El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006)

Reseña de María Zueva:

El laberinto del fauno narra una historia de evasión en un período violento en España, la posguerra Civil Española. La película refleja dos universos paralelos que se chocan: el primero es la cruel realidad, el otro es pura fantasía. Sin embargo, ambos mundos son atroces, despiadados, tenebrosos y casi deshumanizados. Es una obra de género fantástico, pero también es una película calificada como drama de guerra. Por eso es fundamental para entender la obra, entender, conocer, el punto de vista del director acerca del enfrentamiento: «Para mí la Guerra Civil Española, creciendo en Méjico, me resultó muy cercana porque tenía muchos amigos o maestros del cine o gente involucrada en las artes, que eran refugiados o hijos de refugiados. Entonces, uno de ellos, concretamente Emilio García Riera, que era para mi el más grande historiador del cine mejicano de todos los tiempos. Era un tío que se volvió como una especie de figura paterna, cuando estaba empezando yo a hacer cortometrajes y él me hablaba  mucho de ello. Creo que es una guerra que en la imaginación de muchos escritores se ha vuelto muy romántica y muy en blanco y negro. Un poco la última guerra entre el bien y el mal, entre la derecha y la izquierda francamente. No es así, es una guerra infinitamente más compleja evidentemente y no hay tal cosa como blanco y negro, pero sí me pareció que era bastante potente y bastante ignorada por la mayoría del mundo»[1]

La película posee la faceta de cuento de hadas, por lo que era de esperar que se le fuera a comparar con otras películas de la misma índole. En este caso, con la de Andrew Adamson, Las crónicas de Narnia: El León, La Bruja y El Armario. La razón se encuentra en las similitudes de la trama de ambas obras cinematográficas. Dicha semejanza reside en la figura del fauno, que desempeña un gran papel de portero que ofrece indirectamente empezar la aventura. El tiempo de la historia es muy próximo: en el primer caso es el año 1944, mientras que en Narnia es el final de la Segunda Guerra Mundial. Los protagonistas según leyendas o profecías que se cuentan, tienen títulos reales cercanos, es decir, Ofelia es una princesa y los cuatro personajes de Lewis son reyes y reinas. El tema de la fuga de la implacable y dura realidad, que ofrece de cierto modo una manera de aplacar el dolor causado por la pérdida de seres queridos (Es el padre). Todos esos temas hacen pensar que las dos películas narran el mismo cuento, pero de diferente forma. Sin embargo, El laberinto del fauno fue un film de mucho mayor éxito y reconocimiento, que el que tuvo Narnia. Se puede preguntarse uno de por qué eso es así y la respuesta no es del todo fácil.

Es importante señalar la diferencia en la experiencia de ambos directores. Guillermo del Toro, un director mejicano, en cuyo bagaje cinematográfico hay bastantes obras de éxito con un toque fantástico o incluso de terror[2]. Frente a Andrew Adamson, cuya veteranía se resume a las dos animaciones de Shrek y cuya primera película de acción real fue precisamente Narnia. Ya se hace notar la diferencia que va a ser evidente en adelante.

A causa de la importancia de la figura del fauno, hay que fijar la atención en este personaje fabuloso. El fauno de Guillermo del Toro, es alguien singular, una criatura creada en su totalidad por la mente del director, alguien deshumanizado, apegado a la madre naturaleza pero espeluznante a la vez[3]. Él de las crónicas, es básicamente un humano tanto física como espiritualmente, al que le pusieron un par de patas de cabra. Es una criatura sacada de mitología, tal como la representaban los antiguos romanos[4]. Igualmente  hay que señalar que al estar basada la película de Narnia en un libro, tenía que apelarse a él, en otras palabras, no dejaba mucho margen para el reinado de la imaginación propia. Quizás por eso y por otras muchas razones Guillermo del Toro rechazó cuando se le ofreció dirigir dicha obra de fantasía, optando por poner su talento a servicio de El laberinto del fauno haciendo su propia versión de lo que es un cuento de hadas para los niños.[5]

En segundo lugar hay que analizar la paradoja de la evasión. En el primer caso, Ofelia es una niña que lee muchos cuentos de hadas, un personaje que sólo quiere estar con su madre en este pequeño mundo y no necesita nada más. Sin embargo, su madre también es un ser humano, una mujer que ha sufrido a causa de la soledad, después de la muerte de su marido, y ya no le basta con la compañía de su hija. Al otro lado tenemos al nuevo padrastro de Ofelia, capitán Vidal. Es el antagonista de la historia, pero es un malo singular que cree que está haciendo lo correcto. No duda ni lo más mínimo a la hora de ejecutar una orden o actuar. Como el propio actor dijo «Es malo en todos los planos, en todas las situaciones, con todos los personas, consigo mismo, con el entorno también »[6]. Precisamente esta ferocidad hace que el cuento de hadas cobre un tinte de historia mágica para adultos. Pese a esto, el malo de la película no es una madrastra vil, ni una bruja que añora venganza, solamente es un militar que carece de poderes sobrenaturales, pero cuyo sadismo supera con creces al de cualquiera. De una forma alocada cree en sus principios (aunque sean erróneos desde nuestro punto de vista) y actúa en función de ellos. Claramente Ofelia le tiene mucho miedo y escapa de este terror refugiándose en la fantasía.

El caso de Narnia es bastante distinto. La realidad es una breve página que se pasa rápidamente ante los ojos del espectador. Al inicio de la película hay un bombardeo, los niños huyen, gritan, corren, hay mucho ajetreo y caos, pero nada más. (El hecho de las bombas no aparece en el libro de C.S Lewis, es decir, el director lo “inventó” para crear ambiente). Más que reflejo de una guerra, hay un círculo de emociones. Los niños echan de menos a su padre, sufren a causa del enfrentamiento y esperan que este acabe pronto. Lo que es más evidente es la compleja red de relaciones entre los cuatro hermanos, pero también está llena de tópicos, como por ejemplo que los adultos no creen a los pequeños (Lucy les cuenta lo que ha visto). Sin embargo, el tópico anterior proporciona fluidez en la narrativa, puesto que cuando entran en el mundo que para ellos era ficticio, la lógica y la imaginación chocan inevitablemente.
Narnia es una realidad bella, creíble en su ambientación y paisajes, pero sigue siendo una ficción donde los valores como el coraje, la fuerza de voluntad, fraternidad, amistad y amor siempre vencen a la maldad. Uno claramente puede objetar «Demasiado bueno para ser verdad», lo contrario a lo que ocurre en El laberinto del fauno. Hay en Narnia ese último impulso, que de repente le da una fuerza sobrehumana al personaje para vencer a la antagonista y aquí el bien triunfa sobre el mal, que resulta ser otro tópico. Sin embargo, en El laberinto Ofelia acaba falleciendo a manos del capitán Vidal. Es una batalla de dos recursos, la sorpresa contra lo previsible y al espectador le suele sensibilizar más la sorpresa.

« Soy un gran fan de los decorados, un adicto a los decorados, nada sustituye a un lugar real. Hay algo que informa la imagen de manera diferente en un decorado real a uno digital. Yo creo que el digital debe ser el último recurso […] Cada decorado expresa como piensa el personaje […] Cuando ves una película con grandes decorados tiene un perfil más de cine »[7] el comentario que pertenece a Guillermo del Toro íntegramente revela los puntos fuertes de la película. La película se construye sobre una base de decorados más que efectos especiales, los cuales también se utilizan pero en una medida ínfima en comparación con los de Narnia. En este aspecto, el trabajo de Adamson fue mucho mayor, lo hizo bien y precisamente por ello es un experto en la animación y recursos digitales. Pese a ese punto fuerte, se notan los fallos en otras facetas: quítese a Narnia la parte de criaturas fabulosas que se mueven como si fuesen reales y no quedará nada interesante, básicamente en la película. Carece de un tema profundo detrás de este montón de seres mitológicos, tampoco cuenta con recursos formales interesantes o con personajes complejos. Esto no ocurre en El laberinto del fauno. La obra de Guillermo del Toro tiene una historia profunda que se podría explicar durante horas, además muestra cuatro personajes cuyo drama interno es igualmente largo de contar y dispone de unos recursos formales bien empleados que hacen que el espectador contenga el aliento. Resumiendo, es un film de fantasía, pero también es un drama de guerra. Ambas facetas están articuladas de forma singular y puede parecer que no tienen nada que ver una con otra, pero justamente su unión añade algo especial a la película que la hace diferente a las demás. De hecho el mismo director reconoció que fue su mejor proyecto hasta el momento.

Una objeción que añadir, no hay que pensar en Narnia como una película “muy mala”, no es lo que se pretende demostrar. Al contrario, la razón de este análisis es rechazar la comparación entre las dos. Es poco convincente comparar dos películas cuya base cualitativa es bien distinta. Si un largometraje se basa en un libro, lo lógico es que lo siga, puesto que en el caso contrario puede provocar un huracán de crítica negativa por parte del público fanático que la convierta en un fracaso, como ocurrió en numerosos casos. De hecho, el libro de C. S. Lewis es muy escaso en descripciones. [8] Así narra la última batalla en poco más de media página, mientras que en la pantalla ocupa unos 10 minutos o incluso más. Adamson comentó que cuando se le ofreció dirigirla, no pudo rechazar dado que leyó el cuento de niño y quería hacerla, pero escribió sus notas basándose en la impresión que tenía desde su infancia y luego volvió a releer el libro. [9] Por lo tanto, es un tema de inspiración del que se trata aquí. Guillermo del Toro tuvo sus fuentes en la pintura de varios artistas famosos, lo que podemos ver la habitación del hombre pálido, cuando Ofelia mira los frescos, uno se parece mucho a “Saturno devorando a su hijo” de Goya. Lógicamente el conjunto de la literatura infantil también tuvo influencia en el director a la hora de la creación de la imagen fílmica.[10]

La calidad de elementos cinematográficos usados en El laberinto de fauno es muy superior en cuanto al número de recursos utilizados y su manejo. En Narnia vemos una abundancia de primeros planos, de la que carece el laberinto, al contrario se decanta más por los planos medios. En la primera conversación de Ofelia con el fauno, el uso del plano medio es útil, dado que deja a que el espectador vea por encima del hombro de la niña todo el enriquecedor detalle del ambiente y de aquel ser fantástico y sobrecogedor. Cabe señalar que el paso de una escena a otra es mucho más fluido y suave aquí. En cambio en Narnia hay muchos espacios vacíos, que supuestamente sirven para dar ese paso de escena, pero acaban funcionando mal y solo crean sensación de un corte en seco.
El comienzo de la película, con el plano de la niña acostada muriéndose y el tiempo retrocediendo, junto a un giro de cámara, ya de por si intriga, dado que el espectador se preguntará acerca de lo que ocurrió. Otro ejemplo que representaría el elemento clave de intriga, sería la secuencia en la que el médico entrega el paquete a Mercedes  y luego va bajando las escaleras. Primero se nos muestra la frustración de Mercedes, que poco a poco se da una media vuelta, la cámara se desplaza, hay un cambio de enfoque hacia el doctor, que la mira brevemente avergonzado de que no puede hacer nada más y se va. Puesto que no hay un referente que muestre al espectador de qué se trata, cuál es el significado del paquete, qué es lo que hay dentro y para quién es, aparece una dosis nueva de suspense. Mientras tanto, la obra de Narnia carece de elemento sorpresa, salvo aquel recurso de “vencer en el último instante”, muy común en cine de acción o fantasía. Se puede nombrar la existencia de elementos incoherentes, que podrían haber tomado el papel de enigma, pero no lo han hecho, quedándose como puras incongruencias. La razón está en el conocimiento del espectador, el cual si no ha leído todos los libros de la saga, no sabría descifrar de por qué está allí una farola de Inglaterra de finales del siglo XIX y por qué no hay  más farolas así en aquel lugar por ejemplo. Otro fallo que se le puede considerar, es la falta de expresión dramática por parte de Lucy cuando aparece al otro lado del armario. Hace allí demasiado frío para que la niña no se inmute, ni tenga escalofríos, ni se abrace por los hombros, pero en fin es un detalle en el que uno se fija mirando atentamente. Errores así hacen que Narnia se quede únicamente en la pantalla, a pesar de que el espectador sea testigo de su desarrollo narrativo, no siente dicho mundo como real, al contrario de lo que ocurre con El laberinto del fauno.

Por último, El laberinto de fauno es una película de fantasía enteramente hablada en español. Si al hecho anterior se le suma el facto de un éxito internacional enorme, resulta ser una obra única. Exclusiva en tanto que hay bastantes largometrajes extranjeros de este género que han obtenido notoriedad y reconocimiento del público (El mago de Oz, El señor de los anillos, La historia interminable, etc.)  La obra en cuestión, es una de las pocas de este género que fue nominada al Óscar por la mejor película de habla no inglesa.  Guillermo del Toro contó en una entrevista que Stephen King se sentó a su lado en la presentación de la película y cuando aparecía el hombre pálido, sintió como el escritor se retorció. Además posteriormente la calificó como «La mejor película de fantasía desde Mago de Oz».[11]

Siendo espectador, se puede asumir dos posiciones bien distintas. En primer lugar, suponer que lo que ocurre de fantasía, sólo se desarrolla en la mente de la niña, lo que sería por lo tanto una enfermedad psíquica y la balanza del género se inclinaría hacia un drama de guerra puro. En segundo lugar, entender que la ficción es verdad, sólo que nadie más que la niña puede ver ese mundo fantástico. La escena en la que Vidal mira como Ofelia con el bebé en los brazos habla “sola”, no aclara esa paradoja. Se queda en evidencia que la película permite múltiples interpretaciones, un elemento del que Narnia carece.
La escena final, también es muy ambigua. Igualmente deja lugar a dos lecturas. Una primera que sigue el punto de partida de que el mundo está en la mente de la niña, el final por lo tanto, es la muerte de Ofelia y su encuentro con los padres en esa especie de “paraíso”. La segunda interpretación, que sigue la presunción de que la fantasía es real, supone que al morir Ofelia con su sangre abre las puertas del reino y por fin supera la última prueba reuniéndose con sus padres.

Con las comparaciones finalizadas es posible afirmar que la similitud con Narnia sólo reside en el uso de criaturas fantásticas. Incluso esa comparación se puede negar, dado que a C.S Lewis se le criticó por mezclar tanto la mitología romana, la griega y la escandinava, siendo esa la combinación que se llevaron a la pantalla. Mientras que Guillermo del Toro sacó a las criaturas de su memoria e imaginación. Ni siquiera las hadas siguen el tópico. Es un insecto palo que mira la imagen que le enseña Ofelia y adopta la forma más tradicional.Son dos películas que representan de forma diferente los cuentos de hadas, pero no hay que perder de vista que El laberinto del fauno no está basada en ningún libro. Tampoco es una película para niños a pesar de representar el cuento infantil. Estos dos sucesos hacen que se abran muchas puertas temáticas y de representación, dado que se puede meter violencia explícita entre otras cosas.
En definitiva  la aleación de criaturas singulares y sorprendentes, el complejo drama interno de cada personaje, el desarrollo de dos crueles universos paralelos, la fluidez formal, una ambientación tenebrosa, numerosos elementos de intriga y la ambigüedad, da lugar a una película inimitable de fantasía. Una obra que a pesar de tratar temas ya tocados por otras películas, lo hace de una manera insólita y diferente, sin parecerse ni a Narnia, ni a Alicia en el país de las maravillas, ni a otras tantas películas con las que se la pudo comparar.

Bibliografía/Webgrafía

RAMOS, Omar. Estudio comparativo del estilo cinematográfico en dos directores mexicanos contemporáneo. Tesis profesional, licenciatura en Ciencias y Técnicas dela Comunicación. Universidad del Valle de Atemajac, España (2005)

DEL TORO, Guillermo. Guion cinematográfico El laberinto del fauno. Ocho y Medio (1era ed.), España (2006)

DEL TORO, Guillermo. El laberinto del fauno: Making-of. Estudios Picasso, Tequila Gang y Esperanto Filmoj, Méjico-España (2006)

ADAMSON, Andrew. Las crónicas de Narnia: El León, La Bruja y El Armario – Making-of. Buena Vista Home Entertainment, EE.UU (2005)

Sitio oficial para Latinoamérica de la película El laberinto del fauno: http://wwws.la.warnerbros.com/panslabyrinth/

IMDB. El laberinto del fauno : http://www.imdb.es/title/tt0457430/

Diseccionando Fantasías: Los Secretos de Guillermo del Toro – El laberinto del fauno, http://www.youtube.com/watch?v=-GdAX5R5Rug

Entrevista de Larry Carroll a Guillermo del Toro: http://www.mtv.com/news/articles/1544179/pans-labyrinth-director-spills-his-guts.jhtml

Reportaje de Javi Araguz : http://www.fantasymundo.com/articulo.php?articulo=467

Entrevista de Jack Rico a Guillermo del Toro: http://www.youtube.com/watch?v=VxyjYIliyhI

Entrevista de Mark Kermode a Guillermo del Toro http://www.youtube.com/watch?v=iqdEKahV-gs&playnext=1&list=PL8F863CB7B6196951&feature=results_video

El mundo: Encuentro digital con Guillermo del Toro, 2006 http://www.elmundo.es/encuentros/invitados/2006/10/2192/

El séptimo arte, El laberinto del fauno: http://www.elseptimoarte.net/peliculas/el-laberinto-del-fauno-4229.html

Nuckols, Ben.  Artículo “Del Toro crafts a harrowing fairy tale”, 2006. http://starbeacon.com/heat/x343651463/Del-Toro-crafts-a-harrowing-fairy-tale

María Zueva, diciembre de 2012.

[1] DEL TORO, Guillermo. El laberinto del fauno: Making-of. Estudios Picasso, Tequila Gang y Esperanto Filmoj, Méjico-España (2006) Minuto 21:30-23

[2] Para conocer los detalles de la bibliografía y todas las obras de Guillermo del Toro, consultar RAMOS, Omar. Estudio comparativo del estilo cinematográfico en dos directores mexicanos contemporáneos. Tesis profesional, licenciatura en Ciencias y Técnicas dela Comunicación. Universidad del Valle de Atemajac, España (2005) pág 65-66.

[3] A Guillermo del Toro, le  vino primero a la cabeza un fauno apegado al muro de piedra, fundido con él, porque pensaba que el fauno tenía que tener textura de madera, roca. Cubierto siempre de ramas y hongos. El traje en sí tenía que tapar todo el cuerpo y allí residía la dificultad de hacerlo.

[4]  La clásica representación que tenían los antiguos romanos del fauno, es aquel ser que bailaba alrededor del árbol, asociado muchas veces con el dios Pan. Su representación escultural, aunque reconstruida está en la famosa Casa del Fauno de Pompeya.

[5] Artículo de Ben Nuckols «Guillermo del Toro was asked to direct «The Chronicles of Narnia: The Lion, the Witch and the Wardrobe,» but he turned it down because, as a lapsed Catholic, he couldn’t see himself bringing Aslan the lion back to life.

Instead, he put his dark, fervid imagination to work on an original story, «Pan’s Labyrinth,» a bloody and harrowing fairy tale that incorporates elements from C.S. Lewis’ beloved Christian allegory and various other classics of children’s literature»

[6] DEL TORO, Guillermo. El laberinto del fauno: Making-of. Estudios Picasso, Tequila Gang y Esperanto Filmoj, Méjico-España (2006) Minuto 08:37-08:40

[7] DEL TORO, Guillermo. El laberinto del fauno: Making-of. Estudios Picasso, Tequila Gang y Esperanto Filmoj, Méjico-España (2006) Minuto 20:00-21:10

[8] Había una comparación entre Lewis, cuyas descripciones eran concisas con su amigo Tolkien, quien al contrario describía un lugar gastando páginas enteras.

[9] Así la película de Narnia se hacía sobre un fundamento de lo que la mente del director magnificó cuando leyó el libro de niño. En otras palabras no era representar las páginas del  libro en la pantalla, sino la impresión causada por ellas. De esta forma la mente de un niño podía magnificar la batalla, que en cambio era mucho más corta realmente.

[10] Hay muchas citas en la película a pintores simbolistas, a Arthur Rackham, Goya, entre otros.

[11] Stheven King en su columna de  Entertainment Weekly mencionó la lista de 10 películas interesantes de 2006 y El laberinto del fauno ocupó el primer puesto: «I think this extraordinary R-rated fairy tale for adults is the best fantasy film since The Wizard of Oz. And while it’s much darker than Wizard, it still celebrates the human spirit. Your Uncle Stevie thinks you will see this movie». (http://www.ew.com/ew/article/0,,1569937,00.html)

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Un comentario

  1. This is a movie with a simple and straightforward plot which contains layers and layers of intelligent writing, metaphors and message.

    To speak further about the script will end up in spoilers and that would be pointless since my very purpose writing this review is to encourage people to see it.

    This is no small feat, interpreting fantasy as something of a product of a real world, cross-referencing how the child acts to her real surroundings and the «other world», metaphors that describe the accelerated state of growing up some of us are put through… Incredible. Simple, straightforward yet there is so much to be appreciated.

    Those who are saying how it’s predictable and thus not enjoyable, I ask of you, which movie nowadays aren’t predictable? Hell, even 21 grams was predictable but so damned good. It’s not about how it ends, you can always predict how a movie would end if you’ve ever taken a half-decent script writing class or have some common sense. It’s always about how well you tell a story.

    I’m grateful there are still directors who aren’t tied down to this new epidemic of including a plot twist simply because they need a plot twist.

    Pan’s Labyrinth features some of the best storytelling and attention to detail without being affected by the now ever-popular opinion of cameras having to be put through several technical difficulties to make the shots eligible to be called a brilliant shot.

    I am also grateful for them not dubbing it. Watching it in its’ original language is much, much more rewarding even if I had to rely on the subtitles for most of the time.

    This is a brilliant movie. Watch it.

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