La piel que habito (Pedro Alamodóvar, 2011)

Reseña de Ángel Lera:

En septiembre de 2011 el director español Pedro Almodóvar estrena La piel que habito, que supone el decimoctavo largometraje de su carrera. Basada en la novela “Tarántula” de Thierry Jonquet, “La Piel que Habito”, transcurre en Toledo en el año 2012, su protagonista un cirujano llamado Robert Ledgard, interpretado por Antonio Banderas, obsesionado por el suicidio de su mujer debido a su desfiguración por quemaduras, ha logrado crear una piel resistente a las mismas y diversas agresiones. A pesar de las advertencias de sus iguales de profesión sobre la prohibición de las transgénesis con personas, él decide llevarla a cabo. Para ello utiliza como excusa la venganza por la violación y consecuente suicidio de su hija Norma(Blanca Suárez). Utilizando como cobaya de su experimento al agresor de su hija, un joven llamado Vicente(Jan Cornet), al que cambia de sexo usando la piel ignífuga creada por él mismo.

“La piel que habito”  nos muestra las dos caras de la moneda del personaje de Robert Ledgard, un hombre torturado y traumatizado por el engaño y posterior suicidio de su mujer, y el consecuente transtorno mental de su hija.

Para entender al personaje de Robert, nos remitimos a las palabras de Alfred Hitchcock a Truffaut “Para que los espectadores sientan ansiedad , el suspense, hay que tener en la pantalla un héroe con el que se puedan identificar. Creo que es una cosa vana hacer que se identifiquen con los sentimientos de un gángster. Es imposible porque no conocen a ese género de individuos. Pero comprenden al hombre de la calle. Es como si fueran parte integrante de las aventuras que cuenta la película”(1)

El comportamiento de Robert esta motivado por su tragedia personal, su drama provoca que la visión sobre el mismo no sea tan monstruosa, sino las demencias y la búsqueda de recuperar lo perdido propias de una situación mental provocadas por dicho drama. Su tragedia no se basa en situaciones irreales, ni increíbles, sino en situaciones que a cualquiera nos pueden ocurrir(engaño, que un ser querido sufra un accidente de tráfico..), pero sin dejar de lado esa visión de persona demente y cruel que busca su satisfacción a cambio del sufrimiento de otros, en este caso del personaje de Vicente.

Su obsesión por crear su propia realidad, está presente en toda la película, y todo el film gira en torno a ella. La película en sus inicios nos muestra a Robert presentando en una conferencia su proyecto de crear una piel. Esta es resistente a múltiples agresiones pero en una de ellas se hace especial hincapié, las quemaduras. Su mujer se suicidó debido a que vió su rostro desfigurado por  las quemaduras tras un accidente, en lo que subyace la obsesión de el personaje por tratar de evitar algo que ya ha ocurrido. Es más al proyecto lo denomina Gal, que era el nombre de su mujer. En su hija encuentra el único resquicio que le queda de su esposa, y por ello hasta la muerte de ella no comienza a convertir a Vicente en Vera.

Jordi Revert define el film como “ecuación monstruosa impulsada desde un relato de venganza salvaje y autodestrucción, con la vejación permanente y la cirugía transgenérica como vías para la tortura sistemática, pero también como caminos insospechados que llevan a la sumisión y a la pasión prohibida(2)”

Lo que en un principio comienza como la venganza y secuestro y utilización para los fines experimentales del personaje, acaba convirtiéndose en la creación de un mundo imaginario en la que busca apaciguar todas sus frustaciones y obsesiones, y a pesar de que él quiere que exista,  una parte de él sabe que no es posible. “Es una forma de violación que evoca las transgresiones morales del protagonista de Hable con ella(2002) asegura Nando Salvá”(3), el hecho de esa obsesión que conduce al personaje a crearse su propia realidad inexistente, es reiterativo en ambas películas del director. En Hable con ella(2002), Benigno tiene una obsesión con el personaje interpretado por Leonor Watling,  al igual que Robert con su difunta esposa, y el personaje de Beningo habla con ella y mantiene relaciones sexuales, queriendo creer un mundo que el mismo a creado pero que no es la realidad. Aquí Jordi Revert señala que “es la que mejor ha sabido conciliar las virtudes de un realizador para consumar una tesis que ya apuntaba en Hable con ella(2002)”(4).

Convierte a Vicente en Vera, una joven que es exactamente igual que su difunta mujer, y utiliza asimismo para ello la piel ignífuga creada por el mismo, lo que representa que trata de remediar ,

mediante su creación, lo ocurrido a su mujer. Aquí observamos un paralelismo con la película “Vértigo: De entre los muertos,1958” de Alfred Hitchcock, en la cual el personaje interpretado por James Steward encuentra a una mujer muy parecida a su amada perdida y busca transformarla en esa mujer que perdió, se ve en las escenas en las que quiere vestirla y peinarla de igual manera que su amada.

Jordi Battle Caminal nos compara a el personaje interpretado por Elena Anaya con Rapunzel, habla de la bella princesa cautiva en su torre inexpugnable (5).

Vera está siempre dentro de una habitación de la que no puede salir y se encuentra controlada por numerosas cámaras que a diario observa Robert, esto es una  proyección de el miedo de Robert, debido a que su mujer se escapó con su hermano, y por tanto la necesidad de que Vera sea su posesión. También esto no hace sino confirmar que Robert a pesar de querer hacer realidad ese mundo creado, una parte sabe que no es posible, por eso en un principio la observa a través de las cámaras y no se atreve a internarse en ese mundo manipulado.

Luciano Monteagudo dice Ledgard es una suerte de Dr. Frankenstein redivivo, un genio perverso que en su quirófano, aislado del mundo y con la sola ayuda de una agria gobernanta llamada Marillia(Paredes, en plan Igor), intenta desarrollar un nuevo tipo de piel sensible a las caricias pero mucho más resistente que la piel humana(6).

Robert Ledgard es en cierto modo un moderno Dr. Frankenstein, las semejanzas inevitables con el doctor y su creación son evidentes, al doctor Frankenstein al igual que a Robert Ledgard les advierten en numerosas ocasiones de que lo que están haciendo va contra toda ética y moral y supone una locura, en un caso la familia del Dr. Frankenstein, y en otro Marillia la madre de Robert y sus iguales de profesión. Asimismo ambos buscan su autorealización a través de su creación.

Ledgard también recuerda, ya no al Dr. Frankenstein, sino a su creación, en el sentido en el que tratamos de entender que lo que hace no es pura y simple maldad, sino que en el caso de Ledgard, como ya hemos dicho, sus actos van  motivados por su drama personal, y en el caso de la creatura del Dr. Frankenstein, buscamos la explicación de sus actos en la inconsciencia de su propia naturaleza.

Pero sin duda la película que merece obligada referencia es  la películas francesa de 1960 Ojos sin rostro de Georges Franju. Las similitudes entre ambas películas son más que evidentes. Álvaro Urdampileta compara ambos film, y asegura que “ambos son la destrucción del imperio del mal por parte de una frágil belleza cautiva(7)”, asimismo señala 5 claras similitudes: el mad doctor, la belleza enmascarada, la ayudante, la casa y los investigadores(8). Es evidente la inspiración del director en este clásico del cine francés. En primer lugar el doctor Ledgard se ve en un espejo del doctor Génessier, ambos buscan desesperadamente y a costa del sufrimiento y la vida de terceros, uno poder recuperar a su hija y el otro a su esposa. Ambos las mantienen en un castillo, aislado del resto del mundo. También el papel de la ayudante es muy similar, ambas mujeres que corren la misma suerte que los doctores y a manos igualmente de las jóvenes. En ambos films se utiliza una máscara para cubrir los rostros de las jóvenes y “tanto la una como la otra, de un modo imprevisible terminan con su “creador”, aun siendo ellas el objeto amado de aquél”(9).

Para concluir, en palabras del propio Almodóvar, Ledgard es “un creador, un hombre que está ya a punto de dar vida y crear una nueva piel. La piel es el principal órgano que tenemos, lo que nos identifica y nos separa de los demás”(10).

El papel de Vicente-Vera con relación a estas palabras juega un papel muy importante, lo que en un principio acepta sumiso por el miedo, poco a poco parece que acaba aceptando, casi al final del film parece que termina por asumir esa nueva identidad sexual, ese cambio de piel, en consonancia con esto nos referimos a la “Teoría Queer”, que es una hipótesis sobre el género que afirma que la orientación sexual de las personas son el resultado de una construcción social, y que por lo tanto no existen papeles sexualmente esenciales o biológicamente inscritos en la naturaleza humana, sino formas socialmente variables de desempeñar uno o varios papeles sexuales.(11), partiendo de esta base, atendemos a las palabras de una de las principales colaboradoras del movimiento en Francia, la filósofa Beatriz Preciado que asegura, “La sexualidad es como las lenguas todos podemos aprender varias”(12), si analizamos estas palabras podemos entender en mayor medida al personaje de Vicente-Vera, debido a que él parece al final de la película haber aprendido esa nueva sexualidad, como afirma la filósofa española, es más Vera en una de las escenas finales, cuando un compañero de el profesor Ledgard le pide explicaciones sobre lo ocurrido con Vicente, es la propia Vera que sale en defensa de su creador, manteniendo que se sometió voluntariamente a dicha operación y que ya no es Vicente, sino Vera. En definitiva el director juega con esa ambigÜedad de sexos, para terminar mostrándonos en el desenlace del film que lo que importa no es ese envoltorio-sexualidad, sino que al fin y al cabo lo que de verdad termina por definirnos es lo que somos, sin importar sexo, ni apariencia.

Aunque la piel es el órgano identificador es superficial, es aquello que nos envuelve, que rodea nuestro interior, que es lo que de verdad nos diferencia. Por eso la trasformación no sale bien, porque por mucho que se trate cambiar el exterior, el interior permanece , sigue siendo Vicente. En el fondo esto es algo que Robert ya sabe, de ahí sus miedos y su interés por mantener a Vera en una urna alejada del mundo real. Esto queda reflejado en la escena final en la que Vera, tras conseguir escaparse, vuelve a la tienda donde trabajaba y se presenta como Vicente, aunque la piel que habita no sea la misma que hace seis años.

 

El cine según Hitchcock Traffaut(1)

http://criticas-de-cine.labutaca.net/la-piel-que-habito-negro-oscuro-casi-giallo/(2)(4)

http://cinemania.es/criticas/detalle/9303/(3)

http://www.lavanguardia.com/cine/20110902/54209455051/la-piel-que-habito-frankenstein-y-rapunzel.html(5)

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-23379-2011-11-03.html(6)

http://cinemania.es/actualidad/noticias/9552/los-ojos-sin-rostro-y-la-piel-que-habito-5-parecidos-demencialmente-razonables(7)(8)(9)

http://www.rtve.es/noticias/20110519/pedro-almodovar-piel-que-habito-una-historia-supervivencia-una-situacion-extrema/433476.shtml(10)

http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_queer(11)

http://elpais.com/diario/2010/06/13/eps/1276410414_850215.html(12)

 

Ángel Lera, mayo 2012.

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