantes de coches, las farmacéuticas y nadie parece rasgarse las vestiduras. Es más, este mismo discurso se produjo en el 78, cuando un casi becario y desconocido Herbert Boyer invirtió 500 dólares en una compañía que simplemente fabricaba insulina humana en bacterias (una locura, dijeron los grupos ecologistas; bacterias humanizadas… invadirían la tierra…). Al año de abrir Genetech, nuestro científico había ganado varios miles de millones de dólares. Hoy, nadie se acuerda de las miles de variantes de bacterias recombinantes que hay en la tierra y que, gracias a ellas, tenemos medicamentos, tratamientos varios o, incluso, posibles tratamientos contra el famoso chapapote…

    Pero bueno, volviendo a los transgénicos en plantas…
    Hace poco leí un reportaje sobre agricultores sudafricanos. Muy pobres. Al parecer, gracias a la tecnología de transgénesis vieron crecer sus cosechas. En cuanto a la biodiversidad, en EEUU, como bien indicas, donde no hay límites para las plantaciones y cualquier empresa "sin escrúpulos" podría campar a sus anchas, el cultivo de transgénicos, en su conjunto, no llega al 15%. Yo no veo peligrar la biodiversidad por esta tecnología (y no soy tecnólogo de plantas ni nadie me paga… qué más quisiera yo!!), pero sí por el libre mercado normal. Me explico: de más de 2000 variedades de melones que había en España, productor mundial, a mediados del siglo XX, apenas sobreviven unas pocas decenas… Transgénesis?, no, comercio… O si no, que se lo digan a los subsaharianos que ven cómo su cacao se deprecia por la economía europea (que prohíben los transgénicos, por cierto…).

    Si algo puede hacer la tecnología de transgénesis, en plantas, como se piensa en animales, es recuperar especies y variedades amenazadas, y si no, tiempo al tiempo.
    Tenemos que dejarnos de hipocresía y ver las cosas como son. Los transgénicos no tienen la culpa de la demolición y sobreexplotación de la agricultura mundial. Con 5000 millones de vecinos que seremos dentro de poco… no habrá otra.
    Como verás, David, me mueve la pasión, como a muchos, y muchos seminarios apoyados en papers. Dices que hay muchas denuncias que no trascienden? Te aseguro que si algo haría la prensa, si pudiera, sería airear estos temas, pues les encanta y viven de ello…

    Tampoco he leido ningún artículo de relevancia sobre contaminaciones o ratones que mueren por el consumo de transgénicos, por mucho que ya haya salido a la prensa lo de Austria. Cuando lo haga, leerlo en un buen artículo científico, simplemente se invalidará ese cultivo o ejemplo concreto; tampoco cambiará mucho la situación…

    En cuanto a la mala fe por lo de los detractores de la biotecnología, te aseguro que, por desgracia, es lo que veo cada vez que voy a una charla sobre transgénesis, donde, de golpe, en la discusión, aparte de argumentar lo mismo siempre, sin aportar datos nuevos, se habla, en el mismo saco, de las vacas locas, chernobil (te lo prometo), la gripe A, las células madre… No sé; te juro que me parece ver una fobia (que no me parece mal, que conste) contra todo lo nuevo tecnológicamente hablando. Y que conste que me parece NECESARIA la presión social y la vigilancia administrativa, ética y, obviously, ecológica. Yo soy un ecologista convencido…

    En fin, compañero, en cualquier caso, en serio, es todo un placer cambiar impresiones con alguien que también sabe de lo que habla y muestra, ante todo, educación. Lo demás… pues para eso estamos.
    Un saludo
    JAL

  7. Apreciado JAL:
    Sinceramente agradezco tus palabras. Y es reconfortante leer a un experto como tu, y tener coincidencia total en este tema. Quisiera, si se me permite, expresar que soy de esas personas que se rasgan las vestiduras con los beneficios de los bancos (principalmente), de las farmacéuticas, y de las multinacionales que invierten ahora en productos alimentarios. Y a la vez, también soy de los que se rasga las vestiduras cuando la gente expresa un insensato desacuerdo con lo nuevo en una suerte de neofobia, que a mi modo de entender este mundo está provocada por un exceso de información unido a la carencia de reflexión (dejémoslo así). Los que protestan en tus charlas, son los mismos que protestan en otras, son personas que necesitan mostrar su desacuerdo. Bien, repito lo que decía en el post anterior: que les vaya bonito!, no podemos hacer nada, ellos eligen estar mal informados. Pero nos hacen mucho daño a todos, porque entonces podemos fácilmente etiquetarlos de “contrarios a la biotecnología”, y automáticamente pasan a formar parte de la servidumbre al negocio multinacional: todo el que critique, aunque sea de manera fundada, razonada e inteligente, pasará sin remedio al saco de los “contrarios a la biotecnología” (nuestro cerebro y los prejuicios) y, dado que somos adultos, eso no es mas que un truco mental, magia, en la que caemos todos como niños pequeños. Cierra puertas al desarrollo tecnológico al servicio del ser humano, a su construcción crítica, pues se pierde objetividad al existir una falsa dualidad (todo o nada) y a una compatibilidad con la conservación, algo por otra parte recogido así en el Convenio de Río de Janeiro de1992.
    De tus palabras recojo optimismo, y sinceramente lo acepto, porque ya me va siendo necesario, dado el nivel de desaguisado al que asistimos diariamente. Cierto es que los transgénicos no tienen la culpa de la demolición de la agricultura mundial, pero convendría que viéramos que es una nueva herramienta rápidamente puesta al servicio de esos intereses. Pero, como bien dices tu, si la prensa pudiera, denunciaría. Pero no puede. Conozco desde años esas denuncias, y aunque no recuerdo exactamente los años porque no me dedico a estos temas, si recuerdo que al menos tres de ellas sentaron jurisprudencia bastante negativa, por lo que la cantidad exigida al agricultor por infringir el uso de patente una vez su campo fue contaminado con la variante transgénica era descomunal. En otros casos, hasta donde llegué, se encontraba todo en fase de recurso. Y no, ningún medio se hizo eco de ello, ni tampoco en los actuales casos, y menos en los casos en países menos desarrollados, porque simplemente la gente se arruina al deberle todo a la multinacional que maneja las semillas que únicamente quedan en su zona.
    En otro orden de cosas, la contaminación genética para ciertas variedades, estimaba una distancia de propagación del polen de un máximo de 30 km. En Nature 2001, se publicaba un estudio donde científicos hallaron en una variedad de maíz nativo cultivada en localidades remotas de Méjico contaminación con maiz transgénico: los cultivos transgénicos más cercanos se hallan a 100 km. También publicado en Nature, 1999, el conocido caso de la mariposa monarca (Danaus plexippus), afectada en el desarrollo larvario por el polen transgénico; varios estudios se financiaron inmediatamente para desmentirlo, aduciendo entre otras cosas, que en los estudios en laboratorio no se dio opción a las larvas de elegir variedades no transgénicas. ¡Que despropósito! Lo que quiere decir que en condiciones controladas, si mato a un rinoceronte negro sin dejarle escapatoria, demuestro que el furtivismo no existe porque en la sabana el rinoceronte tiene capacidad de esconderse o correr. Es evidente que los insectos se veían afectados colateralmente, pues la proteína Bt va dirigida hacia plagas, pero afecta a una especie protegida por acuerdos internacionales.
    Muchas gracias por compartir tu sabiduría.
    Un cordial saludo

  8. Gracias a ti (jo, qué forma de pasarnos las flores…). Aunque podríamos seguir con nuestra sana discusión socrática (que no bizantina) comentándote que, si no me equivoco y el estudio de México es el que yo recuerdo, poco después aparecieron unos indígenas que, simplemente comentaron que viendo la buena pinta de las mazorcas transgénicas, ellos mismos plantaron en su zona (pero puede que me equivoque de caso). Asimismo, creo que en lo de la Mariposa Monarca, simplemente un estudio posterior comentaba que no es que la Mariposa pueda elegir en la naturaleza, sino que el tipo de polen usado en el experimento no formaba parte de su dieta natural (vamos, que si la hubiéramos atiborrado a chuletón de Àvila habría muerto igual…).

    En cualquier caso, efectivamente, no hay que bajar la guardia y denunciar todos los casos que aparezcan; en prensa, en TV, Radio o en el bando de Villatuertas…

    En cuanto a lo de meter en el mismo saco a "los antitecnología", admito la pertinencia de tu crítica y la haré mía, teniendo más cuidado de ahora en adelante con las generalizaciones…

    En fin, querido compañero, aunque en mi caso ya es tarde… como dicen en mi pueblo, dentro de 50 años, todos calvos…
    Un abrazo
    JAL

  9. Quizá la tecnología de transgénicos en el futuro nos ayude en eso último … a mi ya me está empezando a clarear la zona delantera!!! Ja,ja,ja!
    Un fuerte abrazo JAL.
    F. David

  10. No… al parecer, ése es un campo más de las células madre… De las que ya hablaremos, 😉
    JAL

  11. En el caso de la insulina, y de cualquier otra aplicación que tenga la biotecnología, es claro que está dirigido a cierto sector de la población.

    Es decir, los enfermos de diabetes van y la compran, aún a sabiendas de lo que se trata.

    En el caso de los alimentos transgénicos, nadie de la población en mi país, está informado. Desconocemos si lo que consumimos contiene ingredientes que fueron modificados genéticamente para mejorar su sabor, textura, robustez, etc.

    Y no lo saben porque Estados Unidos prohibe el etiquetado. Con el argumento de que no varían los macronutrientes principales, como la proteína, carbohidratos y grasas.

    De alguna forma, están modificados y por ello, están patentados. La empresa te puede reclamar regalías si tienes en tu poder una semilla modificada.

    Entonces, por qué no aclararlo desde su origen. Que los agricultores etiqueten su cosecha como transgénica. Que al cabo, no varía mucho, pero así, los consumidores, van a decidir si lo quieren o no. O si prefieren morir de hambre antes que comer transgénico.

    Así como los enfermos tienen la libertad de escoger su medicamento entre varias marcas, o si mejor prefieren medicamentos naturales. Que también le den a la población (que no está enferma, ni necesita medicamentos, sino comida) el derecho a elegir si te quieres comer un producto con ingredientes transgénicos como la soya y el maiz.

    Que no se ostenten como "maiz natural" cuando no es así.

    En México, las variedades de maiz que tenemos en la actualidad, se deben a que nuestros agricultores indigenas, han conservado la tradición milenaria, ancestral, de guardar las mejores semillas de la cosecha. Son ellos, quienes precisamente, se oponen a la hibridación de una semilla que es patentada, (aún y cuando fuera la super semilla del mundo) ¿Pagar por semillas cada siembra? Entonces… ¿en manos de quién va a quedar la alimentación? ¿De quién vamos a depender para obtener la semilla del maiz?

  12. Por supuesto, querida Emma, cada caso debería, como así se propone, ser evaluado de forma específica.
    Por ejemplo, en Europa, muchos grupos tratan de hablar por boca de los agricultores, como si éstos no pudieran defenderse solos. He estado en algunas reuniones de agricultores, que están intentando formar una asociaciación para, precisamente, defenderse de aquellos que, supuestamente por su bien, están impidiendo que, libremente, elijan plantar o no transgénicos.

    Considero, humildemente, puesto que desconozco el caso de la agricultura fuera de Europa, que el agricultor dista ya mucho de ser aquel pobre hombre, esclavo de terratenientes que, incluso, tenían derecho de pernada. Hoy día, muchos de ellos son ingenieros y saben muy bien en qué campo, nunca mejor dicho, se meten. Si algo les compensa, lo toman. En caso contrario… no necesitarán de mensajeros mesiánicos para adoptar las medidas oportunas.

    En cuanto al etiquetado, yo, como consumidor, tengo otras preocupaciones. Por ejemplo, cuando se generalice la obligación, que ya existe en Europa, de etiquetado de cualquier derivado de planta transgénica (aunque en sí mismo no contenga ningún componente transgénico, como un aceite derivado de una soja Bt…), y debido a la mala información que el consumidor tiene de esta tecnología (de la que los científicos tenemos, dicho sea de paso, muchísima culpa), ¿qué impedirá a un "avispado" subir el precio de sus productos al ponerle una etiqueta tan vistosa como inútil que diga "producto LIBRE de transgénico"?

    Una cosa puedo asegurar, puesto que he visto y participado en congresos temáticos sobre el papeleo y burocracia de transgénicos: no existe, hoy día, alimento más controlado ni evaluado que el transgénico. Personalmente, ya puestos, podría preocuparme mucho más con qué producto antiparásitos, antibacteriano, pesticidas, herbicidas, etc., se ha tratado una viña "normal" o, también, con qué agua se está regando (si hay cerca o no una fábrica papelera o sutilezas así…). Un producto no transgénico no pasa, ni de lejos los controles fitosanitarios de otro genéticamente modificado…

    Finalmente, Emma, he estado en México recientemente, en Michoacán, y he ido al santuario de la Monarca. Maravilloso!!! He podido degustar de las delicatesen de las múltiples variedades del Maiz. Me imagino que no se te escapa el hecho de que ninguna de esas variedades son… evolutivamente naturales, no? Te aseguro que si pudieras viajar a un pasado tan… "lejano" como 400 años atrás, no encontrarías ninguna de esas variedades que hoy tanto nos fascinan.

    Por otra parte, si esas variedades se conservan es, simplemente, por el hecho de ser una actividad muy familiar, localizada. Suena mal, lo sé, pero en cuanto a algún cacique local le interese pasar a mayores, no hará falta ninguna multinacional "monopolista monocultivo" para que se pierdan la mayor parte de las variedades. De hecho, sin transgénicos de por medio, España pasó de unas 2000 variedades de melones a menos de 20 en menos de 50 años. Simplemente porque cada agricultor intentará sacar adelante aquello que le aporta beneficio, y punto pelota!

    Que el hombre no es ecológico no es algo que tengamos que defender en este foro. Es una realidad como nuestro predominio en la cadena evolutiva actual. Que podemos hacer mucho por combatirlo, es cierto y, aquí y como biólogo molecular, curiosamente, es donde estoy convencido de que la tecnología del transgénico (y la clonación, si me apuras) tienen un potencial fuera de cualquier duda. Sencillamente, no hay nada tan ANTIECOLÓGICO como la agricultura, a secas. No te imaginas la cantidad de ecosistemas y de nichos biológicos que el hombre modifica, desplaza o, simplemente, suprime, cada vez que invade un terreno natural para convertirlo en terreno agrícola. El tránsito antinatural de alimentos para plantarlos fuera de sus fuentes naturales: maiz, tomate, patatas, tabaco, en Europa…) han modificado en menos de 10.000 años lo que tanto tiempo le costó a la Evolución modelar.

    Y, curiosamente, muchos que proclaman estar en contra de los transgénicos, luego conviven con productos, que toman por naturales, y que, en realidad, fueron modificados, a las bravas, mediante radiación, a principio del siglo pasado (ahí tenemos el rico pomelo rosado, for instance…)…

    Si queremos volver a una alimentación basada en el equilibro con la naturaleza, con unos 9000 000 000 almas reclamando "gasofa", dentro de un par de décadas, sencillamente, será imposible. No existe tierra cultivable (incluso convirtiendo al Amazonas en un vergonzoso futuro granero) en el mundo suficiente para dicho fin…
    Así son las cosas… y así las he contado.
    Un abrazo.
    Un beso, América… Valenzuela.
    JAL

  13. EN MI OPINIÓN SOBRE LOS TRANSGÉNICOS, : DE HABER UN CONSENSO ENTRE LOS GOBIERNOS Y LOS CIENTÍFICOS SOBRE LA INTRODUCCIÓN O NO DE ESTA NUEVA TECNOLOGÍA QUE TIENE SUS BENEFICIOS Y SUS DESVENTAJAS , SE DEBE SUPERVISAR METICULOSAMENTE CADA PRODUCTO DESARROLLADO, QUE HABIENDO REALIUZADO TODAS LAS PRUEBAS PERTINENTES, NO DEBERÍA SER RECHAZADO. ESTA NUEVA TECNOLOGÍA SERÁ BENEFICIOSA SIEMPRE QUE NO CAIGA EN «MALAS MANOS» CON AFÁN DE LUCRO Y POCO RESPETO POR LA VIDA HUMANA Y EL MEDIO AMBIENTE. GRACIAS. A.M.F.

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